Parece que el invierno ha llegado.
Aunque hoy hace más frio en la casa que fuera.
Desde que esta discusión tonta hace que aparezcan témpanos de hielo en el recibidor,
e inunda el pasillo de una tormenta de nieve que te impide llegar al sofá.
Y durante la cena no dejo de tiritar , me falta tu mirada que me caliente.
Me rindo por hoy y me retiro a la habitación que esta helada , vacía , seca.
Y no consigo conciliar el sueño.
Vienes a la cama y llega ese momento raro en que te acuestas, hermético, mudo...
Tras esos silencios incomodos de la cena, y te tapas.
Me muevo y rozo el pie, helado, en el tuyo y te digo “uy! Perdona, no quería tocarte”.
Te quedas callado, te giras, me giras, me rodeas con tus brazos y me dices “ nunca dejes de tocarme, por favor”.
Y en ese momento, el calor vuelve a la habitación y la humedad a nuestros cuerpos.
Nos besamos, nos tocamos…
Termino acurrucada a tu pecho toda la noche, con tu mano jugando en mi espalda.
Con mis dedos recorriendo tu cuerpo…