miprimita.com

Juanito o Juanita - Cuarta parte

en Gays

 

 

 

Juanito o Juanita

 

Cuarta parte.

 

Después del ajetreo sexual de los últimos días, pase por fin un pequeño descanso. Buscaba algo diferente, un poco mas tierno.

Vivía en la urbanización un chico unos meses mas joven que yo, iba al curso anterior al mio y me tenia fascinado, me parecía el chico mas guapo del mundo. Un pelín mas bajo que yo, unos tres o cuatro centímetros, unas piernas preciosas y una carita que me parecía bellísima. Pelo rubio como el oro, de unos quince cm de largo y muy alborotado. Ojos azulísimos y grandes, nariz pequeña y respingona y boca con labios ligeramente gruesos. Tenia algunas pequitas alrededor de la nariz.

 

Observe que siempre andaba solo y sospeche que la causa podría ser la misma que en mi caso: Ambos eramos alumnos brillantisimos de máximas notas, y en esas edades eso no te hacia muy popular entre nuestros compañeros. Ademas el nivel cultural de los chicos de mi edad era mas bien tirando a bajo. Por otra parte yo tenia muy pocos intereses en los gustos de los demás chicos, cosas como el fútbol, etc, me tenían totalmente indiferente.

 

Las chicas las dividía entre las guapas y absolutamente tontas, con conversaciones sin el mas mínimo interés por mi parte, y las un poco mas espabiladas y curiosamente no tan guapas.

 

Intrigado, decidí abordarlo, yo sabia que se llamaba Angel, y que solía ir a la playa que estaba a unos dos Km. A esas edades o menores, los chicos no tenemos las limitaciones que se ponen los adultos para conectar con un desconocido. En este caso no tan desconocido, porque aunque nunca habíamos hablado íbamos al mismo instituto y yo sabia su nombre.

 

Así pues me hice el encontradizo en el camino a la playa.

 

    • ¡Hooola!. Tu eres Angel ¿No?

    • Eeee, si, bueno, hola—Que encanto, que tímido

    • Yo soy Juan, vamos al mismo insti.

    • Eee, si ya lo se-- Seguía titubeante, yo creo que estaba un poco colorado.

    • ¿Vas a la playa?

    • Uu, si.

    • Te acompaño.-- No era una pregunta. Con este chico tan inseguro, me tocaba la iniciativa

 

Bueno, pensándolo bien, siempre la llevo con todo dios, aunque sean mayores y no se den cuenta, pensé riéndome interiormente.

 

Así pues mostré mi lado mas amable tranquilizando, afortunadamente teníamos casi media hora hasta la playa. Cuando llegamos, ya estaba mas confiado. No me separe de el en ningún momento, jugábamos y nos bañábamos juntos, pero sin ningún intento de acercamiento sospechoso por mi parte. Era pronto aun.

 

Estuvimos así tres días, desde media mañana hasta la hora de comer. Ya eramos amigos íntimos Hablando con el se confirmaron mis sospechas sobre su soledad, era un muchacho inteligentisimo y eso causaba fracaso social, pero el no aun lo había asumido como yo lo había hecho y buscado otras alternativas. Y estaba claro que no tenia mi iniciativa ni de lejos.

 

El cuarto día se nublo, y aproveche la falta de sol para hacer un movimiento. Le propuse ir a mi casa en vez de a la playa, ya que la teníamos entera para hacer lo que se nos ocurriera.

 

Después bromear un rato, y de que Angel se asombrase de la cantidad de libros que yo tenia, me pidió alguno prestado, a lo que accedí encantado,ya que resulto ser un adicto a la lectura como yo.

 

    • ¿Que te gustaría hacer?.-- Le pregunte.

    • No se.--Respondió--¿Que te gustaría hacer a ti?

    • Podíamos hacernos unas pajas.-- Dije riéndome

    • Jajajaja, ¡Que cosas tienes!

    • Venga, Angel, no me digas que no te haces pajas. Yo me hago muchísimas, es normal a nuestra edad.

    • Si, claro que si, pero nunca me he pajeado en compañía.

    • Angel, te voy a confesar un secreto, pero no se lo digas a nadie.

    • Tranquilo, lo juro.

    • Tengo un truquito. Muchas veces cuando me masturbo, me meto por el culito un dedo o mejor algún objeto adecuado y me da mucho placer. He leído que la próstata tiene muchísimos puntos sensibles. ¡Da un gustito!

    • Eee uu, bueno, ee. Bueno—Se puso colorado y continuo-- Bueno yo también lo hago. también empece metiéndome un dedo y luego cosas un poco mas grandes.

    • Tranquilo Angel, olvidate de los prejuicios, y disfruta.

    • Pero me daría mucha vergüenza que se supiera.

    • Pero solo lo se yo, y tu sabes que hago lo mismo, aprende a despreocuparte por estas cosas.

    • Juan, nunca he tenido un amigo como tu.

    • Angel, me gustas muchísimo Me pareces el chico mas guapo del mundo, tienes una carita hermosísima

    • ¿Como?

    • Así

 

Yo ya estaba muy cerca de el: Se quedo paralizado cuando rodee su cintura con mis manos para inmediatamente conectar mis labios con los suyos. Le di varios piquitos cortos antes de besarle de verdad. El empezó a responder, aunque se notaba que no tenia la mas mínima experiencia. Cuando le metí mi lengua en su boca se estremeció y me abrazo con fuerza.

 

Nos separamos unos instantes para coger aire, y nuestros ojos se miraron con una dulzura infinita. Estuvimos morreandonos un buen rato y nos estábamos poniendo muy calientes.

 

    • Angel, te quiero enseñar una cosa que te va a hacer gracia.

 

 

Le enseñe un vibrador anal que le había encargado a Juan, ya que yo no puedo entrar en un sexshop, junto con varios tubos de lubricante, que se negó a que se los pagara, diciendo que eran su regalo.

 

 

    • ¿Ves?-- Le dije conectándolo-- Mira como vibra, esto es mejor que el edito

    • ¡Ahhh, como vibra! Eso debe dar mucho gustito.

    • Ya te lo dejare probar. Pero nada comparable a una polla de verdad.

    • Pero ¿Te la han metido alguna vez?

    • Unas cuantas, y es gloria bendita. Hoy lo vas a probar—Le dije mirándolo con dulzura.

    • ¿Me la vas a meter?

    • Solo si tu estas de acuerdo.

    • Mn

    • mmmm- Dudo unos instantes-- Me apetece, ¡Si!

 

 

Nos quitamos las camisetas y volvimos a besarnos juntando nuestros pechos. El suyo era totalmente plano, pero sus pezones eran sensibles, ya que se pusieron tan duros como los míos

Ambos nos quitamos juntos los bañadores y estábamos en erección total. Su polla era un par de centímetros mas corta que la miá, que mide 14 cm. Aun nos crecería mas con la edad.

 

Nos metíamos mano por todas partes con gran pasión Me unte dos dedos con lubricante y sin dejar de besarnos busque su ojete y metí el primero. Como había confesado antes que se metía cosas, no se sorprendió ni alarmo, así que poco después entro también el segundo dedo. Era el momento.

 

Me decidí por la postura del misionero. Quería verle su carita en todo momento mientras hacíamos el amor. Porque en esta ocasión yo consideraba que no estaba echando un polvo, sino haciendo el amor.

 

Tire varios cojines al suelo y coloque a Angel boca arriba sobre ellos de forma adecuada.

Le abrí las piernas todo lo que pude y me puse sobre el, el cojín de la cintura subía su culo a una altura ideal para penetrarlo. Volví a meter mis dedos y al comprobar que el agujero seguía dilatado le dije a Angel que guiara mi pene a su ojete, porque yo había apoyado mis codos en el suelo para no aplastarlo.

 

Angel tenia también un gran cojín debajo del cuello para tener la cabeza algo levantada y así poder besarnos, así que no tuvo dificultad en coger mi rabo apuntarlo. Empece a meterlo y al salvar el esfinter soltó un gemido y yo pare, pero me rogó que siguiese.

 

Cuando entró entera, Angel cruzo sus piernas sobre mi cintura y empezamos a movernos con intensidad, tanto que se me salio un par de veces, solucionadas ambas rápidamente por Angel.

 

Aunque costaba un poco besarnos sin que se saliese mi polla, conseguimos estar con las bocas en contacto casi todo el tiempo. La postura implicaba que el pene de Angel era frotado por mi cuerpo al moverse, como si le hiciese una paja con mi barriga. Con los codos en el suelo, mis dedos llegaban bien a sus pezones los cuales yo no dejaba de acariciar. El me rodeaba con sus brazos con fuerza haciendo que se pegaran nuestros cuerpos.

 

Angel Empezó a estremecerse y gemir, se aproximaba su orgasmo, así que me separe un poco de su cara, ya que quería ver su expresión al correrse.

 

Delicioso. Note su leche caliente entre nuestros cuerpos mientras soltaba unos fuertes gemidos, cerrando y abriendo los ojos, perdida la vista y estremecimientos por todo su cuerpo.

 

Antes de que Angel dejara de moverse, me vino un intenso hormigueo y eyacule la leche de varios días. Los días que no follaba con alguien, yo me hacia varias pajas en dichas jornadas, pero estaba tan ilusionado por hacerlo con Angel, que me contuve los días anteriores y gracias a eso tuve el mejor orgasmo de mi vida.

 

Nos tumbanos de lado, cara a cara. Yo no podía dejar de mirar su deliciosa carita, me llenaba de dulzura. Nos hacíamos caricias mutuamente ya no sexuales sino de puro cariño, me hubiera gustado estar toda la vida así, nuestros cuerpos pegados y su cabecita al lado de la miá, sin hablarnos. Esto provoco que volviéramos a excitarnos nuevamente.

 

    • Angel, ¿Quieres probar mi vibrador?.

    • Si, ¿Porque no?

 

YA estábamos en erección nuevamente. Lo tumbe en el sofá boca arriba y engrase el vibrador y se lo di para que se lo metiese cuando quisiera y a su ritmo. Después de un par de minutos de intensos besos y caricias, Angel empezó a introducirse el vibrador, a máxima velocidad.

 

Yo de rodillas en el suelo acerque mi boca a su pene y después de unos besitos y lamidas, lo introduje mi boca. Era la polla mas pequeña que había tragado, pero la mas deliciosa y la primera que entraba entera hasta el fondo. Con una mano le acariciaba los huevos y con la otra los pezones sin parar de chupar esa delicia, mientras que Angel con una mano manejaba el vibrador y la otra acariciaba mi pelo.

 

Angel empezó a dar pequeños botes y a soltar gemiditos mientras se corría en mi boca, no solté su pene hasta que dejo de moverse, con mi boca llena de leche sin salirse una gota. Se saco el vibrador despacio mientras acercaba mi boca a la suya para besarlo, pasandole parte de su semen a su interior. En ese momento me vino mi orgasmo y yo puse la mano para recibir en ella todo el semen que pude.

 

    • ¿Es mi leche?-- Pregunto Angel pasando su lengua por los labios.

    • Y esta es la miá — Pasándole por la boca mi mano manchada de semen, la cual lamió con gusto.

 

    • Salada—Comentó.

    • Si, todas son saladas-- Respondí

    • Solo había probado la mia.

    • ¿Probaste tu leche? – Pregunte divertido.

    • Si, tenia curiosidad. Cuando lo hacia me ponía cachondo a pesar de estar recién corrido.

    • Jajajaja, bueno yo también había probado la mia

    • Espera aquí diez minutos. – Le dije.

    • ¿Por?

    • Es una sorpresa.

 

Rápidamente fui al desván y me vestí con mi look favorito, el de colegiala. Falda escocesa, medias azules hasta justo encima de la rodilla y blusa anudada en cima del ombligo. Las dos coletas en la cabeza y un poco de carmín rosa en los labios. Un collarcito y pulseras de bisutería completaban el conjunto.

 

 

    • ¡Cierra los ojos! – Grite antes de entrar

    • ¿Que?

    • ¡Que cierres los ojos hasta que yo te diga!

    • Vale, ya están cerrados.

 

    • Ya puedes abrirlos – Dije cuando estaba frente a el.

    • ¡OOOOHH!

    • ¿Te gusta? – Poniéndome insinuante.

    • Jijiji, pareces talmente una niña, seguro que la gente te tomaría por una chica. ¡Estas divina de la muerte!-- Dijo parodiando a una pija

    • Si, siempre me toman por una chica, nadie se ha dado cuenta de nada hasta ahora.

    • ¡Que!, ¿Es que has salido así a la calle?

    • Un montón de veces, pero no por aquí, por la ciudad.

    • Jo que fuerte, me gustaría verlo.

    • Ven conmigo.

 

Lo cogí por la mano y lo lleve al desván. Me incline por una minifalda, y una blusita, también anudada dejando ver su ombligo. Angel no paraba de soltar risitas, pero se dejaba hacer. Bajamos al cuarto de mi hermana y lo senté de espaldas al espejo mientras lo maquillaba ligeramente, un toque en las pestañas para alargarlas. Sus labios gruesos pedían un rojo fuerte, que le dieron un aspecto enormemente sensual. Su pelo con unos 15 cm no daban para coletas, pero le quedaba muy gracioso así tan revuelto. Le puse a un lado y arriba de la cabeza una pinza con florecillas de plástico. Lo gire hacia el espejo.

 

    • ¡UAUU!, jijijiji, ¡A tope!-- Grito al verse.

    • Tu también pasas perfectamente por una chica. ¿Te atreverías a venir así conmigo?

    • Pero, ¿Sales así de casa?

    • Nooo, me cambio en los servicios del centro comercial, entro en el de señoras asegurándome de que no hay nadie y salgo de chica. Que, ¿Te atreverías?

    • Mmmm, tengo dudas, ¿Y si nos ve alguien conocido?

    • Ni se lo esperan, yo ya me cruce con algún vecino y no se entero. Y casi siempre voy con gafas de sol grandes.

    • ¿Quieres que salga vestido así contigo?

    • Me encantaría, pero si te resulta violento, no pasa nada, no quiero hacer que pases un mal rato.

    • Vale, lo intentare.

    • Primera regla: metete en el papel, no digas “así vestido”, sino “así vestida”. Tienes que creerte una chica en todo momento, te llamas Angela y yo Juanita.

    • Me llamo Angela y tu Juanita.

    • Preocupate mucho mas por no equivocarte con los nombres que por el aspecto, por ahí podemos dar la nota.

 

 

Decidimos seguir así vestidos el resto de la mañana, para que Angela se fuera adaptando a su nuevo rol. En el salón me pregunto por mis experiencias con los chicos y le conté casi todo con detalles. Ella parecía muy interesada y no paraba de preguntar mas y mas detalles.

Al fin le dije:

 

    • Pero ahora voy a cortar con todos ellos, Claro.

    • ¿Y eso porque?-- Me sorprendió su pregunta.

    • Angela, te amo.

    • Yo también te amo, Juan, perdón Juanita. Pero no soy celosa, y al fin y al cabo eso era solo sexo, como masturbarse, ¿No?. Y otra cosa, a mi también me apetece tener alguna experiencia con un chico de esos. Sin mas, ¡Eh!, querer, solo te quiero a ti.

    • Bueno, no me extrañaría que mi tocayo Juan llamase mañana, y es el mas majo de todos. Los primos son de esta zona y nos conocemos todos, así que con ellos mejor no.

 

Esa misma tarde hicimos nuestra primera salida con Angela de nenita. Cada vez fue cogiendo mas confianza e incluso note que estaba mucho mas segura de si misma que en toda su vida de chico.

Al día siguiente llamo Juan.

 

Quedamos directamente en su casa. Se sorprendió al ver Angela.

 

    • ¡Que linda!

    • Se llama Angela. Angela este es Juan.

    • ¿Angela o Angel? – Preguntó con una sonrisa maliciosa, después de unos segundos en silencio.

    • Depende del momento, claro. – Respondí también con una sonrisa.-- ¿Te gusta?

    • Guapísima, casi mas que tu, y ya es decir. Esos labios son maravillosos.

    • Pues están vírgenes, por si los quieres estrenar. Por detrás ya la desvirgue yo ayer. Bueno y yo también me estrene metiendo.

    • Jajajaja,--Se rió Juan-- como tu ya estas totalmente pervertida, ahora te dedicas a corromper jóvenes

    • Mmmmm, corromper jóvenes catórceañeros, mmm, suena perverso y obsceno,mmm

    • Jajajaja, y te relames de gusto solo con pensarlo.

 

    • Pero yo quiero hacerlo, quiero aprender.-- Dijo Angela.

    • ¿Que?

    • A chuparla.

    • Juanita, ¿Es que la traes entrenada o que?

    • Bueno, lo único que hemos hecho es que la folle por el culo y luego le hice una mamada mientras se metía el vibrador. Pero cuando le conté mis experiencias mostró mucho interés en conocerlas.

    • Pero bueno, ¿Cuando vais a dejar de hablar y a empezar a corromperme de una vez?-- Dijo Angela haciéndose la enfurruñada, pero sonriendo. ¿Donde estaba el tímido chico de la semana pasada?, me pregunte.

 

Bese con pasión a Angela en los labios mientras ella me rodeaba con sus brazos. Después de unos instantes le dije a Juan:

 

    • No me digas que no estas deseando disfrutar de estos maravillosos labios.

 

Angela estaba ansiosa, con los labios entreabiertos, ofreciéndose Juan no resistió mas y le pego un morreo de profesional que la dejo sin aliento. Yo ya me había desnudado completamente.

 

Sin dejar de besarse, le baje la mini y las braguitas a Angela, que también llevaba un nuevo ocultapenes confeccionado por mi el día anterior para su primera salida en publico, después como pude le solté el pantalón y el slip a Juan. Se separaron un momento para quitarse ambos la parte de arriba y siguieron su largo beso.

 

Empece a besar a Angela en la nuca, le mordisquee suavemente el lóbulo de la oreja y fui deslizando mis labios por toda su espalda has llegar a su trasero y lamerle su ojete con mi lengua.

 

Estábamos los tres totalmente excitados. Le dije a Juan que se sentase en el sofá y puse a Angela de rodillas frente a el, con su boca cerca de la polla de Juan.

 

    • Angela, en general dejate llevar por tu instinto, solo ten cuidado con los dientes, que no le rocen la polla, y te aconsejo empezar por unos lametones antes de meterla dentro de tu boca. Y no retires tu aunque se corra, que la saque el cuando considere oportuno.

    • Haz lo que diga la maestra.--Se rió Juan.

 

Angela le dio unos cuantos lametones y unos besitos en la punta. Se notaba que recordaba la mamada que le había hecho yo. La diferencia era que la polla de Juan no entraba entera en su boca, por lo que le lleve la mano y se la puse alrededor de la base. Angela comprendió y ademas de meterse la polla en la boca, con la mano lo pajeaba.

 

Con los dedos untados en lubricante, le dilate el trasero a Angela, apunte mi polla a su ojete, lo introduje despacio, pero sin pausa y comencé a moverme. La mamada iba por buen camino, Juan lanzaba gemidos que anunciaban su próximo orgasmo, mas pronto de lo normal, quizá debido a sensual boca de Angela y a la novedad. Por fin le vino un gran orgasmo, salió

parte de la leche de la boca de Angela, pero ella seguía chupando, con Juan moviéndole la cabeza delante y atrás.

 

Juan había parado de moverse y su pene se estaba desinflando. Yo estaba a punto de correrme en cualquier momento, pero aguantaba hasta que por fin Angela tuvo su orgasmo, también sin tocarse el pene. Puse mi mano delante de su polla para tratar de recoger su leche y al notar su eyaculación me corrí de inmediato, mi segundo polvo activo, que me supo a gloria, quizá mas que el primero.

 

    • ¡Madre mía, que boquita, es un sueño! – Dijo Juan después de recuperar el resuello--

      Divina, eres divina Angela.

    • Gracias, ya veo que te ha gustado, jijiji-- Respondió con una sonrisa con restos de leche en la cara.-- A mi me ha chiflado, ¡brrrrr, que locura de polvo!

 

Me acerque a ella y le limpie con mi lengua los restos de semen que tenia alrededor de su boca y por la cara, lo cual le agrado muchísimo. Tambien lamí el semen que habia recogido en mi mano. Pero Angela me dijo con una sonrisa lasciva:

 

    • Pasámela, esa leche es mía

 

Pegue mis labios a los suyos y con su lengua recorrió mi boca recogiendo toda la leche que puso y llevándola a la suya. Juan ya me conocía tanto que no se sorprendía de nada y ademas le hacían gracia mis guarradas.

 

    • Angela,-- Dijo Juan-- Mira Juanita esto lo comprende perfectamente desde siempre, es solo sexo, sin rollos de novios, solo diversión

    • Ya lo se,-- Respondió Angela – es un polvo sin compromiso. Y muy divertido por cierto. Ademas mi único amorcito es Juanita.

    • ¡Vaya!, así que sois dos tortolitos, jejeje. Juanita ¿Te has enamorado?

    • Hasta las cejas,-- Respondí risueña-- Le dije que iba a dejar mis otras relaciones, pero insistió no solo en que las mantuviese, sino en participar.--

    • Te dio fuerte por lo que veo

    • Es un amoooor.-- Respondí suspirando y acariciándole la cara a Angela.

    • Y sin embargo no tienes problemas morales en follar con otros o en que lo haga tu amorcito.

    • Hace tiempo que me libre de la hipócrita moralina judeocristiana, con su sentimiento de culpabilidad, que ha hecho infeliz a mucha gente a lo largo de la historia. No voy a tolerar que una pandilla de estafadores me impongan normas de conducta basándose en absurdas leyendas de pastores de hace tres mil años.

    • ¡Vaya!, eres un descreído

    • Lo mio es el ateísmo militante. Si entro en una iglesia es para quemarla y colgar al cura.

    • JAJAJA-- Rieron ambos.

    • Seguro que tienes alguna fantasía rara por cumplir. – Dijo Juan.

    • Mmmmmm, bueno, me gustaría follar a mi hermana.

    • ¡Vaya! ¿Tienes una hermana?

    • Si, ¿De quien crees que consigo la ropa? Es siete años mayor que yo y estudia en otra ciudad.

    • Sospecho que la quieres follar solo por el morbo que te da que sea tu hermana-- Dijo Juan con una sonrisa irónica

    • Por supuesto que me da morbo, como a todo dios. A la mayoría de los chicos le da mucho morbo la idea de follarse a su hermana, sobre todo si es mas pequeña.

    • Ahi me has pillado, no tengo hermanas, pero coincido contigo.

    • Ademas hay otra cuestión: somos físicamente casi idénticos, estatura complexión, tiene las tetas pequeñitas por eso me vale tan bien su ropa. Y de cara, con un peinado y maquillaje iguales, creo que nos podrían hasta confundir, vaya me fascina la idea de follar a mi mismo en versión con coño.

 

    • Pues si que suena curioso, me gustaría conocerla.

    • Seguro que os gustáis Siempre fuimos muy buenos amigos, mi hermana y yo, nos lo contamos todo,, y se que le va la marcha. El año pasado me contó que se estrenó el mismo día que cumplió dieciséis años. Y que desde entonces no paró. Eso si, muy responsable, condón siempre.

 

    • Jajajaja, si te propones follarte a tu hermana, fijo que lo consigues, manipulas a quien quieres. Lo que pasa es que a algunos nos gusta el resultado de tu manipulación, pero se que siempre consigues lo que quieres.

 

 

 

Desde luego me tenia calado.

¿Me follaría a mi hermana?

Me pregunto....

 

 

Fin del capitulo.

 

 

 

 

Pregunta a los lectores:

 

¿Queréis que siga con la historia?