Una amiga decide compartir su primera vez y me pide que lo publique.

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Allí estaba yo con mis nervios a flor de piel montada en un tren camino de Madrid.

Yo soy una chica de Toledo, con 18 años, morena con el pelo largo, unas tetas no muy grandes, pero bien puestas, ni delgada, ni gorda, me gusta llamar la atención de los hombres, y me considero algo exhibicionista, más de una vez he emitido en Web de cams amateur, y leía relatos de dominación cosa que era una fantasía desde hace mucho, ese día me atreví a dar el paso y cumplirme fantasía con un Amo con que llevaba hablando un tiempo.

Había quedado con el que ese día y a partir de ahora sería mi Amo, Un hombre de 35 años, con pelo castaño un cuerpo no muy atlético, pero tampoco rellenito, algo mas alto que yo.

Quedamos en la cafetería de un centro comercial, el quizá llegaría más tarde, pero me dijo que no tendría que esperar mucho.

Todo el tiempo que pasaba en el tren me inundaba la cabeza de pensamientos: ¿Qué haría conmigo? ¿Que quería que fuese? En fin un caos…

Cuando por fin se paro el tren llegue al centro comercial sin problema yo empezaba a ponerme cada vez más nerviosa y más atacada, las manos me temblaban y se oía mi corazón latir desde mínimo 2 kilómetros a la redonda.

Por fin me paro en la puerta de la cafetería no había nadie fuera como el me dijo que estaría, así que espere un rato… ya llevaba algo más de media hora sin que nadie apareciese, por una parte un alivio, por otra una decepción grandísima.

Pero cuando me giré ahí estaba acercándose con una sonrisa amplia, como el depredador que visualiza su presa. Nos dimos dos falsos besos en las mejillas, yo ya estaba ruborizada roja como un tomate, y con la cara ardiendo.

-Vamos a dentro

-Vale

-¿Vale? ¿Qué tienes que decir perrita?

-Sí amo, lo siento

El se tomo un café, yo tenía el estómago cerrado y no me entraba ni la saliva, hablamos un rato, pero de mi boca no salía nada mas que estupideces y monosílabos, me dio una bolsa y me dijo que fuese al baño y la abriese. Miedo me daba mirar, pero fui al baño y vi un collar y una cadena de perro, con una placa en forma de hueso, no sabia si ponérmelo o no… por que me dijo que mirase lo que había dentro, pero no me dijo que me lo pusiera. Dejé las cosas en la bolsa y salí del cuarto de baño.

Nos dirigimos a su casa e hice la comida, mientras el se fue a dar una ducha.

Comimos, fue una comida tranquila excepto por el detalle que tuve que comer en el suelo, a los pies de mi Amo, escuche su voz diciéndome:

-Mastúrbate mientras comes.

Se me hizo un nudo en la garganta, pero al ver desde arriba una cara que no indicaba que fuese una broma empecé, me quite las bragas, pero parece que a el eso no le parecía suficiente.

-Desnúdate entera.

-Sí Amo.

Me quite la falda y la camiseta con delicadeza, pero notaba como su mirada me penetraba y me exigía algo mas de rapidez. Así que el me quito el sujetador sin ningún miramiento, y siguió comiendo de nuevo con la vista fijada en mi.

Empecé a masturbarme y me di cuenta que estaba empapada, y que mis dedos resbalaban a causa de lo excitada que estaba, el se dio cuenta de eso y decidió jugar un rato, agarro mi mano empapada y me la metió a la boca, me hizo saborear mis fluidos, y describírselos, como vio que ya no tenia muchas ganas de comer, o que directamente no podía por lo cachonda que estaba, me metió debajo de la mesa y se desabrocho el cinturón y se bajo los pantalones, acerco mi cara a su entrepierna, la polla de mi Amo estaba dura como una piedra. Empecé a besarla a humedecerla con la lengua a bajar a los huevos a darles lametones.

-Mastúrbate mientras, seguro que cachonda haces las cosas mejor.

Baje mi mano y me frote un poco por los labios, el clítoris… pero me sabia a poco quería algo dentro, así que me metí dos dedos primero no con mucho ritmo, después fui aumentando la velocidad al compás que me metía la polla de mi Amo en la garganta. Me separó de su polla y me puso el collar, y la cadena, nos dirigimos al sofá cama y se tumbó, yo seguí a lo mió mientras se la chupaba, necesitaba su polla y su corrida de una vez… entonces el me puso en la posición de hacer un 69 pero en vez de comerme el coño, me empezó a masturbar, seguía con la polla en la boca apretando el capullo con los labios pasando los dientes suave por el tronco, chupando sus huevos.

Yo ya estaba cachonda perdida y pedí que me dejase correrme, pero el siguió como si nada, incluso aumento la velocidad, pensé que si se corría me dejaría correrme. Pero no fue así se levanto y me tumbó y se corrió sobre mis tetas, mi tripa incluso en el monte de Venus, me hizo limpiarla y me mando a la ducha.

Me fui a dar una ducha de agua fría para bajarme el calentón que tenia encima, pero ni la ducha lo aliviaba. Así que sin darme cuenta mis manos subían y bajaban acabe tumbándome en la bañera y a masturbarme como una guarra, cuando él abrió la cortina de la ducha y me vio así.

-¿Qué coño haces perra?

-Nada Amo, estaba tumbada por que estoy cansada y…

-Sal de la ducha de una vez, ya veré que hago contigo ahora.

Salí de la ducha y no tuve tiempo de secarme, me agarro de un brazo y me subió a la cama, me vendo los ojos y me amordazó, estuve así como unos 20 minutos sola, en cuatro patas sobre la cama, al fin escuche unos pasos y su voz me decía:

-Parece que tengo una perra que le gusta mucho correrse. Esta bien te vas a correr hasta que tengas que gritar auxilio, vas a salir de mi casa muy relajadita, cuando norte su mano dándome un azote.

Se volvió a ir, pero cuando volvió me tapo la nariz con sus dedos, hasta que tuve que abrir la boca para respirar y me metió su polla un par de veces, volvía a repetir el acto pero esta vez en vez de meter su polla me dio de beber ron, solo ron cuando quedaron solo los hielos me los metió en el coño junto a dos de sus dedos, los metía y los sacaba entonces me dijo:

-Puedes correrte las veces que quieras, solo tienes que avisarme para contar las veces que te corres y lo que aguanta una perra como tú

Nada mas escuchar eso le dije que me iba a correr y me corrí brutalmente, gemí como una histérica, nunca tuve un orgasmo así, me toco las tetas, me comió el coño, me metió un par de veces sus dedos por el culo, ya no llevaba la cuenta de las veces que me corrí, pero el se separó de repente, cuando estaba apunto de volver a correrme, recule varias veces para ver si le encontraba y grite:

-Por favor Amo no me deje así vuelva, necesito correrme aunque sea por ultima vez, no me deje así por favor, Amo… Amo…

Por fin le escuche llegar y se coloco detrás mía, note como me metía algo duro, y del tamaño de una polla, pero no sabia que era…

-¿Qué crees que es perrita?

-Arrg, nooo sé Amo, ¡ahhh!

-Piensa o te lo saco y te quedas así todo lo que queda de día

-¿Un consolador? Mmmmm, siga Amo por favor

-No, bueno mira, te lo voy a sacar y lo vas a chupar y a oler, a ver si te da una pista

-No me lo saque por favor, Amooo, aaaaaah.

Entonces me lo saco y lo chupe, era ago familiar, pero al olerlo todo me quedo claro, era un plátano con cáscara, se me ilumino la cara y mi Amo vio que sabia la respuesta, entonces, el pregunto:

-¿Ya sabes que es?

-Si Amoo, mmm es un plátano…

-Muy bien., sigamos entonces

Me lo metió de nuevo y nada mas meterlo me corrí , ya estaba muy cansada, y me costaba seguir, ya no estaba a cuatro patas, estaba tumbada boca arriba con las piernas abiertas.

-Amo por favor pare no puedo mas…

-¿No querías ser una puta y correrte cuando tu quisieras? Pues te jodes, y te sigues corriendo como lo que eres.

-Amo no puedo más pare por favor, pareeee, Amo, Amo…

Me volví a correr, y después de eso, intente levantarme, pero caí rendida, y me desplomé en la cama dormida.

Cuando me desperté, después de 10 horas después mi Amo estaba pasando su mano por mi cabeza, dándome mimos, nos dimos una ducha desayunamos por ahí… y volvimos a su casa, entonces me tumbo en la cama y me desnudo con delicadeza, me beso las tetas, los costados la espalda, nos dimos un beso húmedo, y le desnude yo a el, y le volví a comer la polla hasta que se puso de nuevo dura, el me comió el coño, me colocó encima de el y me metió la polla haciéndome soltar un gemido que inundo la habitación empezamos despacio, pero después el fue cogiendo ritmo, y me la metía y me la sacaba, me la pasaba por el clítoris… y por los labios, y me la volvía a meter, hasta que le tuve que pedir permiso para ver si me podía correr, él me dio permiso, y al rato el se corrió, cuando terminamos me mando a limpiarle la polla, y me pase dándole besos y lametazos en la polla como una hora, hasta que se corrió en mi boca y me hizo tragármelo, me mando a vestirme y me dijo:

-Perrita, ¿ya es hora de volver a casa no?

-No… quiero quedarme

-Vamos perrita que tienes 18 añitos, te echaran de menos en casita

-Si Amo, Buenos días

-Buenos días perrita, hablamos en la tarde.

El viaje en el tren fue normal, pero con solo pensar las cosas que pase me mojé y al llegar a mi pueblo me metí a los baños de la estación y me masturbe hasta correrme.

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