miprimita.com

Mi vecino(III)

en No Consentido

¿Una noche muy larga? ¿A que se referia? Yo ya estaba agotada. Solo queria dormir. O por lo menos ducharme, me sentia muy sucia. Me levante de la cama, aun desnuda y me dirigi a la cocina, donde estaba Rafa sin camiseta haciendo palomitas.

-¿Aun no te has vestido?-dijo sonriendo.

-Esque... ¿me podria duchar?Voy a mi casa a por ropa limpia y vuelvo.

-¿A tu casa? ¿Y si no vuelves?-contesto poniendose serio.

Me acerque a el, le puse un dedo en el pecho y fui bajando hasta su pantalon.

-Por favor...-dije mirandole.

Rafa tuvo un escalofrio y asintio.

-Esta bien, pero no tardes.

Mientras iba a casa me di cuenta de una cosa. A Rafa le gustaba de verdad, por la forma en la que habia reaccionado. Si le despistaba y hacia que el confiara en mi, podria conseguir el video, y entonces no me podria hacer chantaje.

Sonreí, sabiendo que era un buen plan, y cogí un conjunto negro y azul, y solo unos shorts, me duche, me puse todo y cruzé el descansillo hasta llegar de nuevo a su casa. Llame al timbre y Rafa me abrió.

-Cuanta menos ropa mejor,¿eh?-dijo sonriendo.

-Si-dije agachando la cabeza.

Él me sujetó la barbilla y me alzó la cabeza. Me miro a los ojos y se agachó para besarme. Le besé como nunca antes lo había hecho, segura, sin siquiera cerrar los ojos. El se dio cuenta y nuestras lenguas chocaban, jugaban. Me mordio la lengua, yo a él los labios. Entonces sonó mi movil.

Nos separamos y lo cogi del bolso. Era Juan.

-Cogelo y pon el manos libres-dijo Rafa.

Yo solo esperaba que a Rafa no se le ocurriera hacer nada.

-Hola cariño-respondí.

-¡hola cielo!¿Como estas despues de lo de...esta tarde?

Me sonrojé y Rafa sonrió, pero no dijo nada.

-Bien, estoy bien, aunque cansada.

-No me extraña-dijo riendose- ¿Quieres repetirlo mañana?

Vi que Rafa negaba con la cabeza.

-No, lo siento, esque... es demasiado pronto, cariño-mentí.

-No pasa nada, entonces, mañana te llamo vale?-dijo decepcionado.

-Claro, mañana hablamos.

-Te quiero enana.

Dude un segundo, pero al final dije:

-Te quiero.-Y colgué.

Dos lagrimas me cayeron por las mejillas. Rafa me miró, serio.

-Ese cabron te lo esta haciendo pasar mal.

-Mentira, el cabron eres tu, No es culpa mia que yo te gustara, ni que hicieras esto, eres un gilipollas.-dije enfadada.

Rafa me dio un puñetazo. Caí al suelo, pero me levanté.

-Escúchame zorra. Eres tu la que tiene la culpa de ser tan zorra. De querer tantas pollas a la vez. Y si, me pones, y mucho. Se acercó a mi y me empujó hasta su habitacion. Me tiro en la cama y me dijo que me estuviera quieta. Estaba asustada por que me podria hacer.

Volvió con un maletín negro, lo puso en el escritorio y lo abrió. De el sacó unas esposas. Me sujeto los brazos y me los puso por detras, inmovilizandome.

-Si no haces mucho ruido no te pondré la mordaza.-dijo sacandola del maletin. Tambien sacó unas cuerdas, y las dejó a un lado.

Me agarró de la trenza y tiro de ella hasta que me puse de pies. Me soltó el sujetador y tiro de mis pezones. Yo intentaba no hacer ruido para que no me pusiera la mordaza, pero el tiró mas fuerte a aun, tanto que pense que me los iba a arrancar. Grité y el me dio un tortazo. Luego me pego en las tetas hasta que se me pusieron rojas. Me quito los shorts y el tanga.

-Chupamela, zorra.

Me arrodille y le baje el bóxer con la boca. El la agarro y y me la metio en la boca. Me sujeto la cabeza y la saco. Me la metia otro poco y me la volvia a sacar para que respirara. Me daban arcadas y no me daba tiempo a respirar, porque me empujaba contra el todo lo que podia contra el.

Por fin se cansó y se apartó. Me ordenó tumbarme en la cama y me la metio sin avisar. Me habia hecho mucho daño, porque yo no estaba mojada aun. Volví a grtar de nuevo, y cada vez que me la metia soltaba otro pequeño grito.

-Me gusta que sufras. Me pone mucho.-dijo aumentando la rapidez de sus embestidas.

De repente la sacó y me metió un dedo en el culo. Iba a protestar, pero no me queria llevar otro golpe suyo, asique me callé y deseé que tuviera algo de compasión.

Otro dedo mas. Y otro. Cuando decidió que mi ano estaba suficientemente dilatado me metio su polla. La empezó metiendo despacio, y cuando la punta estaba dentro, me la metió de un tirón.

Grté con todas mis fuerzas y el me tapó la boca. No podia respirar y las lagrimas me salian a borbotones por los ojos.

Rafa la sacaba y la metia cada vez mas rapido y casi no podia respirar por su mano. Deje de gritar para que me quitara la mano y asi pude respirar mejor, pero seguia llorando. Solo deseaba que terminara ya.

Despues de mucho rato lo note correrse y se salió, y yo agradecí que la sacara. Estaba agotada.

-Sientate.

Obedecí y él me quitó las esposas. Tenia los brazos entumecidos y semen chorreando de mi culo.

-Así aprenderás a no volver a insultarme, zorra.

Miré el reloj. Eran las tres de la mañana y me dolia todo. Cerré los ojos.