miprimita.com

El Albañil Final, casi final

en Confesiones

El Albañil Final, casi final

Buenas fechas tengan. (digo, fecha pues no sé cuándo, a qué hora o, que día leerán estas palabras)

Para quienes me han escrito y les da curiosidad por saber algunos detalles de mi forma de ser, personalidad, edad, etc.

Les he sugerido lean mis publicaciones. Ahí platico de mi persona. Bueno, les diré que soy profesora de primaria, ya les he contado, me dieron el 6to grado por mis atributos. Soy ninfómana, que heredé de mi madre, pero afortunadamente se dio cuanta a tiempo y tuve su apoyo y orientación. Casada, con tres hijos, dos mujeres y un hombre, actualmente de 52 años y mi primera experiencia apoyada por mi marido fue a los 30 años, aunque antes de cumplirlos, tuve una experiencia que marco mi futuro. Que lo escrito aquí es lo más cercano a lo que viví, pero es real, solo he acomodado palabras o situaciones que no recuerdo bien, pero lo viví.

A mi edad, 52, sigo pesando unos 52 kg. Unas 115 lbs. Lo que he tenido ciertos problemitas es el pantalón, ya que como he tenido el vientre plano y sin llantitas, por lo regular, me quedan mas flojitos de la cintura, pero apretaditos de la cadera.

A mediados de los 80’s, que les puedo decir, estaban de moda las mallas, por lógica, como soy, mi cadera, mis pompis, muy bien formadas, resaltaban y llamaban mucho la atención, mis pechos, con bra talla 32 D, no faltaba quien me insinuara que deseaba una cita conmigo. La verdad, me hubiera gustado aceptar todas.

Que más les puedo decir para aquellos curiosos.

Bueno, le título del relato es porque estuve pensando si seguía con otros relatos del albañil o lo dejaba para después, intercalando otras situaciones con los de la primera experiencia vivida ya, con aprobación de mi marido.

Así que decidí platicar en este relato, algo que yo ni me esperaba.

El martes, ocho días después de iniciar el trabajo, que no he comentado, fue en tiempo de vacaciones de verano, para asegurar que estaría todo el tiempo en casa y así poder atender a Ruper.

Un día antes recibí llamada de la escuela, fui a la cita, y al regresar, a eso de las 4 pm (ya les platicaré 😊) fue una sorpresa para mí, ¿qué creen?

Entro a la casa, el patio desierto, no veo a nadie. Abro la puerta de casa y me quedo paralizada.

Qué veo?.... será? Ups

Mi madre. Parada, desnuda, la verdad, que bonito cuerpo a sus 45 años, comprobé a quien heredé.

Caminé sin decir nada, ya estaba acostumbrada desde chica a ver cosas así.

Ruperto, en el sofá boca arriba, una pierna sobre el sofá, la otra en el piso media doblada, abierta, y mi mamá, con zapatillas rojas, con ropa en el piso, el Ratón, ayudante de Ruper, en el piso, recostado sobre la base del sofá, con los ojos medio cerrados, con su verga flácida, que me indicaba que mi madre había hecho lo necesario para que esa verga estuviera así.

Mira hija, buffet, con una sonrisa muy grande.

Les platico.

Supo mi madre de lo sucedido el sábado, que Ruper estaba trabajando en casa, y ya no aguantó, una semana bastó para que llegara.

Ya no sé puta, la verdad, quien es más puta, si tú o tú mamá, pero lo que sí sé, es que en cuerpo y la forma de coger, no hay a cuál ir, las dos son una maravilla, son unas putas muy sabrosas, que saben lo que desea un hombre y sobre todo, que muestran el placer que sienten teniendo una verga junto a ustedes. Más tú mami, que se comió varias veces a Jonny, míralo como está, todo seco.

Mi madre llegó ese día como a las 9 am, con un pantalón de mezclilla muy ajustado, zapatillas rojas y blusa rosa, con botones, sin brasier, su bolsa de mano y una sonrisa amplia.

Ruper, al abrir la puerta, la ve, no sabe quien es, y le pregunta, pero su mi mirada viendo esos pechos que resaltaban sobre la blusa sin brasier.

Hola. Puedo pasar, soy la mamá de Lucerito.

Sí… sí, pase.

Gracias, con la sonrisa coqueta de mi madre, él no supo cómo, ni que decir.

También impresionado por el cuerpazo de mi madre.

Entró mi mamá, con su coqueta forma de ser, Ruperto no aguantó esas insinuaciones, además, el decir ella que era mi madre, y con lo que le había contado de que mi madre era igual que yo, o mejor dicho, que yo, era, igual que mi madre. Se imaginó a que llegaba ella y su manera de vestir no había duda.

Entró a casa, él sin saber que hacer, siguió con su trabajo, con su ayudante, pero como a los 15 minutos, se escucha la voz de mi madre.

Ruuupertoooo.

Sí señora dígame.

Ven

Se acerca a la puerta de la sala, y, al decirme después Ruperto su versión, casi se desmaya. Mi madre, parada en la puerta, con su mano sobre la orilla de la pared, vestía una minifalda roja, sus zapatillas, las que traía, una blusa muy transparente blanca, podía verse bien sus pechos y sus pezones muy parados.

Ven Ruper, quiero que seas muy honesto, el dijo mi madre.

Ya estoy un poco viejita para ti, pero de verdad, dime, ¿puedo causarte algún sentimiento?

Claro que sí señora, la verdad, esta usted bien buena, que piernas y sus pechos, está para comerse.

Ella se sonrió, él se acercó y la besó. Mi madre le correspondió y ahí empezaron a besarse y manosearse. Él le pidió un momento y fue al baño, se lavó su verga, y todo lo necesario y regreso sin ropa.

Mi madre al verlo, con esa verga bien parada y ese cuerpo bien proporcionado, sus nalgas duras bien redonditas, mmmm.

SE agachó de inmediato para sujetarle su verga con las dos manos, mientras una la sobaba, la ora la pelaba, y se le metió, la empezó a chupar, Ruperto le sujetó de los cabellos y ya con diez días de experiencia conmigo, pues siguió lo mismo.

Que rica la mamas puta, así anda, es tuya pinche puta, mmmm, y entre tejiendo sus dedos con los cabellos de mi madre, la sujetaba y al jalaba para el meterle la verga hasta adentro de su garganta. Mi madre, a lo que dice, se excitó demasiado con esa reacción de Ruperto y ya no supo que pasó, lo que sentía era un cosquilleo en su estómago, una excitación que recorría desde su vagina a sus pechos, su garganta y un rico clímax con un orgasmo intenso, sus piernas temblaban al rito que su vagina se contraía, pero seguía mamándole a Ruperto, el se dio cuenta de lo que mi madre sentía y no quiso seguir así, sujeto a mi madre, la sentó en el sofá y le abrió las piernas, se la metió de un jalón, que mi madre soltó un grito fuerte,….. aaaaaaaayyyyy que ricccoooooo, mmm, aaaaa, así cógeme, métemela toda, que rico siento, mmm, aaaaa y se estremeció todo su cuerpo al sentir ese orgasmo intenso, casi al mismo tiempo, Ruperto la sujetó de las caerás metiéndole hasta el fondo su verga y la llenó de esperma todo ella.

Mi madre sentía todas las contracciones de la verga de Ruper y lo calientito de su semen, al quedar tendidos en el sofá, no vieron al ayudante, un chico de unos 19 años, pero mi madre si lo sintió, Ruperto, acostado boca arriba en el sofá, mi madre, sobre él, sintió que alguien la jalaba, ella en su agotamiento, no hizo nada, pero si se dio cuenta quien era, y sintió como la manoseaba su espalda sus nalgas y metía para acariciarle sus pechos. La jaló y acomodó para que pudiera meterle la verga, ella parte de su cuerpo sobre Ruperto, sintió como Jonny le abrió sus nalgas, frotó su verga sobre su rajita, y metió con todo, su verga hasta adentro, ella lanzó un gemido, de placer, pero también algo de dolor, pues a decir de ella, Jonny calza grande.  (ya me tocaría averiguarlo, 😉)

Varios minutos así ella ya con un orgasmo, y otro por llegar, sintió la leche de Jonny dentro de ella, mientras su verga salía y se metía de su culo, eso fue lo que le dio más placer.

La tomo en sus brazos, la cargó y acostó en el otro sofá, mientas Ruperto no decía nada, solo veía.

Ella boca arriba, el se subió encima y besándola y acariciadnos sus nalgas, sus piernas, metía de repente su dedo en su culito, que provocaba que mi madre gimiera mucho de placer.

Después de haber terminado de nuevo, el la abrazó y se rodo a la alfombra, quedando mi madre sobre él, lo besaba, lo acariciaba mientras él le sobaba las nalgas y besaba.

Fue unos minutos después que siente movimiento de ella, abre los ojos y se da cuenta que Ruperto la estaba acomodando para cogérsela. Espera dijo el Jonny. Ven puta, le dijo a mi madre, la movió acomodo y mi madre supo que le venía, dobló un poco las rodillas y levantándose un poco, sintió que Jonny había acomodado su verga el la posición adecuada y ella se dejó mover, él, la sujeto con una mando de la cadera, mientras la otra acomodaba su verga, mi madre dejo caer su cuerpo, un poco, y sintió la verga como se le acomodaba en su vagina, él solo levanto sus nalgas y la verga entró hasta adentro, mi madre lanzo un gemido de placer, y después casi de inmediato, Ruperto, la sujeto, le apunto y metió también de rápido su verga en el culito de mi madre, ella abrazó con fuerza a Jonny, para soportar el placer de sentir las dos vergas dentro de ella, y de inmediato, sintió un orgasmo, que duro unos segundos, para después con otros movimientos de Ruperto en su culo, y la verga de Jonny en su panocha, volver a causarle otro orgasmo y gemidos, y gritos y todo…

Quedaron exhaustos unos minutos. Ella, se levantó, le limpio la verga a Ruperto, él se subió y recostó en el sofá, mientras Jonny, en la alfombra, ella se agacho para limpiarle con la boa su verga, chupándole lo que le escurría.

Se paró, y se quedó viendo el cuerpo de Ruperto y de Jonny, cuando yo entré y nos quedamos viendo.

Así fue ese día. Cuando Ruperto me escuchó y Jonny también, tomaron su tiempo, se levantaron vistieron, fueron al baño y al regresar, Ruperto, me acaricio la mejilla y me dijo, no cabe duda, tu madre es toda una maestra. Jonny, solo sonrió.

Tal vez continuará…

El Juego de Domino.

Después de una plática que tuvimos mi marido y yo como a los 15 días que Ruperto, eso no quiere decir que no hayamos platicado cosas. Me refiero a una plática viendo a futuro.

Ya tenía esa inquietud desde hace mucho tiempo, como unos 3 años después de casarme. Pero ahora, viendo como estaba mi marido de accesible, me animé y le comenté.

¿Qué plan?