miprimita.com

El apartamento (2)

en Sexo con maduros

Cenamos en un asiático bastante conocido por Jorge Juan. Los hombres me miraban con envidia y las mujeres que tienden a ser más inteligentes preguntándose cuál era la historia, y si era interesante. Ella me miraba con esa confianza que le da a una mujer haberte tenido dentro.

 

Hablamos de su familia, su padre era un capullo, su madre lo tenía bastante firme siempre y cuando no hubiera nadie delante y lo tuviera descargado.

 

Por lo que escuchaba cada día desde niña, mañana y noche ella se encargaba de que estuviera tranquilo.

 

Yo – ¿Y que opinas de eso?, ¿como te gustaría que fueran tus relaciones?, quieres follarte a 1000 o a 10?.

 

Cristina – No lo se la verdad, hice bastante poco hasta ahora. La tuya fue la primera que vi tan de cerca con claridad.

 

Yo – ¿cuales fuero la otras?

 

Cristina – Un primo. Cuando me empezaron a crecer las tetas me agarro un día de espaldas, metió las manos por mi camiseta y me las acaricio. Me dio un poco de vergüenza pero me gusto, sobre todo cuando jugo con mis pezones.

 

Yo – ¿No fue a más?.

 

Cristina – Los siguientes días intento bajar las manos, pero llegue a un acuerdo con el. Podía sobármelas todo lo que quisiera, pero nada más, yo no le tocaría y el no bajaría a ninguna otra parte.

 

Yo – ¿Y coló?.

 

Cristina – Bueno, no era muy listo, me había mandado una foto suya con la polla en la mano una noche de calentón. Le explique que imaginaba que haría mi padre con la foto y su polla. Decidió que más valía tetas en mano que polla clavada en la puerta.

Yo – ¿Que hacia?, ¿te daba crema?, ¿se corría en ellas?.

 

Cristina – Pues era un poco morboso y un poco patético a la vez. Había unas escaleras fuera de casa, el se sentaba detrás muy pegado, me metía la mano dentro del sujetador, yo siempre me resistía un rato pero al final cedía. Nunca entiendo como no le cortaron los dedos algún día los aros de mi sujetador, sobre todo cuando me fueron creciendo.

 

Yo – ¿Nada mas?

 

Cristina – Con el tiempo empezó a sacarse la polla, a frotarla un poco con mi espalda y mas adelante a correrse en ella.

 

Yo – ¿Te gustaba la lefa en tu espalda?

 

Cristina – Al principio, luego era mas molesto que otra cosa. Le dije que si quería correrse lo hiciera dentro de sus pantalones para no mancharme.

 

Yo – Jajaja, que cabrona.

 

Cristina – Me encantaba verlo irse corriendo intentando no mancharse y que no lo notara su madre.

 

Yo – ¿No intento que la probaras?

 

Cristina – Claro, un par de veces me acerco los dedos chorreando leche.

 

Yo - ¿y?

 

Cristina – le monte un pollo. No quería que pensara que era una guarra.

 

Yo – Pues antes te encanto tragar.

 

Cristina – Ya la había probado, la suya, cuando el se iba recogía lo que me había salpicado, siempre se descontrolaba un poco aunque intentara que no. Mientras el se sentía un desastre yo la recogía con los dedos y los lamia. Me encanta, pero no iba a darle el gusto a ese inútil.

 

Yo – jajaja, mujeres!, y así descubriste que hay hombres que se merecen ciertos usos y otros que no.

 

Ella me guiño un ojo y se metió una cucharada de helado en la boca muy despacio.

 

Yo – ¿Que te habría gustado?.

 

Se puso colorada mientras me miraba.

 

Yo – Vamos, para eso estas aquí, para poder empezar a ser tu.

 

Cristina – ¿Cualquier cosa?

 

Yo – No te voy a juzgar, ¿que te habría gustado?.

 

Cristina – Que me hubiera empotrado, que me hubiera puesto a cuatro patas y me desvirgara. Que luego me hiciera lamerle el rabo y limpiársela diciéndome que era una guarra. Y después en pelotas me hiciera correr por el jardín de casa de mi padre viendo como me botaban mis gordas tetas y me volviera a follar desde algún sitio que pudiera ver a toda mi familia en el salón.

Yo – No esta mal?. Y el tipo ese con el que amenazan casarte?.

 

Cristina – Ah, un imbécil, le invito a la piscina de vez en cuando, trabaja para mi padre. Me gusta verle babear mirándome. El y mi primo son los únicos que dejan venir.

 

Yo – ¿También juegas con el?

 

Cristina – A veces le digo que se haga una paja delante de mi, en el borde de la piscina, me gusta que se corra en el agua. Esta orgulloso de su polla, pero nunca le deje tocarme ni ver nada mas allá del bikini. Me hago la excitada que luego se controla. Se vuelve loco.

 

Yo – Te gusta bañarte y hacer que tu primo se bañe en el agua donde se corre el otro.

 

Cristina – Me encanta, un día me gustaría hacer que se corrieran los dos e invitar. Mis amigas a bañarse toda la tarde.

 

Yo – Jajjaja

 

Cristina – Demasiado guarra?

 

Yo – Demasiado perfecta, nos vamos a divertir.

 

Cristina – que estas pensando?

 

Yo – Vamos para casa, tienen novia los dos capullos?.

 

Cristina – Si, dos catetas, por?

 

Yo – Monas?

 

Cristina – No están mal.

 

Yo. Bien, esto es lo que quiero que hagas…. – Ella me miraba con los ojos como platos. Al final sonrió encantada

 

Nos subimos al coche, conecte el teléfono al manos libres e hizo la primera llamada.

 

Primo?, estas solo?

 

Primo -  Si, Cris?, ¿que tal por Madrid?.

 

Cristina me miraba mientras se tocaba las tetas.

 

Cris – Muy sola, añoro estar contigo en las escaleras…

 

Primo – ummmm, creí que no te gustaba.

 

Cris – Bobo, me encanta, estaba pensando que nunca te deje lamérmelas, te gustaría?

 

Le hice un gesto, para que se quitara las bragas. Me las dio.

 

Primo – Buff, me encantaría.

 

Vale, el próximo fin de semana que pase allí voy a hacer una fiesta, te hare un gesto y subirás a mi cuarto a lamérmelas, esta bien?, quiero gente cerca, no sea que te desconotroles.

Primo -Lo que ti digas cari.

 

Cris - Otra cosa mas, dos en realidad.

 

Primo – Lo que pidas!

 

Cris – Quiero me mandes un par de fotos guarras de la fany, se que las tienes. Así si cuentas lo que me hiciste tendrás que escapar no solo de mi padre.

 

Primo – Esta bien, tengo muchas, que mas.

 

Cris – Quiero un video tuyo de rodillas en tu cuarto, masturbándote y cuando te corras digas mi nombre completo.

 

Metí los dedos en su raja, estaba chorrerando.

 

Cris, lo quiero todo en 20 min ¿entendido?, quiero tocarme antes de irme a dormir.

 

Primo – Lo que digas!

 

Cristina – ¡Besitos primo! – Y colgó, se corrió, fue una corrida despacio, con un pequeño temblor, un minuto estuvo mirando al vacío mientras su coño palpitaba suavemente apretándome el dedo que tenía dentro.

 

Cris – ¿Hola? ¿Antonio? ¿Estás solo?....

 

Llegamos a casa, su teléfono pito tres veces. Me presento a fany.

 

Le saque el vestido y el sujetador de una vez.

 

Yo – A cuatro patas puta, quiero que tu primera vez sea a cuatro patas como una perra.

 

Me saqué la polla y la puse en la entrada de su coño. En la entrada había un espejo, ver su cuerpo joven, esas duras tetas y esa cara de salida….

 

Yo – Pídemelo puta!.

 

Cristina – Follame cabron!, voy a ser tu puta! Hare lo que me pidas! Pero follame de una vez!

 

Metí la punta del capullo, su agujero me la apretaba con fuerza. Empuje un poco más, un coño a estrenar siempre es un gustazo al notar que se abre a una polla por primera vez. Ella temblaba. Le agarre del pelo haciéndole una cola y tirando fuerte, dio un grito mirándome en el espejo.

 

Mírame puta, no quiero que olvides de quien te estreno. Llegue a su himen, estaba como como un muelle espalda y cuello estirados, me miraba expectante, jadeando suavemente. La agarre de un hombro y di un fuerte empujón. Dio un brinco y se quedó quieta, la deje al fondo unos segundos y la saque casi del todo volviendo a empujar, una y otra vez, se volvió loca, jadeaba, gemía, pedía más , empujaba su culo hacia atrás intentando clavársela y al tenerla completamente metida intentaba sacársela, ahí yo se lo impedía. Me miraba uy decía por favor, intentaba sacársela y ahí tiraba yo fuerte para clavársela un poco mas. Finalmente se corrió, empezó a temblar, cada vez mas fuerte, su pecho subía y bajaba, me mitro, no cerraba los ojos, mantenía la mirada, al final exploto, note como mis pelotas se empapaban. Yo seguí su camino, mis pelotas se apretaron y empecé a escupir leche en el fondo de su coño, notaba los fluidos de los dos rodeando mi rabo. Caímos sobre la alfombra, ella debajo y yo sobre su espalda.

 

Cristina – Joder!

 

Yo – Vas a ser una puta increíble.

 

Cristina – tu puta, se dio la vuela y me dio un largo y húmedo beso. Note como mi polla salía de su coño relajándose y como este se iba cerrando a su alrededor según se deslizaba fuera.

 

 

***********************

Como siempre se agradecen comentarios , mail y si alguien quiere agregarme... me gusta hablar con mis lectoras.

skype luckmmm1000

luckm@hotmail.es

Mas de luckm

El apartamento (5)

El apartamento (4)

El apartamento (3)

El apartamento (1)

Dos zorritas (2)

La zorra perfecta

Lourdes

La buena niña (5)

La buena niña (4)

La buena niña (3)

La buena niña (2)

La Buena Niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La buena niña (2)

La buena niña (2)

La buena niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La zorra perfecta

La buena niña (5)

Mail de una lectora

Dos zorritas (II)

Dos zorritas

Lourdes

La buena niña (5)

La buena niña (4)

La buena niña (3)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (1)

La buena niña (2)

La buena niña (1)

Emputeciendo a una jovencita (10)

Despedida de una cerdita

Emputeciendo a una jovencita (9)

Emputeciendo a una jovencita (8)

La buena niña (9)

La buena niña (6)

La buena niña (7)

La buena niña (8)

La buena niña (10)

La buena niña (11)

La buena niña (4)

La Buena niña (1)

La buena niña (3)

La buena niña (2)

La buena niña (5)

Volviendo al principio (II)

Volviendo al principio

Cristina (II)

Adolescentes salidas (II)

Adolescentes salidas

Cristina

Una novia decente (III)

Una novia decente (II)

Una novia decente (I)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

Una adolescente investigando

Las hermanas Nabelli (2)

Las hermanas Nabelli (1)

Emputeciendo a una jovencita (8)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (7)

Emputeciendo a una jovencita (6)

Emputeciendo a una jovencita (5)

Emputeciendo a una jovencita (4)

Emputeciendo a una jovencita (3)

Emputeciendo a una jovencita (2)

Emputeciendo a una jovencita (1)

Hay que cuidar mas a la novia (4)

Hay que cuidar mas a la novia (3)

Hay que cuidar mas a la novia (2)

Hay que cuidar mas a la novia (1)