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Mamá es mi Maniquí Capitulo 2

en Amor filial

MAMA ES MI MANIQUI

CAPITULO  # 2

Seguimos con  esta gran fantasía casi utópica de esta narración:

Sábado por la mañana, en el día de San Valentín:

Amanda cuando preparaba el desayuno tenía la costumbre de estar  vestida con su ropa interior y una camisa  de hombre abotonada hasta la altura de sus turgentes senos.

Esa mañana Kevin entró a la cocina con su polla aun dura,  porque casi toda la noche no durmió por su persistente fantasía y extremada excitación de follar a su madre, al entrar silenciosamente levanto su voz y le ordeno a su madre: "¡Maniquí!"

Amanda se estremeció por el  súbito grito, pero después se sonrió mientras ella se congelaba (siguiendo el juego de maniquí con su hijo), teniendo  una espátula en una mano y en la otra un sartén.

Kevin sutilmente camino con dirección a su madre, se paró delante de ella y le quito los dos utensilios de cocina y luego la abrazó. Seguidamente acarició sus duros pechos y a la vez  le sobaba  sus febriles labios carnosos con su boca varonil.

Ante esta insinuación, Amanda no podía contenerse y  movió su cabeza;  quería besar a su hijo con ardor, al sentir su boca caliente en sus jugosos labios y ceder a sus deseos reprimidos que habían crecido más y más, cada día, desde el día que comenzaron a jugar este juego erótico y con sorpresa esta mañana  se presentó  innegablemente el más álgido momento  de sus juegos y fantasías sexuales.

Kevin, enseguida continuó jugando con un comportamiento   más descarado, apretando los pechos de su madre, casi besándola, moviendo su mano sobre su vagina, asumiendo una confianza que él mismo se la dio, ahora movía sus dedos dentro de las bragas de su mamá.

Amanda gemía de placer, finalmente pensó que llego el  momento de tener intimidad con él, esperaba y rezaba, que el dedo de su hijo se deslice dentro de su vagina.

Pero Kevin solo jugaba superficialmente con su coño, mientras que él la miraba a los ojos en busca de una invitación más directa para hacer algo más atrevido.

Amanda estaba a punto de estallar por la intimidad intensa de los toques, se le notaba claramente en su mirada lujuriosa,  ya se encontraba tan cerca de cruzar el tabú del incesto, pero también se sentía incapaz de ir con toda su pasión reprimida sin  ningún temor a su moral.

Kevin se decidió ir de una vez por todas, ya no aguantaba más su libido, después de un par de minutos de juguetear en su coño, puso la otra mano en sus nalgas, pero súbitamente su  idiosincrasia cambio y con su conducta provocativa le dio a su madre un mensaje inducido: ‘ahora, ya no solo serás mi madre’,  luego sin su consentimiento la beso profundamente,  pero sin dejar de jugar con  su coño.

De alguna manera se quedó quieta, inclusive cuando la lengua de su hijo  separó sus labios, pero ella no pudo aguantarse y también le respondió con su  lengua. El beso duró varios minutos porque ambos continuaban besándose a lo francés, como si fuera el fin del mundo, pero el dedo de su hijo no iba más lejos de lo que ella quería insufriblemente.

Amanda no podía creer lo natural que se sentía al dejarse besar y toquetear el coño por su hijo; después de haber pasado semanas enteras de ansiedad y espera dolorosa, de alguna manera en este momento tan esperado aumentaron sus expectativas y sus emociones.

Kevin por su parte, no podía creer lo que estaba sucediendo. Él se preguntaba que debía hacer a continuación, mientras la besaba y  exploraba su vagina. Se preguntaba también si su madre estaba consciente de lo que le estaba haciendo y hasta que limite le permitiría llegar.

Amanda, después de haber besado a su hijo por varios minutos,  de repente sintió una oleada de culpa y remordimiento... como cristiana sabía que ella estaba a punto de cometer el pecado del  incesto. Al sentirse abrumada, rompió el apasionado beso y le dijo  tartamudeando: "gr…gr…gracias por la práctica, hasta aquí llegamos por ahora."

Kevin asintió, "Claro que sí, mama, no hay por qué", pero él sentía como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. Estaba seguro de que había leído correctamente los signos exteriores de su madre, y al ser rechazado de un momento a otro, se desilusiono  y se le nublo el plan que tenía entre manos.

Desayunaron en relativo silencio, al terminar de comer,  Kevin desalentado se levantó de la mesa y se fue arreglar un poco  para ir a su trabajo de medio tiempo los fines de semana en el centro comercial.

Amanda, durante el desayuno se sentía culpable, tanto por sus deseos lujuriosos  y también por  ver el desaliento y el dolor en los ojos de Kevin por haber sido rechazado, después de haberle permitido con juegos más audaces y libidinosos.

Aprovechando el día de San Valentín, ella quería hacer las paces con su hijo, pero antes de que se levante de la mesa y se vaya a su trabajo,  le sugirió: "Kevin, vamos a celebrar esta noche juntos el Día de San Valentín… ¿qué te parece?… ¿te gustaría?"

Kevin ya no podía entenderla y menos descifrar los mensajes de su madre. Minutos antes lo había rechazado bien lejos, pero en ese momento se le ilumino  una esperanza. Pensó si esto significaba cruzar la línea; qué mejor día que el Día de San Valentín para mostrar  el completo amor. Sin embargo, ahora no estaba tan seguro; pero aun así, su ilusión era una posibilidad y  le respondió entusiasmado: "Claro mami".

Amanda, después cuando que estuvo sola reflexiono, en la mañana había conseguido  la forma y el ensayo más íntimo, en comparación de todos los juegos y entrenamientos realizados en el último mes; ella recuerda las manos de su hijo sobre sus pechos, sus dedos tocando su coño y por último,  el gran beso con lengua. Al final, sin duda alguna, la evidencia estaba allí tangible y era innegable, que ella  amaba a su hijo y lo veía como un hombre, como un amante.

Decidió que iba a entrar en la lucha sexual y acabar con la angustia  que la agobiaba, haciendo uso de  su astucia y experiencia, seduciéndolo con todas sus armas.

Lo haría completamente vulnerable a sus encantos, ella dándose incondicionalmente  para llegar a su ferviente deseo de follar a su hijo. Se fue de compras y escogió una atractiva y sexy ropa interior de color rojo: sujetador, tanga y medias al muslo.

Horas más tarde se puso su sexy ropa interior y se metió en la cama de su hijo esperando a que llegue a casa de su trabajo.

Kevin llegó  sintiendo una mezcla de emoción y temor. En la mañana su madre al mirarlo en los ojos le dio una nueva esperanza, cuando lo invito para festejar el día de San Valentín, pero también recordó que ella se apartó cuando él la besó en la boca con mucha pasión, esto lo confundía y lo hacía dudar.

Cerro la puerta y fue caminando por el estar de la casa, pronto  escuchó a su mamá en voz alta: "Cariño, estoy en tú habitación, ven, te necesito urgente."

Como un rayo, la polla de Kevin se endureció mientras caminaba hacia su dormitorio. Excitado y presintiendo que se había equivocado al traducir  las señales subliminales que ella le dio en el desayuno.

Inmediatamente entró en su habitación y sorprendido encontró  una grata y maravillosa sorpresa,  vio  a su madre toda sexy y voluptuosa en cuatro patas sobre su cama, vestida con la nueva ropa interior roja.

Ella lo miro fijamente y le dijo, en su postura de maniquí, casi inmóvil, "Feliz Día de San Valentín."

Kevin se dirigió a su cama, en su cerebro llevaba abiertas  todas sus fantasías. Él le dijo: "Creo que  realmente ahora si vamos a poner a prueba tú capacidad de permanecer congelada".

Ella le respondió: "Haz lo que sea y lo quieras conmigo", haciendo hincapié en las palabras "lo que sea”, esto le daba permiso completo para usar su cuerpo a su regalado gusto y placer.

Se trasladó a su culo, apenas cubierto por la tanga roja y que no dejaba nada a la imaginación; con sus dos manos apretó y sobo sus hermosas nalgas.

Amanda lo celebró con un gemido, pero después de unos segundos no pudo contener un grito cuando él juguetonamente golpeó su culo.

Continuó frotando delicadamente el culo de su madre, sobre todo en donde le había ocasionado una ligera marca roja por los golpes eróticos que le dio. Luego mudo su dedo mayor por la raja de su culo y lo llevo rodando por  el camino hacia su coño.

Entonces empezó a retirar a un lado la sexy tanga, al momento decidió que era el preciso momento de cruzar la línea del incesto, deslizó su dedo mayor dentro de su coño húmedo, y le dijo: "Ahora vamos a ver si finalmente has dominado la técnica de mantenerte congelada."

"¡Oooooooohhhhh!… ¡Siiii!", ella gimió con gozo, su gran esperado momento de placer ya lo estaba experimentando y de una manera increíble para sus lúbricas expectativas.

"Ahora no estás siendo un buen maniquí, mamá,…  te mueves mucho", la regaño con una sonrisa maliciosa, cuando rápidamente inicia con su dedo un duro bombeo en el palpitante coño húmedo.

"¡Yo soy una mala maaammmmaa… pero adoro que me hagas esto…no pares, por favor!”, ella gimió, y tomo la decisión de continuar con este maravilloso juego, para dar rienda suelta a su salvaje excitación en cada toque que le daba su hijo y tener plena voluntad de cometer un último pecado... que es el incesto.

"Mami, yo no quiero que te despidan del  trabajo, así que tenemos que entrenar muy duro y veo  que será toda la noche",  y continuó con furia y más velocidad su digitación en el coño chorreante de un licor cristalino; era tan duro y  lascivo que ella no podía dejar de mover su pelvis en forma armoniosa. "Mami, tienes que estar apta de permanecer congelada, mientras  yo consigo tú excitante estimulación."

"Loo seeee, cariñoooo," ella gimió de nuevo, "perooo esto es tan difíciiiil… voyy a perderr mi trabajo…, si nooo entrenamos más tiempoooo… por favor sigueeeee"

Después de un momento,  ella deseaba tener la polla en su boca, y añadió: "Tal vez necesite algo en mi boca para mantenerme quieta y tranquila."

Kevin se pasmo por la oferta de tener sexo oral en este nuevo juego loco y perverso. Él le preguntó con cierta duda: "¿Es eso lo que quieres mamá, tener la boca llena?"

"Sí… Sí… Sí…, bebé," ella ansiosa le imploraba, "Sí, tú mami quiere desesperadamente tener la boca llena  por completo… llénala, por favor."

Kevin estando recostado al lado de su madre, le  retiro sus manos del coño y culo respectivamente y en forma rápida se colocó de pie enfrente de ella, luego la levantó con cuidado de la cama y la puso en el suelo de rodillas, su hermosa cara estaba alineada frente a su polla.

La decisión de disfrutar realmente el sexo oral, lo precipito y al instante retiro la correa de sus pantalones  y también bajo el cierre relámpago,  finalmente  se quitó sus pantalones y su bóxer, tirándolos al suelo.

Los ojos de Amanda se agrandaron al ver la verga de su hijo, era larga, dura y gruesa. Su boca se le hizo agua y la abrió automáticamente para recibir la deleitable polla de su hijo.

Kevin miró a su madre, que estaba con la boca abierta, invitándolo que meta su polla, pero nuevamente le vino la duda. Él estaba 98% seguro de que los dos estaban pensando y deseando lo mismo; pero, de nuevo le pregunto, porque quería estar convencido al 100 %: "¿Mami, estas segura que el maniquí aún quiere tener la boca llena?"

"Dios mío, sí… sí… sí hijo… la quiere bien llena… Si, cariño, dale de comer a mí boca que tiene mucha hambre", respondió Amanda, su boca estaba a dos centímetros de la polla dura,  su boca babeando estaba esperando la jugosa verga con locura.

Kevin, entonces se adelantó y la deslizó  en la boca de su madre, fue un momento único para los dos, después de tanto tiempo de tener deseos cohibidos, al fin se dio la luz verde a su perversión.

Al instante las bragas de Amanda  se humedecieron  más de la cuenta y eso fue en el preciso  momento cuando tenía la boca llena  con la polla de su hijo.

Ella quería masturbarla, chuparla, morderla y saborearla con su boca, pero se mantuvo congelada cumpliendo con el dichoso juego; sin embargo, pero para su deseo  su hijo empezó a follar su boca a un  ritmo acompasado y delicioso, ella quería tragársela hasta el fondo de su garganta.

Kevin se sentía en el cielo. Una de sus mayores fantasías se estaba realizando, moviendo lentamente su polla dentro y fuera de la boca de su madre, esto lo había soñado y edificado  con  anticipación por semanas, pero por su descontrolada excitación,  sabía que él no iba a durar por mucho tiempo,  luego después de dos minutos con su lento movimiento de ida y vuelta ya  estaba cerca de correrse. La sacó y le preguntó: "¿Mami, el maniquí se lo puede tragar?"

"Kevin, tú mami ya no es un maniquí, ahora soy una mujer con deseos y hare todo lo que me pidas,…córrete en mi boca, cariño… voy a disfrutar tu leche como no tienes idea" le respondió, queriendo que Kevin entendiera de una vez, que ella se estaba dando a él por completo en mente, cuerpo y alma.

Kevin eufórico, con más vigor de nuevo deslizó su polla en la hambrienta boca sensual, moviendo más rápido su polla como si fuera un pistón reciprocante,  y ella coincidente la ajustaba con su boca como si fuera su coño. Después de unos vibrantes saca y mete, gimió y le dijo a su madre: "¡Aquí me voyyyy!..¡Mammmmmmmmi!… ¡oooohhhhoooohhhhh!"… ” ¡SIIII…OOOOOOOOOHH!”

Amanda en años no había tragado semen, pero esto es como rodar en bicicleta, una nunca se olvida de esta habilidad, y cuando  le disparo el semen en su boca, ella se afano por engullir las semillas de su hijo, sin dejar una sola gota de leche.

Kevin lentamente continuó bombeando  dentro y fuera de su boca,  hasta que  dreno la última gota de su semen. Luego se la saco y  la levantó dulcemente sobre la cama y sobre sus espaldas,  al instante decidió que era el momento para adorarla y sacrificarla fogosamente a la perfección.

Amanda estaba  echada en la cama, vulnerable y  excitada hasta la medula; como  ahora ya iba a cruzar la línea, la culpa y el temor se le disipó por completo, solo pensaba ansiosa y cachonda en lo que le sucedería a continuación con su único amor, es decir pensaba en la follada de su vida.

Kevin levantó su pierna derecha enfundada en  una media roja y se llevó el pie a sus labios. Él le chupó individualmente cada dedo de su pie a través de la media de seda.

Recordó Amanda, que a sus pies  ningún hombre los habían complacido de esa manera, claro, siempre que no fuera un masaje profesional en un SPA,  al ver que su hijo  la trataba con tanta ternura, ella se desplomo aún más en el amor y deseo por Kevin.

Su hijo replico esa intensa y amorosa atención en el otro pie y luego cuando se sacio de magrear y lamer sus pies, tendió tiernamente sus largas piernas sobre la cama. Ahora ella nuevamente estaba tendida sobre sus espaldas, se encontraba eufórica, radiante, excitada al máximo  y dispuesta a recibir todas las acometidas de su hijo, es decir el coronamiento de sus máximos deseos sexuales con su hijo.  

Su hijo enseguida se trasladó a sus senos,  pero teniendo en cuenta que hace minutos acababa de entrar con su polla en su boca y para eso le había pedido consentimiento. Como un caballero le preguntó, "¿Puedo tomar tú sostén, mamá?"

"Por favor hazlo, bebé",  Amanda se lo dijo aun sonriendo en forma picara a su cordial ocurrencia, ahora que todas las dudas y temores se habían ido de su ser y su mente.

Luego Kevin la sentó en la cama y la inclino torpemente hacia abajo para desabrochar el sujetador, finalmente tiro del sostén y le dijo: "Tengo muchas ganas de mirar  tus hermosos melones y  comérmelos siempre."

Amanda, rompiendo sus temores, y le respondió: "Bueno, el  ‘siempre’ se inicia en este momento… hazlo, corazón, tómalos son tuyos"

Kevin sonrió, "Te quiero, mamá", lo dijo cuando él se inclinó y tomó el pezón derecho  en su boca.

"Yo también te quiero mucho, Kevinnnnnn," ella gimió de placer cuando su pezón era succionado por la boca  de su querido hijo, este placer desmedido le trasmitió escalofríos a través de todo su cuerpo en especial en la medula nerviosa de su columna.

Kevin tuvo la idea que estuvo una eternidad chupando las tetas de su mama en forma alternada. Entonces llevo su boca directamente  a su delgado cuello, para salpicarlo con besos.

"Oh Dios, bebé," ella sollozaba en un tono muy ardiente y desesperado, "Amor, has encontrado mi punto débil… Oh Dios mío que delicia…me matas, mi amor… ¡Oooh que deleite!"

"Tú eres mi punto débil,… eres mi diosa…" Kevin le respondió.

"Tú sabes exactamente lo qué soooy para tiiiiii… soy más que tú madre…" ella seguía gimiendo con más énfasis, su cuerpo y  mente estaban como una papilla.

Luego la boca de su hijo, se deslizó lentamente desde la abertura de sus pechos hacia abajo  con dirección  al botón de su ombligo, él nunca rompió el contacto directo con el bello torso de su nueva amante, mientras lo recorría besando y lamiendo con sus labios y lengua respectivamente;  al llegar a su ombligo,  su lengua la giro como un remolino y también la metió  en el interior en ese coqueto botón, finalmente, llega a su prohibido y añorado punto dulce…. Su humeo coño.

"Adelante, cariño," Amanda ronronea, "lame y chupa el coño de tú mamá".

Él no necesitaba ningún estímulo adicional,  se inclinó hacia adelante y comenzó a lamer con una fogosidad  incontrolable los brillantes labios del coño de su madre y chupar su duro clítoris.

"DIOS MIO, SÍ… SÍ… ASÍ… MI AMOR", ella lo alentaba, "He estado esperando esto durante tanto tiempoooo….muuuucho…pero muchooo…Oooooohhhhh."

"¿De Verdad?" Kevin le preguntó, sorprendido y feliz al escuchar tal declaración.

"Sí, cariño, quiero que seas mi hijo y a la vez mi amante…ya no soy tú maniquí…soy tuya mí amor…mi cuerpo y alma son tuyos", continuó, lanzando su corazón en sus manos.

"Oh mamá…no sabes como he deseado tanto estos momentos" él sollozo, su polla de nuevo se puso más dura,  mientras  le seguía lamiendo su coño, su sabor era  tan perfecto, pero semanas antes se había imaginado que sus licores vaginales eran un elixir dulce y sabroso, y no sé equivoco.

"¿Quieres ser mi amante, cariño?" ella le pregunto.

Él le dijo, entre lamidas, "Mamá, quiero ser tú todo."

"¡Oh, sí, cariño, gracias por hacer tan feliz!… ¡Ahora quiero tú polla en mí vagina!… ¡Métela hasta el fondo, por favor cariño hazme tú mujer!", se lo dijo gimiendo y desesperada por sentir su gran verga dentro de ella.

Esas fueron las palabras que él siempre había soñado, durante mucho tiempo, entonces, rápidamente se trasladó hacia arriba y sobre ella, luego le coloco lentamente su dura polla en el chorreante coño y vio como desaparecía gradualmente como una serpiente en su interior. "¡Oh Siiiiiiiiiiiiiii!, Kevin, folla duro a tú mamá", gimió con placer, cuando  finalmente ambos cruzaron gustosos la línea del incesto, sin retorno, sin arrepentimientos y sin culpas.

"¡Oh Dios, mammiiiiii!," él gimió, con  el temor  de que se rompa  la latente realidad, su pene ahora estaba  enterrado en la mujer de sus sueños,  esa mujer es su mamá.

"Cariño, ha pasado tanto tiempo que tú mamá dejo de follar, pero ahora te tengo y eres mío," dijo ella, envolviendo sus piernas alrededor de su hijo, "Necesito que seas duro y  la metas en mí vagina lo más profundo, bebé. Así que por favor, cógeme duro… hazme tú mujer…mi coño y mi cuerpo son tuyos,  has lo que más desees conmigo"

"Como tú desees mi linda mama, solo pídeme todo lo que quieras y lo hare, ¡mama, te amo! ", él estaba encandilado, las palabras eran música para sus oídos. Él comenzó a bombear más duro con su polla en un entrar y sacar en el coño de su madre y ese ritmo comenzó a crecer cada segundo que pasaba, con  tal  éxtasis que los descontrolaba y follaban como locos.

"¡OH SIIIIIIIIIIIIII!, ¡CARIÑOOOOO!," ella gemía y gritaba como una poseída, "A tú mamá, le gusta tú  polla en mi coño." Y finalmente  lo hizo... y ahora que ella había cruzado totalmente la línea, se deleitaba en gritarlo, y  aún lo hacía  más tabú y obsceno hablando sucio…ella gozaba con su mente incestuosa.

"Y  me encanta follarte, adoro follar a mí bella mamá," él gruñó con placer, mirando con asombro como entraba su polla dura en forma profunda  en el cuerpo de su madre en cada embestida que le daba,  sus testículos  golpeaban con sus nalgas en forma de burbuja.

Él miraba con asombro y placer el hermoso rostro libidinoso de su madre; lleno de un indescriptible gozo por el incesto que los dos voluntariamente lo estaban consumando.

Sin ninguna  vergüenza ajena y sin perturbarse él escuchaba las malas palabras que salen de la boca de su madre. Cada fantasía que antes había tenido  con ella, por fin se estaban cristalizado en este momento tan sublime; esta era su realidad y no quería que se acabara nunca.

Amanda frotaba su clítoris, su orgasmo antes negado, ahora era largo e intenso,  y en solo en un par de minutos, aumentaba rápidamente y se prolongaban en increíbles orgasmos múltiples que ella nunca antes  los había concebido.

Ella siguió hablando y aún con más ganas de oírse y sentirse sucia, "Oh, sí, nene, dime que soy tu mamá, que soy tú atractivo juguete para follar…dime que soy tú puta…dime que soy tú esclava...dime que soy tú perra y madre…me gusta tú gran polla… me duele, pero es riquísima…mi coño ya se está acostumbrando a su tamaño… tú polla es la más grande y deliciosa que he tenido en mi vida"

Al decir esas palabras,   salían de su desahogo, de su anterior frustración sexual, lo decía con todo su confort y sin un mínimo prejuicio;  sentía que fluían de su boca en forma  muy natural y gratificante para estimular a los dos amantes incestuosos.

Amanda seguía hablando como una guarra, mientras continuaba  meneando su pelvis con fuerza en cada empuje hacia adelante,  se producían sonidos húmedos  cuando golpeaba su coño con la pelvis de su cachondo hijo.

"¿Te gusta mi polla, mami?... ¿Te gusta ser golpeada por tú hijo?... ¿Te gusta ser mi puta…mi perra y mi madre?" Incentivado por las palabras de su madre, él la siguió con su excitación verbal.

"¡Oh, sí, cariñoooo!….¡soy tu putaaa…¡…¡dame  más!… ¡dame más, por favor!…¡dame tú polla!…¡follame más duro!", le rogaba, mientras frenéticamente frotaba su propio clítoris, con una inmensa euforia seguía follando sin control, como poseída por algún demonio voluptuoso.

"Córrete por mí mamá… córrete como una puta con toda mi polla dura dentro de tú coño, soy  tú hijo y tú eres mi perra", él continuaba hablando sucio, con ganas de hacer que se venga, pensaba que luego se la sacaría y la pondría  en su cara.

"Oh, sí, sí, yo quiero ser tu puta, bebé, sí, sí, soy tu mami y amante," Amanda balbuceó, ya estaba tan cerca para llegar a su máximo clímax.

"Vamos, mamá, córrete como una puta y mami… eres mi mujer… eres mia, mamá", le exigía, pero también sintió que necesitaba hablarle sucio para así poder alcanzar el orgasmo de su madre.

SIIIIIIIIIIIII, FOLLAAAAAAAA A TÚ MADRE… FOLLLA A TÚ PERRA…!”, ella gritó cuando finalmente una gran erupción  la golpeó, donde le origino  temblores y pulsaciones que golpeaban cada centímetro de su cuerpo… ¡AAAAAARRRRGGGGHHHHAAAAAAAAAGGGGRRHAAAAaaaaaahh!... Sintió el orgasmo más intenso que jamás antes había tenido…sus ojos se le voltearon en blanco y con sus brazos y piernas  abrazaban  el cuerpo de su hijo.

Kevin continuó follándola, sintió su grito de excitación  y vio su gran orgasmo  y que de alguna manera se le veía  más hermosa y golfa,  este cuadro  voluptuoso  hizo que sus testículos comenzaran a hervir por segunda vez.

"Oh sí, bebé," ella gimió, mirándolo fijamente a los ojos y ya sentía que él también estaba cerca de terminar.

Lo dijo con amor: "Llena el coño de tú mama con tú leche, cariño… quiero sentir en mi interior tus deliciosos chorros de semen."

"¡Oh Dios, Maaammmmiiiii!..¡Miii putaaaa y mi mamaaaa!" él gimió, amando cada palabra sucia de su boca.

"¿Cariño, quieres correrte en tú mamá?", le preguntó tímidamente antes de darle una segunda opción ", ¿O prefieres venirte en  la cara de tú mujer y mami a la vez?"

Él nunca antes había hecho este acto tan travieso, otra fantasía  más de su mente y gruñendo tomo el control de nuevo, él se sentía dueño de su voluntad,  mientras  sacaba la polla de su coño, se bajó de la cama y le ordenó: "Ponte de rodillas."

Ella muy sumisa le obedeció rápidamente, quería demostrarle que él era su dueño y marido; amaba al hombre que sabía lo que quería. Amanda abrió la boca justo a tiempo para tener su jugosa polla y luego él la fue empujando poco a poco dentro de su linda boca.

Después de unos minutos de follar en su boca, parecía que se moría de placer al  sentir que ya se iba a correr, le encantaba  los dulzones y ruidosos sonidos procedentes de la boca de su madre.

Se sentía desesperado cuando ya estaba cerca para darla, la saco de la boca de su mamá y comenzó con su mano furiosamente a bombear su polla sobre su rostro.

"Oh sí, es la mejor polla gruesa y la más jodida  que he tenido en mí vida, córrete por toda la cara de tú mamá", le rogó, con una vos de guarra; Le dreno en su cara hasta la última gota de semen de sus bolas, tuvo  un magnifico  e intenso orgasmo. “¡OOOOHHHHHAAARRGGGGGOOAAGHH!..¡MAmiiiiiiiiii!

El semen que disparó a chorros  recubierto el rostro de su madre,  golpeando su pelo, la frente, la nariz, los labios y la boca.

"Eso es mi bebé, baña la cara de tú mami y de tú puta que te quiere," ronroneó, cuando una última corriente  la golpeó, sintió con gozo el caliente semen  cuando le salpicó en la cara.

"Ohh mamá, esto ha sido  muy rico y  bueno," él gimió, mirando a su madre, con el rostro cubierto con su materia blanca y pegajosa.

"De acuerdo, cariño…soy toda tuya para siempre" ronroneó, cuando ella recogió con sus dedos algunas chorreadas de semen en la barbilla y en sus mejillas, luego se las puso en la boca y las lamio para tragárselas, mientras tanto nunca rompió el contacto visual con su apuesto hijo…que ya era su hombre y amante.

"Mamá, no puedo creer que lo hicimos",  confirmo  la realidad de su acto incestuoso, que  finalmente ahora le golpeaba en la cabeza que tiene encima de su cuello y no la que tiene en su polla. Pero a la vez estaba feliz y ya no le importaba su conciencia ni su pesar…desde ahora todo era normal e imperturbable para él y finalmente consideraba a su madre como su chica de cama.

"No puedo creer que hemos esperado tanto tiempo para ser felices como pareja", le replico ella, en un estado de regocijo, luego tomo su polla y se la puso en la boca y para lamerla y chuparla para dejarla  limpia y brillante. Ella amaba a su hijo y éste era el modo más íntimo de demostrarlo. Ella no se arrepentía de nada y todo esto sería parte de su  vida normal.

"Eres insaciable," él gimió, mientras de nuevo su polla se puso dura y la  tenía en el fondo de su garganta.

"Cariño, eres joven, poderoso y tienes mucha resistencia", señaló contenta, cuando él se encontraba de pie ella de nuevo tomo la polla en su boca. Mirándolo fijamente a los ojos, le preguntó: "¿Tú no te arrepiente de nada?, ¿verdad hijo?"

"Dios mío,  No",  le dijo, "Pero aún tengo temor al futuro, esto es nuevo para mí...tengo miedo que esto termine, ya no me hagas caso y me dejes por otro hombre."

Amanda para tranquilizarlo y darle una plena seguridad de su eterno amor y también asegurarle que el incesto es lo más natural entre dos personas que se aman como ellos, con gran pasión lo volvió a besar con lengua  durante varios minutos y le dijo: “cariño, eso nuca va a suceder,  tú ahora eres mi hombre y mi hijo. Te amo más que nunca y daría mi vida por ti… nunca más tendré otro hombre que no seas tú”

Ella noto que su polla nuevamente se estaba poniendo dura y grande, la agarro y  la acariciaba con cierto vigor, aprovechando que los dos estaban excitados,  lo empujo de espaldas en la cama.

Lo ve completamente desnudo reposando sobre sus espaldas y admira su hermosa erección, ya tan familiar que pudiera esbozar de memoria  el más diminuto detalle de cada vena que surca su inmensa polla.

Al principio sus dedos rozaron levemente el pene erecto de su hijo, se le veía tan  viril y sensual. Ella siguió acariciando  su dura polla con más vigor, incapaz de detenerse. La verga de Kevin  la fascinaba y la veía  hermosa  por su largo y grosor,  sus delicadas manos apenas encajaban alrededor del diámetro del eje de carne.

"¿Cariño, te gusta  mis caricias?," le dijo ronroneando, excitada, algo azorada y feliz, pero incapaz de detenerse.

“Mama, me encantan tus manos…  Son divinas”  excitado le respondió.

Al ver a su hijo que bramaba de placer,  puso sus labios alrededor de la cabeza de la polla y empezó a chuparla  mientras tiernamente bombeaba  su eje. "Mmhmm, ah, uh-huh".

Él  inclino  su cabeza hacia atrás sobre la almohada y cerró los ojos, y exclamó: "¡Oh, mama,  se siente tan bien, chúpamela más duro!"

 "¿Ahora se siente mejor?" le preguntó ella mientras continuaba  masturbando su rígido falo.

 "Oh, mamá, sí… sigue haciendo eso. Es maravilloso." Él se encontraba en el 7mo cielo del placer

Ella de nuevo tomo en su boca  la cabeza de la polla y una de sus manos empuñaba su eje, la otra mano desciende a su escroto y acaricia sus grandes testículos. Eran tan grandes  ​​en comparación con las gónadas de sus anteriores parejas. Se notaban que estaban llenos de esperma caliente.

"Mmmmmm, uh-huh," Amanda gimió cuando ella amamanto el pre semen y cayó presa de sus encantos.

 "Cariño, ya sé lo que voy hacerte para que te sientas aún mejor." Ella se subió  a horcajadas sobre él, como sentándose en el trono de su reino de placer, anunciando que esa polla era de su propiedad para toda su vida y ella en cuerpo y alma era la mujer y esclava sexual de su hijo.

  "Cariño, deja que tú madre te de placer y te haga feliz, tú espera y goza de mí coño", le decía mientras insertaba  la cabeza de su polla en su jugosa raja.

Lentamente se acomodó y el coño se deslizaba a lo largo de la gruesa polla, cuando colmo totalmente su vagina, gimió en aumento: "¡Ooh, Oooooh… uh-huh… OOOHHH… OOOOOOOHHH! Luego ella con sus caderas oscilantes subían y bajaban en la dura polla, sintió que se le estiraba su coño,  gradualmente percibió que la verga se ajustaba dentro de ella.

 "Mamá, eso se siente tan  rico. Oooh… Sigue haciéndolo así…no pares, mi puta amada", él lo dijo muy enardecido y a su vez emplazo sus manos sobre sus  voluptuosas caderas que fluyen a lo largo de su polla.

  "Uh, ah, es tan grande y tan lujuriosa, mi amor… soy tú puta caliente",  Amanda  gemía de placer.

"Oh, lo sé… mami, eres tan fuerte y voluptuosa. Esto es increíble. Continúa con tú  meneo... No pares…tú coño está ajustado y caliente. Oh, sí, eres una dulce y buena puta con tú hijo".

 "!Ooh, ooooooooh¡…¡OOOOOOOHHARRRGGGAAAAGGGG!, me estoy corriendo, me estoy corriendo, Kevinnnnn" Después de su tremendo orgasmo, se tumbó encima del  pecho plano de su hijo y ella lo punzaba con sus duros pezones; luego se acercó a su cara y se besaron intensamente.

Él mantenía una mano en su estrecha cintura y la otra fue entre sus nalgas que frotaba su culo mientras la seguía follando. Su larga polla,  entraba y salía  contrayendo  sus húmedos y sedosos  labios vaginales, el placer creado fue tan intenso que lo único que le importaba era conseguir más de lo mismo. El pasado, presente y futuro se desvanecieron; sólo la pesada respiración  y la velocidad del bombeo entre ellos, es lo que existía.

  "Oh, Amanda ya voy a acabar, mi mami!" primera vez que la llamaba por su nombre, ella se sintió más vulnerable y feliz porque sabía que tenía como amante a un hombre que era su hijo y sabía lo que quería.

"¡¡OOH, OOOOH, OOOOOOH!!...¡¡OHHHOOOOOARGGGOOOHHH!!” Kevin cariño….yo también me corro contigo."

"¡OOOOOOOOOOOOH, sí, así…se siente tan bien…Amanda eres maravillosa!", gimió inundando el coño de su mamá. Los dos se corrieron a la vez… fue algo maravilloso y divino.

 Sus caderas se desaceleraron y se detuvieron, cuando los dos al unísono se corrieron fantásticamente, al final ella yacía lánguidamente sobre él, acariciando su musculoso pecho con su mano, a su tiempo los dos decrecieron en sus excitaciones al igual que la erección de su hijo.

Él le daba múltiples besos en  su  feliz cara, como agradeciendo por su entrega total e incondicional a sus deseos guardados desde hace tiempo y ella también fue reciproca porque le devolvía los besos por todo su cuerpo y de nuevo le lamia su polla con el fin de limpiarla y tragarse la mezcla de sus jugos y sudores.

Ella inicio la conversación, después de ese compartido y fabuloso orgasmo: "Bien, hijo espero que esto ya es una cosa normal entre los dos y creo que a ti también te ha gustado mucho", lo dijo algo vacilante y sin mucho aplomo, "De hecho, por favor cariño, espero que esta noche vas a dormir en mi cama, hoy es el Día de San Valentín y tenemos que festejarnos, ¿Verdad que sí?."

"Mamá, tengo la intención de dormir en ‘nuestra’ cama y en ‘nuestro’ dormitorio cada noche de nuestras vidas," le corrigió, haciendo hincapié en la palabra "nuestra".

"Bueno amor, desde ahora tú eres el hombre de la casa, eres mi hijo, mi amante y mi marido, yo soy tu mamá, tu mujer y tú puta", sonrió aliviada y feliz de la vida.

"Te quiero y te deseo mucho, mamá", dijo suavemente.

"Hijo mío, yo también te amo mucho y te deseo como una poseída", respondió ella.

Ambos se miraron a los ojos  y los dos a la vez vieron el infinito. Esta noche fue el comienzo de su infinito. Ambos se inclinaron hacia adelante y se besaron profundamente cruzando sus lenguas como un pacto o una firma de amor y pertenencia, sabiendo que ya no eran solamente  madre e hijo…eran algo más íntimo y perverso... pero todavía son madre e hijo.

FINAL