miprimita.com

Laztana... padre e hija 3

en Amor filial

Duermo apretada a ti... En medio de la noche me despierta una fuerte lluvia que agarro de sorpresa la zona, te encuentras profundamente dormido, como siempre me aferro a ti más de lo normal hundiendo mi cabeza en tu pecho. Siento tu aroma eso me tranquiliza, la lluvia golpea pero sentirte me calma Avanzada la noche te despierta el ruido de una fuerte tormenta de sonoros truenos y gran cantidad de lluvia. Sabes lo poco que me gustan esas cosas. A pesar de estar dormida me sientes inquieta. Cambias ligeramente de postura para poder rodearme con tus brazos para protegerme y que me sientas segura. Te pegas más a mí. En la oscuridad de la noche, puedes  ver como se dibuja una fina sonrisa en mis labios. Inspiras con suavidad, sintiendo mi esencia. Nada en el mundo te gusta más. Pocos minutos después mi respiración te confirma que estoy profundamente dormida. En la oscuridad, recuerdos del pasado acuden a tu memoria, cuando velabas por mis sueños en la distancia y te siento feliz, inmensamente feliz por poder tenerme en tus brazos, y poder velar por mí mientras me cubres con tus brazos.

Lo siento, cuando me rodeas, como me proteges, eso me hace sentir segura... Amada, puedo retornar al mundo de los sueños. Me acurruco en ti, para seguir durmiendo. Y es así, hasta la mañana el nuevo día asoma ya la tormenta ha pasado el ambiente se encuentra un poco frio. Pero en tus brazos me siento calentita. Puede que sea raro, pero me gusta verte dormir, plácidamente e inconscientemente aferrado a mí, a esta comunión perfecta que somos nosotros. Me volteo sin zafarme de tus brazos. Jugueteo un poco con tu cabello entre mis dedos y mi nariz contra la tuya Te encanta dormir abrazado a mí, pegado a mí. Cuando despunta la mañana y los primeros rayos del sol se cuelan entre las nubes, sientes un cosquilleo en tu cabeza. Estoy jugueteando con tu pelo. Creo que te harás el dormido un poquito más. Pasados varios minutos, no puedes controlarte, necesitas tu dosis de besitos, tu dosis de mis labios, de mi cara, de mis ojos. Necesitas tu dosis para poder seguir viviendo. Me besas con suavidad en los labios, y prolongas tus besos por mi cara, mis ojitos, mi naricilla, mi frente, mi cuello. Metes tu cara en mi cuello mientras te das pequeños besitos y haces una fuerte inspiración para embriagarte con mi aroma de nenita recién despierta. "Buenos días princesa ¿qué tal has dormido hijita?"

"Bien porque estas a mi lado papi..." Te abrazo, un poco más no quiero salir de la cama, me cuesta separarme de ti, te necesito como no tienes idea. Me cuelo un poco de entre tus brazos, buscando mi bolso, tengo allí unas cosas de la uni todavía. Agarro un rotulador de color negro. Muerdo la tapita mirándote provocativamente y me rio te quedas viéndome me acerco a ti quitando la sabana y en tu pecho coloco "De TU nenita" Te quedas atónito con mi juego. Ver en tu pecho mi nombre rotulado te deja... unos segundos paralizado. Me miras a los ojos y mi divertida mirada te descoloca. "Déjame ver ese rotulador, hijita..." Permanente. Eso solo se quita con alcohol o mucha agua y jabón. A esto podemos jugar los dos. Con el rotulador en la mano, rotulo "de papi" en cada seno. Te miro con cierto enojo pero no has terminado. Te miro con curiosidad. Tentaras la suerte un poco más. Justo encima de mi monte de venus también escribes "de papi" y cuando acercas el rotulador con la intención de hacer alguna marca más empieza una deliciosa pelea por el rotulador, donde ambos lo aferramos con la mano e intentamos marcarnos el uno al otro.

Parecemos dos niños, peleando por ese rotulador, pero una brillante idea se me ocurre me escabullo entre tus brazos y cojo de mi bolso otro rotulador pero de color azul, te quedas inmóvil así aprovecho para escribir encima de tu miembro, ambos reímos y seguimos el juego, marcándonos a cada instante, deteniéndonos solo para besarnos, mirarnos y reírnos. Demostrando sinceramente nuestro amor, solo nosotros sin nadie que perturbe nuestra paz. No puedes evitar recorrer mi cuerpo con tus manos. Ambos cediendo un poco pero vemos como los rayos del sol se van haciendo más fuerte "Debemos salir papi, hoy también es un gran día" "sabias palabras hija mía, anda vete tu primero al baño que te espero aquí" Te saco la lengua juguetona y tan pronto como te doy la espalda, rotulo "de papi" en las nalgas de mi culito y me das una suave nalgada. "vamos mi niña, que de seguro ya tienen listo nuestro desayuno en la cocina" El agua cae sobre mi cuerpo, en efecto el rotulador no se quita con agua y jabón, solo se aclara un poco, pero por todos lados queda visto "de papi" estamos metidos en el personaje, lo disfruto esta situación, suelo perderme en mis pensamientos. Me regresa un llamado de tu parte a la realidad para que me apure y salga de la ducha, con la tentativa de que entres, pero sé que si no salgo no nos moveremos de esa habitación en todo el día, así que me apresuro.

Salgo de la ducha semidesnuda y entras. Menos mal que no lo has hecho antes. Es la magia que ejerzo sobre ti, eterna atracción, continua excitación. Te vuelves cuando paso para darme otra suave nalgada y puedes ver en mi culete las palabras aun marcadas. Creo que tendrás  grabado "de TU nenita" en tu verga durante muuucho tiempo. Una maliciosa idea cruza tu mente, si es mío... crees que lo tendré de nuevo. Te duchas de forma veloz con una erección que no logras bajar a causa de tus pensamientos. Sales, te secas y te vistes. Con la erección aun en tus pantalones me tomas de la mano y me invitas a bajar al desayuno... "la gacela nigeriana, está pastando tranquila al sol, cuando..." “Jajajaja” no puedo evitar reírme un poco, sé que repasas gacelas, jirafas, hipopótamos para que se colabore en bajar la excitación, en tu pantalón queda perfectamente marcado el bulto que provoca mi presencia, me encanta excitarte de esa manera. Me cuelgo de tu cuello para darte un beso. Se me levanta un poco la camisa y se pueden notar el inicio de las letras "de papi" Me encanta tu olor, sentirte y más que se cómo te encuentras solo haces despertar mi lado juguetón.

Mis sinceras carcajadas son música para tus oídos, pero mi beso y mis palabras escritas por todo mi cuerpo no mejoran tu situación, por lo que recurres a un truco infalible... la tabla de multiplicar del 12. No falla. Bajamos por las escaleras hacia la cocina y creo que desde allí pueden escuchar mi risa. Pero parece que el truco funciona al menos por ahora. Entramos en la cocina. La señora nos recibe como a alguien de la familia. La mesa está llena de riquísimos productos. Tostadas, pan frito con mermelada, chorizo a la sidra, y tras recibirnos checa en la sartén un par de huevos que sin duda acaba de recoger de su pequeña granja. El olor a comida te abre el apetito y puedes por fin "relajarte" Lo primero que haces es servirme café. Ese café negro, intenso y aromático. Después, un poquito de leche "si quieres, puedo ponerte de la mía, hijita" Me susurras al oído. Segundos después te sacudo una sonora colleja. Eres un atrevido, un salido, pero como me encanta que seas así. Inconscientemente muerdo mi labio pero igual te miro con algo de desaprobación. Volteo a ver la señora esta en lo suyo me acero a tus labios, un beso rápido, fugaz. Te agarro suavemente la pierna, me aparto y continúo comiendo tranquilamente

Adoras esa mirada, te encanta provocar mis reacciones de esa manera buscando mis venganzas o recompensas. El suave besito te enciende de nuevo y aún más cuando coloco mi mano sobre tu pierna, pero será mejor dejarlo estar de momento. Damos buena cuenta del desayuno, que será necesario para afrontar nuestro día. Si ayer fue un día de aventura de montaña hoy visitaremos la costa. Terminamos el desayuno y subimos de nuevo a la habitación a recoger las últimas cosillas, las llaves del auto y salimos. Llegamos a un pequeño pueblo de montaña en el que paramos a dar un suave paseo para bajar el desayuno y disfrutar de las vistas. Te encanta recorrer esos senderos conmigo a tu lado. Sujetando mi mano, abrazado a mi cintura. Un lugar acogedor, perfecto para perderse por días, pero el tiempo se va acercando. Me detengo en medio del camino para abrazarte con fuerza, parándome en puntillas para sentirte más. "Gracias por estos días, te quiero tanto" Mis manos atraen tu cabeza a la mía, nos abrazamos nos besamos, seguimos el camino. Uno al lado del otro sin querernos separar un poquito, riendo, bromeando, soñando…

Bajamos de la montaña a visitar la costa. Desde la carretera podemos ver el pueblo. Es muy bonito. Puedes escuchar perfectamente a mis tripitas protestando y no puedes evitar reírte. Lo primero que hacemos al llegar es buscar un sitio donde comer. Elegimos un lugar pintoresco y económico que tiene bastante gente, lo que es buena señal. Tras la comida, damos otro paseo por el puerto y nos internamos en sus calles, estrechas, empedradas y llenas de tienditas. Ya atardeciendo, tomamos otro paseo que nos lleva hasta la playa y no puedes evitar recordar el primer beso que nos dimos en el agua. Buenos recuerdos, pasiones del ayer que siguen presentes el día de hoy, te aprovechas de mi poco gusto para el agua, eso me hace pegarme mucho más a ti, abrazarte besarte. Acaricio tu cabello y sigo pegándome a ti. Busco tu cuello y te muerdo suavemente, protestas, reímos jugueteamos al borde de la arena.

Adoras  mis juegos, mis mordisquitos, mi estado meloso. Es de las cosas que más amas de mí. No tienes que pedirme que te de cariño, siempre sale de forma espontánea. Me abrazas con fuerza, sujetándome para que no me escape "Hijita, te libras de que estamos en invierno, pero me encantaría repetir nuestra primera  vez en el agua." Susurras en mí oído segundos antes de morder de forma suave mi orejita. Tomados de la mano y ya entrada la noche entramos en un local con muy buena pinta a tomamos algo calentito pues la relente hace acto de presencia. Mi cuerpo se pega al tuyo buscando calor, creo que ya se empieza a notar el cansancio, los días pasados de estudios. Pero estas cortas vacaciones son muy relajantes. Me encanta que sea así. Mis labios siempre inquietos buscan los tuyos, pegándome a ti buscando tu amor y protección.

El bar es muy bonito y esta calentito. Nos acercamos a la barra. "Para mí un cappuccino, por favor. Tu qué quieres hija mía " Te encanta este rol. Nos sentamos en una mesa a esperar nuestras consumiciones. La verdad es que se está muy bien allí. Admiras con sorpresa que todo el bar está ambientado en el mundo de tolkien y es Señor de Los Anillos. Te encanta el local. Entrelazamos las manos u nos miramos con ternura y cuando me inclino a besarte aun puedes ver "de papi" sobre mi pecho. Te acercas a mí y me susurras al oído: "Esta noche me tendrás que quitar las marcas a lametones, sobre todo estas..." Y diriges mi mano hasta tu entrepierna que empieza a tornarse dura. Cuando llega el camarero, puede adivinar donde estaba mi mano cuando la retiro y te sonrojas un poquito. Ambos disfrutamos del café, la verdad me gusta más el que me preparas en casa, muy especial y sumamente delicioso. Te miro pícaramente, y te beso nuevamente la mirada del camarero se dirige hacia nosotros. Tu mano también juguetea y aprieta mi rajita sobre el pantalón, suspiro levemente y te muerdo un poco el labio para desaprobar lo que haces, igual me encanta la situación

Sin duda es una situación muy pero que muy morbosa, y continuamos el juego durante bastante rato. "Hija mía" dices cuando tenemos cerca al camarero a la hora de pagar "Sé que hoy es el día en que debiéramos volver a la realidad pero me he tomado el día de mañana libre en el trabajo y nos quedaremos otra noche en la casita. Así que, podemos ir a cenar algo por ahí..." Tras lo cual besas mis labios, acaricias mi carita y con tus manos bajo la mesa, aprietas con suavidad mis piernas deslizándolas hasta mi almejita "Gracias papi" digo mientras te doy un profundo beso. Mi mano no puede evitar apretar tu miembro por sobre el pantalón, eso te arranca una picara mirada mezclada con un suave suspiro. El camarero sigue observándonos de manera desaprobatoria. Terminamos nuestras bebidas y salimos abrazados dándonos piquitos más de uno nos sigue con la mirada y no podemos evitar las risitas Empiezas a estar de nuevo como una moto con los piquitos y nuestros suaves manoseos. No ves la hora de volver a la casa y hacerme tuya de nuevo, pero antes debemos cenar algo. Recorremos el paseo de vuelta al pueblo, y entramos en una taberna ambientada de forma rustica, que tiene productos típicos de la zona. Pedimos una tabla surtida y una sidra. Tras la cena, salimos dando otro paseo hablando tranquilamente, abrazándonos y besándonos cada poco. Cuando el fresquito empieza a dejar paso al frio, decidimos ir a la casa donde de seguro nos espera la chimenea encendida.

Luego de ese romántico paseo la llama de la pasión esta en vivo fuego. Me encantas no sabes cuánto y cómo me gustas... Entramos al cálido lugar, la chimenea está encendida. Otro día más para nosotros... No quiero que este fin de semana se acabe. Me ves, acaricias mi rostro me besas, me pongo de puntillas con mis brazos alrededor de tu cuello. Siento esa artillería entre tus piernas y te muerdo para provocarte Te encanta cuando me pongo de puntillas para besarte. Me sujetas firmemente a la cintura con tus manos y me pegas a ti. Mi mordisquito provocador está matizando la cuenta atrás. Tus labios buscan mi cuello, lo besan, lo succionan y muerdes mis orejitas como respuesta. Me susurras en el oído palabras incomprensibles tan solo buscando mi estremecimiento. Tus manos se deslizan desde mi cintura hasta mi trasero y me susurras de nuevo en el oído "hija mía, esta noche tu culito será mío. Te lo voy a besar, te lo voy a lamer, te lo voy a chupar y papi meterá su vergota dentro." "Mmmm papi... Eres un pervertido, quieres metérmela por mi culito" digo en tono pícaro. Mientras llevo tus manos a él, para que lo sujetes firmemente. Continúa nuestra sesión de besos subidas de tono. Te empujo suavemente a la cama, me siento sobre ti, tus escurridizas manos siguen amasando mis nalguitas y continúo mordiendo tus labios

Besos, caricias, frases pervertidas, sexo, amor... simplemente perfecto. Tumbado encima de la cama con tus manos firmemente aferradas a mi culito por encima de la ropa. Mis besos te saben a miel. Tu verga ya protesta por la presión que siente dentro de los pantalones, deseosa de colarse en mi apretado agujerito, pero tendrá que esperar. Me apartas con suavidad y te levantas para coger de tu bolsa una pequeña bolsita que tenía dentro. "toma hija, ponte esto" Dentro de la bolsa, hay unas prendas de ropa muy sugerentes. Unas braguitas infantiles de kukuxunuxu con el dibujo de una gatita estampado, una mini-mini falda (cinturón ancho) y una pequeña camiseta que tan solo tapa los pechos y llega por encima del ombligo. Mi mirada, lo dice todo. Mis ojos se iluminan en perversión, sabes lo que me encanta y lo que me pone mucho al igual que a ti. Corro rápidamente al baño, asomo la cabeza "no vayas a espiar y no abras los ojos hasta que yo diga" Cierro la puerta del baño cerciorándome que no estás viendo, tomo las prendas... Mmmm esas braguitas... Me fijo, perfecto no tengo ningún pelito, limpio bien toda mi intimidad, para el perfecto disfrute. Parecieran hechas para mí, esa indiscreta mini que no deja nada a la imaginación, la corta camiseta que da muestra de mis duros pezones. Abro la puerta solo un poco, vale no estás haciendo trampa, tus ojos están cerrados. Me coloco frente a ti, lanzándote una mirada per vertidamente tierna y te pido que abras los ojos

""La segunda ley de newton dice: La aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente proporcional a su masa."" Diriges tus pensamientos hacia viejas lecciones de física para no salir corriendo a espiar en la puerta. Sabes que te controlare así que te quedaras quieto en el sofá “Pero uuuuf, ese conjuntito te tiene que sentar grrrr ¡No!” ""La tercera ley: a cada acción le corresponde una reacción igual y de sentido contraria..."" En ese momento me situó frente a ti... interrumpiendo tus pensamientos. Te susurro que ya puedes abrir tus ojos. “¡¡¡Woooooow!!!” Nunca habías visto nada tan bonito, excitante, morboso y provocativo “¡Todo te queda perfecto!” Pongo carita inocente y te pregunto por tus pensamientos "creo que papi está a punto de enseñarte la tercera ley de newton, mi niña..." "Mmm papi creo que esa no la conozco todavía" Me doy una vueltecita para que admires todas las perspectivas de mi conjunto. Me acerco caminando de una manera muy sensual y te doy un suave besito en tus labios. Voy bajando mordiendo tu cuello y sigo mi camino. Te miro y me acerco a mi objetivo. Desabrocho el pantalón y con cuidado saco tu miembro palpitante. Esa verga que tanto me gusta no aparto mi mirada de tus ojos y le doy unas suaves lamiditas a tu cabeza. Noto como profundiza cada vez más tu respiración, como aparecen esos pequeños gruñiditos de placer. Mi boca se encarga de engullir tu miembro lentamente, hasta que no queda vista de él, lo humedezco bien unas cuantas chupaditas para delirarte "Papi mi culito te está esperando" profeso entre lamiditas.

"Mira hija acción es eso que estás haciendo tú, lamerme despacito... y mi reacción es..." Sujetas mi cabeza con suavidad pero firmeza, bajándola hasta que me trago toda tu verga. Con tus manos en mi cabeza diriges el ritmo y la profundidad de mi mamada. Mi mirada, lujuriosa y picarona, te llenan de excitación. Prácticamente me estas follando la boca. Una mamada lenta pero profunda que tienes que detener o terminaras corriéndote en mi garganta, algo que por otro lado te tienta. Mi boca recibe gustosa tu manera fulminante de placer follando mi boquita a ese ritmo delirante, quieres tomar el control y te dejo además eres mi papi enseñándome cositas jeje. Suspiro siento como abunda más el sabor de tu preseminal deleitando mi paladar, como palpita tu miembro y como se entrecorta tu respiración, mis braguitas se humedecen cada vez más y... No lo puedo creer mis paredes se contraen involuntariamente... Un orgasmo solo por el placer y el morbo de esa situación, cierro mis ojos y siento mis flujos escaparse succionándote con más ímpetu buscando tu lechita...

“Demonios” te estas dejando llevar... otra vez. Tus manos sujetando firmemente mi cabeza marcando el ritmo delirante. Mis suaves gemidos multiplican tus sensaciones. "Aaaarg, así hijita, muy bien. Eres una niña muy aplicada" No puedes disfrutar más mi boca, firmemente sobre tu verga, tus manos en mi cabeza y mis gemidos aumentan de volumen, puedes ver claramente como ¡arqueo mi cuerpo! ¡Estoy teniendo un orgasmo! En ese momento mi boca se aferra más a tu verga y para colmo el olor te llega desde mi rajita. Eso es demasiado para ti. Pensabas frenarte a tiempo, pero ya no hay vuelta atrás. Unos cuantos hilos de mis flujos resbalan por mis piernas, el resto empapa por completo las braguitas, succiono tu miembro, tu mano me hace bajar un poco más devorarlo por completo, no creo que resistas mucho más, solo disfruto el momento, y siento como tu respiración se va agitando más, tus manos se pasean por mi cabello y mueves tu pelvis, cada vez más rápido, me preparo para recibir toda tu leche es mi deseo.

Esta vez ni la concentración matemática más intensa te salva. El movimiento de mi boca, mi lengua multiplicando tu placer. Tus manos sobre mi cabeza marcando el ritmo y haciendo más profunda la mamada y lo mejor mi fragancia inundando la habitación. Puedes imaginarte mi chorreante rajita, mis empapadas braguitas y mis jugos deslizando por mis piernas, puedes olerlo y recuerdas su sabor, tan bien... con ese recuerdo en tu cabeza y sin darte cuenta alcanzas el orgasmo sujetando mi cabeza y clavando tu verga dentro de mi boca. Cada pálpito eyaculatorio es una gran ola de placer que te envuelve y pierdes la cuenta de todos los que has tenido. Cuando cesan  apenas puedes abrir los ojos de tanta excitación. Siento esa gran explosión recorrer toda mi garganta, los potentes chorros golpeando calentitos en el interior de mi boca, me ahogo un poco pues me sujetas firmemente contra tu pelvis, cuando te relajas yo también puedo hacerlo, mis ojos están un poquito llorosos pero nada de qué preocuparse, sigues sumergido en el placer que te causo mi boca, doy unas ultimas lamidas dejando tu miembro sin rastro de esa corrida, aún tengo algo de ella en mi boca. Me siento sobre ti y te beso intensamente, lo saboreas ese tu sabor en mis labios. Terminado ese largo beso, uno mi frente con la tuya, acaricias suavemente mi espalda. Y te doy suaves besitos. Una que otra picara mirada, no se me olvida que tienes pendiente mi colita, pero quiero darte un minuto para reponer fuerzas. Te empujo de nueva cuenta suavemente a la cama, y aprisiono tus brazos aprovecho para intercalar besos entre tus labios, rostro y cuello.

Con los ojos en blanco y las piernas temblando te dejas hacer. Crees que ha sido una de las sensaciones más excitantes de tu vida. El beso, apasionado y completamente erótico es recibido con deleite. Te encantan esos besos. Acaricias mi espalda con suavidad y te dejas  caer sobre la cama. Tras la explosión de placer te cuesta un poco volver a la realidad. Te recuestas sobre la cama y te lleno de besitos por tus labios cara y cuello, que te hacen cosquillas. Aunque la corrida ha sido brutal, tu verga ha perdido a penas dureza, algo que solo yo soy capaz de conseguir. Mi aroma sigue embriagando tu mente. En pocos minutos, crees que no dejaras ni una sola gotita de mi néctar. Mi almejita, protegida por esa mojada tela queda perfectamente encajada con tu verga, siempre me sorprende cuando no pierdes la excitación, me da mucho morbo pues sé que es producto de lo que te hago. Cierras los ojos mientras intentas calmar tu respiración, mis labios siguen buscando los tuyos. Una serie de cortos besitos para ponerle más sazón al ambiente. Bajo un poquito para que mi rajita quede perfectamente acoplada encima de tu miembro. Mi cabecita sobre tu pecho y mi mirada de felina traviesa. Mis uñas se pasean por tu pecho suavemente. "Soy tu gatita papi miau" digo mientras mis uñas te dejan algunas marquitas, todavía estás en tu mundo reaccionando del placer sentido.

Te encanta la forma en que mi almejita se acopla a tu verga. Parece la cerradura perfecta para tu llave. Reconoces que te encanta esa situación. Tumbada  encima de ti, con mi rajita abrazando tú potente verga y mis manos jugueteando con tu pecho, dejándote suaves marquitas. Dominas tu respiración, pero ese rico olorcito a mí, te está dando hambre. Diriges tu mano para tocarme, mojar tus dedos en mis flujos y llevártelos a la boca. Esta deliciosa, creo que pasare al plato principal. Mi rajita empapada, puedes sentir la humedad por encima de la braguita, cuelas tus dedos y los llevas a tu boca, repites la acción, pero te detengo lamo de manera lasciva tus dedos saboreándome. Te beso de nueva cuenta, siento esa potente erección amenazante con entrar en mi interior, mi almejita y mi anito la esperan con gusto. Esa mirada en celo se clava en tus ojos, te sonrió dulcemente, esa mezcla de ternura y lujuria sé que te encanta. Mis labios siguen buscando los tuyos y esta vez no los dejan escapar, un beso intenso saboreándonos. Tus manos ya han recuperado el jugueteo natural. Nuestras respiraciones profundizándose a cada paso creciendo el deseo.

Sin poder evitarlo tus manos se deslizan por mi espalda y se aferran a mis nalgas. Con el recuerdo de la estupenda felación que te acabo de dar, te guardas una idea en la cabeza para futuros juegos y deslizas tus dedos por mis braguitas hasta la entrada de mi culito, lo presionas. Mueves tus manos por mis piernas y cuelas en mi culito. No puedes  resistirlo más. Me volteas, me miras a los ojos y deslizas tu lengua a toda velocidad por mi vientre buscando mi rajita. Encuentras mis braguitas, empapadas y las chupeteas. Las apartas a un lado y te lanzas a beberte mis deliciosos jugos. No recuerdas un sabor tan intenso desde hace tiempo y te alegras por haber esperado. Se han acumulado en mi cuevita los fluidos de mi excitación de todo el encuentro y la explosión de sabor casi te hace alcanzar de nuevo el orgasmo. Casi. Tu excitación se mezcla con la mía, sin darme tiempo para actuar tus dedos en mi culito y tu boca en mi rajita, siento el intenso olor a sexo hace tiempo no era tan potente, será el deseo que ambos sentimos. Me olvido de cualquier cosa que pueda estar pasando, solo somos tu y yo, nuestro morbo al máximo, sintiéndonos. Tu lengua presiona junto con la braguita y jadeo desde un principio con ese ritmo no aguantare mucho, lo veo tienes una mirada llena de lujuria, lo denoto en tu respiración.

Con suavidad te bajas las bragas y me las quitas. Las olfateas con los ojos cerrados y un potentísimo latigazo de tu polla levanta tus instintos más primarios, pero no puedes dejar que la lujuria tome el control. Pero es que mi olor, mi delicioso sabor. Vuelves a olerlas o te lanzas a por mí. Me abres las piernas y metes tu cabeza entre ellas, pasando la lengua de nuevo por mi culito y mi deliciosa rajita, que se ha recargado en segundos. La idea de que yo esté tan excitada como tú no hace sino empeorar la situación. Estimulas mi clítoris con un dedo y deslizas otro de forma sibilina dentro de mi rajita. Tu lengua busca mi delicioso culito, siempre libre de pelitos, e intenta colarse dentro muy profundamente. Te encanta mi anito. Jadeos, gemidos. Es lo único que puede salir de mi boca, mis ojos se ponen vidriosos, por el inmenso placer no lo puedo evitar en cuanto tu boca y tus dedos tocan mi intimidad soy débil me dejo consumir por el éxtasis, el placer de tenerte así, que gusto poder sentir tu lengua recorriéndome. Me comes con tal maestría, con esas ganas desesperadas que solo logras aumentar mi excitación tras cada paso. "Mmm papi si... sigue así" digo involuntariamente, con mi voz entrecortada de deseo.

Recoges cada gota que te brinda mi rajita. Tus dedos vuelan presionan mi clítoris, se deslizan en  mi cueva. Metes un dedito en mi culete, dilatándolo un poquito para que la lengua pueda colarse un poquito más dentro. Mis gemidos cada vez son más fuertes "hijita, tu culito está muy apretado, pero es delicioso. Veo que lo cuidas bien. Papi te va a enseñar una... vía diferente" me dices en los escasos momentos en que tu lengua se esconde en mi culito. Mis gemiditos con ese toque aniñado solo aumentan "Mmm si papi... enséñame" digo en tono pícaro y algo alto, puede que alguien este escuchando... Y si es así solo quiero incrementar nuestro morbo mutuo. Tu lengua devora mí anito. Y tus dedos en mi rajita me excitan de sobremanera. Es mi instinto natural atraerte con mis manos para sentirte más adentro, mis jadeos demuestran que me llevas fácil al orgasmo. Tu lengua está saboreando mi culito “Esta delicioso” Tus dedos se mueven dentro de mí y buscan ese punto mágico, que con un poco de presión hace que me corra como un torrente. Ese fantástico squirting que tanto te gusta. Quieres que llegue a él, quieres bebértelo, saborearlo, degustarlo antes de romperme el culito. “Demonios, estoy tan excitado que podría degustar hasta...” "uuf, hija mía, estas a punto. Si tienes ganitas de hacer pis, no te cortes mi niña..."

"Mmm pero papi me da penita mmm" digo siguiéndote la corriente, lo ves en mi rostro como me acerco más al placer, presionas mi rajita en el punto exacto donde sabes que exploto en esos potente chorros. Lo sigues provocando y lo siento venir "Pa...papi me hago pis..." lo digo en ese tono aniñado para sacarte de tus carriles, estoy provocándote mucho y sé que mi culito pagara las consecuencias. Mis palabras encienden tu ánimo y desatan tu fuego que se torna incontrolado. Esperando tu premio, continúas presionando ese botoncito mágico, estimulándolo, para conseguir tu deseado zumito de niña."ssi, hijita, hazlo. Hazte pi, que papi te limpiara." Tu lengua se esconde de nuevo en mi culito y vuela hacia mi rajita que está llena de tus dedos pero no quieres perderte ni una sola gotita de mí. Deseas que te empape la cara. Quieres tener mi olor en tu cuerpo. "Mmm papiiii no, no aguanto maaas" Apartas tus dedos y con mis manos hundo tu cara lo más que puedo contra mi rajita, tu lengua no se detiene succionando todo y mis jugos salen disparados ese squirts que tanto te gustan, lames, succionas, tomas todos mis líquidos. "hija mía, que hazlo, no te detengas" Entierras tu cara apretada por mis manos en tu rajita. Es la sensación más placentera del mundo sentir como empapo tu cara con mis flujos. Lames, absorbes, chupas y bebes. No dejas ni una gotita de tu preciado néctar.  Mi cuerpo relajadito ve tu rostro empapado. Tus labios buscan los míos y te susurro al oído "papi todavía debes enseñarme esa otra vía" digo en noto pícaro y juguetón mordiendo un poco tu labio, puede que luego mi culito pague las consecuencias pero estoy desatada en deseo.

Tras el beso y mis palabras te dejo desconcertado. Te sorprende que aun me queden fuerzas después de la marea que te he regalado. "¿Estas segura hijita? Es posible que te duela un poquito, pero, después es muy rico" Acompañas tus palabras con un sutil manoseo de mi culito y deslizas un dedito por mi apretado anito. Un besito rápido de manera juguetona "si papi estoy segura quiero que mi culito sea tuyo" muerdo mi labio, mi respiración poco a poco se calma, regresando a su estado natural, pero mi excitación es grande te deseo con una pasión desmedida. Estamos completamente absortos por la lujuria, este jueguito ha llevado a límites desconocidos la excitación, el morbo. Elevo mis caderas para sentirte mejor. Pero me das la vuelta y me dejas con mi culito en pompa lo manoseas descaradamente, y me das una que otra nalgada, te lanzo una mirada de desaprobación pero no creo que haga mucho efecto Mis palabras anulan tu control. Me volteas y dejas la visión de mi perfecto culito para ti solo. Sientes tentación de volver a devorarlo pero ya está bien lubricado por tu saliva. Me das alguna nalgada presa de la excitación y ves mi mirada. Consciente de que lo pagaras más tarde y sin poder evitarlo me das alguna otra más. Abres las nalgas de mi culito y ves mi rosado anito junto con mi empapada rajita. Sin poder creerlo estoy empapada  y los flujos resbalan suavemente por mis piernas. Admiras mi culito, te deleitas con él. Es una de tus debilidades. Quieres prolongar esa situación lo máximo posible pero por otra parte estas deseando metérmela hasta el fondo Banner y Hulk. Me miras pidiendo ayuda, "hijita, solo tú puedes parar esto ¿estas segura? Tal vez seas muy niña para el sexo anal..."  Acompañas tus palabras rozando tu glande contra mi rajita y presionando la entrada de mi culito.

Veo tu mirada, estás perdiendo el poco control que te queda, pero tus ganas son tantas como las mías, yo también soy presa del deseo incontrolable. Tu miembro puntea mi anito, tus palabras se entrecortan y sigues con el manoseo en mis nalgas. "Si papi estoy muy segura. Quiero que pruebes mi culito, hazlo tuyo por fa" digo con un tono infantil, ambos estamos inmersos en esa pasión sin frenos y quiero experimentarlo todo... Presa de la excitación, me miras a los ojos durante unos segundos. Mi cara refleja el deseo tanto como la tuya. Presionas con suavidad hasta que entra el glande dentro de mi culito. Cuando suelto tu gritito un escalofrío recorre tu cuerpo. "¡Wow! Hija mía, lo estás haciendo muy bien. Ya ha entrado la puntita. Solo falta un poco más" Poco a poco vas  insertando tu verga en mi interior que se desliza a la perfección. Tus manos se aferran a mis nalgas y las abren un poco más para ver como tu polla va desapareciendo poco a poco dentro de mi culito. "Así hija, lo estás haciendo muy bien. Tienes un culito delicioso” Me quejo un poco, gimoteo pero tus palabras la manera en como invades mi anito me relaja y me dejo hacer. Una presión me invade cuando tu miembro dilata mi culito. "Papi..." jadeo y suelto grititos. Tus manos me agarran con fuerza dejando que entres en mi interior, siento como respiras fuerte, como la excitación se apodera de ti, de mí.

Estas metido de lleno en el rol. Tus ojos contemplan con deleite como el culito de tu preciosa hija se abre al paso de tu verga. Como poco a poco desaparece dentro de su culito, como éste aprieta tu polla. Mis gemiditos y suaves  grititos encienden tu mecha con mayor intensidad. Empujas un poquito más tu verga y te detienes esperando. Tus manos acarician el resto de mi cuerpo, mis pechos, mi espalda, mis preciosas nalgas. "dios mío hija, estas muy buena. No me puedo creer que dejes que tu papi disfrute de tu culito" "Es tuyo papi" respondo en un hilito de voz. Una mezcla algo de dolor por tu verga dentro de mí pero rápidamente mi culito se adapta a tu forma, como siempre parece que fuese sido creado para que tu miembro lo invadiera. Ya más cómoda me muevo rebuscando un poquito más. Tus manos me tocan por todos lados, me excitas con tus palabras. Separas mis nalgas con tus dedos para contemplar como mi agujerito se traga todo tu miembro sin oposición La excitación crece a ritmo exponencial al contemplar el espectáculo. Te encanta ver como mi culito se va tragando poco a poco tu polla. Cuando la tienes hasta la mitad te detienes y acaricias mi espalda arañando suavemente, provocándome. Me das suaves nalgadas y cuando escuchas mis gemiditos tu verga pega fuertes latigazos aun dentro de mi culito que yo también puedo sentir. Das un último empujón, hasta meterla del todo. Te encanta sentirme así, con tu verga en mi culo hasta el fondo y tus huevos apretados contra mis nalgas y mantiene la presión. Cierras mis nalgas con tus manos... "uuuf hijita, creo que no puedo clavártela mas. Tu culito es una delicia un horno. Me la vas a derretir."

No puedes evitar una que otra nalgada, estas poseído por el deseo, yo me encuentro en la misma situación "Mmm papi no creo que entre más, mira como tienes mi culito todo ensartado por ti" susurro en ese tono coqueto e infantil que se es tu delirio. Tus manos amasan mi culito, disfrutando el momento. Trato de incorporarme un poquito pero no me lo permites, sigo con mi carita pegada a la cama y lazándote una mirada desafiante. Junto con una sonrisita pícara que se ve cortada por mis suaves gemiditos en aumento Estas perdiendo el control con tu polla firmemente ensartada en mi culito y las nalgas bien sujetas, las abres y cierras para sentir la presión y disfrutar de la visión. Empiezas un rítmico movimiento, lento, pero profundo. Cada vez que tus huevos presionan mi culito los mantienes  así durante unos segundos disfrutando de la profundidad, y te retiras con más velocidad. "mi niña, estas aguantando muy bien. No puedo creer que tu apretado culito de niña este tragándose toda mi verga" "ay ay mmmm si papi mmmm para ti" son los hilitos de palabra que apenas puedo emitir, como mis gemiditos y grititos en aumento que las superan, me cuesta articular. Es un placer diferente, un placer morboso lo veo un el poco control que te queda y no puedo evitarlo "mira como me abres mmm ay papi" articulo con el poco control que me queda lanzándote una mirada de aprobación para que te dejes perder por el deseo, lo anhelo, lo busco y quiero obtenerlo.

Mis palabras se clavan en tus oídos multiplicando tu lujuria. No quieres perder el control, pero lo pierdes por momentos. Cuando mis preciosos ojitos te lanzan esa mirada lasciva sientes como la lujuria se apodera de tu cuerpo por segundos. Tus dedos aprietan mi espalda, dejando finas marcas, hasta que se aferran de nuevo a mis nalgas y las abren. Te encanta ese espectáculo. Tus movimientos se aceleran un poco sobre todo en la retirada, puesto que la penetración continúas haciéndola lenta, profunda y fuerte, dejándola allí enterrada unos segundos, disfrutando de la presión que mi culito realiza sobre tu verga y de los suaves gemiditos que suelto cada vez que alcanzas el punto máximo. “hijita, uuuf, tu culito está muy apretado. Es una delicia” "Mmmm es te pertenece papi" alcanzo a decir mientras otra serie de gemidos ahogan mis palabras. Siento algo de ardor en mi espalda las marcas de tus dedos. Mi respiración cada vez más entrecortada, mi cuerpo pide más muevo mis caderas para sentir más tus movimientos, el vaivén acoplado de ambas partes. Creo que eso no te lo esperabas pero estoy completamente entregada al placer "si papi mmm sigue así" suelto en un hilito de voz "eres un pervertido le rompes el culito a tu hijita"

Como respuesta a mis palabras solo consigues emitir un gruñido de satisfacción. Mis movimientos acoplados a los tuyos te han tomado totalmente por sorpresa, bien recibida. Hoy la excitación de ambos supera todos los límites establecidos. El ritmo aumenta de velocidad de forma perceptible sin saber muy bien quien de los dos ha tomado la iniciativa. La fuerza de la penetración también. "mmm, hijita, ¿te gusta sentirla dentro? ¿Te gusta sentir la polla de tu papi dentro de tu culito?" tus palabras salen entrecortadas por los sonoros gemidos. Nuestra excitación no tiene freno "Mmm si papi me encanta mmm sentir como me llenas todo mi culito con tu polla" Jadeo y gimo cada vez más fuerte, creo que hoy tenemos montado un espectáculo de sonidos, quizás con algún espectador auditivo. La verdad poco me interesa, el morbo de ambos nos está dejando llevar a los límites inexplorados de la excitación. Nuestras palabras, nuestros gemidos se ven perfectamente acompañados por el sonido de nuestros cuerpos cuando entierras todo tu miembro y tus huevos chocan con ganas contra mi culito. Siento tus manos sobre mi espalda, me tocas y te inclinas un poco hacia adelante, me incorporo mejor y mis senitos son presa de tus manos. Jadeas en mi oído, gruñes y muerdes mi hombro, cuello. Mis gemidos lo único que hacen es pedirte más...

Mis palabras, mis gemidos, todos mis movimientos, el morbo de la situación, Te están llevando al delirio. Te impresiona ver como mi apretado culito se traga tu verga, te impresiona y te excita hasta límites que no imaginas. Tus manos se aferran a mis senos, firmes y perfectos. La fuerza de los empujones va en aumento pero sigues apretando unos segundos en lo más profundo de mi culito para sentirme así, tu polla en mi culito, tus manos en mis tetitas, y tus huevos apretados contra mis nalgas. No se puede pedir más. Mis gemidos siguen taladrando tu mente. "hijita, uuf, tu rosado culito... es maravilloso. No tardare en llenártelo de lechita caliente" "lléname de lechita papi" digo lanzándote una mirada de reojo, mis grititos y gemidos son descontrolados, es bestial el movimiento, la sensación de tenerte así ambos dejándonos llevar por el placer, por el deseo, por el morbo. Una situación lujuriosa elevo mi culito para sentir mejor cada una de tus estocadas. En diversas partes de nuestros cuerpos se notan nuestras letras hechas con rotulador. Un poco borradas por el sudor pero legibles claramente.

Mis palabras multiplican tu fuego. Cuando elevo mi culito la penetración se hace más profunda aun si cabe. Mi culito se traga tu verga por completo para el deleite de tus ojos. Tus manos abren mis nalgas todo lo que dan y las acarician. Nuestros acompasados movimientos se aceleran, al igual que nuestras respiraciones y los latidos de nuestros corazones. Sueltas un gruñidito, te ves incapaz de articular ni una sola palabra más. La erección es gigantesca "grrmm. Hijita... uuuf viene... te voy a inundar tu culito de leche...." Tus embestidas se aceleran, mis gemidos igual. Siento la electricidad, es como si recorriera nuestros cuerpos. Me aprietas contra ti de nueva cuenta, tu aliento potente, tu respiración cortada, palabras inentendibles. Y entre gemidos siento los espasmos de tu verga. Como brotan los chorros de leche como me llenan por completo. Un instante, silencio nada más nuestros dos cuerpos unidos, ambos recuperándonos del momento. Morbosos y satisfechos. Amándonos con la mayor de las fuerzas, siendo uno.

La violencia de la eyaculación ha sido impresionante. Como en todos nuestros encuentros, consigo exprimirte al máximo. Sientes  como el esperma caliente inunda mi culito en incontables disparos. Cuando cesan, te pegas a mí, desplomándonos en la cama. Tu verga continúa dura en mi interior, pero sientes como empieza a perder dureza. Permanecemos tumbados, jadeantes, con el corazón desbocado disfrutando de nuestra unión. Besas mi cuello con suavidad y me tomas de las manos. Aun no puedes articular palabra. Quedamos en cucharita, con el corazón a mil, nuestras manos entrelazadas tu dentro de mí todavía, pero ya con menos fuerza. Cierro los ojos busco tu calor, siento tus labios en mi cuello "Gracias por estos días laztana" es lo único que puedo decir, no tengo más energías me quedo reposando en tus brazos sintiéndote, amándote. Solo nosotros simplemente perfecto.

Tumbados en la cama, acurrucados el uno junto al otro, bien pegaditos. No se puede pedir nada más. Formamos la unión perfecta. Alargas tu mano y tiras de los edredones para cubrirnos. Notas un gruñidito de protesta. Crees que Morfeo nos atizara muy pronto a los dos. Tu verga va perdiendo dureza y poco a poco se escurre fuera de mí, pero nuestros cuerpos siguen unidos. "mi niña, hijita querida. Neska maitia, zembat maite zaitut" Me susurras al oído mientras tus brazos me rodean por completo. Ha sido un gran fin de semana, que hemos estirado un poquito. Al día siguiente, tendremos que volver a la dura realidad. Descartando ese pensamiento de tu cabeza y rememorando el fin de semana, sientes los parpados cada vez más pesados. Escuchas mi suave ronroneo y mi relajada respiración. Tus palabras, el calor de tu cuerpo las suaves telas cubriéndonos. Poco a poco el sueño llega a mi cuerpo, bastante agotado, percibo tu respiración. Las delicadas caricias imperceptibles de tus manos sobre mí abdomen. Me rebusco en tus brazos encontrando el acople perfecto, mi cuerpo se ve pequeño delante del tuyo. Me siento protegida en tus brazos, me siento segura sintiendo tu calor. Cierro mis ojos y ya no puedo luchar con el sueño y menos en tan cómoda posición.

Te despiertas durante la noche por uno de mis pequeños espasmos. Estamos tan pegaditos que te has sobresaltado. Escuchas mi respiración, suave, pausada, profunda. Sigo profundamente dormidita. Te encanta verme dormir, sentir mi cuerpo, escuchar mi respiración. Te levantas para ir al baño y al volver no puedes evitar quedarte mirándome embelesado. Con mucho cuidado, te metes de nuevo en la cama y te acoplas a mi lado. Deslizas tu mano con mucha suavidad por mi cadera hasta mi tripita, pero en el momento en que siento tu contacto, tomo tu mano y me cubro con ella rodeando mi cuerpo. Sientes como el sueño se apodera de nuevo de ti y lo siguiente que ves  son los poderosos rayos del sol colándose por la ventana. Me despierto pero no deseo moverme esta posición me encanta más que nada, noto en tu respiración que tienes algún tiempo despierto y no has querido moverte tampoco, me rebusco acomodándome mejor, sujetando tu mano, esta posada en mi tripita la acaricias muy suavecito. No me había dado cuenta, nuestras piernas también entrelazadas "buenos días" te digo suavemente mientras sonrió. Tu mano me sujeta con fuerza y no quisiera estar en otro lugar que no sea tus brazos.

Sientes que ya me he despertado, pero sabes que necesito tiempo para desperezarme. Me acomodo sutilmente y me aprieto a tus brazos. Con tu mano acaricias suavemente mi tripita, pero ahora que sabes que estoy despierta subes un poquito más y te aferras a mis tetitas. Pegas tu cara a mi cuello y me besas con suavidad. "Buenos días hija ¿qué tal ha dormido mi niñita?" Estas tan pegado a mí, que no puedo evitar una suave erección de tu verga, que está pegada a mis suaves nalguitas. Pero dominas tus deseos, se nos ha hecho un poco tarde y hoy es el día que tenemos que regresar. No puedes evitar sentirte un poquito triste, algo que se esfuma en cuanto sientes mi aroma. Me acomodo mejor entre tus brazos, puedo sentir algo que crece entre tus piernas, estoy sumamente cómoda. Tus dedos juegan con mi pezoncito y queda duro como piedra. Ve el reloj que está colgado en la pared. En definitiva se nos han pegado las sabanas, bostezo un poco, llevo mi mano a tu boca y muerdo juguetonamente tus dedos.

"hijita, como sigas por ese camino, vas a tener en tu boquita algo más que mis dedos" Me susurras al oído. Besas mi cuello una y otra vez sin querer separarte de mí. Miro nuevamente el reloj "todavía hay tiempo" lo digo más como una confirmación para mí misma. Me incorporo y te empujo a la cama "todavía hay tiempo papi" muerdo tu labio y me doy vuelta, antes de que te des cuenta te estoy ofreciendo mi rajita y llevo tu miembro a mi boca. Miras el reloj... “No, no lo hay, pero da igual” Nos enzarzamos en un furioso 69, entregados, apasionados, hambrientos el uno del otro. Te encanta esta postura conmigo, sobre todo cuando estas debajo puesto que tienes acceso a todos mis agujeritos. Tu lengua se mueve veloz entre mi rajita ya empapada y mi culito. Tus dedos acarician mis nalgas y mi espaldita apretándome con fuerza contra ti. Mientras tu lengua devora mi culito, sientes un líquido cálido deslizándose por tu garganta y compruebas que son mis flujos mezclados con tu saliva "Dios mío hijita, sí que estas calentita esta mañana"

"eres el culpable papi" término de calentarme cuando uno de tus deditos acompaña a tu lengua, mis gemidos se ven ahogados por la pasión con la cual succiono tu miembro, lo hago con muchas ganas, siento como está más dura cada vez, entre gemidos te digo "creo que alguien llegará tarde hoy" suelto una risita pero esta es ahogada cuando siento tu lengua en mi culito, mientras tus deditos recorren mi rajita mis juguitos escurren mucho empapándote como te gusta y me lengua se entretiene dándote lamiditas que se intercalan con chupetones en tu cabeza y una de mis manitas acaricia tus huevos perdiéndonos en el placer. "llegaremos tarde hija. Al desayuno. Aunque creo que tu tendrás tu ración... uuuuf, mmmm, bien calentita" Los movimientos de mi boca en tu verga te inundan de placer los jugos que salen de mi rajita, satisfacen tu paladar incrementan tu lujuria. Cuando más me masturbas con tus dedos o con tu lengua, más cantidad de jugos expulso unos deliciosos jugos saladitos que son tu perdición y que le confieren a tu verga la dureza del acero. Nuestros gemidos crecen en intensidad, tus deditos desaparecen en mi rajita y se cuelan en mi empapado culito. Tu lengua se pierde en mi interior y juega con mi clítoris. De forma sorprendente aprieto mis piernas dejando tu cabeza entre medio cuando llego al orgasmo, obligándote como tanto te gusta a tener tu cara apretada contra mí. Aprieto con mucha fuerza. Mis espasmos son increíbles al igual que mis grititos de placer. Tu cara está totalmente empapada de mis jugos y cuando termina mi potente orgasmo restriego mi rajita contra tu cara mirándote de forma maliciosa.

No te doy tregua, lamo y succiono tu polla estas muy caliente, siento las venas en el la intensidad con la cual me encargo de lamerte te hace soltar gemidos ahogados, restriego mi rajita en tu boca, pero estoy concentrada en tu placer. Meto todo tu miembro en mi boca succionándolo y antes de que me dé cuenta, siento los espasmos tus gruñidos y los chorros de leche caliente entrando en mi boca. Dejo un poco en mi boquita, no me la trago toda, me incorporo y te beso pasándote con mi lengua parte de tu leche para que la saborees. Caigo rendida sobre ti hundiendo mi cabeza en tu pecho y mirando el reloj. La realidad llama... “Uuuf, ha sido maravilloso” Cada disparo de semen caliente dentro de mi boca ha sido como un viaje al nirvana. Te encanta terminar en mi boquita y que me lo trague todito, también te gusta compartirlo o beberlo de mi rajita o culito y te mueres por hacerme un buen facial y sacar muchas fotos. "woow mi niña, nada como un 69 para comenzar el día con energía. Ahira vistámonos y bajemos a desayunar" Nos vestimos y bajamos al comedor, me sirves café en la taza. "¿quieres leche hijita, o prefieres... de otro tipo?" Me dices en voz suficientemente alta para que lo escuche la chica que nos ha atendido. Te encanta  ver como se encienden mis mejillas de rubor...

********

********

Desayunamos con tranquilidad, con calma, influidos aun por las endorfinas y sin un gramo de "ira" en el cuerpo. Cuando terminamos volvemos a la habitación. Observas como el gerente que nos dio la bienvenida no me quita la vista de encima y no puedes evitar sonreír. En la habitación, recogemos todo preparando las bolsas y las bajas al coche "Mi niña, si quieres podemos dar una vuelta por algún pueblecito de camino a casa, que hasta la noche tenemos tiempo y estamos a 1,5h de casa. Si, te voy a enseñar un pueblecito que te va a encantar" Nada más terminar tus palabras buscas mi boca, para fundirte conmigo con un beso, y tu mano acaricia mi carita de niña angelical. Mi sonrisa no la puedo ocultar, unas cuantas horitas más en este sitio tan especial, "siii, quiero que me enseñes todo" respondo dándote otro beso, tus manos se deslizan por mis pómulos, los tocas con tal suavidad que me hace estremecer, me encanta como me cuidas, como me procuras. Mis brazos buscan tu cuerpo para darte un abrazo, hundiendo mi cabeza en tu pecho aprovechando del frio mañanero para justificar lo pegadita que estoy a ti.

Ese delicioso abrazo te llena de ternura. Me aprietas fuerte contra ti inspirando y embriagándote de mí perfume. Con tu mano en mi barbilla elevas ligeramente mi carita y besas mis labios, el beso se torna picante cuando nuestras lenguas se entrelazan. No puedes evitar un latigazo de tu verga al recordar que tan solo unos minutos atrás mi boca estaba llena de esperma. Pero apartas esos pensamientos de tu cabeza, porque de lo contrario no podrás conducir hasta nuestro destino. El viaje es corto, pues aquí todo esta cerquita. Es un pueblo con una pequeña playa y un precioso puerto pesquero. Nos bajamos de coche y damos un bonito paseo por las calles del casco antigua y el puerto. Cuando lo hemos recorrido por completo, nos volvemos al coche y vamos a otro. La segunda villa es un poco más grande y de una gran tradición marinera. Tiene barcos pesqueros, merluceras arribando al puerto. Cuando nos adentramos en sus calles, estrechas, empedradas, antiguas, tienes la sensación de haber retrocedido varios cientos de años en el tiempo, pues lo han conservado a la perfección. Continuamos el paseo, hasta que decidimos parar a tomar algo en una cafetería.

Parezco en esencia un koala bebé en ningún momento te suelto. Bien sea tomados de la mano, abrazaditos, disfrutando de nuestra mutua compañía cada tanto nos detenemos por un beso bien posicionado o para sacarnos unas cuantas fotos, creo debes ampliar la memoria de tu móvil tienes tantas fotos mías que ya se está quedando corta la capacidad. El pueblo tan pintoresco me hace sentir muy a gusta. Me detienes y nos encaminamos a la cafetería no sin antes de entrar colgarme de tu cuello para darte un beso profundo. Poniéndome de puntillas para poder alcanzar tus labios, me sujetas firmemente de mis caderas y una de tus manos juguetonas me eleva desde mí culito. La intensidad del beso se hace notar.

Entramos a la cafetería y pedimos dos refrescos mientras comentamos el fin de semana que hemos tenido y reímos a causa de las reacciones de la gente al pensar que éramos padre hija. Las carcajadas se escuchan a distancia. Cuando terminamos, damos otro paseo y comemos algo. Nos tomemos nuestro tiempo, ninguno quiere regresar. Por la tarde, aprovechamos al máximo las horas de sol y cuando el último rayo acaricia las olas del mar, volvemos tomados de la mano hacia el coche. El camino de vuelta es menos animado que la ida, pero aun así, charlamos animadamente de como Hamilton aplastara de nuevo este año a todos los demás y lo reñida que estará la competición en moto GP. El viaje pasa volando. Ya en casa, sacamos la bolsa y nos damos una duchita. Mientras me ducho preparas algo de cenar, poca cosa hay en la nevera al haber estado fuera y solo puedes poner una tortilla de queso. Tomamos la cena viendo un capítulo de Juego de Tronos, completamente pegaditos en el sofá, como siempre, pero las caricias de mis manos en tu cabeza te llevan al sueño y caes  rendido en mis brazos. Te despierta un beso y medio dormido nos dirigimos a la cama donde dormimos acoplados como solo nosotros podemos estarlo.