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Mi juguete preferido (9)

en Dominación

Un buen día al llegar a casa mi novia Sandra, que si habeis seguido los relatos anteriores, se dedicaba a en sus ratos libres a ejercer de escort, en otras palabras, puta de alto nivel, me comunicó que quería dedicarse exclusivamente a un cliente que le había prometido una sustanciosa cantidad: nada menos que 6.000 euros al mes. El cliente era un habitual que se habia encaprichado de ella y pretendia que a cambio de  este sueldo, estuviera a su disposición sin limites aunque respetaba su horario de trabajo que tenía en un despacho de abogados.

Al principio me pareció un poco disparatado pagar una cantidad tal solo por eso, pero luego le sonsaqué que el cliente pretendía ingresar en un selecto club de sado en el que para ser admitido, el amo debía disponer de una sumisa que después de pasar satisfactoriamente unas pruebas de aptitud debía ser educada y moldeada según las normas del club

Estaba claro que lo que esperaba de Sandra no era solamente las típicas relaciones sexuales sino lo que se exige de una sumisa que no es poco. Aunque en algunas ocasiones se había dejado follar por algun amigo mio siempre habia sido de comun acuerdo y como diversión. Pero esta vez si aceptaba el trato debería tragarse su orgullo y aceptar ciertas condiciones sin que su voluntad contara para nada.

Aunque sabia que por dinero era capaz de cualquier cosa, tambien sabía que si no le gustara la idea, no la habria aceptado. Por mi parte no perdía nada ya que cuando estaba de servicio no disponía de ella y muchas veces la acompañaba y la recogía cuando salía a altas horas de la noche ya que no pasaba desapercibida y menos cuando vestía en plan provocativo pero esto ya me estaba cansando aunque si bien me reportaba ciertos beneficios porque así se sentía obligada a ceder a mis caprichos sexuales..

Me convenció casi del todo cuando me dijo que el cliente sabía que yo era su novio, ya que se habian visto muchas veces y le había contado sobre mí. Sabía que yo consentía en que ejerciera de puta y que tambien en mi presencia, follara con otros. Que le escogía ropas provocativas para dar envidia y presumir de pivón y que me encantaba que se exhibiera. De todo esto sacó la acertada conclusión de que yo no sería un impedimento sino un colaborador para sus propósitos y que estaría encantado si yo tambien participaba en el plan. Esto cada vez me gustaba mas ya que una de mis fantasias sexuales era ver a Sandra de sumisa plegandose a mis caprichos y aunque fuera indirectamente, ahora me lo ponían en bandeja sin costarme ningun esfuerzo ni dinero por mi parte

Después de pensarlo, le dije que por mí adelante pero que fuera consciente que se metía en un mundillo muy exigente. Me dio mas detalles contandome que con este individuo ya había practicado sado light y que ya sabía de que iba.

  • Te acuerdas cuando me acompañaste al sex shop a comprar un equipo sado de un arnes de cuero con cadenas que me pidió un cliente?
  • Como no me voy a acordar, me pusiste tan caliente cuando te lo probaste que te follé muy a gusto y ademas montaste aquel trio con el del sex shop y el voyeur. Fue memorable
  • Vale, pues el que me mandó comprar el traje es del  que estamos hablando que por cierto se llama Juan Carlos. Luego me hizo comprar un látigo y practicaba conmigo
  • Ah zorra, esto no lo sabía con las ganas que tengo a veces de calentarte el culo
  • Tambien me ha compartido con otros para ver hasta donde era capaz de llegar
  • Y seguro que llegó a la conclusión que podias ser su puta sumisa ideal
  • Pues eso me dijo y que si estabas de acuerdo le llamara para que os conocierais y hablar contigo para dejarlo todo claro
  • Pues llámalo

Nos citó en un restaurante de 4 tenedores y invitandonos a cenar. Sandra se vistió sexy y elegante. Siempre le sugería yo la ropa que debía ponerse en estas ocasiones. Le escogí unos tejanos ceñidisimos de talle bajo que le marcaban su culo y se le metían por su raja descaradamente.Unas botas altas de tacón y una blusa holgada por la que se transparentaba  un sujetador de encaje que le tapaba justo hasta los pezones dejando la mitad de sus tetas a la vista. El resto de su cuerpo hasta la cintura quedaba se le veía claramente a traves de la blusa, incluyendo su piercing del ombligo y su cadenita de la cintura Encima se puso una chupa negra de cuero para no llamar exageradamente la atención por la calle.

En cuanto llegamos. Juan Carlos nos estaba esperando. Sandra nos presentó. Era un tío de unos 50 años, elegante y de categoría vestido con traje caro. A primera vista daba la impresión de tener mucha pasta.

Tenía mesa reservada en el fondo del restaurante lejos de oidos indiscretos ya que el tema que se iba a tratar no era para compartirlo con otros. Nos explicó que aunque vivía con su mujer, pasaban el uno del otro y solo salían juntos para temas familiares y sociales para guardar las apariencias y luego cada uno hacia su vida por lo que Sandra era su válvula de escape sexual, aparte de echar alguna cana al aire cuando viajaba por negocios que era casi cada semana.

Se deshizo en elogios a Sandra, calificandola de chica inteligente y de diosa del sexo, ademas de tener muy buen tipo, guapa y que ademas se entendían muy bien. Por que no decirlo, los dos nos sentimos orgullosos como unos pavos reales, yo por tener aquella hembra en mi casa y Sandra por sentirse tan halagada.

Después de dejar claro que a Sandra solo la quería para complacerlo sexualmente porque el ya tenía su forma de vida con su familia y amistades y no quería liarse con nadie.

Lo que pretendía era disponer de ella para iniciarla como sumisa en un elitista club de sado ya que una de sus amistades era dueño del club. Le habían invitado alguna vez a las sesiones y le gustó mucho este ambiente por lo que repitió varias veces y empezó a practicarlo con Sandra. El tema principal es que para entrar como miembro del club debía ser propietario de una sumisa que previamente debía pasar unas pruebas de aptitud y una vez superadas tanto el amo como la sumisa podian ingresar en el club y participar activamente en todos los actos que alli se organizaban.

Para esto estaba convencido que de todas las mujeres que había conocido, Sandra era la candidata idónea y que estaba seguro que superaría con nota el nivel exigido. No se equivocaba ya que ella era muy competitiva y cuando tenía que representar algun papel, siempre queria ser la mejor por encima de todos los demas. Su gran virtud es que era capaz de camelarse a cualquier tio con sus dotes persuasivas. Entre las mujeres siempre despertaba un halo de admiración y de envidia.

Pero que pintaba yo en todo esto? Pues me dijo que como a mi no me importaba compartirla, y que como sumisa debería ofrecerla a otros estaría encantado que que yo tambien participara como parte activa en todo este asunto y que ademas Sandra le había insinuado esta posibilidad.

Después de concretar algunos detalles, acordamos cerrar el trato por lo que Juan Carlos después de pedir un cava para celebrarlo, decidió que a partir de aquel momento, Sandra ya estaba a su servicio. Yo notaba como la mano de Juan Carlos se perdía por su entrepierna. La conversación derivó en temas picantes explicandole las aventuras que habiamos corrido junto (ver relatos anteriores) y como disfrutaba la muy zorra exhibiendose, montando trios con mis amigos y otros conocidos y sus numeros lesbicos con su amiga Andrea.

El ambiente se iba calentando por momentos y Juan Carlos decidió ponerla a prueba ya mismo:

  • Sandra, vete al lavabo, te quitas el sujetador y me lo das

Lo miró un poco sorprendida pero obedeció sin rechistar. Se levantó cogiendo la chupa de cuero

  • No, la chaqueta se queda aquí. Quiero que todos vean tus tetas

En cuanto cruzó por las mesas, las miradas lascivas no dejaron de clavarse en ella

Mientras tanto Juan Carlos aprovechó para  intercambiarnos los numeros de telefono ya que queria estar en estrecho contacto conmigo para que le aconsejara y le ayudara en sus planes con Sandra

Me comentó que yo disfrutaría de su nueva situación y que ademas sabía que las cadenitas que yo le había puesto a Sandra en la cintura y en el tobillo eran signos de sumisión. Le dije que era cierto y que una de mis fantasias era de verla ejerciendo como sumisa.

Al poco rato volvió desafiante exhibiendo sus tetas y marcando los pezones a traves de la blusa transparente. Si antes habia sido el polo de atención de todo el restaurante, ahora ademas era objeto de comentarios de las mesas de los comensales que habian a su paso que aunque yo no pudiera oirlos me los imaginaba. Los camareros se la comían con la mirada. J.C. Le pidió el sujetador y a su vez me lo entregó a mí que me lo guardé en el bolsillo. Se le veía triunfante por el dominio que había demostrado con su sumisa

  • Seguro que estas mojada con tu exhibición

 dijo metiendole mano en el coño por encima de su pantalón otra vez cuando se sentó

  • Es que me has puesto caliente con estas cosas
  • Pues esto es solo el principio. Tengo muchos proyectos contigo. En cuanto acabemos de cenar  te follaremos en mi picadero para apagar el fuego de tu ardiente coño. Montaremos el primer trío y ahora voy llamar a la jefa del club para concertar el examen de admisión. Hola Claudia, que tal estas, dame cita para el examen de admisión. Si, si, ya esta todo arreglado. Ya he llegado a un acuerdo con la sumisa y su novio. Este sabado a las 11 de la mañana? Os va bien- dirigiendose a nosotros- Vale pues el sabado a las 11.. Vendremos los tres. Adios. Un beso y recuerdos a Roman

Salimos del local con las miradas del publico y el servicio fijadas en el culo y la figura de Sandra ya que con la chupa encima no se podían ver sus tetas que aprovechando que estaban libres sin el sujetador se las estuve sobando un buen rato durante el trayecto con el coche. Cuando  me dio la dirección del apartamento, caí en la cuenta que ya la había acompañado varias veces allí. Quedamos en la puerta con J.C, subimos al piso y nos sentamos en el salón

  • Bien, vamos a empezar la primera sesión. ! Desnudate.¡ le ordenó J.C. enérgicamente

Se quitó las botas. Como los pantalones iban muy ceñidos, le costó bastante esfuerzo  sacarselos. Se quitó la blusa y finalmente el tanga quedando totalmente desnuda

  • A partir de ahora cuando entres en este apartamento te comportaras como una sumisa y observaras estas reglas si no te ordeno lo contrario: Lo primero desnudarte. Te pondras el collar de perra y la cadena.y luego en posición de ofrecimiento con las manos en la nuca, erguida sacando pecho y con las piernas separadas. No podras hablar sino se te pregunta. Esto de momento, luego ya se me ocurriran mas cosas. Ah y cuando te pregunte y me respondas, acabaras la frase con un mi amo. OK?
  • Si mi amo

Yo alucinaba con lo que podía conseguir el dinero pero tambien se notaba que a Sandra le iba esta marcha porque colaboraba de muy buena gana.. Parecia que este papel lo habian ensayado ya otras veces

Al cabo de un momento, apareció con el collar de perra y la cadena y se colocó de pie delante nuestro en posición de ofrecimiento

  • Ahora ponte de espaldas estira los brazos en alto y junta las piernas. Alberto todo lo que veras ahora ya lo hemos hecho otras veces. Tranquilo porque veras que ella disfruta tanto como yo

Dicho esto, se fue para la habitación y sacó un látigo

  • No la has azotado nunca?
  • No, solo le ha dado cachetes en el culo
  • Ven y  veras como le gusta que la azoten. Esto es un látigo que llaman de colas de gato con las tiras de gamuza. No deja marcas, solo le deja el culo rojo y luego desaparece. Me lo recomendaron en el club porque mas que dolor da placer y es de los mas suaves. Tambien me enseñaron como hay que azotar. Fijate que la he puesto con los brazos estirados y con las piernas juntas para que no esté tensa, Así el culo esta distendido y  elástico y no es perjudicial. Tambien me recomendaron que cada sesión no sea de mas de 10 latigazos para que no cause mas dolor del necesario. Pero en caso de indisciplina o desobediencia puede recibir 10 latigazos mas, repartidos en sus nalgas y muslos.

Seguidamente empezó a pasarle el látigo por sus tetas suavemente como cuando se pasa un plumero, por su espalda, por sus muslos y por su coño provocandole unas sensaciones muy placenteras a juzgar por sus jadeos y suspiros. Sin mas contemplaciones le atizó cinco enérgicos latigazos en su culo. A cada latigazo se retorcía gritando.

  • Ahora le das tu otros cinco tal como me has visto hacerlo

Cojí el látigo y le dí otros cinco con la misma fuerza provocando tambien que se retorciera y gritara a cada latigazo

  • Ahora comprueba como se ha mojado del gusto que le ha dado ser azotada

Pasé mis dedos por su coño y efectivamente estaba bien mojada

  • Has visto como le gusta?
  • Pues sí, ya veo
  • Y a ti sumisa?
  • Si, mi amo, contestó todavía jadeando

Yo estaba alucinado de ver cómo Sandra interpretaba su papel con total humillacion y sumisión como una autentica perra

  • Vamos a la cama a rematar la faena.

Agarrando a la sumisa por la cadena nos sentamos en la cama y la hizo arrodillarse. Nos sacamos la polla que enseguida fue tomada por la sumisa lamiendo alternativamente una y otra con mucha aficion. Nos pasabamos la cadena tirando de ella para forzarla a engullir ahora una polla, ahora la otra hasta que tenia que soltarse para respirar. Le dije a J. C.

  • Quieres tu petarle el culo?
  • Vale

Se levantó a buscar las gomas, ya que si bien yo me la follaba a pelo, no quería ensuciarle la cama y se las dió a la sumisa para que nos las pusiera. Era muy buena poniendolas con la boca y asi nos lo hizo a los dos. Le pasé la mano por su coño rezumante y le embadurné su agujerito trasero. J.C. hizo lo mismo. Me coloqué a Sandra con las piernas bien dobladas y abiertas y con el culo en pompa para que J.C de rodillas sobre la cama pudiera empalarla. La ensartamos cada uno por su agujero en medio de los gritos de la sumisa al sentirse enculada La agarré abrazando su cuerpo con el mio  y empezamos a bombearla procurando sincronizar los movimientos. Empezó a dar gemidos de placer al sentirse sus dos agujeros llenos

  • Folladme bien cabrones
  • Callate puta, no hables. Solo puedes gemir y gritar de placer

Le arreó una bofetada en su culo enrojecido lo que  provocó que soltara un grito

Esto todavía nos excitó mas. La sumisa estalló en un orgasmo con gritos y gemidos que debian oirse por todo el edificio. Al mismo tiempo nos fuimos corriendo todos quedandose Sandra encima mio exhausta. J.C se separó y tuve que sacarmela de encima porque no se movía.

  • Genial, fantastico este trio, dijo J.C
  • Y tanto que sí, le contesté
  • Y tu sumisa, has disfrutado?
  • Si mi amo, ha sido un placer
  • Venga vete al lavabo a limpiarte y vistete que nos vamos
  • Oye J.C. todo esta demostración me ha dado muy buenas sensaciones
  • Cuento contigo para educar a la sumisa. Ya has visto que esta muy dispuesta y le gusta este rollo
  • Por mi encantado, creo que voy a disfrutarla mas que nunca después de ver hasta donde puede llegar
  • Entre nosotros, esta tia es un chollo, tienes mucha suerte que sea tu novia aunque tengas que compartirla conmigo
  • Y que lo digas, estamos totalmente de acuerdo

Nos chocamos las manos en señal de complicidad

Nos despedimos no sin antes recordarnos la cita para el sabado a la 11 de la mañana para la prueba de aptitud de la aspirante a sumisa. De camino a casa Sandra me dijo:

      • Te ha gustado mi actuación?
      • Soberbia como siempre. Esta vez has sido una mujer objeto como nunca
      • Si, me va este papel de objeto
      • Ya te dije que siempre seras mi juguete y tambien…. el de otros