miprimita.com

Mio... 4

en Sexo con maduros

Tras la apetitosa comida llega el delicioso postre de mis besos, que te dejan sin aliento. Tus manos, acarician mis suaves piernas. Te levantas y no puedo evitar reírme por la erección que no puedes disimular. De un armario sacas unas tabletas de chocolate y nos tumbamos en el sofá a ver una peli que ambos tenemos muchas ganas Rouge One. Nos acoplamos a la perfección en el sofá como si fuéramos un solo cuerpo. Tus brazos me rodean por completo y me aprietan contra ti, por si se me ocurre la idea de intentar escapar. Me tienes entres tus brazos imposible escapar, disfrutamos de un par de tabletas de choco una de chocolate oscuro y otra de suave chocolate blanco. Mezclamos ambos y trato de escaparme un poquito pero nada... No me puedo mover, me rio un poco al voltear un poco mi cabeza y cuando llevas un trocito de choco a tu boca te lo robo con mis labios. Siento además tu potente erección con la cual me siento muy cómoda Ese trocito de chocolate que te he robado... Lo recuperas dándome un beso prolongado y saboreando el chocolate de mis labios. No está mal el beso de chocolate pero prefieres mi sabor. Sientes el calor y la humedad de mi rajita y tu verga ya dispuesta, pega suaves latigazos. "¿quieres un poquito de crema para el chocolate, laztana?" Me susurras al oído mientras tus manos acarician mis tetitas, presionando suavemente mis pezoncitos que poco a poco van endureciéndose. Tu otra mano se desliza sibilina por mis piernas acariciando la cara interna de mis muslos y pasas tu dedo muy sutilmente por encima de mi rajita.

"Mmmm pues creo que prefiero leche" te susurro en tono juguetón. Mis labios y los tuyos fundidos sintiéndonos. El calor se puede sentir, el deseo se puede palpar cada vez más... Agarro tu mano, con la mía encima y la dejo ir, colándose entre la tela de esa camisa que tanto me gusta y sé que tanto te provoca. Mi depilada rajita está expuesta a tus dedos, los que amo como me hacen sentir El beso es intenso, morboso y húmedo con sabor a chocolate. Tu boca besa mi cuello mientras tus manos me despojan de la escasa ropa que tengo puesta y también de la tuya, insaciables hoy no tenemos  frenos. Tu duro ariete me presiona la piel mientras tu boca busca mis pechos, mis dulces tetitas que buscas dando un rodeo. Te aproximas a mis pezones en espiral, provocándome. Mientras tus dedos se deslizan rozando mi piel por encima de mi rajita, pero sin colarse dentro. Quieres desatar mi lujuria provocarme, ver de lo que soy capaz. Mi piel esta erizada, mis pezones duros como puntas de diamante que no puedes dejar de succionar y lamer. Tu boca se desliza por mi pecho, por mi vientre, buscando dar suaves mordisquitos en la zona de mi ombligo. Me retuerzo por las cosquillas pero sigues avanzando. Puedes ver el brillo de mi rajita, que ya rezuma pequeños fluidos estoy a punto.

Mi respiración acelerada, cortando la excitación por la leve risita que me provocan tus labios sobre mi pancita. Me ves fijamente a los ojos, esa mirada hambrienta de deseo. Acercándote a mi rajita para olfatear mí aroma. Te lo pido con la mirada, conoces mis reacciones y ese dedito juguetón que se va colando por entre mis piernas y busca hacer compañía a tu boca prometen darme mucho placer. Con mis dedos me estiro buscando el mando de la tele. La apago. Quiero disfrutar eso, escucharnos, sentirnos, sin miramientos ni distracciones. Adoras ese olorcito, ese exquisito olor que tanto dispara tu lujuria. Cierras tus ojos para poder centrarme en él, para poder sentirlo, pero te juegan una mala pasada. No puedes controlarme y lanzas tu lengua desatada. Pasa por encima de mi rajita, empapando en saliva toda mi piel exterior y saboreando las pequeñas gotitas que rebosan de k9 sexo. Ese sabor, tu olor, te excitan tanto... Tu lengua se cuela por fin dentro de mi rajita y se empapa por completo con mis jugos atacas mi clítoris, lo lames, lo chupas y lo succionas. Vuelves a enterrar tu lengua en mi almejita sin pelitos. Tus dedos masturban mi botoncito y se frotan hasta la entrada de mi culito. Mis  gemidos empiezan a subir de tono. Es el momento.

El placer, la excitación, el deseo todos van acompañados de tu boca, pues las sensaciones son simplemente indescriptibles, mi reacción natural es colocar mi mano contra tu cabeza, elevar mis caderas y aprisionarte contra mi rajita, te sujeto de la cabellera subo y bajo sintiendo tu lengua recorrer mi rajita colaborando con mis movimientos y tus dedos inquietos tocándome por todos lados. Mis manos en tu cabeza apretándote fuerte contra mi cuerpo te indican que puedes continuar, que puedo dejarme llevar por la lujuria y devorarme completamente, pero has prometido ser bueno y no un brutote. Tras lamer y chupetear mi clítoris, tras sentir tu cara apretada contra mí, levanto tu cara y me miras a los ojos. "Espero tus ordenes, princesa" Balbucean tus brillantes labios. "Solo cumpliré tus estrictas órdenes" Acerco mis labios a los tuyos, siento ese sabor perfecto que es el de mis flujos en tu boca, el beso se vuelve más intenso, más cargado de deseo, llevo tus dedos a mi rajita y susurro en tu oído "ya sabes que hacer, no te detengas" digo en un suave hilillo de voz prendida de una gran excitación, mis manos en tus hombros te empujan suavemente hacia mi rajita, puedo notar como mi corazón se acelera cuando se adentra tu primer dedo en mi almejita

Siguiendo mis órdenes empiezas el juego. Tus dedos se deslizan dentro de mi cuevita, con suavidad, estimulándome desde dentro. Tu boca estimula mi botoncito con una suave succión y una pequeña presión con tu lengua. Cuando tienes profundamente enterrado tu dedito dentro de mí lo curvas ligeramente y presiono con suavidad, buscando mi delirio. Presionas y aflojas y presionas de nuevo, buscando el punto mágico. Deslizas otro dedo más para hacerle compañía al primero. Tu boca sigue extrayendo mis flujos, jugando con mi botoncito con movimientos circulares y suaves y fuertes lametones que van desde mi rajita hacia mi monte de venus. Puedes ver mi excitación en la piel. Mis suaves gemiditos adoptan ese toque infantil que tanto te pone, van en aumento mientras mi cuerpo se retuerce de placer, mi respiración va más profundo, jadeo al sentirte así. Cuando introduces el segundo dedito ufff  gimo, lo hago de una manera fuerte, muestra del placer que me estás dando. Mis pezoncitos están como hierro de lo duro que se encuentran a paso de cada lamidita, la succión sobre mi botoncito me enloquece

 

La excitación de ambos crece de forma exponencial. Cuanto más excitada estoy más me mojo, más rica estoy, más buscas mis jugos y más te excitas. Tus dedos bailan dentro de mi almejita tu lengua también, buscando mi flujo. Intercambias rajita y botoncito, que esta especialmente sensible hoy a tus labios. Lo succionas, lo apresta con tus labios, y lo frotas con tu lengua. Chupas un tercer dedito que deslizas suavemente desde mi rajita pero que sibilinamente va tomando otro camino. Ese tercer dedo entra en mi rajita lo empapas, sacándolo lentamente su objetivo es otro... Y en medio de un jadeo lo siento entrando en mi anito, como cede fácilmente ante esa pequeña invasión. Elevo mis caderas acompañadas de mis suaves gemidos. Te veo fijamente a los ojos mientras tu lengua succiona, sabes lo que quiero mi cuerpo me lo pide a gritos, me lo das. Te incorporas un poco para besarme intensamente, que delirio mi sabor en tus labios. Vuelves a tu labor sin darme tregua solo puedo gemir de manera descarada.

Con tu verga a reventar de excitación, continuas haciendo lo que más te gusta, devorar tu rajita. Siempre te sorprende la cantidad de jugos que expulso. Tus dedos se mueven rítmicos dentro de mi almejita alternados con tu lengua que succiona y presiona mi botoncito. Otro de tus dedos presiona mi culito y pasas por encima tu lengua también para lubricarlo. Con tu dedo empapado de mis flujos lubricas bien tu anito. Vuelves a meter dos dedos en mi rajita, a lamer mi botoncito y mi culito y a meter suavemente otro dedo dentro de mi culito. Mi gritito te hace seguir. Lo entierras profundamente y empiezas a masturbarme por mis dos agujeritos mientras absorbes con gusto la gran cantidad de jugos que mi excitación te regala. El placer parece no tener algún límite, mi cuerpo se retuerce por las sensaciones que le provocas. Jadeos, gemidos, gruñiditos, grititos. Todos ellos provocados por tu boca y dedos, los cuales siento entrar más a cada paso. No pierdo un instante de ver cómo te devoras mi intimidad sin piedad. Tu lengua desaparece mis flujos casi con la misma velocidad que los produzco, estoy en el éxtasis no creo aguantar mucho y mis flujos salen disparados como torrente a tu boca inundándola

Tus dedos se mueven frenéticos dentro de mis dos agujeritos sin piedad, al ritmo de mis gemidos. El dedo que está dentro de mi culo, entra y sale gracias a la perfecta lubricación de tu saliva. Cuando lo tienes bien dentro lo curvas un poquito para darme mayor placer. Los dedos en mi rajita también. Tu legua se deleita con mi botoncito y en el m omento de mi orgasmo, que se produce cuando tus dedos están totalmente dentro de mí, los retiras con celeridad para no perderte ni una sola gotita de mi néctar. Levantas tu cara para mirarme y no puedo evitar una sonrisa al verla toda brillante por la mezcla de mi saliva con mis flujos de la misma manera que tu no puedes evitar besarme con todas tus fuerzas y darme un poderoso abrazo. Nos fundimos en ese beso, en ese abrazo. Muy intenso y lujurioso al principio pero nos calmamos un poco, entre risitas y mis besos juguetones. Pero no se me escapa, mi rajita un tanto sensible por la jornada del día anterior y esa deliciosa comida que me has hecho. Tu miembro sigue rozando mi rajita, busca entrar automáticamente. Mientras nos abrazamos, nos besamos, la puntita de tu miembro se cuela sin aviso en mi almejita doy un gemidito suavecito. Besas mi cuello y muerdes traviesamente mi orejita. Te empujo y caes sentado, me rio provocarte es algo que me encanta. Me acerco a ti, a horcajadas te doy el primer plano de como mi rajita se devora por completo tu verga, pero no te doy chance te doy un profundo beso comenzando un suave movimiento. Quieres colocar tus manos sobre mi culito, pero las aparto aprisionándolas con mis manos, en esa posición sigo con ese suave movimiento

Adoras mis besos. Eres esclavo de mis abrazos. Cuando sientes el calor de mi rajita en tu verga no puedes evitar un respingo de sorpresa. Estabas sondeando la entrada pero yo solita te he atrapado. No hay nada que te guste más que cuando me tienes así para ti. Con tu verga bien dentro de mi cuerpo, y nuestras bocas fundiéndose en un beso. Dentro de mi almejita, tu verga da un potente latigazo de excitación, como si fuera la primera vez que me posees. Te sonrojas aun a día de hoy, pues en ocasiones te sientes como un adolescente en manos de una experta. Tus manos están vetadas de mi culito, pero me sujetas “la carita de ángel” y me susurras al oído: "te amo" Me dejo caer suavemente, completamente clavadita. Tus manos acarician mi rostro y tus palabras al oído me hacen estremecer "También te amo" respondo mientras veo tu rostro al sonrojado. Mi mirada se fija en tus ojos verdes que están radiantes, como me gustan... como me gustas... Aprieto mi rajita para que sientas más presión. Y me muevo en círculos lentamente disfrutando de cada milímetro de tu miembro dentro de mí. Me deslizo sobre ella, apoyando mis manos en tu pecho y gimiendo suavecito en tu oído

Grrr. Te estoy matando, te estoy matando de placer. Como cada vez que nos unimos, tienes que frenar tus más bajos instintos. Me prometiste que hoy serías bueno y piensas cumplirlo, porque si te dejas llevar te aferrarías a mis glúteos, meterías un dedito dentro de mi culito mientras me la clavas hasta el fondo. Necesitas pensar en otra cosa para no liberar a hulk. Recuerdas  tus primeras lecciones de dibujo en la uni... como dibujar un círculo con tres puntos... Pero una imagen se cuela en tu mente. Tu verga soltando litros de esperma caliente dentro de mi apretada rajita y yo apretándola más aun para que no se escape nada y después... sentándote en tu cara. “(Mmmm. Tu coñito o tu culito lleno de esperma sobre mi cara)” Con esa imagen tu dedo se cuela en mi culito. Suelto un gemidito de sorpresa cuando siento tu dedito entrando en mi culito, te miro fijamente sé que te esta costando controlarte, tienes tu otra mano aferrada a mi cintura. Apresuro un poco el movimiento, para no torturarte tanto. Te dedito travieso se mueve en círculos dilatando mi culito. Jadeo suavemente. La zona está muy lubricada se ha empapado de mis jugos y entra con suma facilidad. Me detengo y retiro tu dedo de mi culito. Protesta pero te callo con un beso. Mi rajita a mi pesar se desprende de tu miembro. Me volteo y apunto mi anito a tu verga, me sujetas para darme equilibrio y suavemente me dejo caer. Siento como se potencia tu respiración y me jalas hacia abajo. Suelto un gritito volteo a verte con algo de desaprobación, pego mi espalda a tu pecho, echando mi cabeza para atrás atacas mi cuello, una de tus manos aprisiona uno de mis senitos y un par de dedos se cuelan en mi rajita mientras yo me muevo de manera circular

Uf, ese movimiento no te lo esperabas. Creo que nunca habíamos hecho esa posición. Me tienes bien ensartada por el culito y dándote la espalda. Te encanta estar así cuando me tumbo sobre ti, tienes acceso a todo mi cuerpo. Puedes sentir tu verga dando pálpitos dentro de mi culito y mis endurecidos pezones bajo tus dedos. Deslizas tu mano por mi vientre, muy suave hasta mi ombliguito. Sigues bajando muy despacito hasta tocar mi empapada rajita. Te sorprendo, siempre te sorprendo de lo empapada que esta TU almejita. Nada te gusta más. Me muevo suavemente sintiendo toda tu envergadura entrando en mi anito, como aprieta esa sensación de profundidad. Cierro mis ojos mientras tus dedos se cuelan en mi interior. Jadeo y gimo sin restricciones, mi cuello es presa de tu boca. Lo besas, lo muerdes. Yo simplemente me dejo hacer. Me tienes a tu merced, totalmente entregada a ti. Soy TUYA. Abro mis ojos y muevo con más soltura mis caderas. Al paso que tus dedos entran más en mí.

Es desquiciante. El deseo, el amor, la pasión, el fuego y el sexo en su estado más primitivo. Adoras la forma en que alternamos hacer el amor, con la pasión desenfrenada. Es lo que tiene estar enamorados, compenetrados, ser una sola mente llena de amor... y deseo. Tenerme tumbada sobre ti, con mi culito apretando tu polla y ese suave movimiento arrancándote gruñiditos mi cuello a tu alcance, mis labios también. Con una mano en mis firmes tetitas y tremendamente sensibles y la otra escondiendo los deditos dentro de mi rajita. Acariciando mi vulva, presionando mi clítoris. Tu yo animal, desea clavarme hasta el fondo y follarme el culo pero de momento se impone la ternura y el deseo de alargarlo lo máximo posible. Mi respiración profunda, el movimiento de mis caderas y ese movimiento de tus dedos, jadeos y gemidos, tu mano en mi senito atrayéndome más a ti. Mi cuerpo tiembla lo sientes, los espasmos de placer tus dedos apremian mis juguitos que salen, sientes como esos espasmos hacen que mi anito contraiga también, apretando tu verga. No paras y sigues taladrándome con tus dedos inmediatamente otro orgasmo, parece no tener fin esa oleada de placer. Pero mis gemiditos bajan en intensidad. Retiras tus dedos empapados al máximo y los degustas, los saboreas. Busco tus labios, casi sin fuerzas, pero no me resisto a sentir mi sabor en tus labios. Estoy echa una muñequita de trapo sin fuerzas por el placer experimentado y tu verga sigue apoderándose de mi culito.

“Wow como me gusta esta postura” Tenemos que repetirla más veces sientes mis espasmos, sientes mi placer sientes como mi culito presiona tu polla de forma demencial, multiplicando por 10 el placer. Chupas tus dedos empapados en mis jugos. #No hay nada más delicioso” El beso compartido le da otro empujoncito a tu lujuria. No crees poder resistirlo más. Tus deditos vuelven a mi rajita, mientras que con la otra mano continua aferrado a tu firme tetita. Presionas mi pezón que esta duro como un diamante. No crees poder resistirlo más "Voy a llenarte el culito de leche como sigas así" Logras susurrarme en el oído. Doy un gritito cuando siento tus dedos nuevamente invadiendo mi rajita, está muy sensible y tus dedos no colaboran en aplacar mi deseo. Tus palabras hacen que mi piel se erice. Aprieto con mis músculos sobre tu miembro para que sientas aún más presión. Con un suave movimiento me clavo hasta lo más profundo subo despacito, sé que estos ritmos lentos son delirante para ambos, y me dejo caer de nuevo. Tu mano en mi senito me atrae hacia ti y colaboras elevando un poco tu cadera para hacer la penetración lo más profunda posible.

“Uf, tus movimientos son delirantes” Esa lentitud, esa presión, unidos con la lascivia y la lujuria que nos rodea. El olor a sexo, de tus flujos impregna toda la habitación que multiplica las sensaciones. Estamos muy pegaditos. No sabes como lo hago, pero la presión de tu anito sobre tu verga es enloquecedora. No puedes evitar mover tu pelvis para hacer más profunda la penetración. Sientes tus huevos rozando contra mis nalgas y creo que vas a explotar. Tus manos se mueven con suavidad en mi rajita pero de forma implacable. Sigo moviéndome de forma delirante lenta pero implacable. Cada vez que sientes tu verga enterrada en mi culito un escalofrío recorre tu espalda. "mi niña, estoy a puntito, si continuas, te inundo..." Esos susurros, esas palabras, me excitan, me llenan de deseo, de sentirte. Estas entregado a mí, como yo lo estoy a ti. Esta postura permite sentirnos mucho más. Tu pulso se acelera, tu respiración sobre mi cuello, lo besas lo lames. Tus dedos recorren mi rajita y la abandonan un momento, colocas tus manos ambas sobre mis senitos, los amasas juegas con mis pezones duritos. Y con ellos me impulsas un poquito más es como si pudieras entrar más en mí. Me atraes cuando bajo en cada estocada. Aprieto más mis músculos no me detendré hasta obtener lo que quiero... Y tus gruñidos me dicen lo cerca que estoy de ello.

Nuestros movimientos perfectamente coordinados. Me tienes firmemente sujeta, tus manos aferradas a mis senos, jugando con mis pezoncitos. Marco el ritmo, la presión y la intensidad. Pero de forma inconsciente quieres tenerme hasta el fondo. La delirante presión que mi culito hace sobre tu verga te está haciendo perder la conciencia. Con mis aniñados gemidos el olor a sexo y mis contracciones estas a punto de perder el control. Sientes llegar la marea. Me sujetas con fuerza, impidiendo mi movimiento. Con un golpe de pelvis, entierras tu verga profundamente dentro de mi culito, hasta notar la presión en tus huevos y sin poder evitarlo te alcanza el orgasmo. Uno de los mar fuertes que recuerdas. Son interminables los chorros de esperma que sueltas dentro de ti, cada uno de ellos acompañado de un sonoro gruñido de placer. La abstinencia de los días anteriores contribuye a que aún tenga lechita que darme Tus manos bajan por mi abdomen, me rodeas con tus brazos, gruñes soltando tu leche en mi culito. Nuestras respiraciones se acoplan, el latido de nuestros corazones también. Me besas despacito cuando comienzas a recuperar tus fuerzas, tu verga sigue en mi interior, con sus últimos espasmos. Esta posición nos ha permitido acoplarnos a la perfección, no muestro ni el mínimo interés de moverme de ella. Acaricias mi abdomen causándome una ahogada risita. Me recuesto sobre ti recobrando fuerzas

Nuestras respiraciones acompasadas empiezan a relajarse. Te encanta tenerme así tumbada sobre ti, con tu polla clavada en mi culito y todo mi cuerpo a tu alcance. Te encanta acariciar mi tripita y ver cómo me retuerzo por las cosquillitas y como se eriza mi piel. Tus labios besan mi cuello con suavidad y me susurran al oído. "Mi niña, mi princesa. Desearía estar así siempre con vos" Tu mano se desliza pancita arriba y se coloca sobre mi corazón que late con fuerza mientras la otra sigue acariciando mi pancita. Sigues dentro de ti erecto, aunque va perdiendo fuerza. Tu mano juguetona acaricia de nuevo mi clítoris con suavidad.  "No tenemos clinex a mano. Y si ahora... aprietas el culete y ¿te sientas en mi cara? “Volteo para verte mejor, lanzándote una fulminante mirada de deseo. Te beso fuertemente acariciando tu cabello. Aprovecho de darte una mordidita ahí para dejar mi marca del día. Mi boca se dirige a tu oreja muerdo despacito, lamiéndola un poquito. Noto como se eriza tu piel "Si mi amor, tienes razón.... Esa es la mejor opción" respondo en un tono pícaro y juguetón siento tu miembro perder fuerza y contraigo mis músculos para que te apreté un poquito más y para no perder ni una sola gotita de tu leche

“Wow. Lo estoy deseando” Ves mis lentos pero firmes movimientos y tu verga pega un respingo, queriendo volver a la vida. Mi culito te apretar con firmeza vez como se va deslizando poco a poco y sale de mí, aun dura por la creciente nueva excitación. Me acerco, mi culito se acerca a tu cara. Lo deseas. Ves los restos resbalando por mis piernas pero tu esperma sigue dentro de mi culito. Me acerco más. Aprecias a la perfección mi delicioso anito que ya está a milímetros de tu boca. Te incorporas ligeramente y tu lengua roza mi culito “ahora mi niñ..." no te dejas terminar la frase. Puesto que presiono tu boca abierta con mi culito que lo abarca todo. Tu lengua intenta colarse dentro y lo hace facilitado por tu propia lechita. Es simplemente delirante. "Es tuyo" murmuro en un leve jadeo. Tus manos se cuelan, sujetando con firmeza mis muslos para ambos tener más equilibrio y comodidad. Tu lengua es un verdadero vicio para mí. Devoras mi culito con ganas, dejo de hacer tanta presión y siento como escurre de él tu leche caliente todavía. No te detienes saboreas todo, eso despierta en mi los bajos instintos muevo mi culito restregándolo sobre tu cara, así lo saboreas más, lo sientes más y por supuesto me excitas más

La situación es indescriptible. Sentadita en tu cara restregando mi culito contra ella lleno de tu semen caliente que lames, chupas y mamas con deleite. Tu verga está de nuevo como una estaca. Tu lengua sedienta de mí empapado culito que poco a poco se vacía. Creo que es lo más pervertido que hemos hecho nunca. Sientes que yo también exploto de excitación al presionar mi culo contra tu cara con un poquito más de fuerza. Mis  gemidos cuando pegas tu boca totalmente a mi culo son muy fuertes. Ves que muerdo mis labios. Cuando dejas totalmente limpio mi culito, me levantas un poco, pero  vuelvo a presionar y restriego mi coñito contra tu cara varias veces, como masturbándome con ella. Cuando por fin tu lengua se cuela en mi coñito exploto en un nuevo orgasmo. Tu boca recibe golosa todos mis jugos y bebes chupas y absorbes sin detenerte. Cuando por fin detengo mi presión y mis movimientos con la respiración entrecortada consigues decirme "mi vida, esto tenemos que repetirlo... con la cámara delante"

Me acomodo y me tumbo sobre ti, risueña, excitada moviendo mi cabello que no me deja verte bien, te como en un beso bastante excitante. Pruebo de tu boca el sabor de nuestros fluidos mezclados... "por supuesto mi liante" siento tu potente erección pegada a mi abdomen. Mmmm, ya estoy acomodada sobre ti. Mi cabello te hace cosquillitas en la cara de forma deliciosa. Te sorprende siempre mi agilidad y te hace recordar que soy casi 20 años más joven y que es normal. Sientes  mi peso sobre tu verga que no pierde ni un ápice de su dureza debido a la excitación. Mis besos te saben de forma deliciosa. Buscas mis pechitos para poder besarlos.  Elevo un poco mis caderas. Antes de que te des cuenta mi rajita succiona tu verga. "yo también soy insaciable" suelto una risita ahogada. Tumbadita sobre ti, me muevo despacio sin inmutarme, tu rostro se sonroja y el mío también. Buscas uno de mis senitos y te lo llevas impaciente a la boca, tus manos se bailan por mis caderas. No necesito nada más, solo sentirte así me basta... Cuando, de forma magistral, mis movimientos llevan al acople perfecto. De nuevo sientes el calor de mi rajita devorando tu verga y un gruñido de satisfacción se escapa de tu boca. Permanecemos así, unidos, estáticos, mirándonos el uno al otro embelesados, cuando, sin poder evitarlo ambos empezamos a reír a carcajadas.

Entre risas me abrazas, muy fuerte. Apartas el cabello de mi rostro, lo acaricias. Sonrojado, risueños, enamorados... Mi rajita perfectamente acoplada a tu miembro. Lo succiona para disfrutarlo. Mi nariz se frota contra la tuya ¡¡Beso esquimal! Un dulce beso se deposita en tus labios, un piquito en tu nariz. Mis labios besan todo tu rostro "Te amo" susurro levemente en tu oído mientras mis músculos aprietan en mi rajita y la sientas más estrecha. Ninguno de los dos puede parar de reír “No sabes cómo me gusta tenerte así. Sobre mí, con todo tu cuerpo apoyado en el mío, dándonos suaves besitos y disfrutando del amor infinito que nos entregamos” Mis sutiles movimientos hacen que no pierdas ni un ápice de la excitación. Te encanta estar dentro de mí y sentir el fuego abrasador de mi rajita y su deliciosa humedad. Quieres disfrutar de ese momento, no quieres moverte. Quieres estar así durante un ratito más, si la excitación te lo permite

Muerdo de manera sensual tu labio inferior. Hundes tu cabeza en mi cuello, mi cabello cubre en parte tu rostro, me abrazas y dedicas un momento a percibir mi aroma, a hacerlo tuyo. Estas disfrutando a otros niveles. Abrazados, entre besitos, muy pegados, y con tu verga maravillosamente rodeada y presionada por mi rajita. Te inundas en mi aroma, pegando tu boca a mi cuello. Quieres empaparte en él. Quieres  tenerlo siempre en tu mente. Los movimientos son lentos, muy lentos, pero demenciales. No puedes pedir más. Cuando suena el teléfono, no te lo puedes creer, pensabas que lo habías dejado en silencio. La melodía el neutra, por lo que no sé quién podrá ser.  El teléfono suena regresándonos a la realidad, haces ademan de cogerlo, pero lo lanzo fuera de nuestro alcance "este es nuestro fin de semana, lo demás puede esperar" “Tienes toda la razón del mundo, es nuestro fin de semana y el resto puede esperar. Si fuera algo grave, volverían a llamar” Tus manos acarician mi espalda, bajando hasta mis nalgas y volviendo a subirlas hacia arriba “ERES MIA”

No insisten más en el teléfono. La habitación vuelve a quedar en silencio, solo nosotros parece que el tiempo se ha detenido. Observo el reloj ya ha transcurrido gran parte del sábado. Es de tarde el tiempo se nos ha ido volando. Te beso lentamente moviendo sutilmente mis caderas, lo suficiente para que no pierdas ni por un momento tu excitación. Muevo un poco más mis caderas, me acomodo perfectamente a horcajadas sobre ti. Y mi beso aumenta de intensidad al igual que mis movimientos aunque siguen siendo lentos, delirantes

No puedes pedir más. No puedes creer tanta perfección. Acabas de llenarme el culito de semen me he sentado en ti cara y has limpiado mi culito y mi rajita bebiéndotelo todo y ahora continuas con tu verga dura como el acero, dentro de mí. Ni de teen habías hecho algo semejante. Manejo la situación. Ha cambiado el registro. Hemos abandonado el sexo lujurioso y salvaje por algo más tierno pero igualmente delirante. Mis suaves movimientos, mis dulces besos, miss apasionadas caricias. Tus manos acarician mi espalda, desde mis nalguitas hasta mi cabeza. Besas mis hombros, besas mi cuello mientras tus manos se deslizan de nuevo hacia mis piernas. Apoyo mis manos en tu pecho, continuo ese movimiento lento, intenso, apasionado. Me acerco a tus labios, solo los rozo pero no te beso mi suave piel recorre tus labios me atraes a ti, un fuerte abrazo. Solos tú y yo, siendo del otro, disfrutándonos, haciendo el amor...  Ahora sí, un beso algo suave, que poco a poco sube la escala hasta convertirse en uno de esos besos que roban el aliento. Mis movimientos suaves, lentos pero firmes. Ese último beso, apasionado, erótico, estimulante, te carga de nuevo. Mis movimientos te enloquecen, te embriagan. Tus manos se aferran a mis nalgas y tus deditos se aproximan de nuevo a mi castigado culito rodeándolo.

Un gemidito de los míos eriza tu piel y te anima a continuar. Mientras mis movimientos lentos, pausados, delirantes, te catapultan al placer delicioso del delirio, tu dedito presiona con suavidad mi tierno culito con la intención de perderse dentro. Pero en ese instante que tus deditos están a punto de colarse, aparto tus manos de allí las llevo a mis caderas. Te suelto una sonrisa pícara, me encanta retarte y provocarte. "No creas que se me olvida todo lo de ayer" te susurro mordiéndote el cuello "Eres mío" Siento los espasmos de mi rajita aproximándose ese movimiento que llevo me arrastra al borde del placer, se puede notar en mi cara lo mucho que me gusta tenerte así. No te tomas muy bien mi reacción... pero de momento la aceptas. Solo de momento. Tu mente se adentra de forma fugaz en los recuerdos de la tarde anterior "vale laztana, soy tuyo" Dices enfatizando la palabra tuyo y devolviéndome la mirada picarona. Esperaras y disfrutaras de mi dominio. La verdad es que no me ha ido mal hasta ahora.  Está siendo un fin de semana perfecto. Has podido hacer realidad uno de tus sueños, que me sentará en tu cara con mi culo lleno de leche, debido a lo cual, tu erección sigue intacta. "seré un niño bueno" me dices intentando ocultar una sutil risita...

"No, tú eres un niño muy travieso" digo mordiendo sutilmente mi labio, ambos soltamos una risita floja. Un beso, coloco mis manos sobre las tuyas y las guio a mi antojo. Las conduzco sobre mi piel, en mis senitos con tus dedos me arrancas gemiditos al tocar mis pezones, pero no las mantengo allí mucho tiempo. Vuelvo a situarlas sobre mis caderas. El movimiento de mis caderas aumenta, el sudor recorre mi cuerpo y algunas gotitas caen sobre tu piel por el esfuerzo, es un movimiento lento, continuado, pero potente cada estocada me clavo hasta interior. Mis gemidos lo delatan, mi creciente excitación me muevo de manera circular, eso denota el máximo placer en mi cuevita. Me detengo un instante, jadeo más fuerte, mi cuerpo se tensa y mi rajita explota en juguitos, empapando tu miembro. Las convulsiones potentes, caigo sobre ti. Te beso con intensidad. "soy TUYA, móntame" digo en un hilito de voz, pero suena más a orden que a petición Mi dulce voz llena tus oídos. Notas el matiz de orden en mis palabras. El torrente de jugos que empapan tu miembro es recibido con gozo, y ves con admiración como comienza a escurrir saliéndose de mi rajita y empapando tu depilado pubis y tus piernas. Sonríes al recordar cuando no te depilabas y era una maraña velluda. Sin duda ahorita es mucho mejor con pelo únicamente en la cabeza, puedes sentirme mucho más, mucho mejor y más rico. Mis jugos ya empapan tus piernas, las contracciones de mi rajita aprietan tu verga de forma deliciosa. Te aferras a mis caderas. Empiezas a tomar el control, solo porque yo me lo has dado.

Te desmonto  y me das la vuelta "hazme tuya" vuelvo a repetir suave pero se nota también ese tonito de orden. Mi rajita brilla por mis flujos al igual que tu verga, reluce por lo mismo. Abro mis piernas mientras te ofrezco mi intimidad, solo para ti. Tú miembro se pasea por mi rajita, un segundo y esta se encarga de succionarlo, es como si reclamara su atención. Elevo mis caderas para sentir como me llenas al máximo. Busco tus labios y te devoro en un beso, largo apasionado, cortándonos el aliento. Enrosco mis piernas a tus caderas y mí sonrisa pícara te da la opción de continuar Por más veces que me veas hacerlo, no terminas por acostumbrarte a mí, a la lujuria que desata  mi cuerpo, suave, lampiño, totalmente deseable. Te asombra la facilidad con la que mi deliciosa rajita devora tu verga y como la aprieta de forma deliciosa como si nunca la hubieran estrenado. Es esa sensación la que te hace perder los papeles. Tomas mi cuerpo, me penetras con suavidad, pero cuando tu verga alcanza la máxima profundidad y yo de forma felina te rodeo con mis piernas y ves mi brillante y limpio pubis unido a tu polla, sientes una descarga eléctrica de adrenalina. Tus movimientos se tornan un poquito más rápidos y fuertes, pero controlando un poco más que el día anterior, por la cuenta que te trae...

Mis manos en tu espalda, mis uñas en tu piel, las marcas que se notaran más tarde. Me aferro a ti, soltando suaves gemiditos esos que te ponen a mil. Tu ritmo aumenta pero no de una manera salvaje pero ciento como poco a poco vas perdiendo los papeles. Busco tus labios, estos callan mis gemidos. Nuestros cuerpos se unen de manera perfecta, nacieron para estar así. Cuando mis uñitas arañan tu espalda te provoco una mezcla de dolorcito y placer. No puedes evitar aumentar el ritmo de nuestro juego, siempre controlando la fuerza. Los besos suben de temperatura. Tus manos se cuelan bajo mi cuerpo en mi espalda, sujetándome los hombros. Sientes en mi pecho la presión de mis tetitas. Me mordisqueas el cuello y las orejitas, y de forma súbita te detienes cuando estas totalmente dentro de mí para sentir las pequeñas apretadas que mi rajita le regala a tu polla. El olor a sexo en la habitación es muy fuerte. En ese momento, suena el timbre de la puerta, y nos quedamos mirándonos el uno al otro, muy en silencio.

Creo que el corazón se nos detuvo un segundo, el timbre retumbo por toda la casa, como solo estaba el silencio y la música de nuestros cuerpos. Te sonrió pícaramente "nuestro finde, si hacemos silencio se aburrirán y se irán" te susurro, mientras mi rajita traviesa se mueve. Estas quieto pero mis caderas dan movimiento, mis labios apresan los tuyos para callar cualquier gemido, me detengo de nueva cuenta "¿o quieres ir a ver?" me rio un poco, pero es casi inaudible "Ni de broma, luego miramos" Me susurras de forma casi imperceptible. Estas muy quieto pero mis sibilinos movimientos te están destrozando de placer. Cuesta vencer la tentación de gemir de moverte, de seguir nuestro juego. Vuelve a sonar el timbre... Silencio. Mis movimientos continúan lentos, inexorables, sutiles. Tus manos siguen aferradas a mí. "De seguro no es nada, laztana. ¿Seguimos? ““Olvídalo, este es nuestro finde" continuo con mis movimientos busco tu boca para ahogar los gemiditos que salen de mí. Tus manos se aferran a mi cuerpo no te mueves para nada padeces un cervatillo, pero cuando aprieto mi rajita eso te regresa a nuestra realidad el beso es más acalorado y te mueves lentamente, ese ritmo propio del delirio tan de nosotros es mágico, no puede ser vuelven a insistir pero no pienso moverme o dejar que te acerques a la puerta.

Este segundo timbrazo te desconcierta, pero por nada del mundo te mueves. No has quedado con nadie y si fuera importante lo sabrías. Pasas del ruido y te aferras a mis caderas  guiando de nuevo mis movimientos pero en silencio. Tenemos que ahogar las risitas que tanto a ti como a mí nos entran sin remedio, pero las sofocamos con apasionados besos. Empiezas yo también a moverme, despacito, controlando el juego, sofocando los jadeos que de todas formas dudo se escuchen desde la puerta. Te aferras con fuerza y me clavas en tu verga de forma enérgica, algo que me arranca un gritito de sorpresa. Un gritito algo fuerte ¿abran escuchado? respiro jadeando un poco, te muerdo como venganza y eso te hace soltar también un gritito. Mi boca busca tus labios sin contemplación, los devoro con fuerza, con ganas, aprieto mi rajita para que sientas mucho mejor la fricción de mis paredes sobre tu miembro. Te miro de manera lujuriosa, susurro palabras en tu oído, casi inaudibles, controlando los gemidos Ajeno a toda preocupación, y soportando mí mordisquito gracias a mis besos, te aferras con fuerza a mis caderas y continúas clavándome con fuerza. Notas de forma deliciosa la presión en tu verga, en como las paredes de mi rajita aprietan tu polla, haciendo que la penetración sea muchísimo más placentera. Cuando tomo el ritmo, tus manos se deslizan por mi espalda hasta mis nalgas abriéndolas, y deslizo la punta de tu dedo hasta encontrar mi delicioso anito que sigue mojado por tu saliva. Los movimientos empiezan a ser frenéticos. "laztana, te adoro. Woow, este sábado está siendo mágico, y estas a punto de volver a conseguirlo... "

"Te amo laztana" es lo único que puedes decir, estoy agotada pero llena de deseo. Mis caderas siguen ese ritmo y tus dedos invaden mi culito soltándome un gemidito de sorpresa. "eres mío" lo digo mientras aprieto mi rajita, siento tu polla succionada por las paredes de mi almejita. Ya nadie molesta se abran aburrido, mejor así solo nosotros como es ideal... Me aferro a ti con fuerza sin quererte soltar por un instante, quisiera siempre estar asi entre tus brazos, haciendo el amor Los movimientos están perfectamente acompasados, con un ritmo constante y demencial. Estamos totalmente unidos, abrazados. Una de tus manos sigue jugando con mi delicioso anito, mientras que la otra se desliza por mi espalda. Me miras a los ojos y te incorporas para besarme. Tras el beso te empujas de nuevo hacia el respaldo sientes la presión de mis tetitas sobre tu pecho. La presión que provoco en tu verga es deliciosa y el placer mayúsculo. "mi niña, mi princesa, mi dulce nenita, mi diosa " son las palabras que logras articular tras cada embestida coreadas por mis gemiditos de placer "Estoy a puntito bihotza”

Me detengo un instante saboreando la succión de mi rajita sobre tu miembro, pero solo un instante luego continuo con el ritmo que nos está llevando al paraíso. Nos besamos con ganas, esos besos intensos tan cargados de emociones esos que son nuestros de nuestras bocas, solo de nosotros. Apresuro un poco tu ritmo deseo tener todo de ti en mi... "yo también lo estoy laztana" respondo con un hilito de voz quebrada de placer Tanto la paradita como la continuación han sido sumamente excitantes. Mis susurrantes palabras, casi gemidos te estremecen y provocan escalofríos.

Aumentamos un poquito más el frenético ritmo y los jadeos de los dos crecen en intensidad y volumen. Cuando mis uñas se clavan en tus hombros y arqueo mi espalda hacia atrás, notas la inundación de mi rajita y sus fuertes contracciones que segundos después provocan tu éxtasis. Empujas de mis hombros clavándome en tu polla al tiempo que interminables, potentes y ardientes chorros de esperma inundan mi cuevita mezclándose con mis flujos. Acompañas cada disparo con un jadeo de satisfacción. Me aferro a ti, mis manos acarician tu rostro, lo besan después de esa oleada de placer. Lo has cumplido mis dos agujeritos marcados con tu leche, marcando tu propiedad, el beso se vuelve tierno cede a la calma después de esa intensidad. Ni tú ni yo hacemos el mínimo ademán de movernos. Veo el reloj las 18:00 se nos ha ido gran parte del día en mimarnos, siento como tu miembro sale de mí muy a mi pesar y tus dedos recorren mi rajita recogiendo los restos de nuestros jugos. A tu boca y a la mía. Cuando ya no sale nada me ayudas a ponerme de pie, estoy agotada y mi rajita muy sensible han sido dos días maratónicos. Recojo del suelo tu camisa, todo huele a sexo. Me la coloco despacio y saco un cepillo para desenredar esa maraña que tengo, tú te quedas tranquilo en la camita mirándome. Te sonrió y lanzo un beso. Salgo de la habitación solo por un minuto, y regreso con unas patatas fritas me tumbo a tu lado y te ofrezco una sujetada por mis labios.

Somnoliento me ves entrar con las papas en la mano. Aceptas de buen grado la que traigo en mi boca, dándole un mordisquito. No puedes borrar la cara de satisfacción y yo tampoco una felicidad desbordante. Me tomas entre tus brazos y me llevas en volandas hasta la sala, depositándome en el sofá, y enciendo el pc para poner un capitulo, mientras descansamos un poco. Regresas a la habitación para ver quien había llamado, y ves a tu hermano junto con dos Wass. Es para quedar un día a tomar algo.

Regresas a la sala y pones la peli que dejamos a medio camino, Rouge One, que ambos tenemos unas ganas locas de ver. Me acurruco junto a ti, muy pegadito, con mi cabeza sobre tus tetitas, bien acoplada. Con mi mano me aferro a una de ellas. Empieza la peli en nuestro paraíso particular. Me platicas de la llamada, por suerte nada importante. Acaricio tu cabello mi pezoncito no puede evitar endurecerse a tu tacto, pero me concentro en la película, hace mucho que deseamos verla pero siempre la aplazamos, con mis dedos busco las patatas la bolsa es grande y alcanzara para un ratito, pero ambos comemos bastante así que no durara tanto jejeje. Comienza el clásico sonido de star wars con la clásica entrada. Mi pancita suena un poco, luego de la peli tendremos que hacer algo para comer

Disfrutamos de la peli, de nuestros abrazos, de nuestros besos. Estamos muy metidos en la peli y el tiempo vuela. Cuando termina ambos nos quedamos con ganas de más, pero tenemos un poquito de hambre. Vas a la cocina y miras en la nevera lo que tenemos. Enciendes el horno y sacas otra bandejita de alitas de pollo y las sazonas con condimentos. Mientras calienta, te vuelves a la sala, a mi lado con una birra bien fría comentando la peli. Llevas una bandeja con nuestra cena a la salita, y comienza una pequeña "discusión" para decidir que veremos a continuación. A mi me apetece Dr Who, pero tú te inclinas más por una peli "anarchy, la noche de las bestias" "¿cómo nos lo jugamos?" "no es el creativo de los dos eres tú" te devuelvo una sonrisa mientras le doy un mordisco a una de las alitas, luego tomo un trago para aclarar el paladar, veo tu mirada pensativa acerco mi silla a la tuya y paso mis dedos por entre tu cabello, un beso rápido y continuo comiendo pensando en que podemos hacer para llegar a un acuerdo de lo que vayamos a ver. Me acomodo en la silla debo admitir lo cómoda que es Utilizar tu camisa además de que me queda muy bien, mejor que a ti.

"se me ocurren un par de juegos. Piedra, papel, tijeras. El buhito, o... el impávido, si quieres algo más picante. Pero bueno, creo que lo mejor es que veamos hoy la peli, y después, si nos quedan ganas, un capitulin tomando una copita. Después podemos jugar al impávido" Podemos hacer algo similar. Te devoro, y cronometro cuanto tardas en gemir delatarte, el que menos se inmute gana. Iniciamos la peli, recostado sobre ti, disfrutando de las caricias de tus manos...” "Mmm vale, hare mi mejor esfuerzo para que te corras rápidamente" comienzo a comerte a besos mientras me pego más a ti "sé que soy tu pecado favorito" mis besos se dirigen a tu cuello "terminemos de comer y nos ponemos a jugar"

"Naaa, mejor juguemos a otro, ese es interesante con 15 años, ahora quiero prolongar el juego todo lo posible, jejeje." Optamos por ver la peli tranquilamente, disfrutando de ella, no podemos evitar reírnos en los momentos más gore o tensarnos en los momentos álgidos la peli no nos deja indiferentes, comentamos en todo momento que haríamos en su lugar. Cuando termina, ya son las 00:00 Te levantas y pones un delicioso whisky para mí, y te preparo un espectacular gyn tonic para ti, con zumito de limón, angostura y una gran ginebra. Buscas en el disco la serie y le das al play. Te apetece seguir abrazado mi viendo tele un poco más. Es... de los mejores momentos que hay. La serie empieza mientras damos unos tragos a nuestras bebidas, te robo un sorbito de la tuya y te ofrezco de ese excelente chivas 18 años. Me acerco a ti, colocando mi cabeza sobre tu pecho, hoy soy yo quien reclama ese lugar que casi siempre ocupas nos tumbamos un poquito pero de una manera cómoda en la cual seguir dando traguitos a nuestras bebidas no sea un problema. Como siempre es difícil que alguno de los dos se quede quieto mucho tiempo, comentarios y más comentarios, deberíamos ser los guionistas por tanto que opinamos jajaja. Me abrazo a tu pecho y quedo en medio de tus piernas sintiéndote, no busco provocar nada pero es tu reacción natural. "Todavía tienes ganas eh? Estoy molida" me rio y tú te sonrojas mientras nuestros labios se buscan

Tus besos son deliciosos, siempre quedas con ganas de más. Cuando me acoplo entre tus piernas sientes la erección. "Lo siento laztana, no es que tenga ganitas, es la reacción que causas en mí. Eres mi diosa" Besas mi cabecita tras pronunciar las palabras. "Creo que ambos estamos cansaditos hoy, pero si tú quieres, mi amiguito seguro que no protesta, jejeje" Continuas con tus besos y caricias muestras escuchas mi risita. "Pues por el momento no tengo energía, me dejas a-go-ta-da" Seguimos riendo, nos perdemos en nosotros y poca atención préstamos a la tele que sigue pasando la serie. Me acomodo mejor pero tu erección me causa gracia "no tienes remedio mi vida" Te abrazo, me gusta sentir tu calor y acomodo perfectamente mi rostro en tu pecho. Miro tus ojos, como me gustan, verdes intensos, la sucesión de besos continua poco nos enteramos de nada, solo nosotros.

Tus ojos se pierden en mis preciosos ojos color café, tan oscuros, tan intensos, tan preciosos. Tus manos acarician mi cara y se deslizan por mis brazos hasta acoplarse en mis caderas. Los besos, suaves, deliciosos, lo copan todo. Sin terminar la serie, apagas la Tv y te incorporas, conmigo firmemente sujeta a mi como tu koalita. "mi vida, estando así de cansaditos, lo mejor es ir a mimir" Me llevas en volandas hasta la habitación y me colocas encima de la cama. Me dejas deslizar hasta que mi espalda está totalmente apoyada sobre el colchón. Me miras  a los ojos y me besas tu cuerpo sobre el mío, presionándolo. Admiras como lo aguanto. Acercas tu boca a mi orejita. Sientes mis cosquillas cuando me susurras: "sabes lo que esto significa... ¿verdad?" Y dando tres golpecitos en el colchón con la palma de la mano dices "Kombate termonado. 1-0" Estoy agotada y no hay mejor sensación que encontrarme entre tus brazos, para mi es mágico, mi lugar seguro. Desde que te conocí, sos mi puerto y siempre sea cual sea las circunstancias me sacas una carcajada, vuelvo a acariciar tu rostro, te acomodas a mi lado entre besos, esos que nunca podemos dejar de darnos, "te amo" es lo único que necesito decir y siento perfectamente como mi corazón se acelera cada vez que lo digo. Tomo la almohada y te la lanzo de manera juguetona regalándote mi mejor sonrisa, perdiéndome en tus ojos verdes

"mi niña, yo también te amo con todas mis fuerzas...peeeero." tras tus palabras tomas la otra almohada y me la lanzas por encima de mi cabeza, con el objetivo de que me agache. Cuando lo hago con el cojín de tu mano me golpeas en mi cabecita con suavidad pero firmeza "dos cero, laztana... Y EL GRAN CAMPEON SE RETIRA INVICTO...” Haces ruido con la boca imitando el aplauso del público miras mi preciosa cara. Sonríes. Noop. Conoces esa sonrisa y noooo te gusta nada. Todavía tengo algo de energía, la suficiente para... Tomo mi almohada y te la estrello de nueva cuenta "Y LA CAMPEONA DE LA DIVISIÓN FEMENINIL TODAVÍA NO SE RINDE, EL PUBLICO ENLOQUECE" Sin duda parecemos un par de niños jugando como si nada, las pobres almohadas son quienes sufren las consecuencias, todo toma un poco de intensidad porque ninguno quiere perder... Me levanto de la cama para continuar la ardua batalla. Reímos y disfrutamos, pero sueltas tu defensa y me atraes hacia ti con un fuerte ataque de cosquillas

Estas tumbado sobre mí. Tus manos vuelan sobre mi cuerpo, mientras me retuerzo por las cosquillas como una escurridiza anguila. Intento escapar pero me sujetas por la pierna y me atraes de nuevo. Tus manos buscan mis costillitas mis piernas y mis desnudos piececitos. Tras las sonoras carcajadas, te desplomas sobre mí, perdiéndote en mis ojos. Acaricias mi preciosa cara. En esa posición y notando la presión de mis pechos en tu cuerpo y la calidez de mi sexo en tus piernas no puedes evitar excitarte de nuevo y lo noto. Mi mirada expresa claramente lo que pienso... (¿Otra vez así?) Sonríes como un bobo y te encojes de hombros te acercas  a mi cara de nuevo buscando un beso, tras el cual solo puedes  pronunciar: "3-0. Juego, set y partido" y salir corriendo por la puerta sintiendo una almohada rozar tu cabeza y estamparse en la pared. Esperas un par de minutos encerrado en el baño y regresas a mi lado con una servilleta blanca, pero ya estoy  en la camita esperándote, desnudita como siempre y con carita de cansada. Nos acoplamos de forma perfecta, bien abrazados con tus manos aferrando mis pechos. "gracias por un día mágico princesa" Y dejas que Morfeo nos cubra con su manto.