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Historia de M. La puta feliz 10. Harry vuelve.

en Sadomaso

Me llamo M y soy una zorra.

Después de la tormenta llega la calma. Me recuperé del desgaste de esos días frenéticos a base de mucha cama y buena alimentación, claro que en  la cama nunca estaba sola y la alimentación era básicamente una dieta basada en la carne, los huevos y los lácteos…Las tardes discurrían plácidamente, no solía hacer más de tres servicios por día (lamentablemente), la mayoría con clientes conocidos aunque a veces nos tocaba desfilar ante alguno nuevo y dar todo de nuestra parte para captarlo para el futuro.

Un día un señor llamó desde Barajas justo antes de embarcar. Se había puesto cachondo viendo nuestra web y le apetecía descargar antes de llegar a casa. Sería un servicio de media hora. El tiempo justo para poner su culo en la cara de alguna de nosotras y luego chupársela hasta que se corriese. No iba a ser demasiado largo,  solo podría justificar un mínimo retraso en el vuelo antes de que su familia se preocupase. Llegaría  sobre las 22:00. Me ofrecí a quedarme puesto que había pedido una rubia y yo lo era, teñida, pero lo era y como no podría comprobarlo al levar el coño depilado, quedaría satisfecho. Cené algo en el piso haciendo tiempo. Me puse musiquita y me encendí un porro. Fue muy puntual. Yo ya iba ligera de ropa para no perder tiempo, lo normal. El no iba a ducharse para ahorrar también ese rato. Lo saludé y pasamos a una habitación. Era un hombre maduro de unos 60 años. Descalzándole, arrodillada ante el, me comentó que traía los pies molidos de todo el día y del vuelo. Me ofrecí a relajárselos con la lengua y bueno, nunca se lo habían hecho, pero le encantó. Descalzo ya, le quité la ropa y comencé a comerme sus pies. Calzaría un 44 o un 45, y os confieso que me puse las botas. Su polla reaccionó a mi boca de una manera magnífica. Cuando estaba duro y cachondo como un cabrón, insistió en volver al plan previsto y me tumbé en la cama para que el en cuclillas restregase su culo a placer en toda mi cara. Yo sacaba la lengua para aumentar su placer. Igual tenia sus cojones que su ojete en mi boca. El marcaba el movimiento y el tiempo. Satisfecho se sentó y comencé a mamarlo. La polla olía a meados como todas las de viejo. Me la metía entera y la sacaba de mi boca mirándolo a los ojos insinuante, transmitiéndole cuanto me gustaba comer pollas y en especial la suya. Al rato descargó sus pelotas y me lleno la boca de salsa de macho. Le enseñe la corrida antes de tragármela con la lengua encharcada. Llevaba los huevos llenos, debe ser que la santurrona de su señora no lo ordeñaba con regularidad. Cuando reaccionó y se repuso del orgasmo le dio por mirar la hora y se puso lívido. Había pasado más de hora y media. Tanto tiempo como para volar otra vez a Madrid y volver. Había dejado el móvil sin conectar ya que se suponía que estaba en el avión y al encenderlo estaba lleno de llamadas y mensajes de su casa jajajajaja Me gustó la sensación de hacerle perder la noción del tiempo hasta ese punto. Me pagó apresuradamente y salió corriendo pensando en una excusa convincente.

Otra de esas tardes anodinas, volvió a aparecer en nuestras vidas un tipo al que llamábamos Harry. Era un cabronazo, un cerdo y un pervertido. Nunca supimos a que se dedicaba realmente. Llevaba siempre encima un arma, una pistola cargada y a veces daba a entender que su profesión estaba relacionada con las fuerzas del orden. Otras, por las cosas que contaba, parecía ser jurista, no sabría decir de que clase… Siempre vestía caros trajes a medida, zapatos italianos y siempre venia muy perfumado y afeitado. Pese a sus ropas, su aspecto era desagradable aún antes de abrir la boca, pero cuando la abría, era terrible…. Su costumbre era entrar con dos putas siempre. Yo creo que era no solo por tener el doble de diversión, sino por tener alguien mirando lo que hacía. Se pasaba la tarde entera, normalmente un mínimo de tres horas, destrozándonos física y mentalmente, aunque eso si, pagaba un generoso plus por los servicios extras. En su última visita, nos planteó como fin de fiesta, partirme un brazo con un bate de beisbol mientras otra zorra le mamaba la polla y se tragaba la corrida que eyacularía justo cuando oyese romperse mis huesos. Belén fue consultada y la muy zorra se lavó las manos. La llamamos a la habitación mientras negociábamos. La negociación discurría en paralelo a las guarradas que nos hacia a las dos. Yo creo que Belén estaba absolutamente cachonda con la escena aunque ella luego lo negó y lo negó siempre que salió el tema. Fue como una subasta. Ponían precio a mis huesos. Al menos eso si, le daba igual un brazo que otro, yo opté por el izquierdo para no joderme el brazo de hacer pajas. De hecho me emborrache, por si finalmente se llegaba a un acuerdo, estar lo bastante aturdida. Llegó a ofrecerme 3000 euros limpios que sacó de un bolsillo y puso delante de mi cara, junto con un documento eximiendo de responsabilidad tanto a el como a Belén. Siempre nos trata como a mierdas pero ese día fue especialmente duro. No sé que fantasma perseguía, probablemente algo le despertó esa idea y fue a buscar realizarla al sitio más adecuado sin duda. Cuando entró Belén en la habitación nos encontró con las tetas machacadas. S además, las tenía moradas de la compresión con un cordaje. Se había dedicado a calentarnos las tetas a base de golpes y alfileres aunque a mi no me las había atado. LLevabamos los culos marcados a correazos. Estábamos mojadas de meados de arriba a abajo y había en el suelo un cagarro maloliente y apestoso que soltó mientras le hacíamos una mamada a medias. Se habló y se discutió el tema y mientras yo tragando vodka sin parar. Incluso se ensayó. Colocamos un par de sillas para apoyar el brazo del codo a la muñeca. S se metió la polla en la boca y yo me arrodille a lamer el culo de Harry mientras concretaban la comisión para la casa. Belén a falta de un bate, trajo un trozo de tubería de hierro que quedó de una reforma anterior en el lavadero del piso. Harry tenia la polla tiesa todo el tiempo. Belén es tan hija de puta que yo tuve la sensación de que estuvo a punto de desnudarse y pedir su ración, estaba salida como pocas veces la he visto…. Cuando estaba todo claro, me levante, con la boca sucia y pedí los papeles para firmarlos. El cabrón me los acercó y mientras se metía dos rayas, observo complacido como ponía precio a mi brazo. Me coloque para acabar lo antes posible. El silencio se podía cortar con cuchillo. Con el brazo en posición agarro la tubería de hierro y se sonrío como un hijo de puta. Esperando el golpe seco cerré los ojos y no llegaba, pero en unos segundo S gruñó al notar la boca llena de semen. El hijo de la gran puta me llevó al borde y mirando hacia abajo, me hizo saltar. Me corrí sin tocarme, solo de pensar como me había manipulado. Me tiré al suelo restregándome el coño con las manos, con la pata de las sillas, con lo que pillaba, mi orgasmo parecía no acabarse. El simplemente dijo: “lo sabía desde el momento en que te vi, puta asquerosa” y sin sacar la polla de la boca de S, comenzó a mearse a chorros casi sin darle tiempo a tragar.

Hoy ha venido con un maletín. Puede ser que traiga el juego de pesas y pinzas de otras veces o ni se sabe que… Pide entrar conmigo y con S. Seguro que algo hace que tenga esa fijación por las dos, quizás la combinación entre las tetas gordas de ella y las mías pequeñas…el par de buenos culos que nos gastamos o quizás la cara de pijas que tenemos.  Veremos por donde sale hoy. Cuando entramos cogidas de la cintura, solo con tacones, el está ya desnudo.

-¿que tal zorras? sois igual de putas por lo que veo… mismo modelito y misma cara de furcias

-Ya ves… es lo que nos gusta, ya lo sabes tu bien…

-Lo se muy bien marranas…. hoy tenemos sesión de cine por cierto

-Ah, perfecto, ya hace mucho de la ultima vez…

-Claro, siempre pienso en vosotras ¿veis? siempre pensando en como hacer que pasemos una buena tarde…

Sus sesiones de cine eran…. no se como definirlas…. Traía dvd´s piratas o caseros con porno muy duro, que nos obligaba a comentar mientras nos usaba. Comentarios siempre soeces por descontado regodeándonos en los detalles, el nos dirigía la atención sobre lo que debíamos fijarnos. Terminábamos alteradisimas en todos los sentidos, ya que por mucho sentido común que intentases poner, era como si te arrastrase a su mente, No sé como podía mostrarse tan seguro y sentirse tan impune. El alardeaba de que era muy fácil conseguir ese material en su caso.

Hoy… cine ruso… ya habíamos visto antes alguna de esta serie. No estaba traducida y no hacia falta. Las conocíamos por Sacha, no se si era el nombre de el o de ella o de la productora…. Siempre al comienzo, enseñaban a cámara unas identificaciones  para que comprobase el espectador, que eran padre e hija. Ella tendría menos de 12 años con toda seguridad, pero se desenvolvía como si tuviera diez más, su actitud y su seguridad y sus practicas eran las de una veterana. En esta, estaba ayudado por dos zorras maduras, cincuentonas que participaban en la orgia. 

Con nosotras dos pinzadas en tetas y labios vaginales y convenientemente azotados los dos culos, le lamíamos los pies mirando a la pantalla mientras el nos metía cosas en los culos, dilatándonos cada vez más. Había traído dildos de todos los tamaños, algunos capaces de reventar el culo más entrenado. Cuando cambiaba de tamaño nos lo hacia lamer a la otra para limpiarlo a fondo, pues decía que era lo más higiénico cuando se cambiaba de culo a culo… menudo cabronazo, higiénico si, comerme los restos de S para que mi puto cagadero no se manchase con su mierda….la madre que lo parió….

En la película las dos viejas estaban realmente cachondas de ver a la cría con su padre, eso le ponía a mil, El ambiente era decrépito, pero seguramente empapados de vodka los cuatro, las risas eran continuas.. Cuando alcazaba la fiesta una temperatura insoportable la dos se lanzaban a por ella. A ella le iba todo. Como se conocía la película, nos dirigía para alcanzar el orgasmo en nuestras bocas justo en el momento culmen. Para entonces teníamos un rompeculos dentro y un sabor particular en nuestras bocas que su lechada no hacia más que empeorar. Nos abofeteaba una vez nos habíamos tragado su semen y se reía contando que el padre terminó en una carcel rusa hace años. 

Nos preparamos como siempre para la meada de después, arrodilladas morreandonos hasta que el soltaba su chorro en nuestra cara y abríamos la boca para beber lo que podíamos. Luego nos quitábamos el material una a la otra y lo lavábamos en el cuarto de baño.

Salimos con una sonrisa por la puerta, pero arrastrándonos interiormente. Bien nos ganábamos lo que nos pagaba desde luego que si….

Yo siempre necesitaba un trago lago y una paja si no tenia a nadie esperándome para follar. Cuando había algún cliente esperando por mi, le había tocado la lotería y en vez de la paja me corría invariablemente con el, y si es posible, me tenia por el mismo precio, mas cerda y más arrastrada que de normal. 

Puto Harry…

M.