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Vidas prestadas

en Lésbicos

I

Raya el sol un insipiente sol tornando el cielo de naranja, en la habitación las penumbras eran reemplazadas por los dorados rayos del astro rey. La alcoba circular iluminada se hallada de un color azul, a un lado el lecho y en el despertaba con suaves movimientos una chica atlética pelirroja su figura delgada pero fibrosa, ya levantada se arrojo al suelo su ritual al despertar; una serie de lagartijas y abdominales que por alguna razón hoy era ansiosa agresiva como si se estuviera castigando de cierta manera, o como si le faltase algo o se descargara algún tipo de preocupación, al terminar su estilizada figura camino a una pequeña puerta que da al lavabo en el contempla su figura en el espejo, se siente viva, pero cavilando, esta pensativa Annabel se contempla es bella; su anatomía reflejaba una complexión fuerte desnuda sonríe, aunque sus ojos aun están inseguros. ¿Quizá pero porque? Entrando en la ducha lava su cuerpo sudado después de la sesión deportiva. Aunque ejercitarse siempre le ayudo a relajarse después de una reflexión esta vez no.

Pensó el motivo de su ansiedad, fue los sueños esos sueños que hacía ya varios días le incomodaban, soñaba con una rubia tierna de ojos verdes de un verde como el agua de algunas paradisiacas playas, una sonría que le hacía son reír. La noche anterior soñó tan vívidamente

Yacía en un hermoso lecho, con dosel de color purpura, sabanas de seda, en unos aposentos dignos de alguna aristócrata de la era victoria y junto a ella la rubia de ojos verdes yacían abrazadas le transmitía seguridad y ternura al momento la joven rubia despertó y besándole la saludo con efusiva ternura:

- Hola amor- acariciando su rostro, con una mano mientras que con la otra se ayudaba a salir de la cama, su melena rubia cubría la mitad de su espalda desnuda, aquella joven no tendría ni 16 años su grácil cuerpo resplandecía a la luz de una moribunda lámpara y los suaves rayos del día que también se levanta irradiando un calor glorioso. Annabel no hizo más que tocarse sus labios aquel beso le dio una paz.

- Buen día corazón- también saliendo del lecho, se sorprendió a si misma estaba desnuda sus cabellos alborotados de un rojo vivo, la rubia volteando dijo mordiéndose su labio inferior dijo:

- Me encantas con ese pelo en las mañanas, desatando deseos en mi corazón- acercándose de nuevo la beso, esta vez con pasión, Annabel no supo porque pero respondió ese beso. Allí Annabel despertó, claro lleva tiempo soñando con esa mujer, unas veces la soñaba viendo morir, oyéndose decir palabras amorosas, promesas de amor eterno no sabía porque. Ese día buscaría algo en referencia a sueños vividos, Annabel ese día decidió dejar su atuendo particular de prendas holgada sacrificando la libre comodidad para ir a clase con ropas más ajustadas, que siempre dejaba para ocasiones especiales o aleatorias dos o tres veces por mes, incluso no uso sus habituales ropas interior sino un conjunto que le regalo su madre de braguitas pequeñas con encaje y sujetador también con encaje un conjunto de lencería que usaba muy pocas veces, su pantalón también era muy ceñido dudándolo por un momento, recordando que siempre era objeto de piropos algunos buenos y otros no tanto por parte de sus amigos y de los desconocidos, junto con su camisa también ceñida todo el vestuario realzaría su atractivo de sobre manera, sus padre se sorprendieron un poco, su padre se extraño casi nunca veía a su hija tan provocadora, eso no es que significara algo inquietante pero igual era su pequeña, su madre no cabía de alegría, y le pregunto saludándola:

- Buenos días, Anna, eso un chico especial? Con un tono entre alegre y perspicaz Carmen esta día tras día sacando de quiso a su hija por sus atuendos tan poco femeninos, una vez le dijo que ella con su cuerpo no lo escondería tras esas ropas tan holgadas, algunas veces discutían tanto que Annabel se encerraba en su cuarto para exprimirse físicamente tratando de sacar toda frustración y rabia en los ejercicios de tal modo que quedaba como si la hubieran molido a palos.

- Madre por favor no empieces, ningún chico me gusta aun- con su madre no discutiría, del asunto no aun, su padre conocía el motivo de vestirse más deportivo de su hija, hacia ya unos dos años, descubrió a su hija escribiéndole cartas románticas a una chica, una de sus amigas, hija de un compañero del trabajo, la relación no prospero, para Andrés los gustos románticos de su hija le cayeron en el hígado fue la única vez que discutió fuerte con ella, desde ese entonces le guarda el secreto, para él fue difícil hacerlo. Solo le dio esa mirada cuidado hija:

- Hija trotamos después del trabajo? Le pregunto, mientras examinaba a su hija allí supo que algo le perturbaba.

- Si pa, necesito tu ayuda iremos al parque cuando llegues después de mi tarea- guiñándole un ojo, (Carmen comenzaba a sospechar que le ocultaban algo, había observado que su hija hacia cosa de dos años paso por un mal momento una discusión con Andrés su marido le había grito;..... Cómo? ......no eres mi hija...... Pero...... Bueno, está bien...... Deseo que cuentes conmigo....... Eventualmente lo sabrá...... Está bien hare lo que pueda......

A Carmen esa discusión la dejo frustrada que de por si esta frustrada su hija era más apegada a él, lo único en lo que le confió a ella fue el primer periodo, aunque por ella estaba segura que lo hubiese hablado con él, Carmen estaba un poco celosa, esa discusión y posterior conversación con ella después de hacer el amor dejo más preguntas a Carmen pero se supieron ir por las rama padre e hija.)

- Adiós mama te quiero.- Annabel se despidió de su madre con un beso.- nos vemos en la tarde- le dijo a su padre dándole un beso y entregándole algo, Carmen no se dio por enterada. Saliendo Annabel de la casa sentía ansiedad, presentía que algo de sus sueños era verdad o eso creía ella, de camino a la escuela Annabel repaso mentalmente esta jornada castellano fácil, matemáticas complicada, no le entraban las matemática, filosofía, sociología y geografía económica eran las clases de hoy. El año ya había comenzado tres meses atrás, era su último año, el bachillerato lo tenía tan cerca. Estudiaría comunicación, siempre le llamo la atención los medio, quería estudiar literatura pero su padre no lo quiso así que lo más parecido fue comunicación social, hace casi cinco años llevaba un pequeño diario como poemario, de los  borradores saco un poema con el cual gano un premio en la escuela, recordó como había escrito el poema, era para un profesor el de historia fue uno de los primero que escribo, se lo escribió en el examen final del octavo curso, casi tuvo problemas, ese día el profesor pego el grito, decidiendo dejarla después de clase, el Prof. Le agradeció el gesto pero le prohibió hacer de nuevo, era una buena chica pero no podía permitir esa conducta, le aconsejo que saliera con chicos  y le recordó que era casado.

Llego a  la escuela sin problemas, la estructura escolar ya familiar y a la vez tan opresiva, no sabía porque los arquitectos diseñaban las escuelas como si fueran prisiones; el edificio en forma de cuadro con el frente de grandes ventanales cuadrados y rejas, de un color que en su mejor momento fue blanco ahora algo gris con algunos punto mohoso sobre todo en las esquinas superiores. Annabel  cruzo la cerca americana que formaba el perímetro escolar y se encamino al interior del recinto, saludo a algunos conocidos con la mano, un amigo se le acerco corriendo y pasándole el brazo por el hombro y besándole el cachete le dijo:

-¿Anna que bella esta, desayunamos?- Annabel poniendo los ojos en blanco, Javier quería una relación con ella, aún cuando ella fue clara con él, quitando el brazo de Javier de sus hombros le dijo:

-hola Javi, no ya desayune, voy a castellano nos vemos luego- Annabel sabía que tenía que por fin a esas intenciones aunque ya dijo en el pasado que no era su tipo el chico no se daba por vencido, además nunca podría tener un romance con él, no le agrado dejarle allí plantado, camino hasta su salón  estupefacta quedo cuando vio esa melena rubia hasta un poco más abajo de la espalda, esos verdes ojos con los que venía soñando, la pequeña, rubia estaba sentada al lado izquierdo del que ella normalmente ocupaba, entro excusándose por el retraso, todos los chicos volteaban a verla, mientras las chicas torcían el gesto al ella cruzar, algunas de ellas también la vieron sorprendidas, la pequeña rubia la observo y volteo al otro lado, la rubia Paula esta turbada con la chica que recién había entrado, atrajo de manera inmediata su atención, le resultaba vagamente familiar. Annabel aun turbada llego a su asiento, no pudo concentrarse en lo que se decía en clase, y empezó a garabatear en su cuaderno:

Los ojos, esos ojos verdes

que me han transportado a mis sueños,

mis sentidos son anulados

mi piel siente las caricias que unas manos dulce

caen en mí ser, y mi corazón escapa de mi pecho

con solo sentir tu mirada en la distancia...

Sintió el roce de una suave mano en su brazo;

- chica, presta atención, la profe te llama- Annabel voltea a verla su voz es igual, por soñaba con esa chica.

- Gracias, pau...- comienza a decir pero es interrumpida por la profesora:

- Annabel presta atención, al terminar la clase te quedas un momento-

Paula estaba impresionada no le había dijo su nombre como es que lo sabía, se pregunto la esperaría para preguntar.

La Sra. Calderón termino su clase, estaba un poco molesta Annabel era por mucho su mejor estudiante, pero hoy estaba distraída y ya desde hace varias semanas la observada distante pensativa y ansiosa, no quería permitir un  bajón que ya previa de su mejor alumna.

- Chicos pueden retirarse, y Annabel, por favor ven necesito hablarte.- dijo esto cerrando sus libros guardando su clase en el portafolio, mientras pensaba que decirle a Annabel, siempre le gusto ese nombre, es el nombre del poema conque su esposo la enamoro ese hermoso y triste poema de uno de sus autores favoritos; el inmortal maestro Edgar A. Poe, por la vestimenta de Annabel estaba ya interesada en tener un novio intuía  María Gabriela Calderón también sabía que era una gran experiencia pero también podría ser muy dolorosa, querer a una persona.

Annabel se acerco al escritorio de la profesora, no pudiendo evitar admirar la gran belleza de su maestra de castellano y literatura, recuerda y se sonroja cuando había fantaseado con besar esos rojos labios, la profesora Ma. Calderón tendría 35 años sus vestimentas siempre le realzaban sus atractivas curvas sin llegar a la vulgaridad, tenía una elegancia que a Annabel le encantaba. Seria cuando Annabel descubrió y acepto su sexualidad, después de fracasar cortejando a la hija de uno de los compañeros de su padre, aun sentía tristeza por ello, estuvo segura que Lisa correspondía a sus afectos pero no, el día que le presento a su novio, Annabel sintió como su corazón fue atravesado por el dolor de amor. Claro esta vez no intento algo con su profesora, ya había aprendido con su amor platónico.

María levanta la vista para mirar a su alumna y le dice:

- Annabel, no quiero que veas esto como un regaño, pero estoy notando cierta distracción de tu parte, dime que te está pasando eres joven; no apresures los momentos, recuerda que te debes a un buen futuro......

Annabel no entendía el pequeño sermón de su profesora, y levantando la mano derecha interrumpía a su atractiva profesora:

- Espere profe, espere no se lo tome a mal pero que le sugiere que me pasa algo, si he estado distraída pero es solo que no duerme bien, siempre tengo sueños muy vividos y despierto abruptamente, a veces paso horas antes de quedarme dormida, profe nunca le bajare el promedio solo prometo, hoy es uno de esos días, anoche soñé que corrió por un bosque resbale y caí al momento de caer desperté o eso fue lo que creí, pues me encontré en una habitación que no había visto, abrazada a algún que no recuerdo, el cuarto donde estaba comenzó a caer y allí si desperté después no pude dormir mas profe. Dijo algo nervioso, pues no había sido muy sincera con su maestra.

- Bien- dijo la maestra poco satisfecha pero por ahora eso basta- está bien, ahora necesito que me ayudes con tu nueva compañera, podrías poner al corriente de lo que hemos visto, ya pronto son los finales y debe aprobar por favor.- Annabel se puso muy nervioso, su profesora lo noto, con perspicacia le dijo:

- A ver, dile a tu novio que solo es un par de semanas ya después vas con el.-

Annabel no se lo esperaba y le dijo sorprendiéndose de ella misma al decir:

- No profe lo entendiste mal, a mi no me gustan los tíos, a mi -dijo Annabel poniéndose colorada.- A mi gustan solo las chicas.

- Eso es interesante, aun así haz el favor de poner al corriente a Paula- dijo Ma. Calderón algo incomoda- puedes retirarte Annabel.

Annabel cogió su mochila y salió, pensando donde se podría encontrar esa chica, sabía que se había enamorado, aunque le parecía algo imposible, como podía soñar con Paula estaba inmersa en sus pasamiento que no se dio cuenta y tropezó con Paula en la salido del salón.

- Lo siento- se disculpo se ruborizo allí estaba ella con su lindo cabello rubio y sus ojos verdes.

- Tranquila, te estaba esperando- comento Paula, la rubia se puso nerviosa, era imposible que esta chica la pusiera nerviosa.

- La profe me ha pedido que te ponga al corriente en las clases.- Annabel estaba fascinada Paula es idéntica a la chica de sus sueños, su vos le llegaba al alma- si quieres vamos después de clases a mi casa a estudiar.

El resto del día fue un suspiro, las clases de matemáticas las entendió, lo que era mucho pedir y filosofía y sociología fueron a pedir de boca, al mediodía salió de colegio con Paula la verdad la chica era interesante, Annabel sentía su corazón saltar en su pecho.

La madre de Annabel terminaba el almuerzo cuando Annabel llego a casa:

-Bendición madre- dijo entrada a la cocina- hoy tenemos una invitada, ella es Paula, vamos a estudiar juntas por lo menos un par de semanas.- Annabel las presento-Paula esta es mi madre Carmen.

- Buenas tardes Sra. Es un gusto conocerla- dijo Paula estrechándole la mano.

-Cielo el gusto es mío.- Carmen no supo que pensar a su pequeña le brillaron los ojos de manera inusual al preséntale su a amiga, Carmen como madre sabia ciertas cosas y estaba intrigada por su hija tenia edad para que trajera un chico a casa y cuando trae a alguien es una chica. Las muchachas comieron fueron al cuarto de Annabel a estudiar, la tarde se les paso volando, cuando se dieron cuenta eran ya las 5:30 de la tarde y Paula anuncio que se marchaba a su casa en el portal Annabel se despidió con un tierno beso en la mejilla que la subió al cielo, sintió una gran descarga en su cuerpo, Carmen estaba agazapada en el sala y vio todo aquello no supo que sentir, tenía que hablar con su hija, pero no hallaba la mejor manera de abordarla, decidió que esperaría a su marido para tratar con él el tema. Annabel subió a su dormitorio se lavaría y esperaría a su padre necesitaba hablar de esto con alguien, también sabía perfectamente que no podía excluir a su madre, pero le asustaba su reacción, le pediría ayuda a su padre. Andrés había llegado cuando Annabel bajo a la planta baja enfundada en su mono de correr y un top negro, con un koala donde llevaba su móvil y su identificación fue a la cocina y allí estaban su padre se veía un poco molesto y su madre con una expresión incomprensible, Annabel fue a la nevera y saco una botellita de agua hablando a su padre:

- Listo padre- dijo sentándose a la mesa.

- Si me cambio y nos vamos- dijo el hombre saliendo de la cocina madre e hija se miraron. Carmen estaba agitada su marido había insinuado algo grave pero que se resistía a creerlo, que pasaría de ahora en adelante, Annabel al oír  a su padre bajar se levanto de la mesa y dándole un beso a su madre salió.

Ya fuera de la casa Annabel está desesperada por hablar con su padre:

- Papá tengo miedo, he estado soñando con una chica y hoy la conocí, es la mujer más bella que he visto en el mundo, es linda inteligente, creo que me enamore de ella, pero tengo miedo que no le guste. - dijo todo rápido no podía con esto ya hacía semanas que sus sueños la hacían machacarse la cabeza y ahora tenía las respuesta a sus preguntas. Andrés que trotaba a su lado permanecía callado, su hija le contaba cosas increíbles y mujer lo presionaba para que le dijera lo que le ocultaba y se lo dijo a su hija:

- Anna, es bonito lo que empiezas a sentir, recuerdo como me enamore de tu madre, y es de ella ya no puedo con el secreto, en la tarde me pregunto por una amiga que llevaste hoy, ¿que si la conocía?, ¿que si conoció a su padre?, y lo peor ¿que cuando traerás a tu novio?- dijo el pobre hombre- creo que explotare, tendremos que hacer partícipe ya a tu madre.

- Si pa, cuando lleguemos le arrojo la bomba, es esa chica nueva papá, con la que sueño, unos sueños son subidos de tono y otros son trágicos, en unos despierto a su lado, en una hermosa cama de otra época y en otros sueño que estoy corriendo necesito salvarla pero no puedo llego y agoniza veo como se desangra acuchillada, yo misma muero a su lado, no pudiendo vivir con ella me suicido papá, en el sueño somos pareja vivimos juntas tenemos planes, pero morimos nos encuentran y la matan papá.- Annabel está al borde de las lágrimas, Andrés la abraza y la lleva de vuelta a casa, la sienta en una silla del comedor y le da un vaso de agua y sale a buscar a su mujer, pesando que hoy se arma la gran en la casa.

-Carmen mi amor, ven a la cocina, necesitamos hablar.- Andrés ve a su mujer salir del cuarto de Annabel está llorando, Andrés hace lo primero que se le ocurre abraza a su mujer está el pregunta.

- ¿Desde cuándo lo sabes? Andrés descompuesto le dice:

- Hace dos años la encontré escribiéndole cartas a una amiga suya te acuerdas de la pequeña Liliana, a ella cortejaba pero no prospero esa relación, estuvo muy mal por un tiempo desde entonces lo sé y me hizo prometerle que no te lo dijera, creo que fue la única vez que me enfade tanto con ella, pero ahora cree haberse enamorado, tienes que ayudarme hay puntos que yo no quiero conocer que son asuntos de mujeres, ella te va a necesitar, cielo.

Llegan a la cocina Annabel está nerviosa, su padre es una cosa pero su madre es otra muy diferente.

- Mamá, necesito contarte algo, yo......- Carmen la calla con una señal:

- Hija, vamos a hablar eso que me dijo tu padre no lo creo, ni siquiera sé si quiero créelo- Dijo Carmen, ella no podía comprender- Annabel como puedes estar segura que gustan las chicas, Dios hizo a hombre y mujer....

- Madre no digas cosas así, si me ilusione con un chico pero no pudo ser, después no he prestado atención y conocí a Liliana me identifique con ella pero de eso ya hace tiempo tengo segura mis gustos, no quiero justificarme ante ti madre pero he tratado de ser una buena persona y aunque mis gustos no sean de tu agrado soy así- Carmen mientras escuchaba no daba créditos a lo que oía y aunque ella tenía razón necesitaba tiempo para reflexionarla y aceptar a su hija. Su esposo Andrés permaneció callado.

- Bueno mi amor tranquila, seguro es una etapa como la música horrenda esa que escuchas- Dijo Carmen trataba o deseaba que su hija fuese como ella más normal. Annabel no quería discutir con su madre pero ya no soportaba las insinuaciones de su madre sumadas a las de Javier, tratando de serenidad le dijo a su madre lo que ya deseaba sacar de su corazón.

- Madre soy y seré lesbiana te guste o no, espero encontrar la mujer que me haga feliz así como tu encontraste a papá, hablamos mañana, no tengo hambre estoy cansada- deseaba estar sola  para pensar- feliz noche mamá, papá.- se despido dando un beso a cada uno saliendo de la cocina, escuchando el comienzo de la conversación de sus padres fue a su cuarto.

Llego a su cuarto y se empezó a desnudar, echando la ropa al cesto de la ropa usada, hoy por algún motivo se encontraba melancólica, su madre no estaba muy contenta; ya la alegría. Puso en el reproductor de música del PC su albúm favorito de tristania widow’s weeds  y solo al escuchar las primera notas de preludium fue un bálsamo a su corazón. Ahora el otro cabo suelto era Javier, con él sabía que la cosa estaría más peliaguda, sabía que el chico sentía algo por ella pero desgraciadamente para él no era correspondido y dejándose de sentir que era una de esas mujeres fatales algo que regularmente sentía al tratarse de Javier, caviló de la manera más delicada de explicarle que se buscara otra chica a quien querer.

 

 

 

II

Esa mañana Annabel estaba distraída, podría ser la discusión con su madre, ella debía entenderla pero parece que quería o no podía. Ser arreglo con entusiasmo otra vez se pondría ropa provocativa incluso se atrevió a ponerse ese conjunto de lencería que su madre le regala, estaba feliz, vería a Paula no podría decir porque esa chica le gustaba tanto, puesto que sus gustos musicales no eran nada parecidos aun así sentía que la quería.

Saliendo de la habitación entre esos pensamientos llego a la cocina saludando a su madre

-Bendición mamá- Carmen respondió con voz un poco fría- Dios la bendiga hija, gracias a Dios hoy esta vestida como una mujer, seguro es por Javier cuando lo invitas a comer.- Annabel no podía creer que su madre continuara con eso. Y respondiendo:

-No mamá no es por Javier, ya te lo dije él nunca me va a gustar, a mi me gustan las chicas, solo quiero que Paula me note hoy también.-dijo sentándose a la mesa comería su par de arepitas con aguacate siempre le gusto ese desayuno, y una taza de café. Mientras comía escuchaba la cantaleta de su madre.

-Vamos Ana como te pueden gustar las mujeres, con tantos chicos lindos por ahí, mírame con tu padre- decía Carmen que no sabía que pensar. Annabel solo asentía y engullía la comida lo que más le gustaba de su madre era como cocinaba aunque ella cocinaba no lo hacía como su progenitora.

Andrés entro en la cocina y después de besar a su mujer se sentó a la mesa. Sonriendo también comenzó a comer, divertido por la ropa que otra vez llevaba su hija, púes se le hacía bastante extraño, y sonriendo de su propio atrevimiento dijo:

-De verdad hija esa chica te gusta- sonriendo vio a su esposa, esta tenía el rostro seria, Andrés no por contenerse- vamos mi amor mira como tu hija ahora se viste como tu tanto lo querías.-Carmen no pudo soportarlo.

 -Pero lo hace por una chica, que van a decir cuando se enteren que es una lesbiana, la trataran como una anormal- dijo Carmen casi al borde de las lágrimas. Andrés se levanta abraza a su esposa con ternura pero con fuerza, él sabía que su mujer tenía problemas por los gustos de su hija, el llego también a cuestionarse sobre ello, pero era su hija le fue difícil pero pudo comprenderla y apoyarla.- mi amor con tal que tu y yo la apoyemos y la amemos a Annabel le bastara porque nos tendrá a nosotros.- Carmen sabía que su esposo esta en lo cierto pero ella no podía permitir que eso, su hija debía buscarse un buen muchacho y formar familia.- está bien Andrés la apoyare en esta etapa que de seguro es pasajera- Annabel solo voltio el rostro para que su madre no viera el gesto de desagrado que hizo pensando otra vez la burra al trigo. Y sonriendo por tal pensamiento se acerco a sus padres para despedirse con beso a cada uno:

-bendición, nos vemos en la tarde- salió de la casa rumbo al colegio sabía que tenía que hablar con Javi si pretendía cortejar a Paula, sus amigas tampoco sabían de su sexualidad, también tenía un miedo con respecto a esto, ¿ que pensarían sus amigas de ello? ¿La abandonarían? También sabía que bebía decírselos eran sus amigas algunas las conocía desde la temprana infancia, se podría decir que eran mejores amigas. Entendía que pudiera haber algunas reacciones encontradas pero también entendería sus decisiones, desearía saber que pensaría una de sus heroínas historias la Srta Anne Lister había leído de ella y visto la película basada en sus diarios, cabe resaltar que en su época una relación entre mujeres no era consentida por la sociedad y ella fue contra corriente incluso para la opinión de Annabel fue una de las primera feministas modernas llego a establecer una relación con una mujer hasta que murió en los Alpes suizos.

Llego al colegio, entrando por esa fachada que tanto odiaba, su mente tan romántica en ese sentido, cree que un lugar donde se imparte conocimiento debería reflejar en sus estructuras tales conocimientos. Como se lo esperaba Javier se encontraba esperándola, respiro profundamente buscando la paciencia necesaria para enfrentar esta nueva situación:

-hola Javier, ¿Cómo estás?- lo saluda, Javier llega hasta a ella abrazándola responde el saludo- ahora bien que te veo Ana.- besando su mejilla- tu ¿como estas?  Pregunta

Annabel ya había maquinado su tetra y con esta excelente respuesta de Javier no pudo sino estar feliz el destino le acababa de dar una oportunidad no ser tan cruel al rebanarle las aspiraciones a Javier:

-un poco triste, mi madre no acepta mis gustos nunca los ha aceptado pero en este caso es más espinoso, ya que se trata de algo que según ella me va a ser infeliz pero es que estaba ya intransigente, noche le confesé que me atraen las chicas, y que me gusta una en particular.- Ana pude ver la como la cara de Javier se descomponía pues recordó cómo fue su cara de su primer fiasco amoroso.

-pero como, como que te gustan las mujeres ¿eres lesbiana? –pregunto ahora molesto el no podía digerir lo que le acababa de decir Annabel, hacía años que le echaba los perros, la invitaba al cine, aunque nunca le dio razones para ilusionar siempre pensó que podía conquistarla. Pero ahora ya sabía que era prácticamente imposible tal objetivo pero no quería claudicar. -Annabel eres muy bonita para ser una cachapera- dijo ya visiblemente enfadado- no, no tal vez es una confusión si eso es, hablare con tu madre y se lo explicar, estamos en edad de experimentar.- dijo. Annabel no quería profundizar con la discusión ya que se encontraba un una personalidad de Javier que desconocía y decidió dejarle bien en claro las cosas.

-mira Javier eres mi amigo desde siempre, no te lo había dicho por aun no estaba preparada para esto, pero te lo digo, nunca me has gustado, nunca me gustaras soy una cachapera como muy vulgarmente lo has dicho, si quieres seguir siendo mi amigo lo debes entender siempre te dije que debías buscar una chica que te quiera, no quiero que hables de mi con mamá. Ella tiene la impensable idea que tú y yo seremos novios, y eso no sucederá.- Decía eso caminando a su clase, Javier estaba totalmente estupefacto, siempre pensó que Ana era diferente pero no quería creer que fuese una lesbiana, ahora no sabía que pensar, y le dijo la primera estupidez que se le vino a la cabeza:

-mi amor, a mi no me importaría compartir a lo mejor hacemos un trío- Annabel, solo se dio vuelta y le dijo -respeta un poco, si de verdad me quieres- y dándole una bofetada le añadió- nunca seré tu novia y menos estar contigo.-Annabel se dio vuelta y continuo no quería saber nada de Javier por un tiempo, claro todo hombre quiere eso no; que las mujeres están solo para servirles, maldita sea, pensó, llego al salón intentando serenarse, al entrar esta ella allí sentado en la primera fila, Annabel, autómata se sentó a su lado saludándola, solo con verla toda su furia desapareció.

-Hola ¿Paula, ¿me puedo sentar?- dijo parada al lado- claro Annabel, te ves linda esta mañana, mira como te comen.-Anabel no podía creerlo le había dado un cumplido, se sonrojo-gracias pero tú eres estas mucho más  hermosa hoy- sonrojándose más sentándose…….

 

III

La clase transcurrió sin siquiera Annabel percatarse, esta fascinada con Paula, detallo su cabello era dorado hermoso, y desprendía un gran aroma a frutas, no se dio de cuenta que la clase término,  solo cuando Paula la llamo:

-Annabel vamos, tengo hambre- dijo la rubia mientras se colgaba la mochila al hombro.

-Si vamos, estoy algo distraída- guardando sus libros y también colgándose el bolso del hombro- vamos te invito, el desayuno. Me gusta tu cabello- Annabel estaba decidida a con quistar o morir en el campo, estaba nerviosa pero valiente con mano temblorosa cogió la mano de Paula, Annabel se halla en una nube no podía créeselo ni ella misma iba tomada de la mano de la chica que le gustaba.

Paula era feliz sabia que esta chica sentía algo por ella, lo supo solo con el tacto sintió que desde ayer cuando ambas estudiaron había una fuerte atracción, Annabel era linda, era muy inteligente so único que no le gustaba de ella era esa música que escuchaba pero eso a ella no le importaba estaba feliz podría tener una relación y quería que así fuera. Llegaron a la cafetería y Annabel le pregunto que iba a comer, ella le dijo solo dos pastelillos y un toddy caliente.

 Annabel pidió lo mismo y se sentaron en una de las mesitas que se hallaban alrededor del cafetín, escogieron la más cercana al pequeño bosquecillo que servía de parque, bosquecillo por solo contaba con diez pinos y en su perímetro algunos naranjo, en el se hallaban 5 banquillas esparcidas por entre los pinos, era precisamente ese espacio el que más le gustaba a Annabel.

-Paula cuéntame de ti- dijo Annabel ya que ayer no pudieron conocer mejor. Paula le cuenta a Annabel parte de su vida de cómo su familia se mudo a esta ciudad,  que ella era muy apegada a su madre, su padre a quien adoraba estaba de viaje de negocios, le comento que sus padres la apoyaron cuando salió del closet hacia ya tres años con su primer  amor.

Annabel también le conto todo des su vida:

-…. Y mamá no quiere entender que soy diferente a ella, como dijo mi papa un dijo entonces te gusta pescado y no la carne- dijo riendo- sabes porque adivine tu nombre?- le pregunto, la rubia le dijo:

-No, pero cuenta, desde ayer tengo curiosidad.- Annabel tomando un sorbo del toddy continuó- bueno esto te parecerá extraño y hasta aterrador pero he soñado contigo desde hace tiempo, he soñado de nosotras pero en épocas pasadas, no es una manera romántica de de cortejarte perdón.- Annabel se ruborizo acababa de meter la pata hasta el fondo.

Paula notando la incomodidad de Annabel le dijo apresuradamente:- no, no te sientas mal, tranquila a decir verdad me parece romántico, ¿crees en el destino?- Paula estaba emocionada, era increíble lo que le acababa de confesar Annabel. Ella era de las chicas que soñaban con una historia bella de amor, su corazón latió con más fuerza ya Annabel la estaba enamorando, sentía el suave vacio en su estomago. Annabel un poco más cómoda prosiguió:

-Lo increíble para mí era que me sentía que me estaba volviendo loca, aunque desde hace tiempo ya que acepto mi sexualidad tener sueños eróticos no me había pasado, además algunos de esos sueños no terminaban bien, en algunos moríamos. Me he sentido preocupada y te vi ayer fue como un deja vu, por ello fue que te llame Paula, la chica de mis sueños tiene tu nombre.- termino Annabel sintiendo como la mano de Paula acariciaba la suya para después tomarla se sentía tan bien ese pequeño contacto alzando la vista se encontró con esos ojos azules como el mar que ya la habían enamorado, se transporto a sus sueños con los aromas tan vivido……

 

 

IV

Esa mañana fue la mejor que había tenido desde que comenzó el año. Después de las clases a la salida decidieron estudiar en casa de Paula, caminaban a la salida cogidas de la mano, Annabel se sentía como en uno de esos cuentos rosas, irónico pues nunca le ha gustado esa literatura rosa aunque lo que le gustaba leer era al maestro de Boston el gran Poe y si que tenia poemas románticas y cuentos pero en ellos siempre la doncella siempre muere, ese es como bien lo expresara el mismo Poe era el tema más romántico para escribir aunque para esta época ya haya caído en decadencia.

Sin darse cuenta se encuentran con Javier este no le dice nada solo la mira con frialdad notando como caminaban tomadas de las manos las chicas, el aun no lograba comprender que ya no tenía cabida en su vida pero se resistía a fracasar debía ser suya.

A las chicas las esperaba el padre de Paula, este era un hombre de unos 45 años igual que su hija rubia pero con ojos verde a Annabel le dio la impresión de un actor de la vieja era de oro de Hollywood todo un galán, vestía de un traje formal los pantalones y el frac de un color negro, la camisa era de un inmaculado blanco y la corbata de color verde claro; Annabel pudo percibir una rica fragancia a cítrico pero sin dejar de ser viril. Este al ver a su hija solo extendió sus brazos para la pequeña rubia le se echara encima soltando Annabel, que solo observo el hermoso encuentro de padre e hija.

Paula después de besar a su padre y volviéndose a ver a Annabel dijo:

-Papá ella es Annabel, es una amiga-dijo sonrojándose. Annabel extendió la mano derecha estrechándosela, el hombre rubio con una voz gruesa pero de una calidez asombrosa para Annabel dijo:

-Mucho gusto Annabel, mi nombre es Julio Cesar Como el emperador- Annabel hizo con fuerza el saludo- es Ud. Una señorita muy fuerte- dijo divertido, para abrir la puerta de la camioneta- Señoritas su carruaje aguarda.

Annabel pasando por su lado y haciendo una reverencia un tanto divertida le acoto:- gracias su majestad- entrando al auto le dio un codazo a Paula diciéndole: - tu papá es hermoso si fuera hetero me le insinuaría.- Paula devolviendo el codazo me reto- la tendrías pérdida ya conocerás a mamá. El viaje a casa de Paula fue corto Paula y Annabel lo único que hacían era verse intensamente, un dialogo que mudo donde las palabras sobraban. Julio solo las veía por el retrovisor, el aunque no estuvo muy de acuerdo ya había aceptado a su hija, y por el brillo de sus ojos sabía que su pequeña había encontrado a alguien especial.

La casa de Paula era una gran construcción de dos plantas con una fachada de lujo como lo vio Annabel, era un cuadrado perfecto y en la mitad estaba es alzaba un portal al estilo clásico con cuatro columnas que soportaban el pórtico toda la construcción de un inmaculado lanco, para Annabel se asemejaba un chateau  francés a pequeña escala aun así supo que estaba entrando a una residencia solo un poco más suntuosa que la suya. Al entrar pudo observar que el interior de paredes de color crema estaba decorado con una cantidad de pinturas y retratos y aunque no era conocedora de arte pudo ver que tenían unas pinturas de gran calidad.

Al frente de la puerta se encontraba una escalera hacia la planta alta, la cocina se encontraba al lado izquierdo, el derecho era dispuesto con lo que parecía un living. Annabel solo se dedicaba a observar mientras caminaba ya cogida de la mano de Paula, al ver esa magnificencia se había intimidado un poco, ya que aunque su casa era hermosa esta por mucho estaba mejor, y preguntándose si el Sr. Cesar fue el constructor.

Paula la empujaba hacia la izquierda, entrando a la otra habitación igual de genial,  era ocupada en parte por una gran mesa de cristal y unas sillas de gran decorado. Entrando de una puerta a la derecha del salón una mujer de una belleza extraordinaria con unos ojos azules como los de Paula debía ser su madre, esta mujer no era rubia sino pelirroja como  Annabel. Annabel no pudo dejar de apreciar en esta mujer cierta similitud con su profesor, aun la madre de su amiga tendría la edad de su padre.

-Mi niña…-dijo la dama abriendo los brazos para estrechar a su pequeña que ya llegaba junto a ella.-…trajiste una amiga a almorzar. Sentencia la dama.

-Si mamá, ella es Annabel.- dijo Paula presentándolas.- Annabel esta es mi madre Ana María.-

-Mucho gusto.- dijo.- Annabel acercándose y estrechando la mano que extendía la Sra. – es Ud. Realmente encantadora.-Annabel dijo esto con un pequeño rubor.- gracias querida.- respondió María.-

-Si, como debemos estudiar juntas y ayer fuimos a mi casa y vinimos a la suya.- Termino Annabel.

Después del almuerzo, Annabel y Paula, subieron a la habitación de esta última, Annabel estaba impresiona por el hogar de Paula, después de subir por una escalera ce peldaños de parqué y un esquisto hierro forjado con multitud de adornos e incrustaciones, llegaron a la segunda planta en esta se encortaban las habitaciones  giraron a la izquierda abrieron una puerta de madera con pequeño aviso de latón con florecitas que ponía PAULA en caracteres mayúsculos y letras cursiva,

Paula está nerviosa, sabía que sus sentimientos por Annabel eran muy fuertes desde ayer solo pensaba en ella, ya sabía que el afecto era mutuo, pero como avanzar, su ansiedad era palpable. Al entrar a la alcoba Annabel no pudo sino sorprenderse era la habitación más rosa en la que había entrado en su vida aunque era mucho para ella le pareció tierna ya que para ella Paula era como la princesa de un cuento de hadas, tenía algo de similitud con la Paula de sus sueños.

Paula al entrar puso una música de piano, para Annabel le sorprendió que fuese claro de luna una de su sinfonías favoritas de Bethoveen, en ese instante quedo sosegada. Paula solo viendo cara de serenidad de Annabel supo que esta tarde sería inolvidable.

No perdieron tiempo, aunque los deberes no eran muchos decidieron terminarlos rápido

Dos horas y media después los deberes ya estaban listos, Paula se encontraba expectante, Annabel ya conocía el pequeño sentimiento que nacía en su pecho  y aunque era la segunda vez que lo proponía y que la primera fue un total fracaso, quiso arriesgarse, y tomando las manos de Paula entre las suyas, tomando valor dijo:

-Paula aunque llevamos poco conociéndonos, aunque son dos días yo… - su voz era entrecortada y le empezaron a sudar las manos.-…tu me gustas, y me gustas mucho espero que no te enfades.- Paula que se sentía en la gloria solo puso su dedos en los labios de Annabel pensando que labios tan suaves.- tranquila, Annabel, y no, no me enfado tu también me gustas y si podemos ser novias.- acercándose a Annabel poso sus labios sobre los de ella.

Annabel no podía creer hasta el tacto eran igual esto era como un sueño, pudo apreciar el olor afrutado de Paula y el sabor de sus labios de un dulce casi como chocolate, ya había probado esos labios en sueños pero en este momento supo que no soñaba que era real.

Paula era la segunda chica que besaba y sabia mejor que la primera, sentía mejor, estaba en su propio cuento de hadas dos almas destinadas por designio del destino. Sentía las agradables mariposas que hablaban las novelas románticas que leía y le hacían suspirar. El momento del beso fue interrumpido por el timbre del celular de Annabel. Esta maldiciendo al trasto digital lo tomo y contesto:

-Halo- dijo de mal talente-detrás de la línea la voz de Carmen sonó molesta- así contestas a ti madre señorita.

-¡Oh! Lo siento madre, dime bendición.-dijo un poco avergonzada.- ¿Dónde estás? ¿No llamas siquiera para avisar?-dijo la Carmen enfada.

-Lo siento madre estoy en casa de Paula hoy, fue de improviso, pero voy a casa.- dijo Annabel- tranquila estoy bien almorcé con los padre de Paula llego a casa en una hora, bendición adiós.

-Está bien hija, te esperamos, Javier esta aquí.-Annabel al oír esto se puso colorada de la rabia, ¿porque él tenía que ser tan fastidioso? ¿Por qué no podían ser solo amigos?, colgó el teléfono y viendo triste a Paula le dijo:- me tengo que ir mi madre llamo, es por una estupidez.- dijo esto recogiendo sus cuadernos, los guardo en la mochila, estaba triste, pensaba pasar una tarde con Paula y ahora tendría que lidiar con su madre y con Javier, en verdad quería a Javier con un hermano pero estaba llegando a un límite.

-De verdad lo siento muchísimo Paula, pero debo arreglar este asunto.- tomando la Paula por la cintura y dándole un beso pausado lento pudo sentir como la lengua de Paula jugaba en si boca, esto sería lo mejor de ese día que ahora empezaba a añorar. Las jóvenes bajan al portal. Annabel vuelve a admirar el decorado, las pinturas todo en esa casa le fascinaba, se sentía en un palacio.

Ya en la puerta volvió a abrazar y besar a Paula impregnándose de su aroma particular era tan bella, dándole una caricia en su mejilla se despidió:

-Te llamo mi amor- A Paula le brillaron los ojos sin poder anticiparlo lo dijo y se sintió como idiota pero feliz:-te amo Anna.

Annabel aturdida por lo escuchado solo atino a responder:-yo también. Y emprendió el camino a casa.

 

V

Llego a su casa rápido en 10 minuto pudo transitar el trayecto de la casa de Paula a la suya, estaba convencida que su madre no cesaría en su intento de cambiarla siempre fue así, por sus ropas, por su afición a la aventura, sus gustos musicales incluso por usar muy poco maquilla o como se maquillaba.

Entrando en casa estaba Javier sentado que al ver a Annabel fue hacía ella y intentando abrazarla le dijo:

-Al fin llegaste mi amor, le comentaba a tu madre que iremos al cine el viernes.-Annabel a cada palabra que escuchaba, se enfadada más y esquivando el abrazo de Javier no controlo su voz:

- A ver, creo que no entendiste nuestra pequeña charla de la mañana, no soy tu amor, no vamos a salir ni el viernes ni el sábado ni ningún día   a ninguna cita, te aprecio como a un amigo, un buen amigo, hemos hechos divertidas juntos pero no voy a ser tu novia ya te lo dije me gustan las mujeres, así siempre será además ya tengo novia es la chica más linda que he conocido y la amo, entiéndelo Javier, además hay muchas chicas que babean por ti.

Mamá ya lo sabes tengo novia así que deja ya, soy lesbiana y me gusta serlo.- Javier simplemente se veía estupefacto, Annabel podía imaginarse las neuronas de Javier haciendo corto circuito por no poder entender que siempre solo sería solo su amigo.

-Está bien Annabel, si eso es lo que quieres, está bien-dijo su madre. Carmen era una mujer que siempre consigue lo que desea y esta vez no será diferente- Javier bueno después hablamos ven mañana a almorzar. – El aludido aun un estaba estupefacto, solo hasta ahora reaccionaba solo se despido de Carmen con un beso en la mejilla y a Annabel solo le dijo:- Nos vemos mañana en el liceo. Salió de la casa de Annabel con una firme decisión ella seria del de nadie más, continuaría cortejándola y pensaría algo para alejar a la lesbiana que le quería quitar a su Annabel…

 

VI

La luz iluminaba la sala de estar Annabel sentó junto a su madre, aunque eran muy diferentes la quería, abrazándola le dijo: - Mamá mañana vendrá Paula a estudiar y también quisiera presentártela como mi novia, tengo tan alegría, es una buena chica y de buena familia.

-Hija, aceptare esto pero no me pidas mucho, cuando te preguntaba cuando ibas a traer a tu novio era eso un novio no una mujer, pero bueno que puedo hacer.- dijo esto está furiosa con su hija pero, también que podía hacer, su hija aunque era obediente también era muy independiente sabía que continuaría con esta faceta de su vida. Tendría que hablar con su esposo para que le diera esa voluntad que él tuvo con todo este asunto, ay cuando se entren los vecinos y demás familiares pensó.

Annabel subió a su cuarto se cambió y bajo lista para esperar a su padre para correr, estaba feliz pero también sentía gran ansiedad su madre y Javier no se iban a quedar de brazos cruzados estaba segura que la seguirían fastidiando, está en la sala cuando llego Andrés  solo con verlo se le echo encima besando:

-papá me dijo que si, ya somos novias- Annabel no contenía su alegría diciendo esto casi tumba a su padre al suelo, Andrés estaba algo ido:

-A ver hija, que ya tienes novia es lo que entiendo y tu madre, ya le contaste.- dijo Andrés levantando a su pequeña y llevándola al sillón sentándola y sentándose a su lado.

- sí, no quería que se enterara así pero cuando llegue estaba hablando con Javier, con es más complicado por él quería algo conmigo, presumiendo que como todo el tiempo hemos sido muy buenos amigo podríamos tener un romance, pero se los dije a los dos, no creo que fue lo mejor pero que podía hacer. Mañana traeré a Paula a almorzar para que la conozcas papi.- dijo Annabel que no cabía en su felicidad.- ¿vamos a correr hoy? Pregunto a su padre. Andrés sobándose la cabeza y después mirándola le sonrió y le dijo:-hoy no mi amor mañana, supongo que tu madre no está muy  de acuerdo y debo hablar con ella, ve tú y no llegues muy tarde.

Annabel besándolo se despido:- no papá estaré para la cena.- llegando a la puerta.

Andrés no sabía que hacer por un lado Carmen estaba muy reticente con esto asunto, y el no iba a estropearle la felicidad a su hija, además su hija merecía todo el apoyo y ahora su mujer también Andrés no entendía a sus mujer, siempre fue de las chicas más liberales cuando era joven, siempre opinó a favor de de estos asuntos y ahora no quería entender que su hija era diferente, bueno siempre lo fue Annabel era diferente a todas su amigas, recuerda cuando la pequeña pelirroja lo encontró escuchando a lep zeppelín y se quedo embobada con la música , allí supo que su hija sería diferente al promedio, la chica empezó a escuchar con el su música y a preguntarle de bandas y el movimiento musical de su época ah tiempo aquellos donde solo era una niñita de pelo rojizo y pequeñita. Andrés enfilo escaleras arriba a la alcoba con un aire nostálgico…