Ana me comía la polla despacio, engulléndola completamente, acariciaba mis pelotas con una mano y con la otra se acariciaba las tetas. Le quite la mano de las tetas y la puse en la base de mi polla.

Yo – Apriétala putita, tienes que hacer que parezca que mi polla y mis pelotas lo son todo para ti ahora mismo, que te encantan, que quieres devorarme…

Se saco la polla de la boca y apartándola paso la lengua por mis huevos.

Ana – Y lo son!, me encantan!

Yo – Que te encanta guarrilla?

Ana – Ummm!, tu polla! Tus pelotas!?, así? –

Yo – Mejor, no olvides que aparte del gusto de meterla en tu boca, ver a que a la puta le gusta comérsela añade morbo. Mírame.

Ella levanto la mirada y siguió haciéndolo a intervalos, según se sacaba la polla de la boca o lamia mis pelotas.

Ana – Dios! Me encanta tu polla, es muy gorda, casi no me cabe en la boca!

La cogí por la cabeza y empujando hacia abajo se la clave hasta la garganta, la aguante unos segundos hasta que note que le faltaba el aire y la solté.

Ella se la saco de la boca y tosió un poco.

Ana – Otra vez!

Volvió a metérsela en la boca y me miro, volví a cogerla de la cabeza y a empujar hasta que note como le entraba la punta en la garganta. Aguante hasta que dio con la mano en mi muslo y volví a sacarla.

Ana – Joder!, mas!

Volvimos a repetir.

Yo – Si sigues así vas a ser una chupapollas increíble.

Ana volvió a clavársela otra vez, esta vez no la sujete, ella empujaba con su cabeza para forzar a mi polla a entrar hasta su garganta, aguanto lo que pudo y volvió a sacársela, las babas le caían sobre las tetas.

Ana – Quiero ser la mejor chupapollas que tuvieras nunca. – Empezó otra vez a lamerme las pelotas. – Dime, que mas tengo que hacer!! –

Yo – Jajaja, joder con la niña!!.

Yo - Pues aparte de hacer que parezca que te vuelve loca comerme la polla y decírmelo… jugar con esa carita de niña buena que tienes, verte chupar lamer sonreír, decir guarradas, pedir que me corra en tu boca.

Ana – Ummm!, que cerdo suena!

Yo – Si, verdad?

Ana – Me encanta!. – Se escurrió del sofá poniéndose de rodillas entre mis piernas.

Se metió un par de veces hasta el fondo de la garganta.

Ana – Te gusta verme de rodillas cerdo? Delante de tu polla? Lista para comérmela como una guarra?

Yo – Me encanta guarrilla!

Ana – Ummm!! Como me gusta!!! Me encanta tu polla y tus pelotas!! Me gusta lamértelas!!

Me soltó dos largos y húmedos lametazos en los huevos.

Ana – Y comerme tu polla! – se la calvo hasta el fondo sacándola y metiéndola cuatro o cinco veces-

Se la saco – Agárrame la garganta, quiero que sientas como entra.

Sujete su garganta con una mano. Se la volvió a meter hasta el fondo. Note como se ensanchaba para que entrara mi polla.

Yo . Dios!! Que buena cerda eres!!

Se la saco – Tu cerda! – Y se la clavo entera otra vez, se la saco – tu guarra – se la metió otra vez– tu chupapollas!!  Sóbame las tetas cabrón!! – se la metió otra vez mientras me agarraba de las pelotas – Mas fuerte cerdo!!, estrújame las tetas! – Con una mano agarre una de sus tetas estrujándola muy fuerte, soltándola, tirando de su pezón hasta que su teta subía tras el. Con la otra mano cada vez que se la clavaba tiraba de su cabeza hacia abajo para que le entrara mas.

-  Así cerdo!! Follame la boca!!

Mis pelotas y su cara ya eran un conjunto de babas pero ella seguía y yo estrujaba y la obligaba a metérsela mas adentro cada vez.

Ana – Sabes lo que quiere ahora esta guarra!!???

Yo – Dime chupapollas!

Ana – Quiero que te corras!! Quiero que a esta puta que esta delante de ti de rodillas le llenes la boca de semen!! Quiero que me mires, que veas como esta cerda te saca la leche, tu corrida, tu semen y se lo traga mirándote.

Yo – Umm, que puerca eres!!

Ana – Tarda lo que quieras, estaría así todo el día.

Me agarro bien fuerte de las pelotas y empezó un mete saca , al mismo tiempo me agarraba la base de la polla y la estrujaba al mismo tiempo.

No aguante mas de un minuto, mis pelotas se contrajeron, ella lo noto y las apretó aun mas. Empecé a escupir leche completamente descontrolado, notaba como su boca se llenaba y ella succionaba muy fuerte mientras gemía, se estaba corriendo también. Le estruje mas fuerte la teta que tenia en la mano y ella reacciono clavándosela mas en la garganta.

Yo – Jodeeeeer ceeerrrrda!!! Traga!!! Trágatelo todo!!! Dios!!! que guarra eres!!

Termine, ya no podía mas, no tenia mas leche, mis pelotas estaban completamente vacías.

Ella bajo el ritmo, me la chupaba muy despacio, notando como me desempalmaba, acariciaba mis pelotas con mimo.

Ana – Delicioso!

Yo – Te gusta?

Ana – No!

Ana - es asqueroso! Pero también es delicioso! – y sonrió con algo de semen en sus labios.

Yo – Ummm, fue increíble, me duelen las pelotas de lo vacías que las dejaste.

Ana – Nooo, pobrecito! – Y empezó a darme tiernos besos en las huevos.

Ana – Es una cerdada que me encanto!, podre chupártela y tragar tu semen mas veces cariño? – Y se rio con cara de niña buena.

Yo – Jajaja, toda tuya.

Ana – Ummmmmmm!!

Yo – Un cigarrito?

Ana – Venga!

Nos tumbamos en el sofá, cada uno en un lado con las piernas entrelazadas, veía su rajita empapada y sus pezones bien duros

Yo – Te corriste?

Ana – Jajaja, si, solo el ponerme en plan tan guarra me volvió loca.

Yo – No creo que pueda follarte en un rato.

Ana – Tranquilo, no me voy a ir, esto va estar aquí cuando tu quieras. Y se acaricio la raja. – Noche larga con la tetona?

Yo – jajaja, bastante, es muy guarra, me encanta.

Ana – Por que te la follas.

Yo – Sus ubres, además esta casada y mal follada.

Ana – Tanto importan las tetas?

Yo –no realmente, pero tengo que reconocer que vi muchas veces amigas o conocidas con las tetas enormes sin serlo ellas y si me quedo la curiosidad de cómo sería tener una si a mi disposición.

Ana – Y te gusto?

Yo – Ummm, como dices tu, es una cerdada que me encanta, esas ubres han marcadado su vida, todo tío que se le acerco desde los 12 pensó antes en sobárselas y follarsela que en besarla o abrazarla. Los tíos por la calle, los compañeros de trabajo, las miran antes de mirarla a la cara. Sus amiguitos del alma se la follarían sin dudarlo con tal de sobárselas y ella lo sabe. Ahora son mías, mi tetona.

Ana – Pero que guarro eres!!

Ana – Pero es mucha presión que piensen en ti así desde pequeña. Ella que dice?

Yo – Esta acostumbrada. Pero que pensaran así de ella despertó sus instintos muy rápido, tiene una carta de rabos abierta toda su vida, es una guarra y le encanta, lo único que lamenta es que su cornudo no se de ni cuenta.

Ana – Y volvemos a lo afortunada que fue al encontrarte.

Yo – jajaja, ambos cariño, no me corro yo solo.

Ana – Eso es verdad.

Ana - Y la pequeña?

Yo – Que le pasa?

Ana – También es una guarra?.

Yo – jajaja, no lo tomes peyorativamente que no va por ahí. Yo pongo mas respeto en puta, guarra, cerda etc que la mayoría de los tíos cuando os mienten para follaros y vosotras os hacéis las tontas como si os lo creyerais. Es un juego.

Ana – Si, sincero eres un rato lo se.

Ana – Que me cuentas de la pequeña?

Yo – Poca cosa, esta descubriendo un mundo y se divierte con el juego que nos llevamos. A mi la verdad es que me hace la boca agua su cuerpo y sus ganas de dejarse llevar y a ella supongo que el morbo junto con el secreto, puede follar, preguntar, probar y sin demasiado peligro de que lo sepan sus amigos, padres..

Ana – Pero tienes fotos y videos de las tres como para hundirnos.

Yo – Y si te follas a un chaval de tu edad en su casa probablemente el también, si tengo que obligaros a chuparme la polla por eso esto dejaría de tener gracia. Aunque tiene su morbo que me dejéis hacerlas. Además me libran de la doble moral de las mujeres.

Ana – perdón?

Yo – Hoy follamos, haces de todo, mañana te levantas te arrepientes y me dices que se acabo, que no fue para tanto.

Ana – Y tu chantajeas.

Yo – Jajaja, no hace falta, un minuto mas tarde recuerdas lo que grabe, lo que hiciste, que lo se y probablemente lo este viendo, te mojas y ese ataque de doble moral pasa a la historia.

Ana – Cabron!

Yo – Quieres irte y no volver? Ahí esta la puerta.

Ana – Ni loca.

Ana – Y ahora?

Yo – Ummm, hace tiempo que quiero hacer algo…

Ana – Que miedo! Cuéntame!

Yo – Ven, la cogi de la mano y la tumbe sobre la mesa baja que tenia frente al sofá, fui por unos pañuelos y la ate piernas y brazos a las patas de la mesa, ella se dejaba hacer un poco nerviosa.

Ana – No necesitas atarme para follarme.

Yo – Quien te va a follar?, no quiero ver como te corres putita, quiero ver como te vuelves loca, viste videos hentai alguna vez?

Ana – Si, alguno.

Yo – Hay algunos que atan a la pobre chica inocente y virginal. Le meten unos consoladores y la tienen asi durante horas, hasta que se desmaya.

Ella forcejeo para soltarse.

Ana – Y me vas a hacer eso?

Yo – Notar como te corres con mi polla dentro debe ser una delicia, pero ahora me apetece mas esto.

Ana – Pero…

Cogí sus bragas del suelo y se las metí en la boca, con un pañuelo la amordace.

Yo – ssss putita, tiempo de estar callada.

Ella me miraba con los ojos como platos. Fui a mi habitación y cogí unos juguetes que hace tiempo que tenia pero que no había estrenado, pensaba usarlos con la tetona pero con su cornudo en casa no iba a haber tiempo.

Volví al salón, cogí unas tijeras , un triple y un poco de esparadrapo. Me senté frente a ella. Y empecé a desenvolver los juguetes.

Yo – esto es para tu coño y le enseñe un vibrador de unos 15 cm, no es muy grande pero con las contracciones te lo parecerá. Esto para tu culo, otro vibrador, este mas pequeño con forma de huevo. Estos son mis preferidos, no se meten, solo vibran, muy despacio, adivinas donde van?

Yo – Jajaja, ella me miraba y se retorcía sobre la mesa.

Puse la mano en su coño e introduje el primer vibrador con el cargador conectado, las instrucciones decían que no había peligro, esperaba que fuera así, en caso de corto iba a ser difícil explicarlo. Estaba chorreando.

Yo – Este en el culito, levántalo – ella levanto el culo, empecé a metérselo –uy que cerradito, le pondré lubricante, no te follaron el culo guarrilla? Ella negó con la cabeza. Tras un par de minutos de estimulación y jugar con su ano finalmente entro, lo empuje todo lo dentro que pude con un dedo, ella se retorcía.

Yo – Y estos tres a los pezones y el clítoris. –

 Se los puse sujetándolos con esparadrapo, el del clítoris fue mas complicado de fijar pero al final lo conseguí.

Enchufe todos los chismes y la mire.

Yo – Bien, la fiesta va a ser así. Van a ser dos horas sin parar, da igual lo que supliques o las veces que te corras. Entendido?

Ella afirmo con la cabeza.

Bien, empecemos con el culo, como no te encularon nunca no quiero que confundas sensaciones guarrilla.

Encendí el vibrador de su culo a media potencia, ella levantaba el culo y lo bajaba sorprendida por la nueva sensación sin duda. Fui a por una cerveza y salí al balcón a echar un cigarro, ella no podía verme pero yo la contemplaba culear sobre la mesa. Me acerque y le di mas potencia. Volví al balcón a contemplarla mientras fumaba un cigarrillo. Termine de fumar y volví a acercarme.

Yo – Ahora le toca a esos bonitos pezones guarrilla – Le di potencia, encendí el del clítoris por error y ella dio un respingo, lo apague – Noooo, todavía no guarrilla.

Me senté a contemplarla, se movía hacia los lados, sus pechos vibraban suavemente. Tuvo su primer orgasmo, curvo la espalda sobre la mesa durante unos segundos y callo desfallecida.

Yo – 10 minutos, no esta mal guarrilla, pero los quiero encadenados. Encendí el de su clítoris a máxima potencia, ella se retorció negando con la cabeza, cinco minutos después volvió a correrse, la deje igual, a los 20 minutos había perdido la cuenta de las veces que se corrió, baje el del clítoris y el de su culo al mínimo.

Yo – Me encanta esto, es como tocar el piano. Vemos que tal va el de tu coño?

Ella me miraba con ojos suplicantes. Lo encendí a media potencia, dio un bote.

Yo – Jajaja, que? Te habías olvidado de que tenias uno dentro? Que guarra eres.

Sus muslos empezaron a tener contracciones a los cinco minutos, subí la potencia. Su coño no paraba de soltar líquidos pringando la mesa, recogí un poco con un dedo y se lo pase por debajo de la nariz manchándola.

Yo – Para que sepas como hueles guarra, este es el olor de una hembra en celo.

Ella se corrió un par de veces mas, me miraba desfallecida.

Yo – Llevamos 45 minutos guarrilla, quieres que te suelte?.

No movió la cabeza.

Yo – Joder, que guarra eres, quieres mas pero no te atreves a pedirlo.

Creo que te voy a dejar intimidad. Puse active el de su culo y el de su clítoris y los puse todos a media potencia. Tenia que salir de allí, me moría por follarmela pero no quería que lo supiera, cogí las llaves y le dije que volvía en un rato. Ella giro la cabeza negativamente con mirada suplicante. La acaricie el pelo.

Yo – Vamos guarrilla, quiero que estés sola, quiero que lo disfrutes sin poder hacer nada por impedirlo ni intentar disimular.

Me levante y me baje al bar de abajo, puse una alarma en el móvil a 45 min y me dispuse a desayunar frugalmente, me lo había ganado. Desayune tranquilamente, leí el periódico e hice un par de llamadas. Cuando sonó la alarma me fume un piti y fui tranquilamente a casa.

Ella seguía allí, casi sin moverse, se notaban sus orgasmos por pequeñas contracciones en los muslos o en su tripa. Me acerque.

Yo – Como vas guarrilla?

Le quite la mordaza.

Ana – No, para, por favor!, no puedo mas – dijo con una voz muy suave

Yo – Te quedan 15 minutos, si te los quito ahora no podrás volver, si aguantas por mi seguiremos con nuestros juegos.

Ana me miro semi desmallada – Seguiré –

Yo – Bien, una ultima tanda guarrilla. Puse los vibradores al máximo, ella soltó un jadeo

Ana – Ahhhhh!!! Dios!!! No puedo mas!! Se me va la vida por el coño!!

Me levante y fui al baño, llene la bañera hasta arriba y volví con ella. Espere a que se corriera una vez mas y fui parándolos. De uno en uno, mientras se los sacaba.

Yo – Primero el del culo, afloja putita. Se lo saque.

Yo – Ahora tu coño- le quite el vibrador del clítoris y le saque el vibrador. Metí un dedo, las contracciones de su coño me lo pillaban.

Ana – Dios! Creo que tengo tirones en el coño.

Yo – Jajaja

Le solté los de los pezones y la desate. Ella ni se movió.

Ana – no puedo.

La cogí en brazos, estaba completamente laxa y relajada, la lleve al baño y la metí en la bañera. Ella cerro los ojos y se relajo.

Ana – Que maravilla!

Ana – Que toca ahora?

Yo – Jajaja, relájate, iremos a comer, después siesta y luego ya veremos.

Ana – necesito que me folles.

Yo – Ahora?

Ana – jajaja, no por dios! Ahora no, pero te quiero dentro!

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