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No me gusta pero se lo merecio 2

en Dominación

Estuve pensando que hacer días, muchos días. Me puse en contacto con el guardaespaldas. Le comente que esta decidido a vengarme, pero que no tenía claro como. El me

digo que de acuerdo, que la unica condición que ponia, es que fuera el primero en follarsela, y que después hiciera lo que quisiera. Me digo que el la tenía bastanre contro-

lada debido a que iba a jugar frecuentemente al garito de dsu jefe. Solamente, me pidio que la hiciera un seguimiento discreto fuera del local, para saber sus movimientos,

gustos, y horarios fuera del local. Yo sabia su horario laboral, pero no ni su domicilio ni nada.  El me comento que siempre se hace a los clientes fotocopia del DNI.. Habia

que comprobar por tanto, si el domicilio que figura en el documento es el actual. De eso, me encargaría yo. Hice guardia discretamente, se me da muy bien, durante va-

rios días en las cercanías del presunto domicilio. Pasarón los días sin resultado. Hasta que un buen día, la ví, iba acompañada con dos chicas jovenes, muy atractivas, como

ella. No sabía quienes eran, pues yo desconocia la parte de la vida privada de la doctora. Entrarón todas en en portal del edificio. Yo al rato, me cole en un descuido, de un

vecino, mire su buzón. Alllí figuraba su nombre y apellidos y el de las chicas, que por coincidencía de apellidos, intuí que serían sus hijas. Ni rastro de nombres masculinos.

Confirme los datos con mi complice en la venganza. No  estaba comodo, a pear de todo pero si decidido, me esa mujer me habia partido muy vida profesional, y sin ningún

motivo, lo pagaría. Un buen día, mi complice, me digo que estuviera cerca de la salida del hospital, y que cuando la viera salir le avisara. Comprendí que había llegado la

hora, mi complice lo tenía todo preparado. Despúes de un largo rato, la ví salir, y avise como habiamos quedado. Fue hacía su coche, pués siempre lo dejaba en la calle,

no le gustaba el parking del hospital. Siempre iba directa a casa. Y esta vez no fue una excepción. Tenía que pasar para ir a su casa, por una zona de arbolera, bastante

solitaría, sobre todo en este tiempo, con el calor. Ella iba vestida muy elegantemente, como siempre. Llevaba un vestido de tirantes muy sexy y unas sandalias de medio

tacón, que la hacía muy atractiva. Precisamente, en esa zona es la que aprovecho mi complice, para cruzar su coche, y hacerla parar. Estwe iba con dos hombres más,

que no se apreciaban, pues los cristales del coche, eran tintados. Como siempre, ella quiso llevar la voz cantante, chillando y diciendo lo inutil mi complice, conduciendo.

Mientras que discutían, no se dio cuenta que los otros hombres habían salido del coche y la rodearón. Uno de ellos saco un frasco de eter, se lo aplico en su boca, y la

dego incosciente. Mi complice, me llamo y me digo novedades. Pensaban llevarla  a su casa, y alli follarla sin piedad, todo lo que quisiera. Le advertí que tenía familia,

me digo, que eso no era problema. Tenían sus llaves, las llaves del garaje y el factor sorpresa a su favor. La pusieron en la parte de atras, con uno de los hombres a

cada lado, por si se despertaba. Mi complice, se estaba relamiendo, pero no quiso hacer nada hasta que llegasen a su casa. Me digo que por supuesto, me esparaban

para el banquete. Cuando llegarón al edificio, entrarón por el garaje, sin ningún problema. Salieron del coche, a ella la llevaban en volandas los dos hombres que la

custodiaban. Mi complice, se adelanto con las llaves de la casa, y entro por la puerta de servicio. Se percato, de que no habia nadie en el piso. Hizo pasar a sus amigos

y a la doctora, esta incosciente aún. Dejarón todo como estaba, cerrado con llave y todo bien colocado. La subieron a su dormitorio. Mi complice y uno de sus hombres

se quedarón dentro con ella, le otro se quedo fuera vigilando. Yo quede que cuando llegara haría una llamada perdida con el silenciador del teléfono. Una vez en sus

manos, la inyectarón un medicamento, en donde la persona, perdía toda voluntad, vería todo pero no podría evitarlo, fuera lo que fuera.

La  hecharón e la cama. Mi complice la observo aún vestida. Después, la fue desnudando poco a poco, hasta dejarla totalmente indefensa y desnuda. Vierón que tenía

una buena mata de pelo en su pubis. Por lo que procedío a rasurarla con agua, jabón y una pequeña navaja que portaba. Una vez a su gusto, la doctora hizo movimien-

tos de despetar, por lo que le fue aplicado nuevamente eter, y volvio a quedar incosciente. Ya era presa facil, mi complice la toco todo lo que quiso, sus pezones y pe-

chos fuerón magreados a justo. Después toco sus nalgas, su ano, que penetro con tres dedos y luego se dedico a la depilada vagina que comio, chupo y follo en repe-

tidas veces al igual que su culo, que no era virgen, vaya con la doctorcita. A todo esto el otro hombre hacía fotos, videos de todo lo que acontecía. Después este también

la follo y toco a modo, e igualmente el otro hombre que estaba vigilando. solo quedaba yo. En ese instante hice la llamada, este me conto que el ya había cobrado, que

se tomaría propina, pero que ya era toda mía, como habiamos acordado. Me dirigí a su domicilio. Pero en ese momento, llegaba un coche, eran las hijas que venían de

compras. Yo avise a mi complice, y me dijo que no me preocupara, que nos ibamos a divertir. Las chicas entrarón despreocupadas en su casa. Los dos hombres amigos

de mi complice, ya estaban preparados con el eter y las cuerdas para las chicas. pero tenía que ser simultaneo, para que no hubiera gritos. Todo salio a la perfección,

quedarón dormidas y atadas inmediatamente, aún totalmente vestidas. Habia que terminar con la madre, y después.... ellas.

Yo entre a continuación, me indicarón donde estaba mi complice y la doctora. Entre en la habitación, y la ví, a la persona causante de mis desdichas. Estaba bocaarriba

desnuda, abierta de piernas y totalmente ofrecida. No sabía si follarmela o abofetearla. Mí ira era tál, que hice lo segundo la abofeteé, la tire de los pezones con furía,

Me quite el cinto de mis pantalones, y la pegue en sus nalgas con furia. Después, si la chupe, comí y folle, por el culo y por la vagina, reiteradas veces, hasta que me

canse. Por mi la venganza, se había acabado. Pero mi complice, no pensaba igual. Quería fiesta, y ya ves si la tubo. Una vez que hizo efecto el medicamento aplicado

a la doctora, esta fue despierta por mi complice, yo me escondí por si acaso me reconocía, aúnque no era facil en ese estado. Volvio a ser violada por los tres hombres

de todas las maneras inimaginables, golpeada y hasta torturada, ella lo veía todo y lo consentía todo, estaba sin voluntad. También aplicarón el medicamento a las dos

hijas, por lo que las tres estaban a merced nuestra. Una vez terminarón de momento con la doctora, la atarón, y la dejarón en un sillón cama, logicamente desnuda y

ofrecida. También la taparón los ojos con un pañuelo. Después trajerón a las chicas, las desatarón, pues seguián incoscientes. Las desnudarón a las dos, ellas tenían

la vagina totalmente depilada, asi no tuvieron que afeitarlas. Estaban buenisimas, como su madre, una era rubia, más regordeta, la otra morena, y delgada. Ambas te-

nían el pelo largo, unos pezones puntiagudos, y unas nalgas respingonas. Deberían tener  una unos 18 años y la otra unos 22. Nos percatamos por si acaso que eran

mayores de edad. Si lo erán. Las tocarón, chuparón, y sobaron todo lo que quisieron. Mi complice me dijo, que como el habia sido antes el primero, que ahora debía

ser yo el follarlas el primero. Sería la mejor de las venganzas. Empece por la rubia regordeta, me la comi toda, la cupe la vagina, el ano, los pechos y los pezones.

Me la folle uns cuatro veces vaginalmente, y un par analmente, hecho sangre, porque era virgen por ahí, pero después paso. Despúes hice la misma operación con

la morena, la mayor. Esta no era virgen analmente, por lo que fué mas facil. Me corrí con las dos solo una vez, no soy machoman, y por supuesto, con precauciones.

Después, siguierón ellos, con las tres durante toda la noche. Mi venganza se había cumplido.