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El partido

en MicroRelatos

El ruido es casi ensordecedor. Todos exaltados. Levantándonos continuamente con cada jugada. Me ves de nuevo. Lejos pero cerca. Te miro y te sonrío. Me sonríes y me guiñas un ojo.  De nuevo otro clamor general ante una nueva oportunidad de gol.

Hay nervios. Tensión. Está emocionante, pero el hambre te puede y vas saliendo por mi fila. Tienes que pasar por mi lado y estoy de pie obstruyendo tu paso. No te veo, me tocas el hombro preguntándome si te permito pasar. Me giro y te sonrío.

  • Mmmmm... Por qué tengo que dejarte pasar? Vas a tener que pagar un peaje!  - me atrevo a decirte al oído.

Te quedas descolocado y yo me río casi a carcajada limpia.

  • Dame un beso!. Ese es el peaje – te digo acercándome de nuevo a tu oído.

Me miras y me miras. Y no te acabas de creer lo que has oído. Pero no te lo piensas, me agarras de la cintura y me das el beso solicitado. Es un beso corto y casi casto pero que nos provoca como una corriente eléctrica por el cuerpo.

Al separar nuestros labios te miro sonriendo y ves el pintalabios de mis labios algo desdibujado por el roce de los tuyos.

  • Pensarás que estoy loca, pero es que hace tiempo que te veo... es el último partido y...

  • Shhhhssss no digas nada más – me dices rozando con un dedo la comisura de mis labios-. Menos mal que lo has hecho. Me ha gustado tu iniciativa –me dices sonriendo-Yo también tenía ese miedo de no volver a verte hasta la próxima temporada... Iba a por un bocata. Tengo un hambre... Vente, tomemos algo!. – te animas a decirme- .

Me agarras de la mano y tiras de mí, fila adelante esquivando a los aficionados que están de pie. Salimos a los pasillos interiores del estadio y buscamos los puestos de bocatas casi a la carrera. Pero cuando los vislumbramos tiro de ti y te freno en seco. Rodeo tu cuello con mis manos y te beso. Ahora ya no es un beso casto y corto, se alarga. Me aprietas con tu cuerpo contra el muro. Juegan nuestras lenguas. En mi boca y en la tuya. Apasionado y largo. Y al terminar nuestro primer beso apasionado y separar nuestros labios ves justo al lado el cartel de WC.

  • Hacemos una locura? Entramos?–Me dices señalando el letrero con un gesto de la cabeza-

No hizo falta más. Tiré de tu mano y entramos corriendo y riendo en el baño de chicas. Nos metimos en la última cabina.

Besos. Caricias. Besas mi cuello. Mi hombro. Mis labios. Encuentro de nuevo tu lengua y la enredo con la mía. Acaricias mi culo. Amasas mis pechos. Por encima de la tela de mi camiseta roja acaricias mis pezones. Tiro de tu cinturón. Tú tiras de mis botones del vaquero y vas bajando tu mano hacia mi ingle.

Acaricias mi pubis por encima de mis braguitas. Suspiro casi en silencio. Descubres mis pechos y los besas. Por toda su superficie. Y los lames y lames y chupas mis pezones. Se me ponen bien duros. Mi mano tampoco para, acariciando tu pene primero por encima del bóxer y buscando bajo la tela...

Bajas mis vaqueros. Caen al suelo.  Hago lo mismo contigo.

  • Yo no llevo una goma y tú?, me dices

  • Joder, yo tampoco!, te contesto

  • Pues déjame hacer a mí, me dices

Me quedo extrañada. Pero cuando veo cómo van bajando tus besos por mí pecho, abdomen..... Y llegan al centro de mi placer, me dejo hacer. Te arrodillas delante de mí. Levantas una de mis piernas y la apoyas en el inodoro. Acercas tu cara hacia mi caliente gruta. La punta de tu lengua roza mi coño totalmente depilado. Separas un poco más mis muslos y pasas tu lengua de abajo a arriba por toda mi vulva.

  • -Mmmmmmmmm.....- se me escapa susurrando.

Lo haces otra vez. Suspiro. Lames mis labios. Tu lengua juega entre ellos y me notas excitada. Húmeda. Caliente. Entra tu lengua dentro de mí. Me saboreas. Subes despacio hasta localizar mi clítoris. Y te concentras en él. Lo lames con toda la extensión de tu lengua para luego acariciarlo sólo con la punta. Tus dedos juegan también en mi interior. Me lames ahora deprisa. De derecha a izquierda.  De abajo a arriba. Te vuelves loco lamiendo y chupándome. Me escuchas gemir casi en silencio.

Sigues y sigues y mi mano aprieta tu cabeza contra mí. Quiero más contacto. Hasta que vas notando cómo me voy tensando. Agarras mis nalgas y me sujetas contra tu boca.

Y me voy arqueando. Tensando. Notas la presión de mi mano en tu cabeza. Presionas cada vez más tu lengua, hasta que llego a explotar en tu boca.  Temblando te regalo todos mis jugos en tus labios. Y me lames y relames hasta que notas que aflojan mis temblores y mi cuerpo se relaja.

Te levantas del suelo, me sujetas contra la pared, y yo te rodeo con la pierna en tu cintura, te beso  y te digo – esto no acaba aquí.

  • Volvamos a nuestros asientos que llega la hora del descanso y esto se llena, me dices.

Salimos del baño, cogemos algo de la cafetería, y volvemos a nuestros asientos justo antes de que empiece el barullo de gente del descanso.

Al volver nos sentamos juntos ya no intentamos disimular nada y los amigos de cada uno sonríen, se han dado cuenta de que algo ha tenido que ocurrir por fin.

  • Sabes que te voy a compensar por lo de antes?,-te digo casi susurrando al oído mientras acaricio tu nuca con la yema de mis dedos.

  • Me alegro que al terminar no te vayas a ir,- me dices sonriendo.

  • Espero que no hayas hecho planes, porque tengo alguno para ti- te digo acariciando tu pierna, desde el muslo hacia tu sexo mientras te miro a los ojos.

Sonríes y me besas.

El partido se reanuda. El público está exultante y todos estamos de pie animando hasta los últimos minutos, nosotros seguimos animando, acariciándonos con la punta de los dedos, sonriéndonos con cada jugada…hasta que llegan los últimos minutos en los que todo se decide, la tensión se nota en el ambiente… hasta que llega el esperado gol necesario, el público estalla de alegría y tú….me agarras de la cintura, bajas tu  mano hasta mi culo mientras me besas apretándome contra tu cuerpo y  yo te noto…endureciéndote…

  • Vámonos!,- te digo .

  • Lo que tú digas,- me dices

Avisamos con gestos a nuestros amigos y cogemos nuestras cosas. Vamos como podemos entre la gente cogidos de la mano hasta que por fin cogemos las escaleras de salida, que aún están despejadas.

Te agarro del brazo y te vuelvo a frenar en seco, me miras y te beso apasionadamente, nuestras lenguas juegan, me vuelves a juntar a tu cuerpo y mi mano baja hasta tus pantalones que parecen no soportar más presión, te sujeto el culo hacia mí para notar tu dureza.

  • A mi casa, vale?, me dices

  • Donde pueda comerte a solas, te digo sonriendo.

Sonríes pícaramente de nuevo y me besas suavemente.

Salimos del estadio hacia el parking, cogemos tu moto y sacas dos cascos.

  • Vaya! se ve que a veces sí tienes de repuesto, te digo sonriendo casi a carcajada.

  • Ya ves! Me dices siguiendo mis risas.

Nos subimos, me acomodo y juntándote a tu cuerpo te pregunto si te aprieto demasiado…

  • Aprieta lo que quieras, me dices cogiendo mis manos sobre tu  pecho.

La moto, la velocidad, y la sensación que nos produce el roce de nuestros cuerpos, hacen que nuestro deseo vaya en aumento.

Llegamos a tu casa, aparcamos y tras guardar los cascos no aguantas más y me besas juntándote a tu cuerpo de nuevo, apasionadamente, nos besamos y meto mi mano por debajo de tu camiseta recorriendo tu espalda con mis dedos, bajando con mi mano por dentro de tu pantalón hacia tu culo lo aprieto hacía mí. Tú me agarras por la cintura, dejándome acariciarte. Te  gusta. Te calienta.

  • Vamos arriba, me dices.

Subimos a tu casa, cierras la puerta y nuestros instintos se desatan. Nos quitamos mutuamente y con prisas los abrigos que tiramos en el suelo, me aprisionas contra la pared y te rodeo con mis piernas mientras nos besamos apasionadamente, nuestras manos no pueden parar. Metes tus manos por debajo de mi camiseta roja y tocas mis pechos, yo meto la mano por tus vaqueros y tú aprietas el culo hacia mí.

 Tras unos segundos disfrutando así no podemos más, saco la mano y te desabrocho el pantalón, entonces me separas un poco de ti y mis piernas caen al suelo. Quieres disfrutarme poco a poco. Ahora no estamos en tiempo de descuento. Me desabrochas el vaquero sin dejar de besarme. Paras y me quitas la camiseta dejando al descubierto ese sujetador que no puede ocultar mis duros pezones, me lo desabrochas mientras me besas el cuello, el hombro, el pecho, lames mis pezones y vas bajando por mi vientre. Tus caricias me gustan, gimo levemente y suspiro. Me quitas los pantalones recorriendo tus manos en mis piernas, respirando muy cerca de mi sexo, lo noto, me rozas con tus dedos por dentro de mis braguitas, cierro los ojos y suelto un suspiro.

Subes y contemplas mi cuerpo semi desnudo, solamente con esas braguitas que me hacen sentir muy sexy, metes tus manos para quitármelas y te paro. Te quedas extrañado.

  • Ahora me toca a mí, recuerdas?, te digo sonriendo y mordiéndome el labio.

Te doy la vuelta y te sujeto contra la pared. Te dejas. Te desabrocho el vaquero y te lo voy bajando a la vez que mi cuerpo, rozando tu miembro al que beso por encima del bóxer. Subo, te acaricio el abdomen, te beso en los labios y justo cuando me vas a agarrar por la cintura, notas como mi mano te sujeta la polla, que está muy dura sintiéndome, esperándome, te quedas clavado a la pared y yo…me agacho, te quito el bóxer y sin miramientos me meto tu polla en la boca.

  • Uffff, qué sensación! Piensas, aunque no puedes articular palabra ahora mismo.

Me la saco de la boca y juego con mi lengua, desde la base hasta arriba subo despacio, jugando, hasta el glande en el que me detengo y  lo lamo con mi lengua, con la punta haciendo círculos, bajando hasta la corona que rodea, con mi lengua presionando lentamente. Tu polla está dura quieres aguantar pero no puedes mucho más,

  • Quiero que me hagas lo que quieras… dices casi susurrando

De repente me la meto en la boca entera, hasta el fondo y subo presionando con mis labios. Me sujetas la cabeza y yo te aprieto las nalgas con mis uñas hacia mí. Sigo. Dentro fuera. Dentro fuera. Presionando, jugando con los dedos en tus huevos.

  • Joder qué bueno!, gritas

Me la saco y la dejo muy mojada de mi saliva, sigo con mi mano, con mis dedos, mientras sigo con mi lengua en tu glande, intenso, rápido…

  • Sigue!, sigue! ,gritas de nuevo

No aguantas más y terminas explotando en mi boca, me lo trago y sigo con mi lengua relamiéndote lentamente… te quedas clavado a la pared, inmóvil, solo se te ocurre darme las gracias.

Me levanto, recorriendo tu pecho con mis dedos y te digo -  el placer ha sido mío.

Me agarras por la cintura y me besas.

Desnudos, recogemos la ropa del suelo y la llevamos a la habitación encima del brazo del sofá y me indicas donde está el baño para que me refresque. Vas a la cocina y buscas algo frío en la nevera, sacas una botella de vino en su cubitera y algo de picar.

Entras y lo llevas al salón, mientras esta vez vas tú al baño. Te aclaras y mientras buscas la caja de condones para llevarla a la habitación, la dejas encima de la mesilla. Y vuelves al salón.

  • Me dejas algo de ropa? Te digo desnuda, cuando te veo entrar por la puerta del salón .

Te acercas a mí, me acaricias desde los pechos hasta la cadera y me dices…

  • Estás perfecta, pero si tienes frio te dejo mi piel.

Te miro, seria, te miro los labios, te los rozo con un dedo. Me sujetas por la cintura con una mano, mientras la otra va bajando hacia mi nalga…

  • No sabes las veces que he soñado este momento, te digo

  • No eres la única que lo ha deseado, me dices.

  • Fóllame! , te digo apretando tu cuerpo contra el mío.

Me coges en volandas y te rodeo con mis piernas, me pones encima de la mesa del comedor y me quitas las braguitas. Te beso, mientras acaricio tu nuca, notas mis pezones clavándose en tu pecho, me arqueo para atrás y me besas el cuello, el pecho, lames mis pezones y los muerdes suavemente. Gimo. Me gusta. Juegas con tus dedos por mi cuerpo, por mi vientre, hacia mi coño que no puede estar más húmedo, me rozas el clítoris y se escucha un

  • Ay! dios!.

Sonríes y sigues…

No sabes cómo tan rápido pero te estás  excitando de nuevo. Mis caricias mientras te acaricio, mis gemidos suaves…

Paras, sujeto mis piernas a tu cintura y noto como te vuelves a endurecer, me sujeto a tu cuello y me llevas hasta la habitación, me tiras en la cama suavemente y te alejas para contemplar mi cuerpo desnudo. Me abro de piernas y me muerdo el labio mientras llevo mis dedos hasta mi coño, metiéndome el dedo…

  • Me vuelves loco! No sé cómo he podido aguantar toda la temporada,- me dices mientras tu polla se empieza a endurecer demasiado de nuevo.

  • Fóllame! Te digo mientras me llevo mi dedo a la boca mirando tu polla.

Estiro el brazo y cojo uno de los condones de encima de la mesilla, tú me miras, ese estiramiento de mi cuerpo te ha gustado, te ha excitado, esas vistas…

  • Mmmmmm , me dices

Me siento sobre el borde de la cama sonriendo y te acercas, abro el envoltorio, te sujeto la polla mientras te miro y te la masajeo levemente. Está muy dura, lo coloco en la punta y te miro. Acerco mi boca y lo arrastro con mis labios presionando por toda la superficie, tú te echas un poco para atrás notando como entras más en mi boca suavemente. Saco la boca y te lo termino de colocar con los dedos.

Me echo en la cama colocándome en el centro. No puedes aguantar más, abro las piernas, me rozas con tus dedos en mi sexo que está muy húmedo y me la metes de golpe.

  • Sí!!! Grito.

  • Mmmmm! Gritas tú

Estoy muy húmeda, me notas, caliente, presionando tu polla con mis músculos. La sacas, la vuelves a meter rápido. Como si tuviéramos prisa, te aprieto con mis piernas hacia mí, te aprieto los muslos y grito

  • Sí!! Sigue!! No pares!! Fuerte!!

Sigues con fuerza, siguiendo mis órdenes, como un buen jugador. Entras y sales, entras sales, rápido, me sujetas de las piernas, tú también me aprietas los muslos y te abalanzas a besarme, te muerdo suavemente el labio.

  • Te gusta , eh?, Quieres más? , gritas

  • Sí!! por favor no pares!!, sigue!! Me encanta!!

Mueves las caderas presionando cuando entras, notas como te atrapo con mis movimientos que se acompasan con los tuyos, te agachas para comerme los pechos que están mirándote, muerdes mis pezones y recorres con tu mano mi cadera hasta bajar a mi clítoris, lo rozas, me arqueo  sobre las sábanas, sigues.

  • Mírame. Córrete para mí, me dices.

Comienzas a moverte algo más lento jugando en mi interior con tu polla y con tus dedos en mi clítoris.

Te miro, me elevo a besarte y te siento más dentro. Empujas y presionas más. Me dejo caer hacia atrás y me sujetas por la espalda con tus brazos, regalándote unas vistas increíbles de nuevo.

Me caigo sobre la cama, sujetas mis piernas de nuevo, las coloco rodeándote y comienzas a follarme fuerte de nuevo. Estás a punto y yo también…sigues, notas como me muevo, estoy a punto, presionas más, rápido y termino explotando y tú notando como mi calor interior te inunda,

  • Sigue!!! Córrete dentro de mí!!! Fóllame!!,-te grito.

Sigues fuerte resbalando tu polla por mi coño chorreante y unos segundos más tarde de esas palabras mágicas terminas explotando…

  • Sí!!!!, terminas diciendo.

Sales de mi interior sujetando el condón, te lo quitas y te tiras a mi lado en la cama, exhausto, sudado, me besas, te beso y nos tomamos el descanso.

Después de que se nos normaliza la respiración y nos relajamos un poco te levantas de la cama para ir al salón.

Apareces con las dos copas, la botella de vino y un platito con fresas. Me ves sonreír.

  • Para rematar el postre.  - me dices riendo.

Sacas del cajón de la mesita dos largos pañuelos de seda negros, un antifaz negro opaco y una pluma.

  • Y esto para jugar. ¿Te apetece jugar?, me dices con esa mirada de pillo.

Sonrío. Sonríes. Me encanta esa sonrisa, esos labios.

Descorchas el vino y sirves en las dos copas. Brindamos manteniendo la mirada.

  • Así es como hemos de brindar. – me dices mirándonos a los ojos- . Así es como se ha de disfrutar el vino, con una agradable compañía, al lado de una chica estupenda, degustándolo contigo.

Sin avisar coges una de mis muñecas y me vas atando uno de los pañuelos. Me dejo hacer. Me haces lo mismo en la otra mano. Y me atas suavemente dejándome en el centro de la cama para saborearme. Y me llega la oscuridad con el antifaz. De repente noto la suavidad de la pluma recorrer mi piel.

Te acercas a mí y me besas dándome parte del vino que tienes en tu boca acariciándome a la vez uno de los pechos. Coges una de las fresas y la mojas en el vino de una de las copas. La acercas a uno de mis pezones y lo acaricias con ella. Lo besas bebiendo las gotas de vino que has dejado sobre él. Suspiro con el contacto de tus labios. Me haces lo mismo en mi gemelo de mi otro pecho. Coges la copa y la acercas a mis labios. Bebo de ella.

-Bésame -me pides, notando tus labios frente a los míos. – y te obedezco dándote un beso húmedo y con un rico sabor a vino.

Mojas de nuevo la fresa en el delicioso vino y la haces recorrer el camino hacia mi caliente coño a través de mi abdomen. La sigues de cerca con tu lengua recogiendo las gotas del preciado líquido. Vuelves a sumergirla en la copa. Y me la acercas a los labios. Muerdo. Te acercas a mí y te beso. Mmmmm… tu sabor, el de la fresa y el del vino mezclados. Es un beso intenso, sabroso, dulce…

Fresa nueva y zambullida de nuevo en el vino. Ahora acaricias la entrada de mi vulva. Doy un respingo. Suspiro. Rozas mi clítoris.  Gimo. Siento como pasa tu lengua.

  • Mmmmm… - suspiro.

Coges la copa y dejas caer vino sobre mi coño. Me da un escalofrío. Y de repente noto tu lengua saborearlo. Lamer mi coño con ansia. Vas directo a meter la lengua en mi vulva. Me bebes todo el preciado vino mezclado con mis jugos . Lames y  lames de forma rápida. Casi alocada. Hasta no dejar una gota sobre mi coño. Y ahora te centras en saborear los restos de vino que quedan sobre mi clítoris.

Jadeo. Me agarro a las sábanas. Insistes una y otra vez. Lames hacia arriba. Hacia abajo. A derecha e izquierda. Chillo. Casi te atrapo entre mis piernas con mi gesto de placer .

Noto unos dedos entrar en mí suavemente.  Solo los haces entrar en el principio de mi caliente cueva mientras lames mi clítoris.  Tus dedos juegan dentro de mí. Tu lengua se centra en mi clítoris con sabor a vino. Hasta que me arqueo sujetándome a las sábanas. Chillo tu nombre y me llega un brutal orgasmo con un espasmo incontenible dejándome caer de golpe de nuevo sobre las sábanas.

  • Joder! Gracias!, ha sido increíble, te digo sofocada

  • Me ha encantado hacerte disfrutar así, me dices sonriendo, mientras me quitas el antifaz y me desatas.

Limpias tus labios con tus dedos y te caes en la cama a mi lado unos pocos minutos, nos relajamos, nos rozamos suavemente. Casi estamos a punto de quedarnos dormidos de tanta relajación hasta que decidimos levantarnos para cambiar las sábanas llenas de fresas y vino.

Bebemos un poco más de las copas, comemos las fresas que quedan sobre el plato y las llevo a la cocina mientras me preparas la ducha para poder dormir más cómoda.

Entro en el baño y me indicas donde me dejas las toallas y el champú y te dispones a irte,

  • Ah! Pero no te duchas conmigo?, te digo sonriendo

  • No has tenido bastante? Me dices casi a carcajadas, sujetándome por la cintura y dándome un dulce beso.

  • Hoy he salido a ganar(te), te digo acariciando tu barba.

Y ahí no te puedes contener y nos besamos intensamente. Me indicas que me vaya metiendo que vas a por más toallas para ti y ahora vuelves.

Yo entro y me voy refrescando, lo cierto es que con tanto sofoco las gotas de agua sobre mi cuerpo son un alivio. Me relajo con el agua cayendo sobre mi cuello, sobre mi espalda. Me giro y te veo fuera, mirándome.

Veo cómo te sujetas la polla, de arriba abajo mientras me miras, te excitas, te encantan mis movimientos bajo el agua, te colocas tú mismo esta vez el condón…

  • No entras?, te pregunto sonriendo pícaramente y haciéndote hueco.

  • Casi no me hace falta, me ganas antes de saltar al campo, el agua recorriendo tu cuerpo me resulta excitante, eres preciosa, me dices entrando y cerrando la puerta de la ducha.

Te beso, me agarras de la cintura suavemente mientras el agua de la ducha cae sobre nuestros cuerpos y nos besamos.

Nos enjabonamos mutuamente, el pecho, la espalda, el abdomen y voy bajando con mis manos hasta tu miembro que lo sujeto notando como se endurece más todavía mientras me miras, me dejas. Sigo con un poco más de fuerza y tus manos van bajando también hacía mi coño, notando como tus dedos entran dentro. Cierro los ojos de repente y  suspiro.

Te sujeto la mano y tú sujetas la mía, nos miramos. Dejamos que el agua siga cayendo por nuestros cuerpos y me giro apoyándome contra la pared de la ducha, te acercas, recorres mi espalda con tus manos, buscas mis pechos y los aprietas, juegas con mis pezones mientras me besas los hombros, la espalda, vas bajando y noto como me rozas el clítoris, doy un respingo y suspiro, me aprietas a tu cuerpo y te noto mmmmmmmm, te noto, te noto como te endureces más y más, abro las piernas y me dices al oído

  • Es lo que quieres, eh?, la quieres dentro? , me dices

  • Síiii, te digo mientras mis manos van hacía atrás buscando tus nalgas .

Me pasas los dedos rozándome y notas mi humedad, me agacho un poco, te sujetas la polla y me la metes. Gimo. Gimes. Y comienzas a moverte empujándome, metiendo tu polla en mi interior, muy dura, la noto, el agua sigue cayendo y tú me sujetas de las caderas para follarme más fuerte, entras sales, entras sales, entras sales, pierdo la cuenta de las veces que lo haces y yo disfruto, gimo, suspiro, te grito, te pido que no pares .

De repente la sacas, sujetas la goma, me giras y me dices,

  • Quiero ver tu cara cuando te corras para mí.

  • Me tienes muy cachonda , te digo.

Me apoyas contra la pared y subo las piernas rodeándote la cintura, me sujeto entre la pared, , la grifería y tu cuerpo que me atrapa, me la metes y me presionas,

  • Mmmmmmm!!!, qué gusto! Gritas

Yo ya apenas puedo articular palabra, me tienes muy excitada, gimo, suspiro. Tú me presionas con tu cuerpo , te noto dentro muy dura, más dentro, fuera, dentro, me comes los pechos, me besas el hombro, nos comemos la boca, mientras te siento dentro. La sensación es indescriptible, el agua templada nos recorre aumentando nuestra temperatura, nosotros nos besamos intensamente mientras noto como tu polla palpita dentro de mí, como se clava hasta lo más profundo, como con cada embestida notas cada uno de mis pliegues en ella, mi humedad recorriéndola por dentro, te aprieto contra mí, me sujetas con fuerza , me rozas

  • Sigue!! Más!! Me encanta!!! Joder Sigue!!, te grito, estoy a punto y ya no puedo contener mis gemidos.

  • Te gusta, eh? Me voy a correr!! No me sueltes que me tienes loco!! Más! Más!, terminas gritando tú también.

Estamos a punto y en un momento meto mis manos como puedo y te rozo los huevos suavemente,

  • Síiii!! Me dices casi susurrando.

Sigo suavemente, pero tú haces lo mismo con mi clítoris, lo rozas levemente, lo sueltas, te suelto y te sujeto por la espalda y me embistes una última vez fuerte en la que me sujetas ahora con  las dos manos las caderas y noto como llegas hasta el fondo, no aguanto más, me arqueo algo hacía atrás me chupas los pechos y termino gritando. Tú vuelves a entrar y salir y sujetándome una vez más, fuerte, te terminas corriendo notándote, notando como sales suavemente de mí, mientras bajo las piernas, me acaricias  del pecho a la cintura y me besas suavemente y me dices sonriéndome,

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