miprimita.com

Una asistenta que conoce todos mis secretos (5)

en Fetichismo

     Buenas de nuevo! Para los que no me conocéis soy Rafa y si queréis leed mis relatos anteriores para conocer mejor la historia de éste. Bueno, como parece no gustar mucho el experimento, continuaré con la historia y personajes iniciales.
 
     Bien, si no recuerdo mal, tras un gran día de exhibicionismos por mi parte y la de raquel, ésta "práctica" se hizo cada vez más común, llegando a ser algo habitual entre nosotros. Después de la temporada de primavera, llegó el verano que, como siempre en mi ciudad, hace un calor mortal. Suerte que tengo una piscina propia para pasarme las horas muertas ahí metido. Llegando ya a mitad de Junio (2010), acabé las clases y empecé a pasar mucho mas tiempo en casa, lo que hacía que el aburrimiento me invadiera a diario. Aquel verano, Raquel decidió seguir trabajando, a pesar de que no era realmente necesario, pero de lunes a jueves y menos horas al día. A mí me vino de lujo, podría seguir con nuestro rito durante todo el verano y poder buscar nuevas maneras de hacerlo. A la semana siguiente de acabar las clases, me lo tomé con calma y no hicimos nada, yo por mi parte, me pasaba los días durmiendo y poco más. Pero a mitad de la segunda semana, me vinieron las ganas exhibirme de nuevo y como teníamos la piscina lista, me busqué las habichuelas para volver a las andadas. El segundo miércoles después del fin de curso, empecé a tomar el sol en el jardín, en una de las tumbonas que tenemos junto a la piscina tras bañarme un rato. Me tumbé, todo mojado, me eché un poco de crema y recordé que el verano anterior, en el día de san juan, tras tomar el sol durante toda la mañana, me quedó un corte de sol por el bañador, por lo que decidí tomar el sol en cueros, total es mi casa y no me ve nadie excepto los vecinos más próximos. Cogí el móvil y puse algo de música mientras me relajaba al aire libre. Se me pasaron las horas sin darme cuenta y llegó Raquel. Cuando abrió la el portón del jardín, no me dí ni cuenta por la música, así que me quedé tumbado. Élla cerró y me vio totalmente desnudo en la tumbona como si nada, se acercó, me miró unos segundos y me tocó en el hombro.
 
+Rafa, que te van a ver los vecinos...
 
-Ueegh! Qué susto...
 
+Perdona, hijo, creía que me habías escuchado entrar.
 
-Es que estaba en mi mundo, con la música y eso...
 
+Ya, ya veo lo bien que te lo has montado, pero ten cuidado que te pueden ver los vecinos desde sus balcones
 
-Me da igual, estoy en mi casa no?
 
+Cierto... Bueno que, cogiendo colorcito para el verano?
 
-Sí, a ver si cojo algo.
 
+Te habrás echado crema no? Porque si no si que vas a coger un buen moreno y sobre todo ponte crema ahí abajo que ésa zona es muy sensible.
 
-Ya, ya tranquila, ya me he echado en todo el cuerpo y sobre todo en la polla, fíjate la tengo blanquita de la crema.
 
+Bien, bien no querrás quemarte esa cosita, no?
 
-Por supuesto que no, lo tengo todo controlado, pero tengo un problemilla.
 
+Dime.
 
-Que a la espalda no me llego del todo y no me he echado bien la crema.
 
+Vale pues si quieres gírate y te echo yo.
 
-Perfecto.
 
     Me levanté y me volví a tumbar boca abajo y mientras me acomodaba, élla ya me estaba echando crema. Empezó a echarme una línea de crema por toda la espalda y a untarla lentamente.
 
+Te la echo por toda la espalda? O ya te has puesto tu en algún sitio?
 
-Me he puesto un poco pero, échame de nuevo, no importa.
 
+Y los hombros?
 
-También.
 
+Allá voy.
 
     Tras unos minutos de masajeo, quedándome casi dormido, me salió un comentario involuntario.
 
-Qué gusto, tienes las manos muy suaves...
 
+Gracias, primor. Ahora voy a ponerte crema en el culo que lo tienes muy blanquito, te parece?
 
-Claro, cómo no, no te cortes.
 
+Jaja, qué bonico.
 
     Entonces me echó dos pegotes de crema, uno en cada cachete, y comenzó a masajearme el culo lentamente y apretando de vez en cuando. Cuando acabó metió las manos en el agua para limpiarse y se enderezó
 
-Muchas gracias, Raquel.
 
+De nada chico, ha sido un placer aunque es una pena que ya te hayas echado crema en la polla...
 
-Todavía puedes ponerme crema ahí si tu quieres, eh?
 
+Tranquilo, era una broma. Bueno voy a entrar.
 
-Vale, como quieras... yo me quedo aquí un ratillo más.
 
     Entonces me miró entero de nuevo, me dio una cachetada en el culo, se dio la vuelta y se fue. A los pocos segundos de irse, me di la vuelta, me miré la herramienta, empalmada y toda blanca de la crema y empecé a restregármela para que se filtrase mejor. Como había estado Raquel justo al lado, toqueteándone y mirándome de arriba a abajo, se me había empalmado y con el restregón de la crema me puse muy caliente, así que me puse a masturbarme. Tras unos minutos de pajeo, desde la terraza de la casa, Raquel, recogiendo la colada, me veía y cuando acabó de recogerlo todo, me chifló y me saludó con la mano. Yo sorprendido, me quedé quieto creyendo que sería un vecino, miré arriba y la vi a élla. Suspiré y saludé también con la mano, mientras que con la otra volvía a pajearme.
 
     Una hora después, todo acalorado, me tiré a la piscina para refrescarme pero me salí enseguida, cogí las cosas, entré en casa y de camino a la ducha me fui secando. Dejé las cosas en el baño y me dispuse a ducharme. Pocos minutos después de empezar entró Raquel en el baño, cosa que no esperaba, al parecer no me di cuenta de que no eché el pestillo. Élla se dio un pequeño repullo ya que no se esperaba que yo estuviese ahí, pero aun así entró.
 
+Ui! Perdón, iba a dejar unas toallas.
 
-Emmm... se me ha olvidado echar el pestillo, bueno no importa, adelante.
 
+Jajaja, tienes la pichilla escondida...
 
-Ya, es que con el agua de la piscina todo encoje, sabes? Pero tranquila que ya vuelve.
 
+Ya, ya lo suponía. Ahora vengo...
 
     Entonces salió del baño corriendo y riendo, pero no se a qué y tras un par de segundos estuvo de vuelta con el móvil.
 
-Qué haces con el móvil?
 
+Una fotillo, que me hace mucha gracia...
 
-No seas así, déjame!
 
+Bueno ya la tengo, te dejo!
 
     Y salió del baño de nuevo entre risas. Acabé, me sequé y fui a ver lo que había sacado. Entré en el comedor y  estaba con el móvil riendo de nuevo.
 
-De qué te ríes?
 
+Le estoy enviando las fotos a una amiga...
 
-En serio? Dame éso! Déjame ver qué le has enviado!
 
+Te dejo ver las fotos si no las borras, vale?
 
-Bueno... A ver... Has hecho 3 fotos?
 
+Sí, mira en estas 2 tienes la pichilla pequeñita, pero en esta última ya vuelve a salir grandota, jeje.
 
-Estás fatal de la cabeza...
 
+Venga hombre si sólo es una broma, si ya he hablado mucho con ella de lo que hacemos y le encanta, para que lo sepas...
 
-Bueno, ésta te la paso, ya me la devolverás...
 
+Te tomo la palabra... Bueno voy a hacer cosillas.
 
-Vale, vale...
 
     Acto seguido me subí a mi habitación para unas cosas, pero despues de una hora o así me puse a pensar en lo de las fotos. Porqué le contaría a alguien lo que hacemos ella y yo? Será su amiga otra fetichista o exhibicionista? Que extraño...
 
     Poco después, no sé porqué cogí el móvil y me hice unas cuantas fotos a mi pene, por supuesto, totalmente empalmado. Entonces bajé de nuevo y Raquel estaba ya preparando la cena, me puse a su lado y comenzamos a charlar.
 
-A qué ha venido eso de las fotos?
 
+No sé, me ha dado por ahí. Te ha molestado? Puedo decirle que las borre, si quieres...
 
-No, no si me da igual, es más si quieres fotos de mi polla, pídemelas que te dejo que me hagas una sesión entera si quieres o te paso unas cuantas que me he hecho yo mismo, pero no me las hagas así de improvisto que además en ése momento la tenía pequeña.
 
+Vale, la próxima vez te echo las fotos cuando la tengas dura dura. Y a lo de pasarme tu las fotos lo veo bien, sabes?  Luego me las enseñas y me las pasas que se las envíe a mi amiga, que por cierto me ha dicho que le encanta que le envíe fotos tuyas y de tu polla, dice que la tienes muy bonita.
 
-Qué guarrilla... Pues mira por dónde, aquí mismo tengo unas fotos.
 
+Déjame ver...
 
-Me he hecho 4 o 5, de lado, desde abajo, desde arriba, de frente y todas desde cerca para que se vea mejor.
 
+Están muy bien, se ve de lujo! Pásamelas que se las envíe a ésta.
 
-Sí, claro pones de excusa que se las vas a enviar a tu amiga, pero en realidad eres tú la que más quiere las fotos...
 
+Aish! Me has pillado... No hombre, para qué voy a querer fotos, si puedo verla en persona e incluso tocarla...
 
-Bueno, eso de tocarla... Es broma, cuando quieras.
 
+Estoy deseándolo... Bueno siéntate que la cena está lista.
 
-Vale.
 
     Entonces me senté a cenar mientras élla termimaba de lavar los platos. Enseguida acabó y se fué mientras yo aún seguía comiendo. Cuando acabé me puse en el ordenador un rato y me acosté. Al día siguiente, por la mañana me levanté temprano y me cogí las medias rosas con liguero, un tanguita blanco y una camiseta, sin pantalones, y bajé a desayunar. Raquel ya había llegado y estaba limpiando el salón, en cuanto me vió bajar vino a la cocina a preparar el desayuno.
 
+Ya has vuelto a los modelitos de medias y tangas?
 
-Sí, hacía ya tiempo que no me ponía algo de esto.
 
+Me alegro, de verdad que hace tiempo que no las usas.
 
-Echaba de menos esto, sabes?
 
+Ya lo suponía... Y sácate la pichilla del tanga que lo vas a reventar, que no se ni como no se te ha salido ya.
 
+No, no, aguantará tranquila.
 
-Ten cuidado a ver si se te va a partir... Es broma, pero no es bueno que tengas mucha presión ahí.
 
+Pues entonces me la saco, no me quiero arriesgar...
 
     Entonces sin pensármelo dos veces, me aparté el tanga y me la saqué y estaba durísima, por poco no atraviesa el tanga.
 
+Así está mejor, ves? No te sientes más libre?
 
-Sí, lo sé mucho mejor, ya lo sé, recuerda que he estado haciendo esto antes.
 
+Sí, sí es verdad perdona. Bueno voy a seguir con el salón.
 
-Vale.
 
     Después de esto, desayuné y volví a mi habitación para usar el ordenador otro rato. Un par de horas después, bajé al jardín a bañarme un rato y tomar el sol. En vez de ponerme un bañador decidí meterme en el agua con las medias pero sin el tanga. Estuve relajándome en el agua durante una hora y llegando a la hora de irse Raquel, decidí salir. En ese mismo momento, justo antes de salir del agua, apareció ella en el jardín y se sentó en una de las tumbonas.
 
-Ya te vas?
 
+No, aún no. Es que he acabado ya y aun queda como media hora para que vengan a recogerme.
 
-Vale, perfecto. Justo ahora iba a tumbarme para tomar el sol y me vendría de perlas que me ayudases con la crema.
 
+Como quieras. Estas muy mono con las medias, pero deberías quitártelas para tomar el sol.
 
-Vale, dame un segundo.
 
+Es que ya hasta para bañarte te pones medias y, el tanga? Se te ha caído dentro de la piscina? O te lo has quitado? Eres de lo que no hay...
 
-Qué más da si sólo vas a verme tu y ya que llevaba las medias antes, no ensucio un bañador y el tanga me lo he dejado en la habitación. Anda ayúdame con las ligas que así mojado me cuesta quitármelas.
 
+Ven aquí que te las quite, si es que no se ni como has sido capaz de ponértelas.
 
-Que sepas que me he tirado como 10 minutos para ponérmelas bien, sobre todo me cuesta más engancharme las de detrás.
 
+Ya está, ligas fuera. Y no me acerques la polla tanto, que me vas a dar en la cara con ella...
 
-Perdón, es que si no como me pongo para que me quites las ligas?
 
+Bueno no importa y dame las medias que las deje en la silla para que se sequen, sécate tú y túmbate que te eche la crema.
 
-Listo, dame por la espalda y ya si eso me echo yo por delante.
 
+Tus deseos son órdenes...
 
     Tras tumbarme, boca abajo y desnudo, Raquel comenzó a echarme crema por los hombros, masajeando lentamente describiendo círculos con las manos. Acto seguido me volvió a echar un poquito de crema en la espalda y a masajear de nuevo, después el culo, donde creo que se tomó más tiempo del necesario, pero bueno, y justo cuando estaba a punto de quedarme dormido por el masaje, acabó por echarme crema en las piernas y me dijo que me diese la vuelta. Tardé unos segundos en reaccionar y enseguida me volteé, todo empalmado, de cara a Raquel.
 
-Me estaba quedando dormido... Qué gusto de masaje!
 
+Jaja, gracias ya lo suponía. Quieres que... te eche crema por delante?
 
-Por supuesto! Sigue con el masaje, por favor! Que lo haces de lujo...
 
+Vale, vale. Cierra los ojos que te echo en la cara un poco tambien y ahora te pongo por el resto del cuerpo
 
     Entonces cerré los ojos y noté como Raquel me echaba unas gotitas de crema por la cara y justo después me la restregaba bien. Acto seguido me echó en el pecho y en el vientre, masajeando bien y cuando acabó se paró unos segundos, por lo que abrí los ojos para ver que hacía. Le miré y élla me estaba mirando la herramienta fijamente sin saber qué hacer, entonces me miró y me hizo un gesto para ver si queria que me echase crema ahí y le respondí con otro gesto con la cabeza permitiendo que lo hiciera, todo ésto sin una palabra de por medio. Sin quitarme el ojo de encima cogió el bote de crema, se echó un poco en las manos y se dispuso a ponérmela en la polla. Respiró hondo y acercó sus manos lentamente, en cuanto hizo contacto uno de sus dedos bañados en crema con mi glande al descubierto, me recorrió un increíble escalofrío por todo el cuerpo, haciendo que tuviera que reacomodarme en la tumbona y que Raquel parara unos segundos para que me acomodara de nuevo. Entonces acercó ambas manos de nuevo para seguir con el masaje. Me agarraba bien fuerte el pene como si no quisiera que se escapara, con un movimiento lento de arriba a abajo acariciando a su vez la puntita con los dedos una mano y los huevos con la otra. Estuvo cerca de 10 minutos masajeando ésa zona y yo, más que relajado, estaba cachondo y a punto de correrme, así que le avisé de que estaba a punto de venirme. Paró varios segundos, me miró sonriente sin decir una palabra y siguió pajeándome como si no me hubiera escuchado aumentando el ritmo. No tardé en correrme y todo el semen se esparció por mi cuerpo: un poco cayó en mi vientre, otro poco en mis muslos, otro poco en sus piernas y lo que goteaba por la punta, resbaló hasta sus manos. Se restregó mano con mano lo que tenía en ellas y se dispuso a restregarme lo que yo tenía en mi cuerpo, lentamente subía hasta el pecho y volvía a bajar hasta los muslos durante unos minutos. Cuando todo había filtrado bien en mi piel, me volvió a coger la polla para darle un último meneito para que volviera a empalmarse, miró su reloj, me acarició la mejilla y se fue.
 
     Después de ese gran rato que pasé, me quedé una hora más tomando el sol. Luego me puse a hacer algunas cosas antes de comer, me quedé frente a la televisión algo así como dos horas y de nuevo salí a la piscina a mojarme un rato y ponerme al sol otra vez. No pasó más de una hora cuando Raquel llegaba para su turno de tarde. Yo, desnudo tumbado frente a la piscina, me había quedado dormido y no sabía que élla ya estaba de vuelta, por lo que cogí mi ropa y volví adentro con la ropa en la mano, lo dejé todo en un sofá del salón y me dirigí a la cocina a por algo para beber. Rebuscar en la nevera un refresco o algo de agua hizo que no me diera cuenta de que Raquel había entrado en el comedor al acabar de recoger la colada, así que cuando encontré una cerveza, cerré la nevera y cuando la ví ahi delante me quedé de piedra. Yo, desnudo, con una cerveza en la mano y mi polla empalmándose por momentos, frente a Raquel que me recorría el cuerpo con su mirada y me clavaba sus ojos en el mástil. Por mi parte, analizaba también cada una de las prendas que élla vestía: una camiseta amarillenta de finos tirantes, muy abierta por los lados, bastante suelta y sin sujetador, por lo que no es dificil verle los pechos al completo; un diminuto y apretado short azul de chándal moderno de esos que dejan ver la parte baja del culo y que por delante se marca la rajita; y por último unas medias de rejilla amarillas a juego con la camiseta. Al ver ése conjunto, me quedé boquiabierto, sin poder decir palabra pero con un empalme descomunal. Sinceramente no sabía que Raquel ya estaría en casa y menos así vestida.
 
-Madre de Dios! Y ese modelito?
 
+No sé, me apetecía venir fresquita ahora que estamos en verano.
 
-Y tan fresquita! Se te ve todo y se te marca todo!
 
+Bueno, quiero enseñar carne mientras todavía pueda. Y además no sabes el calor que hace en la calle.
 
-Vale sí hace calor, pero de ahí a enseñarlo todo, hay un gran paso, no crees?
 
+Mira quién fue a hablar, el que va desnudo por la casa.
 
-Bueno ya, pero como bien has dicho, en casa. Tú venías en el autobús.
 
+Pues no, hoy me han traido en coche.
 
-Aam, bueno pues seguro que alguien te habrá visto.
 
+Lo dudo mucho, pero aun así si alguien me ha visto que mire todo lo que quiera que es lo único que va a poder hacer.
 
-Qué tía... Y por cierto, no llevas nada debajo del short?
 
+No, solo las medias. Por qué, se me nota mucho?
 
-Pues sí, la verdad. Se te marca el chochito a la perfección.
 
+Lo sé, te crees que las chicas no nos damos cuenta de cuando se nos marcan los pezones o el conejito?
 
-Ya me olía algo, si es que en realidad sois unas morbosas.
 
+No te pases tampoco.
 
-Perdona, calentorra buenorra...
 
+Bueno que, vas a quedarte ahí parado analizándome y desnudándome con la mirada?
 
-No, perdón, es que me ha sorprendido que vengas así vestida.
 
+Pues no deberías sabiendo cómo vistes tu a veces...
 
-También es verdad. Bueno voy a vestirme.
 
+Emm... Si no quieres tampoco hace falta, eh? Que estas en tu casa...
 
-Tu lo que quieres es verme desnudo, no? Que no has parado de mirarme la polla en todo el rato que llevamos hablando.
 
+Hombre si te pones así delante mía, pues que menos que alegrarme la vista... no?
 
-Te digo exactamente lo mismo.
 
     En ése momento salí del comedor para ponerme de nuevo la ropa, pero antes de salir me volteé en el momento exacto en el que Raquel clavaba sus ojos en mi trasero. No dije nada, sólo sonreí y fui a vestirme. Después estuve bastante rato tumbado mirando la televisión hasta poco antes de la hora de cenar. Me levanté del sofá y me decidí a coger otro modelito de los míos. Me decanté por unas medias de liga, pero en esa ocasión, una pierna blanca y la otra negra, el liguero blanco, un tanga negro muy pequeño, una camiseta y de nuevo sin pantalones. Justo después de vestirme me llamó desde el comedor, así que no tardé en bajar. A medida que bajaba, como siempre, me empalmaba más y más por lo que me la saqué por encima del tanga, sujeta por las ligas y pegada a mi vientre. Cuando llegué a la cocina, ella aún estaba acabando con algunas cosas así que me senté sin más. Pocos minutos después se acercó a su bolso y a escaso medio metro me daba la espalda y se inclinaba levemente hacia delante, dándome un perfecto plano de su culo. Estuvo así durante un par de minutos permitiéndome acercar la cara poco a poco a su trasero, captando el olor que rezumaba de su coñito, hasta un momento en el que se le cayó algo del bolso, se agachó poniéndose en pompa y acercó su culo y su coño marcado en el short aún más a mi cara, a unos 10cm de distancia. En ése instante, impulsivamente, acerqué dos dedos a su chochito y la acaricié presionando suavemente a lo largo rajita, permitiéndome sentir en mis dedos los hilos de las medias que se entrecruzaban sobre su conejito, entonces oí un pequeño gemido que supongo no pudo evitar dejar salir. Enseguida se enderezó y me miró, pensé que se habría enfadado, pero no.
 
+Chiquillo, avísame antes de hacer algo así que no me lo esperaba...
 
-Es que te me pones así delante y...
 
+No sabes el susto que me he llevado. Me han temblado las piernas y he estado a punto de caerme.
 
-Perdón, ha sido un volunto. Es tenía que hacerlo.
 
+Ya, seguro... Por cierto, miras la fotos que tengo.
 
-Y eso? Es mi polla? Cuando me has sacado esas fotos?
 
+Cuando he llegado a casa, que estabas dormido ahí fuera tomando el sol en pelotas.
 
-Es verdad, no me he dado ni cuenta de cuándo has entrado.
 
+Pues eso, me ha dado tiempo a hacer unas cuantas.
 
-Mira a ver si me haces mas fotos...
 
+Es que no se te empalmaba en las primeras.
 
-Y cómo has conseguido que se me empalmara en las últimas?
 
+Pues he tenido que tocártela un ratito para conseguirlo.
 
-Que viciosilla... Pues ya que tienes tantas fotos mías, o más bien de mi herramienta, a ver si me pasas alguna de tu conejito.
 
+Qué listo! Bueno, ya veremos... Por cierto, ahora que estás así de guapo, déjame que te haga otro par de fotos con las medias y eso
 
-Jeje, vale, vale, hazlas ahora que estoy empalmado.
 
+Venga y agárratela un poco, como si te estuvieras masturbando.
 
-Así?
 
+Perfecto! Un día me voy a traer una cámara buena que tengo y te hago buenas fotos.
 
-Cuando quieras! Yo estoy encantado!
 
+Qué bonico...
 
     En ese momento acabé de cenar y élla, rápidamente, lavó los platos y se fue a la entrada de la casa, mientras me acababa el postre. Salí y me senté en unos escalones para despedirla.
 
+Bueno, chico, tengo que irme que hoy me toca coger el autobús.
 
-En serio? Y vas a coger el bus así vestida?
 
+Y que esperas que haga?
 
-No sé, ponte algo que tape más. Si es que por qué no lo pensaste antes de salir de tu casa?
 
+No sabía que tendría que cogerlo, me han avisado de que no pueden recogerme hace un par de horas.
 
-Hay que ver...
 
+Ya, bueno... En realidad estoy un poco impaciente por subirme ya al bus y ver que pasa.
 
-Te estás pasando al exhibicionismo, eh?
 
+Me lo has pegado, maldito seas!
 
-Si seguro que te pone enseñar carne por ahí, si no no habrías venido así vestida.
 
+Cómo me conoces... Bueno me voy que lo pierdo. El lunes te cuento qué tal.
 
-Venga, hasta el lunes.
 
+Hasta el lunes. Y deja de mirarme las tetas, ya sé que se me ve todo con esta camiseta, pero no seas tan descarado.
 
-Qué más da, si ya me las has enseñado mas de una vez y me encantan, ya lo sabes. Y ya ves si se te ve todo, que sepas que vas a tener mínimo un par de tíos mirándote todo el trayecto por si se te sale una teta.
 
+Ni lo dudes... Ya me encargaré yo de animarles el viaje. Adiós! Y no te masturbes pensando en mí, vale?
 
-No te prometo nada, jeje.
 
     Entonces acabó de calzarse y se fue corriendo. Yo me senté en el ordenador y estuve un par de horas antes de acostarme. Pensé en lo que me dijo antes de irse y le hice caso, no me masturbé antes de dormir.
 
     Al día siguiente (viernes) a penas me moví del sofa, todo el día tirado frente a la tele menos para comer y para ponerme un par de horas al sol. Ése mismo día me acosté temprano, impaciente por que acabase el fin de semana. Sábado, más de lo mismo: sofá y televisión, desayuno y televisión, sofá y ordenador, comida y televisión, siesta, piscina y tumbona, sofá y televisión, cena y televisión, sofá y televisión, y por fin, cama. Totalmente dormido, sobre las 3:00 de la mañana, me despierta un sonido y al abrir los ojos veo una luz, el móvil. Al mirarlo vi que me llegaron unos cuantos mensajes al Whatsapp, como no suelo tener un buen despertar y menos si es a las tantas de la madrugada, me dispuse a leer los mensajes por si era importante, pero con mala cara y maldiciendo entre dientes. Al abrir la aplicación vi que era Raquel la de los mensajes, nada más y nada menos que 20 mensajes. Yo extrañado me incorporé de la cama pensando en si le habría pasado algo de camino a su casa. En cuanto abrí la conversación, el primer mensaje: "Rafa, he estado pensando en lo que me dijiste y quiero devolverte el favor. No es justo que sólo yo tenga fotos tuyas, así que aquí te dejo unos regalitos, espero que los disfrutes como tú sabes (ya me entiendes *guiño*)". Tras leer este mensaje, me quedé de piedra, los otros 19 mensajes eran fotos de ella misma desnuda, con modelitos, de sus tetas, de su coño y masturbándose. Ahora entendí el porqué de lo que me dijo de no masturbarme, me tenía preparado una sorpresa. Así que, ya más que despierto y cachondo, encendí una pequeña lámpara y empecé a masturbarme mirando las fotos, pero enseguida paré y me puse a pensar, entonces cogí una cámara de vídeo y la puse a grabar enfocándome la polla. Volví a coger el movil para ver las fotos y empezar a masturbarme de nuevo. A medida que pasaba cada imagen me pajeaba más y más rápido y justo cuando llegué a la última, me giré a un lado y me corrí, casi tanto como aquella vez que lo hice frente a ella. Todo el semen cayó en el suelo, excepto unas cuantas gotas que se quedaron en la cama. Acto seguido cogí la cámara y grabé la gran línea de semen que quedaba en el suelo, me enfoqué a la cara, le mandé un beso dedicándole la corrida y corté el vídeo. Tras limpiarlo todo, me acosté exhausto.
 
     Al día siguiente (domingo), me levanté en cuanto pude, a las 14:30 ya que dormí como nunca, comí lo rápido que pude y me puse con el ordenador para tratar de pasar el vídeo de la cámara al móvil. Tras trastear un rato, lo conseguí y mientras se transfería el vídeo, metí las fotos que me envió Raquel en el ordenador también. Después de eso hice mas bien poco, solo pensar en aquellas fotos. Al llegar la noche, con mi vídeo en mi móvil, le mandé un mensaje a modo de agradecimiento: "Raquel, gracias por tu regalito, me ha encantado, supongo que ya lo sabías pero quiero enseñarte lo mucho que he disfrutado mientras las veía.", y en el siguiente mensaje, el vídeo. Serían ya las 23:30, por lo que sin nada más que hacer, me acosté esperando su respuesta.
 
     

     Bueno, esto es todo por ahora. Se que he tardado mucho más de la cuenta en publicar este capítulo, os ruego me disculpéis, pero he estado haciendo cosas y no me ha dejado mucho tiempo para escribir, además sólo de pensar en todas estas historias, me pongo a cien y me cuesta no tener que desahogarme mientras escribo.

 

     Espero que os haya gustado y no tardaré mucho en sacar la siguiente entrega, antes de que os déis cuenta lo tendréis publicado, además he estado en ello antes de publicar ésta. Así que os mando un abrazo para todos aquellos que hayáis leído mis anteriores relatos y os espero para el siguiente relato.

 

     Si os interesa, a medida que avanza la historia, Raquel y yo nos volvemos, digámoslo así, más cercanos, más que unos simples exhibicionistas. Os deseo un buen verano y no olvidéis comentar tanto si os gusta como si no.

 

     Gracias a todos y sed malos, mis pequeñ@s exhibicionistas.