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Boby y Alex

en Amor filial

BOBY abrazó a su madre cuando la vio entrar por la puerta. Venía de un entierro, si pero la tristeza que aquello le produjo, la dejó en el pueblo. Estaba feliz de volver a ver a su hijo. A su amante. Se había asustado de tanto que lo había añorado.

-Hola mi amor. ¿Me has echado de menos?- Dijo Alex a su Boby dándole un beso en los labios.

-Mucho mami- contestó Boby correspondiendo ese beso.

-Hola Cariño- Dijo Marta a su amiga y se abrazaron y se besaron -¿Como ha ido todo?- preguntó interesada en lo acontecido en el pueblo.

-Pues ya sabes, la misma gente y los mismos rollos- Contesto desinteresadamente.

Pasaron a la cocina y se sentaron en los taburetes, mientras los chicos salían a jugar fuera. Marta estaba nerviosa por como se tomaría Alex, primero que había practicado sexo oral con Boby y después que Boby había desvelado que mantenía relaciones con ella.

-Cielo, tengo que decirte una cosa y no se como te va a sentar.....- Le contó toda la historia omitiendo detalles lujuriosos que Alex no necesitaba. Marta se estaba preocupando por momento, pues Alex no pronunciaba palabra, tan sólo la miraba con cara de poker sin decir ni palabra.

-Y ahora dime tu algo por que yo no sé que más contarte- Y Marta paró de hablar. Se detuvo esperando una respuesta. La cual no llegaba. Alex fue bajando la cabeza y lanzando pequeños sollozos, hasta que se puso a llorar. Marta sin pensarlo se a cercó y la abrazó. Alex también abrazó a su amiga. Y así estuvieron un rato hasta que Alex se relajó.

-Siento haber querido acostarme con tu hijo, cielo- Dijo Marta queriendo consolarla.

-peeero...si eso no mmme moleesta- Dijo Alex aún entre llantos -Es que me he apegado mucho a él estas últimas semanas y no he pensado que algún día se irá de mi lado por otra mujer- explicó -De hecho me alegra que hayas sido tu, nadie va a cuidar más de mi pequeño que tu, eso lo sé- Dijo volviendo a abrazar a su amiga.

-Me he sentido muy sola y Boby ha estado tan mal por su problema, que no sé como llegué a esto, pero sé que no lo quiero detener- Dijo sorprendiendo a su amiga Marta.

-Creo que es normal que te hayas sentido atraída por tu hijo. Eso es algo normal en una Madre, pero reconoce que pocas tenemos las agallas de llevar a cabo lo que pensamos- Explicó Marta dando a entender que ella también haría cosas con Salva, pero su educación la frena.

-¿Tu crees que es normal?- preguntó Alex.

-Yo creo que muchas madres se sienten atraídas por sus hijos en algún momento de su vida, pero son muy pocas las que además de llevar a cabo lo que quieren hacer con ellos, son lo bastante frías,como para saber que eso no va a ninguna parte. Que es una vía muerta. Una relación imposible- Argumentó Marta asombrándose ella misma de lo claro que lo tenía.

-¿Tu has sentido eso por Salva?-

-Claro que sí, es más, se que el siente algo así por mi, pero no he tenido valor nunca de hacerlo. Son muchos los riesgos que corres – Dijo Marta pesando que no eran tantos los riesgos. - A lo mejor es más fácil de lo que pensaba yo- Dijo acariciando los brazos de Alex.

-Estás muy guapa- Dijo Alex mirando a su rubia amiga.

-Gracias corazón- Y se besaron. Fue tierno y largo. Sus lenguas se rozaron tímidamente. Los grandes pechos de Alex se apoyaban sobre las tímidas tetas de Marta. Ese beso termino fundiéndose en otro largo abrazo.

-Quedaos a dormir aquí y mañana hablamos de los detalles de tu separación -

-¿Que?...¿Separación?- dijo Alex extrañada.

-Si, te vas a separar. Ese cerdo va a pagar como te ha tratado – Y Marta le habló un poco por encima de lo que tenía planeado para el marido de Alex. Le dijo que tenían más fotos y que no era la misma chica. “Con más de una” pensó Alex. En ese momento decidió quedarse a dormir y discutir todo el plan, con el abogado que le había conseguido Marta.

 

 

 

Cenaron los cinco, bueno Seba comió primero, mientras los demás esperaban. Boby y Salva estuvieron embobados mirando como el bebé chupaba de los grandes pechos de Alex. Una vez terminaron los chicos se encargaron de recoger y fregar los platos, mientras las madres salían a fumarse un cigarro al jardín.

-Gracias por todo Marta. Por dejarme pasar la noche aquí y por respetar mi relación con mi hijo-

-No me vuelvas a agradecer algo así. Y menos cuando tu hijo me ha llamado tía-

-¿Lo hizo?- preguntó la madre incrédula. Mientras exhalaba una bocanada de humo.

-Si le dije que era casi como su tía y me dijo que mucho más, que con ellas no tiene relación alguna-

-Y es cierto, las dos son gilipollas- Dijo Alex riendo junto con Marta.

Terminaron de fumar y entraron en la casa. Los chicos estaban medio adormilados en el sofá mientras veían una película de lucha.

-Venga chicos a la cama- Dijo Marta- Te he hecho la cama de matrimonio del sótano. Es fresquito y estaréis mas tranquilos- Dijo marta a Alex. Esta sonriendo besó de nuevo a su amiga en los labios agarrando dulcemente su cara con las manos.

-Gracias. Te quiero- Le dijo Alex.

Madres e hijos, se fueron a sus respectivas habitaciones. Alex y Boby bajaron al sótano donde encontraron todo preparado. La cama hecha con sábanas negras y dos grandes almohadones además de las correspondientes almohadas.

Alex se aseó un poco y se metió en la cama, donde su hijo la estaba esperando. Cuando lo vio allí tumbado supo todo lo que lo había echado de menos.

-Te he echado de menos hijo-

-Y yo a ti mami- dijo Boby mirando como su madre se desprendía de su la ropa para entrar en la cama. Al desprenderse del sujetador Boby pudo apreciar de nuevo los grandes pechos de su madre. Por supo que motivo, se le vinieron a la mente los de Marta, más pequeños y firmes. Boby supo entonces que quería volver a saborearlos. Alex retiró la sábana para meterse y comprobó que Boby también estaba desnudo. Comprobó que tenía una semi erección preciosa.

-A él también le he echado de menos- Dijo Alex a su hijo mientras deslizaba una mano sobre su pene. Se tumbó relajada boca arriba junto a su hijo y mirando hacia arriba dijo:

-Por fin en casa...!-

-Mamá, no estamos en casa- Contestó Boby lógicamente.

-Jaja, lo sé, pero la casa de Marta es nuestra casa, y a tu lado me siento completa, hijo. Como en casa- Explicó Alex. Boby como respuesta se acercó a su madre y la abrazó apoyando su cabeza sobre su pecho, colocando la cara entre sus dos tetas. Alex acarició la cabeza y espalda del chico. Los dos desnudos, estuvieron abrazados por un largo rato. Alex jugaba con uno de los pechos de Alex. Lo amasaba y pellizcaba suavemente el pezón que se ponía cada vez más duro. Alex suspiraba. Se sentía bien, con su hijo entre sus brazos. Le encantaba lo que Boby hacía con su pezón. Sentía que no tenia que dar explicaciones a nadie de la relación con su hijo, y que en el fondo, si le importaba la opinión de su amiga. Ahora sabiendo que Marta aprobaba dicho romance, respiraba tranquila.

En la oscuridad del sótano Madre e hijo se acariciaban mutuamente. El juego que Boby se traía con el pezón excitó a Alex, quien le pidió a Boby que fuese un poco más allá.

-Cariño, ¿Le darás placer oral a mami?- Dijo Alex alzando un poco la cabeza para mirar a la cara a su hijo.

-Claro mamá, todo el que quieras- Dijo Boby también mirando a su madre a los ojos.

-Ven, antes bésame- Y se fundieron en un largo y ardiente beso. Boby se separó y fue bajando pasando su lengua por todos los rincones de camino a la entre pierna de Alex. Esta gemía levemente con el roce su la salivada lengua de su hijo. Boby se colocó perpenticular al cuerpo de su madre y de lado, como aquel que dice comenzó a lamer directamente el ya húmedo coño. Alex gemía mientras intentaba acariciar el cuerpo de su hijo.

-Ahhh, hijo que maravilla- y pronunció las palabras como si de tarros de miel se tratasen -Ven acercate un poco, que quiero acariciarte mientras me lo comes- Y el chico obedeció solícito. Sus cuerpos estaban próximos casi en un 69, si llegar a formarlo, de manera que Alex podía tocar a su hijo donde quisiera. Comenzó con los huevos. Grandes y recogidos, que al tacto de las largas uñas de las manos de Alex se deshicieron de placer. Boby exhalaba gemidos sobre el clítoris de su madre. Alex se derretía de placer y eso la animaba más a continuar acariciando a Boby. Este abrió un poco las piernas como pudo para permitir a su madre agarrar el mango que ya duro colgaba entre sus muslos. Alex vio la oportunidad y comenzó una rápida paja que Boby agradeció sobre manera. Los gemidos de ambos se mezclaban con el silencio de la casa.

Alex soltó el pene y acarició el culo de Boby, en pompa y abierto como estaba, la caricia paso por toda la raja, deslizando así, los dedos por la entrada del ano. Boby soltó un gemido subido de tono y Alex que estaba atenta de las reacciones de su hijo, lo notó. Se dedicó a estimular aquella zona. Sus dedos pasaban por el culo de Boby y en ocasiones se entretenía con la entrada del ano del chico. Esto animaba mucho al muchacho que lamía mucho más intensamente el coño de su madre. Se oía como Boby intentaba que no cayese ningún líquido en las sabanas, pues en ocasiones el chaval sorbía con fuerza. Alex se llevó sus dedos a la boca u los chupó intensamente para humedecerlos. Empapados de saliva, los puso de nuevo sobre el culo de su hijo y con delicadeza lubricó un poco la entrada. Boby que notó la humedad de los dedos de su madre no supo lo que venía a continuación. EL dedo corazón de Alex hizo una leve presión sobre agujero de Boby y la primera falange de este entró fácilmente, untado de saliva como estaba. A Boby se le abrieron mucho los ojos y gimió intensamente. Esa sensación era nueva, pero era buena. El placer que invadió a Boby en ese momento era desconocido para él, pero lo acogió como placer que era. Sus labios y lengua incrementaron en velocidad e intensidad al punto que su madre casi gritó. Alex por su parte empujó un poco más el dedo con sumo cuidado y cuando hubieron entrado dos falanges de aquel largo dedo corazón, se dio a un corto y suave mete-saca. Boby gemía y chupaba y Alex se corría.

-Me corro cielo, no pareeess-dijo en un susurro.- Ahhhh- exhaló un gemido y agarrando la cabeza de Boby se corrió con ansia y ganas. El orgasmo fue tan intenso que la dejó con una sensación de saciedad. -Ah, mi niño. Cada día lo haces mejor. Ha sido increíble- Dijo Alex sacando el dedo del culo de su hijo e incorporándose -Pero...tu no has acabado- Observó.

-No mami, pero da igual me ha encantado lamertelo- Las palabras de su hijo le supieron dulces y sugerentes. Su calentura duraba, pero quería devolver a su hijo el placer que este le había dado. Incorporándose del todo se arrodilló junto a su hijo, el cual ya estaba en esa misma postura. Allí madre e hijo arrodillados, se besaron. Su beso sonó a fluidos, pues Alex salivaba de placer y Boby aún tenía flujos vaginales de su madre. Mirando a Boby de costado como estaba Alex, mientras con una mano sujetaba la cabeza del chico para hacer más intenso el beso con a otra asió su verga que ahora estaba en todo su esplendor. Siguieron besándose mientras masturbaba a Boby. Los gemidos se sucedían entre los dos.

Alex soltó la cabeza de su hijo, para meter suavemente dos dedos en la boca de su hijo, quien instintivamente los chupó, bien chupados. Esto calentó a Alex volviendo a besar a su hijo después de asegurarse de que esos dedos estaban bien lubricados. Su mano bajó por la espalda del joven para ir a parar directamente a la entrada de su ano. Alex con la misma suavidad de hacía un momento, comenzó a introducir un dedo en el culo de Boby. Esté gimió y miró a su madre mientras se seguían besando.

-Relajate y disfruta cielo. Si te duele me lo dices- Alex se separó un momento de la boca de su niño para decir esas palabras con una dulzura palpable. Su dedo se introdujo un poco más y Boby gimió pero no se quejó. Alex sabía muy bien lo que era el sexo anal y sabía como tratar un culo virgen. Mientras ese dedo acariciaba el interior del ano de Boby su otra mano no dejaba de masturbarle. Sus pechos rozaban el hombro de Boby quien era incapaz de disfrutar de ellos por el torrente de sensaciones que recibía en aquel momento.

-Me corro mamá....- Y dejó de besar a su madre para mirar hacia abajo y ver como su rabo expulsaba una increíble cantidad de semen en largos chorros que se repartieron por el suelo del sótano. Alex no dejaba de masturbar aquella maravillosa polla y por supuesto, no sacó el dedo del culo de su hijo hasta que no terminó de eyacular.

-Así mi cielo, correte a gusto- Dijo Alex susurrando. -No te preocupes que mami ahora lo limpia todo- Dijo besando a Boby en la mejilla.

-Ah mamá, ha sido increíble. Me ha dado mucho gusto cuando me has metido el dedo- Dijo el chico aún sorprendido por el placer que le había dado un simple dedo.

-Mami te lo hará siempre que quieras- Dijo dando cortos besos a su hijo en la boca. Sacaba la lengua y chupaba sus labios. Era delicioso para Alex besar a su niño. Era casi de lo que más disfrutaba, por simple que sonase. Más besos y lametones. Él la imitaba y trataba de dar algún que otro lametón a su madre en la boca.

-voy a limpiarte un poco y luego el resto- Y diciendo esto se inclinó y se metió la polla de Boby que ya estaba un poco fláccida en la boca. La limpió ávidamente, y dando algunos lametones en la ingle y testículos del chico lo dejó todo limpio. Lo volvió a besar y se bajó de la cama.

Estuvo limpiando un rato. No era su casa y bastante que su amiga les había dejado el sótano para ellos solos. Regresó a la cama después de asearse un poco ella misma y calló dormida en los brazos de su hijo.

 

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