El miedo que tengo cuando subo en ascensor se disipa
cuando eres tú el que sube conmigo,
sólos
Y me miras con esas ganas de comerme entera que me encantan
Y nos besamos con ganas de más,
apasionadamente
Y noto como te vas encendiendo,
endureciendo,
elevando
Y me acaricias las piernas
y tus dedos debajo de mi falda…
me relajan.
Cualquier día venzo mis miedos
y aprieto ese botón de parada.