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Placeres de la vida 7. Primera cita como princesa

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Placeres de la vida 7.  Primera cita como princesa

 

Muchas gracias por sus mails. Me alegra saber que hay gente que le gustan las aventuras que cuento. Y perdón por el retraso, no he tenido ni un minuto para soñar y escribir.

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Después de que Sandra me ha ido feminizando y me ha enseñado a disfrutar de un macho follando mi culito, dedicamos toda la tarde a vestirme completamente de mujer y quedar con Rafa, un amigo de Sandra. Mi primera cita como si yo fuera una princesa.

Llegamos al bar del hotel y estaba Rafa ya esperándonos. Yo me moría de verguenza, vestido de putita y sintiéndome que hacía el ridiculo, pero era lo que deseaba Sandra y yo era muy obediente. Además creo que el hacerme pasar vergüenza le daba a Sandra mucho morbo. Había estado chateando con Rafa y poniéndole caliente, pero en ningún momento le dijimos que yo había sido chico (uff ya hablo como si ya fuera una completa mujer).

Cuando Sandra nos presentó, Rafa me miró de arriba abajo. Yo me quería morir y sabía q Sandra estaba disfrutando de la escena.  Sin duda algo no le encajaba, pero Sandra en seguida rompió el hielo, y de qué manera!!.

-Que alegría Rafa, ya me ha contado Yoli que eres un lanzado enviando mensajes calientes jiji. Y aunque ella no lo diga, te aseguro que la has puesto muy caliente jeje.

Yo me quería morir, Sandra hablando de mi a Rafa como si yo fuera una putita y Rafa mirándome tratando de asimilar que yo no era una chica normal.

Yo agaché la cabeza y dije que si no le gustaba que lo entendía y espontaneamente se me escapó un comentario:

-Entiendo q yo no te guste, sobre todo a un chico tan atractivo y sensual como tu Rafa- dije espontaneamente agachando la mirada porque no me atrevía a mirar.

No sé cómo me había atrevido a decirle esos piropos. Creo que por un lado me estaba muriendo de verguenza, pero por otro me sentía la putita más viciosa del mundo y notaba cuanto estaba disfrutando Sandra.

-Vaya - Dijo Sandra inmediatamente- si la tímida Yoli se está enamorando jijij. Rafa, dale una oportunidad, llévatela a cenar y tratala como una mujercita y te aseguro que disfrutarás de la “mujer” más morbosa y viciosa del mundo. Mira acercate a olerla, ya verás que perfumen tiene más sensual.

Y cuando Rafa se acecó a olerme Sandra me dio la vuelta diciéndole que me oliera el cuello que ahí tenía más intenso el perfume por lo que yo me quedé totalmente de espaldas a Rafa y fue el momento en que Sandra nos abrazó a los dos y nos dijo que nos quería mucho.

El abrazo de Sandra hizo que Rafa y yo quedaramos pegados, muy pegados y que Rafa notara mi culito pegado a su paquete. Yo instintivamente me quedé rigida porque noté claramente su bulto en mi trasero y sólo llevaba una diminuta minifalda y nada más. Debajo había un tanga que dejaba mis cachetes al aire.

Sandra prolongó el abrazo y Rafa acercó su cara a mi cuello para olerme hasta el punto que noté sus labios en mis recién puestos pendiente. Y creo que el perfume le gustó porque en mi culito noté que aumentaba la presión, síntoma de que se estaba empalmando.

-Mmm que bien huele- dijo Rafa acariciandome demasiado sensualmente - como no voy a querer salir esta noche con Yoli?, claro que sí. Vayamos a cenar y con el vino ya verás como va desapareciendo la timidez de Yoli.

Sandra me guiñó el ojo. Lo había conseguido. Yo, José, o lo que quedaba de él después de que Sandra me convirtiese en toda una putita, iba a salir con un apuesto chico como si fuera su pareja. Que morboso.

Sandra miró a Rafa a los ojos y le dijo para que yo lo oyera que se bebiera lo que quedaba del whisky que se estaba tomando y que disfrutara al máximo de una chica tan “especial” como Yoli.

Sandra se quedó en el hotel no sin antes advertirme de que la llamara en cualquier situación para pedirla consejo (o simplemente para contarla) y Rafa y yo nos fuimos al restaurante donde nos pedimos un par de copas antes de empezar a cenar.

Yo no estoy muy acostumbrada a beber tanto por lo que me desinhibí bastante y a Rafa ya se le notaba que también estaba alegre y lanzado. La conversación empezó a ponerse cada vez más caliente con el vino de la cena y yo empecé a contar mi historia a Rafa.

Le conté cómo me ligué a Sandra, y lo bién que habíamos congeniado sexualmente hasta que ella empezó a jugar con mi culito, a ponerme pelis porno gay y de trans, y hasta aquel día en la playa en que me hizo acariciar una rica polla por primera vez y como cada vez me iba convirtiendo más y más en una trans.

Yo notaba como Rafa se iba poniéndo cada vez más caliente, igual que yo, hasta que de repente le noto que tenía su mano debajo de la mesa que con el mantel no se veía. Y cuando yo estaba contándole cómo me folló Carlos, el monitor del gimnasio en el vestuario, Rafa me interrumpe y me dice que está todo empalmado imaginando como una enorme verga entraba en mi culito. Y saca la mano de debajo de la mesa y me enseña sus dedos mojados con su líquido preseminal, y había mucho.

-cielo, me estás poniendo tan cachondo que mira cuantas gotitas me han salido. Quieres chuparlas?- me dice enseñándome sus brillantes y empapados dedos.

Yo sin pensármelo le cojo la mano y le chupo los dedos con deleite. Es delicioso y en mi mirada se me nota que me estoy imaginando que es su polla lo que estoy chupando.

Me tiro un buen rato, sin pensar q estamos en un restaurante y que puede q nos estén viendo, y me excito tan deprisa que con mi otra mano enpiezo a acariciarme la polla.

-Vaya, veo q Sandra no exageraba al decir que eras muy viciosa - dice Rafa viendo mi cara de extasis - te estás tocando tu polla por debajo de la mesa?, claro con la faldita lo tienes facil.

- Si amor, no puedo evitarlo y chupar tu dedo lleno de gotitas me ha excitado mucho - le confesé ya totalmente desinhibida y sin dejar de mirarle a los ojos.

-Vaya Yoli, creo que cada vez me alegro más de haber quedado contigo - me dijo Rafa - veo q eres realmente morbosa. Me gustaría que siguieras haciendote esa paja mientras cenamos.

- Si, me gusta tocarme continuamente- le confesé.

- No, no sólo tocarte, quiero que te hagas una paja hasta el final, y que te corras aunque tengamos al camarero cerca - me pidió Rafa cada vez más autoritario.

Esa mirada como obligándome me excitaba aún más. Me sentía una hembra dominada por su macho y aunque estaba super nerviosa por si alguien se daba cuenta continué masturbándome cada vez más, mientras Rafa me seguía diciendo cosas morbosas, sin duda se estaba poniendo super cachondo.

- Así que estoy cenando con una putita que tiene polla y se la toca mmm me gusta. Quiero q te corras pero q no desperdicies ni una gota de tu semen. Se me ocurre que puedes echarlo en el vaso. En tu vaso si tanto te gusta

Yo me quedé cortada, pero estaba dispuesta a enamorar a Rafa así que cogí el vaso que aún tenía algo de vino y lo metí debajo de la mesa mientras seguía pajeándome.

-Muy bien putita, quiero que eches toda tu leche dentro de tu vaso de vino. Que no salga ni una gota - me iba excitando Rafa. - quiero ver cuanta lefa sueltas y luego quiero que te lo bebas con deleite.

Esos comentarios de Rafa me estaban haciendo perder el control y finalmente me corrí tratando de ahogar mis ruiditos. Fue una corrida increible, llena de excitación, morbo y vergüenza porque creo que el camarero notó algo raro y mientras me corría estaba mirándome directamente a mi.

Cuando acabé de soltar varios chorros enormes, todos dentro del vaso que me había puesto en toda mi polla, puse el vaso en la mesa y Rafa me miraba con una cara de vicioso q me hizo sentirme muy zorra.

De repente me di cuenta que el camarero no había dejado de mirarme y estaba con la boca abierta. Se había dado cuenta de que yo era una transex y de las muy viciosas. Rafa se dio cuenta también de que el camarero miraba y con todo su morbo le llamó y cuando el camarero se acercó, siempre con los ojos como platos sin dejar de mirarme, Rafa le dijo que se fijara en lo que tenía mi vaso de vino. Una capa como de leche que flotaba encima de todo el vino, y era una considerable cantidad.

El camarero cogió la copa de vino y Rafa insistía en que se fijara bien, que mirase qué era ese líquido blanco encima del vino. Los dos mirándolo y yo sintiéndome una verdadera zorra. Tanto que me dió por arrebatar la copa al camarero y bajo las miradas de ambos beberme el vaso de un trago. El vino y mi lefa entraron en mi boca y noté que había mucho semen que aún se notaba caliente. Rafa y el camarero me miraron y se les salían los ojos.

Yo sonreí y les dije que no quería que se desperdiciara una bebida tan deliciosa. Y me relamí los labios mirándoles con lujuria.

El camarero estaba totalmente bloqueado, pero se le notaba muy excitado porque no podía disimular su polla empalmándose. Rafa estaba encantado con lo morbosa que yo era y se animó.

-Yoli cielo, se te ha quedado un poquito de mancha en tus labios - Me dijo Rafa - tendrás que ir a limpiarte al baño.

-Disculpe - dijo Rafa al camarero - los aseos?

El camarero aún bloqueado a duras penas acertó a señalar hacia donde estaban los aseos, pero Rafa le explicó sus intenciones.

-Y no tendrían unos aseos más “privados”? Para que mi Yoli se limpie con calma - dijo Rafa - es que a veces no se siente cómoda en el aseo de caballeros ni en el de damas, usted ya me entiende, verdad?

- Si si, claro - dijo el camarero tartamudeando- entiendo. Tenemos un sitio más discreto donde se puede limpiar, siganme.

El camarero nos llevó a la parte de atrás del restaurante, a una zona privada que tenía un pequeño aseo. Entramos y cerró la puerta. Yo me acerqué al lavabo y me puse a limpiarme y arreglarme acercándome al espejo mucho y dejando que se marcara mi culito. Yo hacía como que no oía, pero oía perfectamente lo que hablaban de mi Rafa y el camarero.

-A que es muy sexy Yoli? - preguntó Rafa

- si, si-  dijo tartamudeando el camarero- pero es….

-Sí, es una preciosa transexual, pero ante todo es una persona con muchas ganas de sexo- le respondió Rafa- no te gustaría probarla?, mira que culito tiene.

-En serio?, pero no es su novia?

-Sí, pero no pasa nada malo por que un camarero atractivo como tú me ayude a darla placer- Le dijo Rafa guiñándole un ojo.

-Pero yo nunca he estado con una transexual - dijo el camarero.

-No te preocupes, sólo tienes que sacar tu polla y si te apetece metersela en su culito y lo demás ya verás como lo sabes hacer.

Yo, aunque disimulaba, estaba oyendo todo. Estaba en la gloria, me sentía una auténtica zorra sumisa y fui consciente de lo que me excitaba notar que Rafa me trataba como su putilla ofreciendo mi culo al camarero. Creo que fue en este momento en el que desee ser siempre una putita obediente que follaría a quien me dijera Rafa o Sandra.

-qué hablais?- dije yo inocentemente.

-Nada cielo, que el camarero me dice que tienes un culito muy bonito, y que eres muy sexy, así que creo que tienes que darle las gracias por ser tan dulce contigo.

Me acerqué al camarero y le di dos besos en la cara, pero Rafa me miró y me dijo que sabía que yo estaba muy excitada y que seguro que era capaz de darselo en su polla. Es más me lo repitió con morbo

- Yoli amor, si quieres gustarme tienes que ser muy putita y obedecerme como una buena sumisa, porque yo sé que es lo que tú necesitas. Y si te digo que este camarero se merce que le des un beso en su polla, tienes que dárselo. - Me dijo Rafa con autoridad y a la vez excitación ante la duda de si yo me atrevería.

No lo dudé, me agaché delante del camarero y le desabroché el pantalón y le saqué la polla por fuera. Madre mia, era enorme.

-Guauuu, que calladito te lo tenías- Dijo Rafa- menuda sorpresa para Yoli,

El camarero estaba alucinado, se dejaba hacer y su polla se ponía cada vez más dura y aún seguía creciendo más y más. Era enorme.

Yo me acababa de correr pero me excitaba que el chico que me quería ligar, Rafa, me mandase comerle la polla a un desconocido. Y sobre todo que este la tuviera enorme.

La cogí con mis dos manos y la noté dura y caliente y me metí directamente su capullo en la boca. Sólo su capullo porque no me cabía más. Era increiblemente grande. Y larguisima. Chupando la punta con mi lengua iba echandole saliba y extendiéndola por toda su polla para hacerle una paja con las dos manos. Rafa estaba encantado y no paraba de decirme que era una zorra y que siguiera chupando hasta hacer que se corriera. Yo cada vez estaba más fuera de mi, excitada al máximo y sintiéndome una verdadera putita comiendo ese enorme rabo como podía.

Rafa sacó el móvil y empezó a hacerme fotos y a hacerselas a la polla del camarero y se las envió por whatsaap a Sandra, la chica que me estaba feminizando totalmente. Uff era una situación muy morbosa.

Al momento Sandrá llamó por teléfono.

-Rafa cariño, qué estás haciendo a mi inocente Yoli?- le preguntó Sandra en cuanto Rafa descolgó el teléfono - Las fotos son geniales, ya te dije que era toda una putita.

- Sii - respondió Rafa - me encanta porque Yoli es muy viciosa y sumisa, y voy a disfrutar al máximo porque me va a obedecer en todo.

Yo veía como Rafa hablaba por teléfono y le contaba a Sandra hasta el último detalle de la mamada que le estaba dando al camarero. Era increible la pedazo de polla que teía, grande, dura, con una vena muy marcada y soltando un montón de gotitas. Yo estaba disfrutando como nunca, tenía en mi boca una polla inmensa y a mi lado me estaba mirando Rafa que estaba disfrutando mandándome ser una zorra.

- Cariño, te la vas a meter por el culo - dijo Rafa con dulzura pero autoritariamente

Yo me asusté sólo imaginándomelo. Era imposible que semejante polla cupiera en mi culo, me destrozaría. La polla estaba en su máximo esplendor y apenas me cabía el prepucio en la boca y necesitaba las dos manos para rodearla, era inmensa.

-Me lo ha sugerido tu querida Sandra - volvió a insistir Rafa - y está convencida de que te va a gustar mucho.

- Pero es enorme. No me puede entrar en mi culito - dije yo asustada, pero a la vez fui dandome la vuelta de forma sumisa y poniéndome a cuatro patas.

Yo miraba a Rafa con ojos asustados y le veía disfrutar de la situación. Y el camarero estaba fuera de si, con la polla totalmente dura y soltando gotitas y gotitas de líquido preseminal que le escurrían. Fue el propio Rafa el que cogió crema para las manos y empezó a lubricarme mi culito y con sus propias manos le agarró la polla al camarero y la empezó a acercar a mi culito.

Me encantó notar que el hombre al que quería enamorar no le importaba tocar una polla y parecía tan vicioso como yo. Cada vez deseaba más ser toda una mujer y ser su novia sumisa y complaciente.

Estaba pensando esas cosas cuando de repente noté un dolor enorme, que me hizo dar un gran grito. Rafa había sacado sus dos dedos llenos de crema de mi culito y me estaba metiendo con su propia mano la polla del camarero. El enorme capullo entró entero en mi culo y noté que me quemaba. Y lo peor es que seguía empujando sin parar por lo excitado que estaba. Rafa le animaba y le echaba crema por los lados de su inmensa polla y yo no dejaba de gritar a medida que entraba más y más. Notaba mi culo totalmente lleno y el camarero seguía metiendo más polla, era inmensa.

Hasta que finalmente noté que sus huevos chocaban contra los míos. Había entrado toda, era increible. El culo me ardía, pero el notar que había llegado hasta el fondo me excitó mucho y se me empezó a empalmar mi polla. Eso me relajó y en ese momento Rafa se sacó su polla y me la metió entera en la boca. No me trató con cariño sino que me la metió bruscamente agarrándome la cabeza.

Ensartada por dos grandes pollas y sin poder gritar por tener la boca llena me sentí una auténtica zorra como nunca y sólo pensé en lo orgullosa que estaría Sandra de mi. Intenté masturbarme para ver si así se me pasaba el ardor de mi culito, pero no podía por la brusquedad que empleaban tanto Rafa como el camarero.

Así estuve un rato y cuando empezaba a notar que el culito se acostumbraba a esa pedazo de polla noté que los dos se corrían a la vez. El camarero me inundó el culito y Rafa me echó todo en mi cara sacándola de la boca.

Me quedé exhausta, agotada y supercachonda. Me senté en el suelo y mientras saboreaba los restos de semen de Rafa en mi cara me masturbé y me corrí en seguida delante de los dos.

El camarero casi no dijo nada, sólo se limpió su enorme polla y antes de irse nos dijo que le encantaría volver a vernos, a lo que Rafa le contestó que por supuesto.

Me arreglé un poco y saqué del bolso una compresa que Sandra me había metido por si acaso. La verdad es que me había inundado mi culo y yo me lo notaba super abierto.

Volvimos a la mesa y nos dijeron que la cena estaba pagada, así que Rafa me cogió de la mano y salimos del restaurante como una pareja. A mi me dolía mucho el culito, pero me sentía super feliz. Incluso pensaba que quería operarme de pechos y ser siempre una mujer. Esta noche dormiría con Rafa, mi macho.

 

 

 

en cuanto pueda seguiré con el relato. Y estaré encantado de recibir sugerencias y comentarios si les ha gustado. un beso

dulcex@gmx.es