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Juventud en casa de mis tíos_5. Mi tío y la visita

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Juventud en casa de mis tíos_5. Mi tío y la visita

 

--Es conveniente leer los relatos anteriores “Mi Juventud en casa de mis tíos” para ponerse en contexto de cómo yo había llegado a esta situación. Los encontrarás en https://www.todorelatos.com/perfil/1450609/

 

 

 

Después de todo lo que me había pasado ya no me sorprendió la idea de mi tía de esperar a mi tío vestidas las dos muy sexys. En mi tía era normal, era una mujer muy provocativa y voluptuosa, pero yo soy un chico. O por lo menos eso creo, porque en los últimos días estoy continuamente vestida de chica y, no sólo mis tíos me tratan como si fuera una chica sino que hasta mi vecino me ha confundido con una chica, y hasta me convenció para que le hiciera una paja.

Fuimos a lo que ahora era mi habitación y mi tía empezó a prepararme. Me quitó la camiseta, el sujetador con los algodones y me quitó la minifalda. En ese momento se dio cuenta de que yo tenía el tanga lleno de semen porque me había corrido mientras se la chupaba al vecino.

- Pero Danielita, qué ha pasado? Parece que tienes el tanguita lleno de lechecita. Es tuya?. Cuando te has corrido? - me preguntó mi tía.

Tuve que confesarle que mientras el vecino me follaba mi boca hasta mi garganta yo sentí mucha excitación y acabé por correrme. Sentía la cabeza de su polla entrar dentro de mi garganta y me imaginaba que era como si la metiera en un coño que yo no tenía pero que en ese momento deseaba tener. Y sin tocarme mi propia polla empecé a eyacular soltando chorros de mi lechecita que mancharon el tanguita y se escurrieron por mis piernas.

Mi tía me quitó la falda y el tanguita con cuidado y tocaba toda la lechecita que había escurrido por mis piernas.

- Así que te ha gustado mucho la polla del vecino?, y también te ha gustado mucho la polla de tu tío esta mañana en el baño. verdad Daniela?

- Sí tía, no lo sabía pero me excita mucho la polla de un hombre, tengo curiosidad por saber como son y por tocarlas. No sé porque pero me pasa desde que he venido a tu casa.

Según hablábamos mi tía me empezó a acariciar mi polla y a ponerseme dura. A la vez con la otra mano me acariciaba mi culito. Ya me parecía normal estar totalmente desnudo delante de mi tía y que ella me tocara a su antojo.

- Claro cielo, no pasa nada. Estás descubriendo muchas cosas estos días, y más que descubriras. Y es bonito que a las dos nos guste jugar con una polla porque podremos compartirlas jeje. Y además creo que cuando pruebes a que te penetren te va a gustar mucho.

Mientras me decía estas cosas mi tía empezó a jugar con mi culito metiéndome poco a poco un dedo que había impregnado con la leche que empapaba el tanga.

- Uy tía, que sensación. No sabía que fuera tan placentero notar un dedito dentro del culito. - Claro que sí. Y si lo lubricas bien no duele nada. Además poco a poco te iré preparando el culito para que dilate cada vez mejor.

- Uy, ahora me molesta un poquito - dije dando un pequeño quejido.

- Claro cielo, es que te estoy metiendo dos deditos, ten calma. Voy a poner un poco de lubricante y verás que bien.

A la vez que entraban los dos dedos hasta el fondo con el lubricante, mi tía me masturbaba la polla que estaba super excitada. Yo empecé a gemir de placer pero justo antes de que me corriera mi tía paró y sacó los dos dedos despacito.

- Sigue, por favor tía, sigue - dije yo poniéndo mi culito más en pompa para facilitar que se abriera.

- Tranquila Dani, todo a su tiempo. Cuando más caliente estés más desearás la polla de tu tío que va a venir ahora mismo.

- Sí, tía, pero tengo tantas ganas que haría cualquier cosa que me pidierais.

- Esa es la idea Dani, quiero que estés tan cachonda que desees hasta que tu propio tío te folle tu culito. Y con lo cachondo que le has puesto esta mañana en el baño seguro que viene muerto de ganas.

- Si tía, aunque me da un poco de miedo porque la polla del tío es mucho más gorda que tus dos dedos que me has metido, no me dolerá?.

- No cielo, porque tendrás el culito muy dilatado, de eso me voy a encargar yo ahora.

Mi tía sacó de un cajón un dilatador anal y lo lubricó bien antes de metermelo despacito en mi culo. Con lo cachondo que estaba no me negué, pero era una sensación rara. El plugin entró entero como si mi culito se lo tragara aunque me molestaba un poco porque era ancho y gordo y terminaba como en un tope para que no entrara más. Después me puso unas braguitas tipo short y me sacó el resto de la ropa.

- Pero quieres que me vista sin quitarme eso del culo? - pregunté extrañado.

- Claro cielo, el plugin lo vas a llevar todo el tiempo, ya verás lo cachondo que se pone tu tío cuando te quite las braguitas y lo vea. Y cuando te lo saque tendrás un agujerito dilatado listo para ser follado.

- Pero cómo voy a caminar o a sentarme con esto dentro de mi culito?

- No te preocupes, ya verás como te acostumbrarás y al tenerlo dento mientras te mueves lo notarás y estarás todo el tiempo excitada.

Mi tía siguió vistiéndome: medias de rejilla hasta el muslo, un sujetador con unos pechos postizos más grandes que el relleno que había llevado estos días y encima un vestido cortito muy ajustado, tipo tubo. Además me maquilló ligeramente, los ojos, los labios pero de forma discreta.

Ella se vistió también muy sexy, con unos leggins muy ajustados y un top con el ombligo al aire. Al acabar yo estaba impresionado. Parecíamos auténticamente dos chicas muy putitas, incluso yo mismo me veía completamente de mujer.

Estaba mirándome en el espejo cuando me llama mi tía y al darme la vuelta la veo tumbada en la cama con los leggins bajados y el coño totalmente abierto.

- Ven Dani, comemelo un poco, me he puesto tan caliente que no puedo esperar.

Mi tía era muy fogosa, continuamente quería correrse y aunque yo estaba vestida de chica le daba igual y deseaba correrse con mi lengua. La obedecí sin rechistar, como todo lo que me mandaba últimamente, y metí mi cabeza entre sus piernas para besar suavemente su depiladito sexo, pero ella me agarró la cabeza y, como había hecho el vecino esa misma mañana, me apretó contra su coño para que le chupara con fuerza.

- Meteme la lengua Danielita, chupale el coño a tu tía que está muy cachonda.

Saqué la lengua y me puse a comerle el coño con deseo, sin parar ni cuando notaba pequeños chorritos que procuraba tragarme. Mi tía se puso a mil gritando tanto que seguro que el vecino la estaba oyendo. Finalmente, de forma salvaje se corrió empapandome toda la cara. Es una delicia dar placer. Me di cuenta que lo que más deseaba en el mundo era dar placer a los demás chupando sus pollas o sus coños.

Mi tía se arregló un poco pero no se lavó. Tanto ella como yo olíamos a sexo, flujo vaginal, semen, saliba, era un olor muy morboso y mi tía dijo que eso excitaría mucho a mi tío. Fuimos a la cocina a preparar algo de apertivo y cada movimiento yo notaba el plugin en mi culito. Era una sensación cada vez más placentera, ya casi no me molestaba nada aunque notaba mi culito muy abierto.

Estaba con mi tía en la cocina cuando de repente suena la puerta de la casa. Era mi tío que ya venía. Hasta ese momento yo estaba muy tranquilo, pero de repente tomé conciencia de la situación. Estaba totalmente vestido de chica, con un plugin metido en mi culo y con mi polla permanentemente empalmada y soltando de vez en cuando gotitas que iban mojando mis braguitas.

Me puse muy nervioso pero mi tía me tranquilizó.

- No te preocupes Daniela, es un juego y ya verás como a tu tío le gustas mucho y nos lo pasamos todos muy bien.

Eso me tranquilizó un poco y salimos, todo lo deprisa que el plugin anal me permitía, hacia la puerta a recibir a mi tío.

Al llegar al recibidor mi tío se quedó asombrado.

- Estáis guapísimas - nos dijo .

Dio un beso en la boca a mi tía y se fue hacia mi para abrazarme y besarme también en la boca. Pero en ese momento yo me quedé petrificado. Mi tío no había venido solo, parados en la puerta estaban dos amigos que mi tío se había traído a tomar el aperitivo.

Eran compañeros de gimnasio y de sus salidas en bici. Los dos tenían unos cuerpos muy definidos y como venían de montar en bici, llevaban unas mallas que se ajustaban a sus cuerpos. Y en lo primero que me fijé fue en sus paquetes. Los mallots de ciclismo eran tan apretados que se les marcaba todo. Y yo había sido en lo primero que me había fijado.

Al notar mi cara de estupor, mi tío nos presentó con total normalidad.

Se llamaban Mateo y Ernesto, padre e hijo. Y a mi me presentó como Daniela, su sobrina que estaba pasando unos días aquí.

Yo estaba cortadísimo. No sabía que hacer. No estaba preparado para que me viera alguien más así, únicamente mi tío y mi tía.

A pesar de la vergüenza creo que se dieron cuenta de que mi mirada se había ido hacia sus paquetes, cómo no si se les marcaba todo, porque lo primero que me dijeron es que perdonase el aspecto pero es que venían de montar en bici.

Mateo era algo mayor que mi tío pero se conservaba también muy bien y Ernesto, su hijo, era sólo un poco más mayor que yo. Un jovencito de muy buen ver, alto y con el cuerpo muy fibroso.

Mi tío les dijo que pasaran, que se tomarían una cervecita en la terraza y yo me metí en la cocina muerto de vergüenza.

- Has visto que amigos más guapos ha traído tu tío?- me dijo con total naturalidad mi tía mientras preparaba unas bebidas para llevarles.

- Tía Lola, estoy muerto de vergüenza. Yo no sabía que el tío iba a venir con amigos. Mira con que pintas me han visto!, qué pensarán de mi?

- Tranquila Daniela, seguro que les has gustado jeje, además me he dado cuenta que te estabas fijando en sus paquetes jeje.

- Es que se les notaba mucho con esos mallots de ciclista. Pero yo estoy vestida así, van a pensar que soy una puta.

- Cielo, no te gusta pensar que se excitan al verte?- me dijo mi tía Lola - Además al joven Ernesto se le salieron los ojos al verte, jeje. Anda, toma esta bandeja y llevales estas cervezas. Vamos a jugar a excitarles.

Salí con la bandeja a la terraza y les serví las cervezas. Notaba como se clavaban todas las miradas en mi. Poco a poco fui cogiendo confianza y me paseaba por la terraza para que los tres hombres se fijaran en mi. Me hacían sentir verdaderamente sexy.

Cuando fui de nuevo a la cocina a por más cervezas mi tío y mi tía vinieron detrás de mi.

- Daniela, estás divina, no puedo evitar fijarme en ti - dijo mi tío - Lola ha hecho un trabajo fabuloso.

- Verdad que sí amor mío - dijo mi tía - lo he hecho pensando en tí y porque Daniela quiere gustarte y excitarte para volver a jugar con tu polla. Está descubriendo que es muy sensual jugar con la polla de un macho y quiere seguir explorando esos placeres.

- Por supuesto que sí amor mío, si Daniela lo desea, sabe que puede jugar con mi polla todo lo que quiera. Se me pone dura en cuanto me acerco a ella, y más ahora que cada vez está más guapa.

- Sí cariño, y si la gusta tenemos que ayudarla a que pruebe otras pollas y que disfrute completamente del sexo como disfrutamos tú y yo. Sabes que esta mañana se la ha chupado al vecino? - le contó mi tía.

- En serio? Que viciosa, así que chupándosela a un madurito. Creo que esta niña está aprendiendo a toda velocidad. Mejor porque así podremos disfrutar nosotros con ella.

Toda esta conversación la estaban teniendo delante de mi. Yo no sabía que hacer ni que decir, me estaban tratando directamente como si fuera una chica y como si quisieran convertirme en una zorrita.

- Además, no solo se ha vestido sexy, sino que tiene una sorpresa - y diciendo esto mi tía me levantó la faldita y le dijo a mi tío que me tocara mi culo.

- Vaya lo que tenemos aquí, que putita estás hecha - dijo mi tío palpando el plugin anal que yo llevaba - con razón camina tan erguida jeje, así que tu tía ya te está enseñando a disfrutar del culito.

Mi tío me abrazó y me dió un enorme beso en la boca delante de mi tía. Me apretó contra él y noté que estaba empalmado. Eso hizo que me excitara y reconozco que deseaba su polla, incluso deseaba que el plugging anal que me había puesto mi tía sirviera para que pudiera penetrarme esa gran polla de mi tío.

- Vamos, dejad de meteros mano- dijo mi tía- que tenemos a los invitados solos en la terraza.

- Sí, vamos con ellos pero en cuanto se vayan yo quiero que follemos los tres, me habéis puesto cachondísimo - dijo mi tío.

Salimos a la terraza y mi tío no podía disimular la excitación, se le marcaba el paquete muchísimo con las mallas de ciclista. Pero no era el único. Ernesto y Mateo también estaban visiblemente excitados. Habían estado montando en bici toda la mañana con mi tío Carlos y de repente al terminar y tomar una cervecita se encuentran con que hay dos chicas vestidas como en una película porno sirviéndoles las cervezas. Ni en sus mejores sueños se habrían imaginado esta situación tan excitante.

- Veo que el joven Ernesto no deja de mirar a mi sobrinita jeje- dijo mi tío Carlos rompiendo el hielo y haciendo que Ernesto se sonrojara.

- Es normal, está en una edad en que se fija en las chicas y seguro que está descubriendo el sexo - dijo mi tía.

- Que inocente eres Lola - dijo mi tía- seguramente sabe ya más de sexo que todos nosotros, que los jovenes ahora empiezan muy pronto.

- Al menos seguro que se masturba mucho jeje - dijo descaradamente mi tío Carlos - al menos yo a su edad me masturbaba varias veces al día.

- Jeje, te han pillado Ernesto - le dijo Mateo, su padre - la verdad es que en casa ya le hemos pillado masturbándose más de una vez, pero eso es normal a su edad.

- Claro, además es que con estas dos mujercitas aquí quién no se excita - dijo mi tío tocándome el culo justo cuando pasaba a su lado.

Todos se rieron porque yo di un respingo con la palmadita que mi tío me dio en el culo. Lo que no sabían es que el plugin me estimulaba muchísimo y esa palmadita me hizo notarlo más aún.

- Vaya confianzas que te tomas con tu sobrina - dijo Mateo con claras ganas de darme él mismo una palmadita en el culito.

- Dani es muy tolerante, y le gusta provocar, no le importa que de vez en cuando se le diga un piropo o que gente de confianza como vosotros le de una palmadita, verdad Dani? - dijo mi tío animando a sus amigos a que me trataran como una zorra.

- Y tanto, no hay más que ver las ropitas que lleva, le gusta provocar, ha salido a mi jeje - dijo mi tía moviendose de forma sexy para excitar más aún a los tres hombres.

- Pues en ese caso yo también le acariciaré ese lindo culito - dijo Mateo dándome un pellizco pero metiendo su mano por debajo del vestido y tocándome directamente mi culito.

- Qué pícaro eres Mateo - dijo mi tío - como te gustan las jovencitas, pero debería ser tu hijo quién tocara el culito a mi sobrinita que son de una edad más parecida.

Yo estaba medio alucinado. Todos hablando de mi como si fuera una puta. Cómo podía ser que mi tío fuera tan descarado? Y su amigo Mateo no se ha cortado y me ha metido la mano debajo del vestido. Y mis tíos animándoles.

- Bueno, a las mujeres nos gustan jovencitos y guapos como Ernesto, pero también maduritos de buen ver como Mateo y tú - dijo mi tía - y dejad de piropear a Daniela que se va a sonrojar - dijo riendo - Anda Daniela, vamos a sentarnos nosotras también a tomar una cervecita con ellos..

- De acuedo, voy a por un par de sillas que ya no hay más sitio- dije yo.

- No hace falta - dijo mi tío - si va a ser sólo un rato, Lola se sienta encima de mi y tú te sientas con Ernesto.

Yo me quedé paralizada pero mi tía al ver que no me movía me empujó hasta que me senté en las piernas de Ernesto y ella se sentó en las de mi tío Carlos.

Nada mas sentarme noté, no sólo mi plugin empujando más dentro, sino que noté el bulto de Ernesto completamente. Y estaba claramente empalmado.

Pero lo peor fue que él, aunque no decía nada, me agarró con sus brazos por la cintura y notó con su mano el bulto que mi pollita hacía sobre el vestido porque a pesar de la vergüenza que estaba pasando yo no podía estar más excitada.

Ernesto al notarlo se quedó un momento quieto pero en seguida, como para asegurarse, palpó con toda su mano el bulto que hacía mi polla sobre el vestido. Menos mal que me había sentado y que debajo de la mesa no se veía pero me estaban dando espasmos con cada caricia que Ernesto me hacía. Y a la vez yo notaba que él se estaba excitando más todavía.

Si hubieramos seguido un poco más, seguro que nos habríamos corrido los dos aún delante de mis tíos y su padre. Pero Mateo, seguramente porque no tenía ninguna mujer encima, dijo que se tenían que ir ya y todos nos levantamos. Al darnos dos besos de despedida Mateo me volvió a tocar el culito descaradamente y mi tía también le dió una palmadita a Ernesto en su culo comentando abiertamente lo cachondo que se había puesto al tener encima de sus piernas a una chica tan sexy como yo.

Cuando se despidieron Ernesto, a pesar de que estaba rojo como un tomate, se quedó retrasado y así se pudo despedir en privado de mi.

- Siento mucho la sorpresa Ernesto - le dije yo avergonzado porque había descubierto el bulto que me hacía la pollita en mi ajustado vestido.

- Que dices Daniela. No tienes porqué excusarte, yo soy un chico de mentalidad abierta y no me ha parecido mal - dijo Ernesto - realmente eres muy atractiva y me gustaría volver a verte.

Me quedé callada mientras Ernesto me daba un beso en mi boca y cogiendo mi mano la llevaba a su paquete que estaba a punto de estallar.

- Además creo que se nota que me excitas, verdad? - dijo Ernesto.

Yo me puse a masajearle todo lo largo de su polla a través del pantalón de ciclista pero en seguida se oyó la voz de su padre desde la puerta llamándole para irse. Si hubiera tardado un ratito más seguro que se corría sin siquiera sacarla del mallot. Mientras le acariciaba esa durísima polla notaba que estaba a punto de eyacular.

Cuando se fue la visita yo estaba muy nervioso y le sugerí a mi tía quitarme el vestido y ponerme mi ropa, pero me convencieron de que no lo hiciera.

- Pero tía, llevo dos días vestida de chica, uy, hasta estoy empezando a hablar en femenino.

- Dani cariño, ahora que estamos solos vas a quitarte este vestidito tan precioso? - me dijo mi tío mientras me abrazaba fuerte contra su pecho- Además esta mañana me has puesto muy caliente mientras me duchaba y quiero que sigamos jugando y también con tu tía.

Accedí a quedarme toda la tarde vestido así y mi tía propuso que salieramos los tres a tomar algo a la terraza y, como dijo, “a lo que surgiera”.

 

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Seguiré contando mis aventuras en casa de mis tíos en cuanto pueda. No duden en comentar y puntuar el relato y decir que les ha parecido, o enviarme sus comentarios o simplemente un saludo. Un beso

dulcex@gmx.es