miprimita.com

El apartamento (4)

en Sexo con maduros

La zorrita empezó las clases, le dije que le diera su teléfono a todo el que se lo pidiera, no el que tenían sus padres, otro nuevo controlado por mi, se abrió un nuevo face y un instagram. Fue agregando a toda su facultad, la mayoría tios que estaban locos por follarse a la “tetas”. Al tercer día una chica muy amable le insinuó que si iba así vestida no la iban a tomar nunca en serio y como la llamaban. No vestía de puta ni mucho menos, simplemente iba sexy, marcando curvas, insinuando el cuerpazo que tenia pero nunca enseñando demasiado. La imaginación siempre es mejor arma.

La deje sin llaves llaves así que debía estar en la puerta de casa antes de las 6 de la tarde, y entrar detrás de mi coche al parking. Solo fallo un día, la deje tres horas fuera, en la otra acera, sin teléfono ni dinero con la orden de esperar, no volvió a retrasarse.

El dinero que le mandaba su padre lo sacábamos juntos y me lo daba. Debía chupar, follar, insinuarse o hablar como una guarra para que le diera un poco de su propio dinero para gastos corrientes. El dinero para comer por ejemplo se lo daba exacto después de la mamada de la mañana, la cual debía hacer de rodillas, completamente desnuda mientras me tomaba el café. Después de tragarse su desayuno esperaba a que yo fuera a por mi cartera y le tendiera unos billetes, ahí debía darme las gracias con una sonrisa. Siempre debía traer los tiket de todo lo que gastara y al final del día los sumábamos juntos y me daba las vueltas si las había.

Aunque lo parezca no fui yo el que potencie este comportamiento, decía que le gustaban los roles definidos, ella aportaba su juventud y belleza y yo mi autoridad e ideas pervertidas para jugar, lo que se me ocurría a ella le parecía perfecto.

Había visto a su abuela y a su madre jugar con su belleza para obtener lo que querían y ella no quería ser menos. Le deje claro que se podía ir cuando quisiera y ella me dijo que claro, que ya lo sabía, que si no de que iba a darme tanto poder sobre ella. - ¿Si quisiera ser la puta de un grupo de adolescentes le daría a cualquiera esos videos, ¿cuanto crees que tardaría en enseñarles a sus amigos como me ducho? -.

Aclarada nuestra relación todo iba como la seda, follabamos cada vez mejor, ella se divertía mucho calentando pollas a discreción, su teléfono ardía. Los mensajes primero eran educados, luego un intento de calientes, luego empezaban los groseros…. La verdad es que viéndolos tratar de alcanzarla casi me daban pena.

Una noche, estábamos en el sofá, ella solo con unas bragas, apoyada su cabeza sobre mis piernas mientras veíamos una serie y le acariciaba el pelo o las tetas según el rato… solo el teléfono, era una tal Mar, conteste y le di al altavoz, siempre escuchaba todas sus conversaciones. Las que tenia con cualquier hombre de su pueblo incluido su padre eran desnuda, mientras yo le hacia lo que me apeteciera, generalmente acariciarla de arriba abajo. Y con lo de su clase si tenia que hablar era siempre con mi polla dentro de su coño o acariciando y dandole besos mientras hablaban. Le daban un toque muy sensual a su voz la verdad.

Cristina - Mar?

La chica del otro lado lloraba. - Tia, estas ahí??

Cristina - Si, que te pasa?

Mar - Mi padre se entero, me pillo unas conversaciones de Skype en el ordenador y se puso como loco.

Mire a Cristina interrogante

Cristina - ¿No sabia que te gustan las chicas?.

Mar - ¿estas loca?, es un cateto puritano!, son los peores.

Cristina - Cierto, perdona, es salir del pueblo y olvidarte de cómo funcionan allí las cosas.

Mar - Puta, ¿estas en la gloria no?

Cristina - Jajaja, no lo sabes bien.

Le hice un gesto de que no contara nada.

Mar - ¿Puedo ir a verte?, me echo de casa, no tengo donde ir.

Asentí, siempre sentí debilidad por las lesbianas.

Cristina - Vale, pero tía, sí vienes tendrás que ser discreta y obedecer las normas.

Mar - A que te refieres?

Cristina - Tu di que si o directamente no vengas.

Mar - Esta bien, los que tu digas, no puede ser peor que esto.

Llego por la mañana en un autobús de linea, traía tres maletas. Las acerque a casa y las deje allí dejando las maletas en mi coche. Sabía que necesitarían hablar a solas. Podrida haber escuchado pero la verdad es que confiaba en mi putita, hablamos hablado claramente de que hacer y cómo con su amiga, a ninguno nos interesaba que se supiera nuestro secreto en el pueblo. Fui a hacer recados y a las dos o tres horas subí.

Al entrar Cristina me beso en los labios y se sentó en la barra de la cocina, yo saque una cerveza y mire a su amiga. Estaba sentada en un sofá sin decir nada, observándome intentando catalogarme.

Mar - ¿Tengo que ser tu furcia para quedarme aquí?

Yo - jajaja, que palabra más fea, ¿por qué piensas eso?.

Mar - Ella lo es.

Yo - A veces es bastante guarra sí, en realidad casi siempre ahora que lo pienso, pero una furcia… ni la pago ni la obligo, bueno, en realidad si la pago pero con el dinero de su familia, así que no cuenta supongo.

Mar - No me va que me obliguen ni las pollas.

Yo - A mí tampoco.

Mar - Jajaja!

Yo . Me dicen que eres lesbiana.

Mar - Eso dicen si.

Yo - ¿Con cuántas estuviste?

Mar - ¿Por qué te lo iba a decir?

Yo - Mi casa mis normas, cuando quieras irte te acerco donde me digas.

Espero unos segundos - Con tres, un par de madrileñas que venían en verano y la profesora de educación física de mi instituto.

Cristina - jaja, ¿Ingrid? Lo sabía!!

Mar - Ella me inicio, las otras fueron bastante peores, las alemanas saben maravillas. - Sonrrio

Yo - Bueno, eso esta bien.

Yo - Pareces maja pero no puedes quedarte.

Mar - ¿Por qué?, ¿si no te la como….?

Yo - No, en realidad eso lo puedo entender. No, veras Cristina y yo jugamos, todo el rato, a lo que sea y tener una tía en vaqueros por aquí simplemente ignorándonos o saliendo de la habitación para no ver cómo me lame las pelotas sería molesto.

Mar - ¿Y si yo también juego?

Yo - Si no te van las pollas complicado lo veo.

Mar. Puedo jugar con ella.

Cristina .- ¡Serás puta!

Yo - Jajaja, me gusta la idea, y como pagarías tu alojamiento.

Mar - Podría ser vuestra chacha. Mi familia trabaja para la suya hace muchos años. - Cristina asintió - Buenos trabajadores dice papa, algo revedles pero en seguida aceptan su lugar.

Yo - No suena mal pero es complicado.

Mar - Que necesitarías?

Yo - Confiar en ti.

Mar - Cristina me dijo que te gusta hacerle fotos… házmelas a mi.

Se levanto y se desnudo completamente en un minuto. No era plan de descartar tal regalo así que tomo el móvil le hice unas cuantas fotos, era poca cosa, tipo muñeca, pero en conjunto muy agradable, me recordaba a una que me folle hace años de Cantabria.

Yo - Vale, pero cuatro fotos guarras son mucho menos de lo que veras aquí y podrías chantajear a Cristina.

Mar - Que más puedo darte.

Yo -  Lo que te ponga bajo mi bota, que te de tanto miedo que ni se te ocurra intentar nada contra nosotros.

Lo pienso un momento, se acerco a una mesa y me dio su bolso.

Mar - Todo el dinero que tengo esta ahí, unos 4000 euros, ademas esta mi movil, ahí tienes fotos y videos con mis novias, muchos con la profesora, iría a la carcel si se descubrieran, yo era menor de 18… También eran nuestras conversaciones, videos que me recomendaba para que aprendiera…

Yo - ¿Me entregas la cabeza de tu primer amor para alejarte de tu casa?.

Mar - Es todo lo que tengo. Por favor, no tengo mas opciones

Yo - Ok, si aceptas mis normas podemos probar.

Mar - Tu dirás.

Mete tu ropa en una bolsa, no usaras ropa hasta nuevo aviso. Otra cosa. Te meteré la polla, lo siento pero no voy a tener un coño en esta casa que no me folle cuando quiera. No quiero mentirte y decirte que no para cuando ya estes segura aprovecharme de ti.

Mar - Pero yo nunca… - Se le notaba que iba perdiendo parte de su fuerza inicial.

Yo - es lo que hay, no lo haré a menudo pero si cuando me apetezca, te habrán metido vibradores.

Mar - Si, varios.

Yo - Pues esto es igual

Mar - Esta bien, pero que este Cristina, me dará menos miedo.

Yo - Sin problema, a ella seguro que también le encanta.

Cristina - Ummmmmmmm, la verdad es que me gustaría ver cómo la empalas.

Mar - hija dePuta! ¿Qué mas?

Yo - Nosotros controlaremos tus ligues, no podrás follar con ninguna sin nuestro permiso y cuándo lo hagas os veremos. Cuando jugáis por teléfono o como sea también. De momento durante un par de meses no podrás salir de casa, quedaras encerrada cuando nos marchemos, sin teléfono ni internet obviamente, solo podrás limpiar, ver la tele y hacer tablas de ejercicios.

Mar - Serás carbón, quieres que las traicione. Quieres ver los que normalmente los tíos ni oléis?.

Yo - Exacto, y una mujer traicionando a otras para mostrar los que ni locas le enseñarían a un tío…. me encanta.

Mar - Que cabronazo, ya voy entendiendo por que le gustas tanto a Cris.

Mar - Y ahora?

Yo ahora es la hora del baño de Cristina. - Síguenos -

Fuimos al baño, le hice un gesto a Cristina de que se desnudara.

Yo - Prepara las toallas Mar, abre el agua y asegurase que la temperatura es correcta.

Mar - Ya esta.

Cristina entro en la ducha, Mar fue siguiendo mis indicaciones. Fue mojándola despacio, empezando por los pies. Se puso de rodillas y fue subiendo muy despacio, iba enfocando el chorro a cada centímetro de piel, Cristina iba girando. Mientras la mojaba acariciaba cada centímetro de piel, cuando llego al culo hice que Cris separara los cachetes y se inclinara un poco. Mar miraba a su amiga con los ojos como platos, respiraba fuerte, se la notaba muy excitada.

Yo - Vamos, no pares, moja su agujero - ella lo hizo, acariciando su culo. - Yo si quieres tocarla hazlo, vamos, sobale el culo. Mas vale aun ese acostumbres, vas a bañarnos a los dos a diario.

Se quedo un rato ahí.

Yo - Metele la punta del dedo por el culo, debe estar toda bien mojada.

Cristina se inclino un poco mas y miro a su amiga.

Esta introdujo un dedo un par de centímetros. Cristina apretó el culo riéndose.

Yo - Ahora gírate.  - Ella se puso recta y se giro. Tenia uno de los coños mas. Ojitos que nunca vi. Su amiga debía pensar lo mismo por la cara que puso.

Yo - ¿¿Precioso eh!?

Mar - Ummmm, si, increíble. - Se mojo los labios con la punta de la lengua.

Yo - ¿Te gustaría comértelo?.

Mar - Me encantaría.

Yo - Diselo.

Mar - ¿Puedo comerte el coño Cris?

Cristina obviamente lo estaba deseando, me miro.

Yo - No, de momento no. Mojalo, acaricialo, pero nada de probar a tu amiga de momento.

Cristina separo sus labios enseñándole el clitoris.

Yo - Ummm, si, eso es realmente el centro de tu amiga.

Lo acaricio muy despacio, mojando y pasando los dedos alternativamente. Cristina se iba calentando, cuando vi que estaba apunto de correrse las pare.

Yo - Sigue subiendo zorrita, ambas suspiraron y siguió subiendo, se detuvo en su tripa un rato, se notaba que ya estaba loca por explorar cada centímetro.

Cuando llego a sus tetas los pezones de ambas ya cortaban el cristal, sopeso cada teta, despacio, subiendo y bajando un par de veces cada una. Acaricio los pezones estirándolos…soltándolos. Ella misma siguió por su espalda acariciando sus columna, omoplatos.… Se entretuvo largo rato con el pelo, mojando, estirando, desenredandolo.

Cristina le dio un bote de gel y una especie de manopla con la que se frotaba, era un poco áspera.

Mar fue echándose jabón en la manopla y empezando por los pies fue subiendo otra vez.

Yo - despacio zorrita, y dale fuerte, quiero ver toda la piel roja.

Se le notaba que ya ni pensaba, solo estaba fascinada por su amiga, fue frotando muy fuerte, desde entre los dedos hasta su raja, las tetas, habitualmente bastante blancas quedaron de un rosa delicioso. El coño y el culo casi rojo, se esmero en ambas parte, incluso hizo que levantara una pierna para ponerse debajo y frotar bien entre ambos agujeros. Vi cómo abria la boca intentando tragar algo del agua que caía pasando por  su coño.

Una vez completamente enjabonada, le puso el champú durante 5 minutos, después la enjuago y le dio una mascara en el pelo que olía a almendras. Una vez terminada Cristina salió de la bañera. Levanto los brazos para que la secaran.

Le di un pra de toallas de manos, de las pequeñas, quería que tardara. Ambas terminaron empapadas.

Una vez seca Cristina me miro. 

Fuimos al salón que era donde Cristina solía untarse de crema hidratante mientras yo la miraba. Le dio el bote a su amiga. Esta procedió por cuarta vez a explorar el cuerpo de su amiga cm a cm. Una vez completamente brillante se aparto un par de pasos y contemplo a su amiga que se quedo inmóvil esperando a que su piel absorbiera toda la crema.

Yo - Has sido muy obediente Mar, esto será tu ritual diario, ademas tendrás que vestirla, no quiero que vuelva a tener que abrochar o ponerse nada, t lo harás por ella cada vez. Incluido cuando vaya al baño.

Mar - Esta bien, lo que tu digas.

Yo - estas caliente?

Mar - Ufff, como nunca.

Yo - por ser tu primer día te dejo elegir, puedes masturbarte ahí mismo, a cuatro patas frente a nosotros o probar los jugos de tu amiga. Pero no podrás tocarte hasta mañana. Y no podrás probarla en una semana.

Mar - Joder!

Yo - Tu dirás, todo el mundo que conoces mataría por probar ese coño.

Mar - Ufff, quiero probarlo, me aguantare sin tocarme.

Yo - Yo te ayudare con eso tranquila,

Tumbate en la alfombra, boca arriba. Las manos a lo largo del cuerpo.

Le dije a Cristina - Ponte en cuclillas sobre su boca, pero solo puede tocarte con la lengua, nada de sentarte en su boca hasta que sea para vaciarte en ella. Cristina empezó a masturbarse, se acariciaba el clitoris. Su amiga intentaba llegar con la lengua a este, Cristina bajaba y le dejaba tocarlo o le guiaba la cabeza para que introdujera la lengua en su agujero. En dos minutos se corrio, bajo el coño y su amiga abrió la boca para abarcar que esta encajara su coño, introdujo la lengua hasta el fondo y mientras Cristina jadeaba y se corría ella tragaba cada gota.

Cristina termino de correrse pero se notaba que quería mas, me pidió que se acercara, se metió la polla en mi boca y la chupo durante un minuto.

Noto que no me quedaba mucho así que se levanto, se giro 180 grados y volvió a sentarse sobre la cara de su amiga esta ya estaba jadeando intentando volver a chupar a su amiga. La dejo hacer unos segundos y se puso a cuatro patas. Sujetamdo las manos de su amiga que trataban de llegar a su propia raja desesperadamente.

Entendí lo que quería, me puse detrás de ella y se la clave. Quien con una mano la cabeza de su amiga.

Comete su raja mientras me la follo cerda.

Mar se aplico, Cristina estaba como loca, note como se corria dos veces antes de que yo me vaciara en lo mas profundo de su coño. Cuando note que ya mi polla no soltaba mas leche la saque despacio, me levante y me puse delante de Cristina que se la metió en la boca suavemente, sabia lo que me gustaba que me la limpiara después. Se volvió a sentar sobre la boca de su amiga que hizo un ademan de resistirse a su nueva comida.

Cris se levanto un poco y le asesto dos fuertes bofetadas.

Cristina - En esta casa nuestras corridas son sagradas, las de los dos, o te acostumbras a tu nueva dieta o te largas a tu mierda de casa cerda.

Mar la miro asustada y asintió. Cristina volvió a su sitio sobre la boca de su amiga y a limpiarme la polla.

No se levanto hasta que que se corrio otra vez y estaba segura que Mar había tragado absolutamente todo.

Cuando se levanto se relamía - ¿Joder, como podéis estar tan ricos!?

Cristina - Es tu sitio lo que saboreas, por eso te gusta tanto.

Cogí unas esposas de jugar de un cajón y se las puse a la espalda a Mar.

Nada de jugar hasta mañana guarrilla.

Mar - Lo que tu digas, en esta casa mandas tu - y sonrió.

*-------------------

Como siempre se agradecen comentarios. Me gusta hablar con mis lectoras.

luckm@hotmail.es

skype luckmmm1000

Mas de luckm

El apartamento (5)

El apartamento (3)

El apartamento (2)

El apartamento (1)

Dos zorritas (2)

La zorra perfecta

Lourdes

La buena niña (5)

La buena niña (4)

La buena niña (3)

La buena niña (2)

La Buena Niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La buena niña (2)

La buena niña (2)

La buena niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La zorra perfecta

La buena niña (5)

Mail de una lectora

Dos zorritas (II)

Dos zorritas

Lourdes

La buena niña (5)

La buena niña (4)

La buena niña (3)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La buena niña (2)

La buena niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (10)

Despedida de una cerdita

Emputeciendo a una jovencita (9)

Emputeciendo a una jovencita (8)

La buena niña (9)

La buena niña (6)

La buena niña (7)

La buena niña (8)

La buena niña (10)

La buena niña (11)

La buena niña (4)

La Buena niña (1)

La buena niña (3)

La buena niña (2)

La buena niña (5)

Volviendo al principio (II)

Volviendo al principio

Cristina (II)

Adolescentes salidas (II)

Adolescentes salidas

Cristina

Una novia decente (III)

Una novia decente (II)

Una novia decente (I)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

Una adolescente investigando

Las hermanas Nabelli (2)

Las hermanas Nabelli (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

Hay que cuidar mas a la novia (4)

Hay que cuidar mas a la novia (3)

Hay que cuidar mas a la novia (2)

Hay que cuidar mas a la novia (1)