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Mujer castiga la virilidad de su marido

en Sadomaso

La tarde transcurría con normalidad en un chalet de la campiña. En la piscina dos niñas de 9 y 11 años y tomando el sol Carla y una vecina Rosario. Carla era la madre y la mujer de un acomodado economista que descansaban en dicho chalet. Tomaban el sol con tranquilidad dejando paso a una conversación como otra cualquiera. En esos momentos hablaban entre las mujeres.

-“Pues si imagínate ya la situación empieza a ser incómoda”.
-“¿Y lo has hablado con tu marido?”
-“No, lo cierto es que él siempre ha tomado el sol desnudo y ha estado en la piscina como ha querido”.
-“Bueno tu marido tiene buen cuerpo eso no hay que dudarlo”.
-“Si y demasiado, por cierto ya sabes lo que le mide el pene”.
-“¿Mujer y ese es el problema?”

No es que no me gusta que vaya por ahí desnudo delante de las niñas y que se muestre con el.

–“¿Tú crees que se ha vuelto un exhibicionista?”
– “No creo. Oye porque no lo castras”.
– “¿Pero qué dices, estás loca?”

Bueno solo de forma figurada. ¿Es eso posible? Bueno tú dices que Nacho la tiene grande. Quizás podamos hacer que no se desnude delante de las chicas privándolo de su salchicha… O mejor dicho de su confianza.

En esos momentos llegó Nacho a la piscina. Saludó a las mujeres y casi sin decir nada se quitó el bañador y se tiró al agua. La desnudez de su padre en la piscina no fue una sorpresa para las niñas, las cuales jugaban ajenas a todo.

Lo ves Nacho tiene buen cuerpo es cuando sale del agua cuando parece ser el top de la prepotencia machista. Con ese pedazo de pene colgándole entre las piernas, y de forma tan impúdica. No es por mis hijas. Verás ya sabe que estás tú aquí y eres de confianza, pero hace lo mismo delante de cualquier mujer. Y no me gusta. Esa actitud no me gusta. Bueno pues déjalo en mis manos.

Lo ves, fíjate, lleva el pene casi erecto, yo creo que le excita que estés tú aquí. Nacho avanzaba poderoso turgente y meneando un pene digno de un semental. Esta le colgaba sobre dos huevos muy bien puestos había sido circuncidado de niño y dejaba al descubierto un rosado glande. Fue hacia donde estaban las dos mujeres tomó la toalla y se marchó hacia el interior del chalet.

Pues si la verdad es que no podía pensar que tu marido tuviera ese pene. Verás para eso están las amigas. Varios días después se repetiría la historia, pero esta vez Carla había seguido instrucciones de Rosario, la cual tras hablar con una amiga veterinaria le había indicado ciertas pastillas que separaban las inhibiciones en los animales machos. Haciendo que la presencia de la hembra no les excitara. Carla quería ver que sol caía sobre esa erección y la confusión apesadumbraba del confuso macho, al ver que su pene no reaccionaba.

Ese episodio era el comienzo de lo que se venía por la tarde. Ya que las pastillas habían comenzado su efecto. Esa mañana Nacho quiso penetrar a su mujer recien levantado cuando su pene perdio la erección por algún motivo que Nacho desconocía pero no le dio importancia aunque mientras se duchaba pensaba en lo ocurrido.

– “Bueno no nos dejes así. ¿Qué pasó?”
– “Pues nada se duchó y se fue al trabajo”.
– “No dijo nada, aunque parecía confuso”.
– “Oye es cierto desaparecerá el efecto de las pastillas”.
–“Pues si en unas semanas le volverán las erecciones, aunque su confianza no será la misma”.

Nacho entonces salía a través de la terraza y bueno pretendía realizar su diario ritual de territorialidad de macho bañándose desnudo delante de las mujeres. Tras nadar unos minutos al salir por la escalera de la piscina las mujeres no perdían ojo del gigante atributo, pero maldición pensó Nacho se detuvo a mitad de la escalera había algo que no comprendía algo que no lograba entender su poderoso pene era de la mitad de antes. Pero no era no de la mitad se había retraído más de ocho centímetros, aunque no en grosor, pero si en longitud casi desaparecía entre su vello púbico. Y bueno allí indefenso desnudo y delante de varias mujeres que conocían la fama de trípode que le precedía y que igualmente iban a darle otra fama da tener pene minúsculo.

El macho no podía quedarse en la piscina eternamente así que salió del agua mientras veía como las chicas, más Rosa la amiga, bajaba sus gafas de sol para poder verle su pene.

-“¡Ohhhhhhhhh!” Murmuraron mientras algunas risitas escapaban de los labios.

El notó como los ojos de las tres se clavaban en su pene que parecía no reaccionar, intentó llevarse la mano hacia sus huevos, pero esa era la señal para que las mujeres se fijaran todavía más. No tuvo más remedio que ir hacia las mujeres para tomar la toalla. Pero Carla se adelantó, no cariño es mejor que permanezcas desnudo, no querrás perder el bronceado de tu piel, además Rosa es casi médico no tiene perjuicios.

Si además no te preocupes me animaré a hacer topless. Sé que no me vas a comer con esa cosita que tienes. Rieron las tres. Nacho no sabía dónde meterse desde joven había gozado de un gran pene y había sido el líder de las duchas de los gimnasios y de los machitos que impúdicamente gozan paseando sus genitales delante de los demás. Pero se sentía humillado, su pene apenas superaba los 2 centímetros.

Mi amor ¿qué te ha pasado? le habíamos contado a Rosa lo de tu gran pene, pero eso es ridículo. El, penas articulaba palabra, entonces Carla le acarició el muslo en dirección hacia su micro pene este fue un momento de terror para Nacho acostumbrado a llevar la iniciativa. Tras tomarlo empezó como a masturbarlo, pero nada de nada, más risitas fueron el eco que resonaba en los oídos del hombre. Su espíritu había sido derrotado.

Ven Rosa prueba tú que eres médico, y poco a poco fue cayendo en las caricias de las mujeres que iban de forma intencionada hacia su pene mientras daban pequeños golpes para intentar despertarlo, así como intentaban ponerlo derecho. Pero eso no era posible.

-“¡Oh vamos cariño, no es para tanto!” Dijo su esposa momentos después.

Unas risas salieron de las 3 mujeres debe ser la edad mientras se ponía el albornoz y lo acompañaban dentro de la casa…

Esa misma noche mientras Nacho dormía gracias a un medicamento suministrado por Rosa, quien estaba entre sus piernas, abrió una ligera herida detrás de su escroto, por donde extrajo los dos testículos de Nacho para luego cortarlos con inusual rapidez, suturo con puntos muy finos no sin antes colocarle prótesis testiculares Nacho nunca sabría que fue castrado a menos que se le dijera.

El macho había sido desposeído de su hombría. Había sido castrado, sin saberlo, su pene nunca volvería a tener la largueza que alguna vez tuvo, tampoco potentes erecciones, y nunca volvería a mostrarse desnudo ante las mujeres.

Relato hecho por otra autora y adaptado por otro. Si deseas continuación dejalo en los comentarios y además puedes proponer ideas para la continuación.