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Nervios, dulces y orgasmos.

en MicroRelatos

  • Cuando esté llegando te llamo, me dice.

El día ha sido bastante intenso pero esperaba con ganas esta noche.

Aprovecho para darme una ducha algo larga y cuando salgo pongo algo de rock en la radio. Lo cierto es que no he cenado, pero aun así tampoco tengo mucha hambre, me como una chocolatina, unas chuches y me miro en el espejo con la mini toalla de la ducha pensando qué ponerme.

Lo voy preparando encima del tocador: tanga, sujetador, medias de blonda, camisa de seda…pienso que quizás es demasiada ropa para lo poco que va a durarme puesta, pero quiero que disfrute desenvolviendo el regalo.

Me quito la toalla y me paseo desnuda por la habitación, que es enorme, la sensación de libertad es maravillosa, me asomo por la ventana y veo la noche con luna llena inmensa, sonrío pensando en el “hombre lobo” que espero.

Me termino de arreglar y voy preparando su recibimiento, quiero jugar un rato.

Quito la mesa de centro de la habitación y la retiro hacia la ventana dejando el espacio vacío. Pongo una silla en ese hueco, de espaldas a la puerta y coloco un camino de chocolatinas desde la puerta hasta la silla - un recibimiento dulce, pienso.

Todo preparado. Me tumbo en un lado de la cama de 2x2 a esperar con el móvil al lado. Me siento nerviosa por conocerlo, por tocarle, por lo que dirá cuando me vea, por si le gustará el recibimiento. Escucho la música de fondo y me siento sexy, excitada. Pienso en masturbarme, sonrío pensando en él y no lo hago.

Suena el teléfono, bajo la radio y le doy instrucciones mientras me escondo en el baño: “Cuando piques, te das la vuelta. Cuando te lo diga entras, cierras, te quitas el abrigo, sigues el camino hasta la silla, te sientas sin moverla, respira hondo y cierra los ojos. No los abras hasta que yo te lo diga, no hace falta que te los tapes, confío en ti. Espero que te guste lo que veas al abrirlos.”

Le escucho sorprenderse al entrar, su voz me encanta, me resulta super sexy, me excita. Cuando está en su sitio me avisa y salgo del baño, bajo las luces y me acerco a él despacio, ya no tengo prisa y quiero disfrutar cada segundo.

Está con los ojos cerrados y sonríe (le noto la risa algo nerviosa quizás) y eso me hace sentir poderosa, le abro las piernas y le cojo de las manos para llevarlas hasta mis muslos quiero que note mis medias de blonda. Quiero que me recorra a ciegas. Me pide abrir los ojos y se lo niego…unos segundos más.

Su cara cambia, le gusta. Mis dedos recorren su barba, rozan sus labios ansiosos ya por tocarme, me sigue tocando con sus manos y le beso despacio, le rozo con la lengua…me gustan sus labios carnosos ummmmmm.

Le dejo abrir los ojos, me sonríe y me sujeta contra su cuerpo, nos besamos apasionadamente.

Mete las manos por debajo de mi camisa y recorre mi espalda, lo noto ansioso y yo estoy muy excitada, me desabrocha el sujetador, me quito la camisa, me aprieta el culo contra él mientras me termino de desnudar, me mira serio con pasión encerrada, le miro, le quito la camiseta y recorro sus brazos.

Me acerca de nuevo hacia él, sus manos me recorren y me lame los pechos ummmmmmm me encanta. La quietud se ha terminado. Se levanta, nos besamos, me muerde los pechos,

  • Despacio fiera, le digo.

Sonríe y me agarra, le beso.

Me lleva hacia el sofá y se desnuda. Me gustan las vistas. Me besa, me roza el coño con sus dedos.

  • Vamos a la cama, me dice

Le sigo.

Me tumba en la cama y me abre las piernas, le gusta lo que ve. Me lleva hacia él y sin palabras me la mete, dura, le aprieto con las piernas hacia mí, noto la presión, me encanta el movimiento pero quiero ser yo la que le maneje, quiero jugar con su polla dentro de mí,  se tumba en la cama y le monto.

Se deja hacer, cierro los ojos instintivamente y me muevo encima de él, empiezo suave y voy dando intensidad, me pide que le mire mientras me muevo. Nos miramos. La noto muy dura. Me gusta. Me muevo. Le gusta. Me pide que siga. Llevaba tiempo esperándole, estoy muy excitada y no voy a aguantar mucho más, me muevo rápido, descontrolada, me toca los pechos, me agacho para rozarle con mis pezones muy duros, le beso, le muerdo.

Me elevo, me agarra las manos y me dejo caer hacia atrás, la siento muuuuy dura, me encanta, me vuelvo a mover rápido, mis caderas juegan. Gimo. Grita. Le gusta,

  • Ummmmm

  • Te gusta?, le pregunto

  • Córrete para mí! Grita.

No aguanto más y me corro.

Él todavía no, así que se lo termino con la boca. Se arrodilla en la cama y me la meto en la boca, le rozo con la lengua, me la meto hasta el fondo, me sujeta.

Me pide que pare quiere que me toque para él mientras se masturba, él de rodillas y yo tumbada en la cama, reposada tras un buen orgasmo, le miro lascivamente, recorro mi cuerpo, llevando mis dedos por mis pechos,  hasta mi sexo, me rozo el clítoris, me los meto, cierro los ojos de placer, los abro y le veo mirándome a punto de correrse, no aguanta más, me la meto en la boca, grita y me lo trago.

Sonríe y no me deja besarle (Encima!! Pienso). Nos reímos.

Vamos al baño, juntos, a refrescarnos un poco y volvemos al sofá. Desnudos.

Se sienta y me acurruco a su lado, hablamos, bueno, me habla y yo aunque le escucho no puedo dejar de tocarle, no sé qué me pasa pero sigo excitada, me acerco a él para rozarle con mis pechos en su cuerpo.

Me besa, le beso, le muerdo. Seguimos hablando, me cuenta algo de su vida, le cuento algo de la mía, no nos conocíamos y parece que lleváramos hablando toda la vida, los nervios de los días antes han desaparecido, le aparto el pelo que le cae sobre la frente y nos besamos  apasionadamente. Sus manos bajan hasta mi coño y lo nota muy húmedo.

  • Vas a follarme?, le digo.

Nos vamos de nuevo a la cama, se tumba en la cama y me pide que me eche a su lado, le rozo el pecho, recorre mi cuerpo con sus dedos, me susurra al oído mientras me vuelve a tocar el coño que está empapado de nuevo, juega con mi clítoris (muuuuuy bien, por cierto) …

  •  Fóllame!, le digo.

Él obedece y me coloca en el centro de la cama,  me abre las piernas, me mira, le rozo, noto la polla rozándome

  • Joder qué dura se le pone, pienso.

Me sujeta las piernas, se agacha a besarme, me muerde, me aprieta los pezones, me la mete…

  • Ummmmm, grito

Le miro, le excita verme así, lo sé, lo siento. Le aprieto hacía mí. Se mueve intenso, me levanta las piernas hacia su pecho, las coloco en sus hombros y se mueve fuerte, me encanta.

Juego con mis caderas, sintiendo su polla dentro de mí, cómo me roza, cómo se mueve, gimo  despacio, pero no me aguanto, elevo la voz, grito,

  •  Síííííí!!! Sigue , dios!! No pares, así!!! Fóllame cabrón!! Joder qué bueno!!!, Sigue!!!

Se mueve muy bien, estiro mis brazos, me sujeto a la almohada, le miro, me presiona más, la siento muy adentro.

  • Te voy a meter hasta los huevos!, me dice,

La sensación es maravillosa. Grito. Sabe darme justo como me gusta. Seguimos unos minutos así, hasta que noto que no aguanto más, le pido que siga fuerte que estoy a punto. Obedece. Me aprieta contra su polla, metiéndola hasta el fondo, rápido, intenso. Me da igual que me escuchen en las habitaciones de al lado. Le miro. Grito. Exploto.

  • Joder, qué gran orgasmo!!, éste sí ha sido bueno, pienso.

Él aguanta más, no sé cómo lo hace, pero quiere hacer que me corra yo primero. Se tumba en la cama, y le hago disfrutar hasta el final, le como la polla unos segundos y se termina corriendo también. Grita. Grita mucho. Le relamo. Sonrío.

  • Te ha gustado?, me dice.

  • Mucho, le digo sonriendo pícaramente.

Y me echo a su lado en la cama. Hablamos, ahora ya a oscuras, y rozo su pecho con mis manos.

  • Me tienes muy caliente, le digo.

  • Ya lo veo, dice sonriéndome.

Nos quedamos dormidos rozando nuestros cuerpos, el día ha sido largo e intenso pero la noche ha conseguido hacer olvidar todo el estrés del trabajo y los nervios de conocernos.

Suena el despertador y me despierto a apagarlo. Me giro y me quedo mirándole mientras duerme. Abre los ojos.

  • Llevas mucho así, me pregunta.

  • No, tranquilo, acabo de ponerme.

Me roza la espalda con sus dedos y me lleva hacia él. Nos besamos. Nos besamos. Nos besamos.

  • Buenos días cariño, me dice.

  • Buenos días bombón, le digo sonriendo.

Y mis manos van bajando por su pecho y le agarro la polla, fuerte, la muevo. Como tantas veces le había dicho por teléfono que lo haría si lo tuviera cerca por la mañana. Sonríe.

  • Me vas a dejar agotado, me dice.

Le sonrío y desaparezco entre sus piernas, sujeto su polla más suave con los dedos, dando intensidad en la subida, me la meto en la boca  hasta el fondo y me la saco, la lleno de saliva y mis dedos se resbalan mejor, mi lengua juega en su glande, rodeando su corona, me la meto de nuevo hasta el fondo y presiono con mi boca.

  • Dios! Qué buena mamada! Me dice

Me encanta escuchar eso. Sigo. Mi mano mueve su polla, mientras le lamo los huevos, subo y le vuelvo a chupar, juego con él, le gusta, lo noto, se le pone muy dura. Me subo encima de él y me la meto. Estiro mis piernas hacia él y me muevo desbocada, metiéndomela hasta el fondo, dejándome caer encima de él, presionándome contra él, jugando con su polla dentro de mí, hasta hacerme gritar. Me mira y le gusta...

Me corro. Se corre. Gritamos.

Caigo en la cama, me pide descanso y sonrío, le beso suavemente y pienso:

  • Duerme lo que necesites cielo, que cuando despiertes seguiré aquí.