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Placeres de la vida 4. Otro día de playa

en Transexuales

Placeres de la vida 4. Otro día de playa

 

A la mañana siguiente nos despertamos con mucha energía y nos empezamos a preparar para ir a la playa. Sandra estaba radiante, desde ayer parecía que estaba encantada conmigo como nunca.

Me puse un bañador y una camiseta, pero Sandra tenía otros planes.

-cielo, cómo te vas a poner ese bañador tan aburrido, toma uno mío, pontelo debajo de tu pantalón corto y tu camiseta que nadie se dará cuenta y es divertido - me dijo Sandra dándome uno de sus bikinis más sexys y pequeños.

-Pero cómo me voy a poner esto?.

-Claro que sí, acaso no llevaste anoche unas braguitas muy lindas?, y acaso no te gustó?. Gracias a las braguitas te animaste y chupaste varias pollas jiji.

-No me lo recuerdes Sandra, no sabía lo que hacía -dije yo disimulando, pero acordándome de lo que sentí chupando esas pollas y excitándome al momento.

Al final me animé y me puse el mini bikini y encima el pantalón corto.

-la parte de arriba también cielo- me dijo Sandra- total luego con la camiseta no se te verá.

Accedí y me puse el bikini completo. Y para seguir la broma Sandra, mientras se estaba maquillando un poco me pintó a mi una fina raya del ojo para perfilármelo.

-No Sandra, cómo voy a ir maquillado?

-Tranquilo amor, si con las gafas de sol no se te verá. - me convenció Sandra.

Total que salimos de la habitación en dirección a la playa y yo ya estaba muy excitado simplemente por notar que llevaba un bikini tipo tanga que se me metía por el culito y encima llevaba la parte de las tetas del bikini debajo de la camiseta. Cada paso se me metía más el tanga por el culito y el bikini me rozaba mis pezones que no sé porqué estaban muy excitados.

Un par de veces por el camino Sandra me levantó las gafas de sol y me miró a los ojos - estas guapísima Loli- me soltó.

-jaja, al final me vas a cambiar el nombre - dije yo-

-y porqué no? - respondió Sandra- con esos ojazos tan marcados y si te pones en bikini cómo no voy a llamarte Loli jeje.

Me hacía gracia lo de llevar bikini debajo de mis pantalones cortos y no me preocupaba demasiado porque pensaba que iríamos a la zona nudista. Pero de repente llegando a la playa nos encontramos a Juan.

-Hola pareja- se acercó Juan rápidamente.

-Hola que tal?, aunque ya sé que muy bien jeje, - sonrió Sandra recordando lo que le hice en los baños la noche anterior.

-Me alegra veros, hoy había bajado solo a la playa- dijo Juan mirándome de arriba abajo y haciendome sentir que notaba que yo llevaba un bikini sexy debajo de mi ropa.

-Pues vayamos todos juntos. Además ya sabemos lo bien que te llevas con Loli, verdad? - me dijo Sandra guiñándome un ojo

-Estupendo- dijo Juan- si queréis podemos ir a un sitio distinto al de ayer y que es muy bonito.

Fuimos hacia allí, y cuando llegamos extendimos las toallas. Había muy poca gente, pero no era la zona nudista así que Sandra se quedó en bikini y Juan se quitó el pantalón y se quedó en un bañador tanga que le marcaba descaradamente el paquete.

Yo me quedé en pantalón diciendo que se me había olvidado el bañador, pero Sandra ya estaba desabrochándome mi pantalón y bajándomelo.

Cuando Juan me vio el tanga que llevaba, claramente de chica por lo subida que tenía la pierna, no pudo evitar tocarme el culo.

-Pero que sexy estás Loli, te queda fenomenal.

-No, es que se me ha olvidado el bañador y me he puesto uno de Sandra- dije yo excusándome.

-No seas tímida Loli - dijo Sandra quitándome la camiseta y dejándome en bikini arriba y abajo.- te queda fenomenal. Vamos a tomar el sol así, que no pasa nada, aquí no hay nadie y yo sé que este bikini te hace sentirte bien Loli

-Loli, quedate con el bikini y dejame echarte crema por la espalda para que no te quemes, por favor, estás preciosa - dijo Juan mientras me acariciaba la espalda hasta el culito.

Empezó a echarme crema y a decirme cosas dulces y yo me relajé. Sandra le tocó la polla a Juan por encima de su tanga comentando lo dura que se le estaba poniendo.

-Fijate Loli, haces que Juan se empalme continuamente, eres muy sexy. Serías su mujercita ideal jiji- dijo Sandra mientras Juan seguía echandome crema por la espalda y yo me tumbaba boca abajo para que me extendiera también por las piernas y los gluteos.

-Echale bien por el culito que has visto que lo tiene muy blanquito - dijo Sandra- es un culito muy tímido que apenas se ha usado jiji

-Pues con lo bonito que tienes el culito Loli deberías usarlo más, es delicioso y mira que receptivo- y mientras Juan decía esto desplazaba el hilo del tanga y me metía un dedo que entraba con suavidad por la crema que me estaba echando.

Yo emití un ruidito, que a mi me sonó muy mariconcito, pero que a Juan y a Sandra les encantó y animó a Juan a seguir más dentro con suavidad. Al ver mi cara de placer Sandra no pudo evitar comentarlo.

-De esta tarde no pasa, después de comer nos vamos al hotel y tenéis que echaros los dos la siesta juntos, como buena pareja. Totalmente desnudos. Y Loli no te preocupes que Juan creo que sabrá satisfacerte jii- decía Sandra mientras acariciaba la dura polla de Juan y Juan me emtía cada vez más profundo el dedo en mi culo.

-Bueno, no sé, me da miedo porque si estoy desnuda igual Juan quiere follarme que le veo muy lanzado- dije yo totalmente excitada con las caricias de Juan en mi culito.

-No te preocupes Loli - me tranquilizó Sandra- hoy estás teniendo la oportunidad de sentirte mujer, siempre he sabido que deseabas sentirte mujer y yo te ayudaré.

-No, no, -dije yo-sólo quiero jugar un poco pero nada más, yo no soy una mujer.

Y mientras decía esto notaba como manchaba la toalla con mi corrida al notar que Juan me estaba metiendo un segundo dedo en el culo hasta el fondo.

Juan se puso muy cachondo al verme gemir con sus dedos en mi culo y se sacó la polla que no le cabía ya en el tanga , pero Sandra le dijo que no se corriera, que aguantara para tener mucha lechecita para mi más tarde.

Estuvimos un rato tumbados al sol, Juan no dejaba de acariciarme, se le notaba muy caliente, y Sandra estaba encantada al verme al lado de un hombre como si fuera su pareja, aunque a mi me daba mucho corte.

Decidimos ir a tomar algo para refrescarnos en un bar que había cerca, a todos nos pareció buena idea. Me empecé a poner los pantalones pero en seguida Sandra me paró.

-No Loli, vamos así, en bañador.

-pero como voy a ir así?, yo llevo un bikini, y la parte de abajo tiene la pierna super subida y me deja todo el culo al aire, y encima llevo puesto la parte de arriba del bikini.

-No importa Loli, - me dijo Juan - te queda muy bien, además por aquí la gente va de muchas maneras. Venga animate que Sandra y yo también vamos a ir en traje de baño y vamos a dejar las cosas aquí.

-Pero como voy a ir con la parte de arriba del bikini, dejadme al menos ponerme una camiseta.- insistí yo.

-Está bien Loli, pero si te pones la camiseta nos tienes que dejar que hagamos unos arreglos en el bikini - me dijo Sandra sonriendo.

Acepté de mala gana porque así me pondría una camiseta y no se me vería la parte de arriba del bikini. Y Sandra aprovechó para ponerme unos pañuelos en las copas del bikini a modo de tetas artificiales. Aunque me puse la camiseta encima se me notaban dos bultitos a modo de pechos que me daban mucho morbo aunque no lo quería reconocer.

Fuimos hacia el bar y yo intentaba esconderme entre Sandra y Juan porque entre el tanga, y el relleno del bikini me estaba muriendo de corte, pero a Juan le estaba encantado y se me pegaba a mi y a veces me pasaba la mano por la espalda diciéndome que estaba sexy y que hasta se sentía orgulloso de ir a mi lado como su pareja.

Cuando entramos en el bar yo sentía que todo el mundo me miraba, aunque seguramente no era así. Me intenté bajar la camiseta para que me tapara el culo porque prácticamente lo llevaba al aire con ese tanga tan alto de pierna, pero cuanto más me estiraba la camiseta hacia abajo más se me marcaba el sujetador con los pañuelos que me habían puesto de relleno a modo de tetas, por lo que no sabía como ponerme siempre parecía una travesti, y encima no podía quitarme las gafas de solo porque Sandra me había perfilado los ojos de negro.

El bar estaba lleno con todas las mesas ocupadas y sólo había dos sitios libres en una mesa ocupada por una pareja que conocían a Juan. Nos acercamos y Sandra se sentó en una de las sillas y le dijo a Juan que se sentara en la otra y que me cogiera a mi entre sus piernas.

Como si no pasara ya suficiente vergüenza que ahora Sandra quería que yo me sentara sobre las rodillas de un hombre, como si fuera su chica. Y encima yo llevaba puesto solo un tanga brasileño que me dejaba las dos nalgas al aire. Todo me estaba pasando tan deprisa que no me daba tiempo a reaccionar, estaba como en una nube y a veces hasta yo mismo dudaba de si yo era Jose o era Loli.

Juan se sentó en la silla y me agarró de mis caderas sentándome encima de él. No sólo eso sino que me abrazó quedándonos pegados como si fueramos pareja. Juan y Sandra se pusieron a hablar con la otra pareja de la mesa como si tal cosa mientras yo estaba asombrada de tanta naturalidad en el comportamiento de todo el mundo.

Sentada entre las piernas de Juan en seguida noté su bulto presionar en mi culo. Estaba inmovil como sin querer notar nada, pero era imposible no notar como la polla de Juan se hacía cada vez más grande y luchaba por salir de su pequeño tanga y presionaba mi culo.

Yo me sentía indefensa, agarrada en las caderas por las manos de Juan que me abrazaban y me movían ligeramente como para frotar mi culito contra su polla.

Yo me había quedado tan absorta que no me dí cuenta de que estaban hablando de mi. Cuando presté atención me quedé alucinada con las cosas que oía. Sandra estaba contando a la pareja que yo era su amiga, y que gracias a ella yo tenía mi primer novio que era Juan. Que yo estaba descubriendo ahora mi lado femenino y que Juan y Sandra me iban a ayudar paa aprender todo sobre mi nuevo sexo.

La pareja de la mesa estaba babeando escuchando a Sandra. Eran un matrimonio más mayores que nosotros, ella gordita pero muy sexy y él mayor pero muy bien conservado. Y hablaban también descaradamente de mi.

-Pues a nosotros también nos encantaría enseñar a Loli, jijij  - dijo Rosa, la mujer gordita - los dos somos muy liberales y siempre fantaseamos con tener una transexual en nuestros juegos. Y que yo la prepare muy sexy para que mi marido la folle el culito.

-no, yo no soy transexual - dije cuando me di cuenta de que querían follar mi culito.

-Bueno, un poco sí amor - dijo Sandra,- y sino cómo es que tienes la marca de bronceado con forma de bikini?. Y además ya sabes que ahora después de comer te vas a echar una siesta con tu amorcito Juan y entre él y yo vamos a tratar de desflorar ese culito tan dulce que tienes.

-siii, me encantaría hacer eso a mi - dijo Rosa - ayudarte a abrir tu culito mientras mi marido te penetra por primera vez, mmmmm.

-Claro que sí- dijo Juan dandome un dulce beso en la mejilla - yo no soy nada celoso y cuando esta tarde enseñe a Loli el placer del sexo anal seguro que querrá probar con otras pollas y a mi me encantaría que lo hiciera. Pero eso si putita, me lo tienes que contar todo, vale?

Sandra asintió y dijo que ella me ayudaría a encontrar otras pollas y que estaba muy contenta de que mi novio no fuera celoso y de que yo fuera tan sumisa porque así podría conocer más sensaciones.

Marco, el marido de Rosa estaba cachondo perdido viendo la escena, sobre todo desde que Rosa dijo que le encantaría ver como me follaba, así que se metió en la conversación diciendo que yo estaba buenísima y que le encantaban las sumisas como yo, que se le había puesto la polla super dura pero que por respeto a Juan no había dicho nada.

-Marco, cielo, ya has oído a Juan que no es nada celoso -dijo rápidamente Sandra- además le encanta que su chica excite a otros hombres, es prueba d lo buena que está. Loli cielo, levantate y que Marco pueda admirar lo bien que te queda el bikini y lo que resalta tu culito.

Esto ya era demasiado, con lo avergonzada que estaba del bikini que llevaba y yo intentando disimularlo bajándome la camiseta y ahora Sandra me pedía que me exhibiera. Y encima en un bar lleno de gente.

-Loli guapisima, hazme caso- insistió Sandra- yo te conozco bien y sé que te gusta excitar a los hombres. Sé que aunque tengas vergüenza en el fondo estás deseando saber que Marco se excita mirandote. Igual que sé que ahora estas super excitada porque notas la polla de Juan dura presionar sobre tu culito. Venga amor, levántate que vamos a jugar un poco.

Como hipnotizada me acabé poniendo de pie y levantándome un poco la camiseta ante las miradas de todos. Ahora se me veía completamente el tanga que ni siquiera me tapaba toda la polla porque estaba empalmada aunque me la había puesto entre las piernas para disimularla. Cuando me di la vuelta Juan aprovechó para mover la tira del tanga y que apreciaran que me había dejado marca de tomar el sol.

-guauuu que culito, que ganas de follarlo- soltó espontáneamente Marco.

-No, el culito no que lo quiero estrenar yo - dijo Juan entre risas- pero si quieres le puedo decir a Loli que te la chupe un poco que veo que estás a mil.

- Claro Marco, a Loli le encanta chupar una buena polla - dijo Sandra- anoche lo hizo varias veces en el baño de la discoteca.

- En serio? - Rosa y Marco babeaban - yo lo quiero ver - dijo Rosa.

-Juan, porque no te llevas a Loli a los baños y que disfrute de la polla de Marco? - dijo Sandra rápidamente.

- Pero yo quiero verlo - dijo Rosa- si nosotras entramos en el baño de chicos puede ser una cantada.

Justo en ese momento el camarero, que sin darnos cuenta había estado observando toda la conversación, se acercó y nos dijo que le habíamos parecido un grupo muy morboso y que él nos dejaría entrar en el almacén para que pudieramos estar todos en intimidad un ratito.

-Además no todos los días entra en el bar una chica tan sexy- dijo el camarero dandome un cachete en el culo.

Juan me cogio la mano y siguió al camarero que nos llevó a un almacén en la parte de atrás, entramos todos y yo no sé porque pero estaba encantada con los piropos que me decía Marco. Esa confianza me hizo moverme de manera femenina moviendo las caderas exageradamente y levantándome un poco la camiseta para que todos me vieran el tanga. Tenía la polla a reventar aunque la tenía sujeta por el tanga entre las piernas.

Sandra le dijo a Juan y a Marco que si les gustaba lo que veían que se sacaran la polla para demostrarme que yo les excitaba y Rosa asentía super excitada.

-Loli, mira lo sexy que eres que se las pones duras, se complaciente y acariciaselas -me pidió Sandra- y al camarero si quiere también que veo que no se ha ido, jeje.

Cuando me di cuenta estaba yo en medio de la sala rodeada por Juan, Marco y el camarero los tres con la polla fuera, y Sandra y Rosa pidiéndome que se las tocara. Una cosa era bailar y tontear moviendo el culito y otra es que ahora Sandra quería que tocara tres pollas a la vez. No sabía que hacer, pero Sandra que estaba muy caliente me cogió una mano y la puso en la polla de Marco y la otra mano en la del camarero.

-Vamos cielo, acaricialas, acabas de conocer lo placentero que es jugar con una polla y tienes que aprovechar el tiempo perdido. No seas timida cielo.

Me puse a acariciar las dos pollas y me empecé a calentar al ver lo que les gustaba. No pude evitarlo, veía las pollas tan ricas y preciosas que me agaché un poco para besarlas. Y lo que inicialmente era un pequeño beso que le di en el capullo a la polla de Marco acabó convirtiéndose en una mamada hasta el fondo de lo cachonda que estaba. El camarero también quería y acercó su polla a mi cara, era una polla preciosa, larga y con todas las gotitas que le estaban saliendo se la veía muy brillante.

Yo iba alternando de una polla a otra chupando como una auténtica putita. Sandra y Rosa estaban encantadas, disfrutando de haberme convertido en una zorrita preparada para dar placer a los hombres. Y Juan que no podía aguantar se puso detrás de mi y echando a un lado el tanga me empezó a llenar de saliva mi culito. Y sin pensarlo dos veces empezó a meterme su polla en mi estrenado culo.

-Pero Juan, no habíamos quedado en que ibas a desvirgar ese culito en la intimidad del hotel cuando esta tarde os echarais la siesta juntos- dijo Sandra al ver como Juan iba a encularme hasta el fondo.

- Lo sé Sandra -dijo Juan- pero estoy tan cachondo al ver como mi putita chupa las dos pollas que no puedo aguantarme, creo que este es el mejor momento para que Loli también disfrute notando una polla dentro de su culito.

-Sí, por favor Sandra, dejale, deja a Juan que abra el culito a Loli, me encanta verlo- dijo rápidamente Rosa que estaba disfrutando con la situación.

Entre lo cachondo que yo estaba y la de saliva que Juan me había puesto su polla entró perfectamente hasta el fondo de mi culito y empezó a follarme con suavidad. Fue una sensacion totalmente nueva, Sandra me había metido sus dedos varias veces, incluso un consolador por lo que yo tenía mi culito entrenado, pero esto era una sensación distinta. Noté como la caliente y dura polla de Juan iba abriendo mi culito y a la vez llenándome de placer. Esto hizo que yo emitiera unos gemiditos de putita y que me metiera más dentro de mi boca la polla de Marco y del camarero, incluso cogí las dos pollas y me las intenté meter a la vez en la boca, cuando los capullos rozaron eso le dio tanto placer a Marco que no pudo aguantar y se corrió llenando mi boca y manchando toda la polla del camarero de su leche.

Marco echó una enorme corrida y Rosa le abrazó y besó, estaba a mil. - Marco amor, me encanta ver como te follas a un mariquita o a un travesti, es tan morboso, mmm

Yo por mi parte seguía chupando la polla del camarero disfrutando del delicioso sabor de la leche de Marco mezclada con las gotitas del líquido presemininal del excitado camarero.

Juan me siguió follando y haciendo que yo cada vez soltara más grititos de placer hasta que finalmente se corrió dentro de mi y me hizo notar un placer enorme llenando todo mi culito. Sandra al ver que yo estaba disfrutando al máximo me sacó la polla del tanga y en seguida me corrí manchándo toda sus manos de leche.

En cuanto Juan salió de mi culito el camarero la sacó de mi boca y ocupó el lugar de Juan para metermela de un golpe y correrse también en mi culo. Haciendo que yo no parase de disfrutar y siguiendo mi eyaculación lechera que hacían que Sandra se empapara las manos de mi leche y me las acercara a mi boca para que la chupara. La polla del camarero entró con más facilidad en mi culito a pesar de que la noté muy larga, cada vez tenía el culo mas goloso. Noté como entró hasta dentro y como el camarero me agarraba de mis caderas con fuerza para meterla hasta el fondo. Cuando la tuve toda dentro el camarero con sus manos me agarró las tetas, y las masajeó. Aunque solo era un bikini con relleno eso me excitó muchisimo, me estaba tratando como si se follara a una mujer de verdad, que sensación más extraña y a la vez más morbosa. Yo estaba sintiendome mujer incluso en el placer y el morbo pasó un pensamiento por mi cabeza de ponerme unas tetas de silicona, seguro que seria lo máximo.Hasta yo mismo me asusté, cómo podía pensar eso?. Esto había empezado como un juego acariciando una polla y ahora estaba siendo follada por varias pollas y estaba deseando tener un buen par de tetas para que me las tocaran, que locura y a la vez que morbo. 

Menuda orgía teníamos todos alrededor mio, me había convertido en toda una zorrita y sin quitarme el bikini ni la camiseta que tenía todo manchado de semen.

El camarero se fue en seguida porque tenía que trabajar, y nosotros nos quedamos arreglándonos un poco antes de salir.

Sandra estaba emocionada y me besó en la boca a pesar de tenerla manchada con cuatro corridas distintas incluida la mia que había sido la más abundante de mi vida - cielo, eres la mejor, me encanta haberte ayudado a sacar este lado de putita que tenías dentro.

- si, es genial- dijo Rosa- como nos encantaría a Marco y a mi que un día vinieras a nuestra casa a jugar y a ser nuestra sirvienta jiji.

Salimos del bar y yo notaba que todo el mundo me miraba, estaba manchada y me estaba arreglando el relleno del sujetador delante de todos ,pero no me importó, me sentía capaz de empalmar todas las pollas del mundo.Y por otro lado, cómo me habría excitado tanto para llegar a pensar en lo de ponerme tetas de silicona?, qué estaba haciendo Sandra conmigo?, ya no sé si yo era bisexual, gay o travesti, pero me daba igual, era super morboso ver como las pollas de los tios se ponían duras con mis caricias. Y también me encantaba ser la muñequita putita de Sandra, su juguete y su sumisa zorrita.

 

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en cuanto pueda seguiré con el relato. Y estaré encantado de recibir sugerencias y comentarios si les ha gustado. No sé si les gusta que se esté feminizando tanto Jose, ya me contarán. un beso

dulcex@gmx.es