miprimita.com

EL ALBAÑIL. 4ta. parte

en Confesiones

El Albañil 4

Así pasaron unos 20 minutos, hasta que 1 le dice a 2, sabes, que si me la acomodo encima tu le das por el culo, Vamos dijo rápido 2. (Se me ocurrió poner número para aquellos amigos que fue algo pasajero y no se me vayan a acabar los nombres) No quiero poner nombres reales. (me pasó en los primeros relatos que escribí, Hubo cuatro profesores que me reconocieron 😊)

Se puso boca arriba, me tomó de la cadera y me dijo, ven puta, que disfrutes esto.

Me acomodé como si no tuviera fuerza, así que quedé sobre su pecho, mi cara en su barbilla y mis piernas a cada lado de su cadera. Más o menos de perrito, pero recostada en su cuerpo. Así esperando a ver que hacían, les dije.

Anden amores, aquí esta su puta para que se la cojan como quieran, para que me metan sus vergas como más deseen, ya saben, yo, flojita y cooperando, díganme como me muevo.

Claro, mientras eso pasaba, 1, estaba acariciándome las nalgas, otro mi espalda, sintiendo mi piel, metía su mano entre el cuerpo de 1 y el mío y me apretaba y jugaba con mis pezones. Yo no podía dejar de saborear esas caricias, pues imagínense, varias manos en mi cuerpo, la verga de 1 en mi vientre, uf.

Después de unos 3 ó 4 minutos tal vez 5, 1 me separa un poco, siento que agarra su verga y la acomoda, acaricia un poco mi panocha, después frota la punta de su verga en mi vagina, y la acomoda, siento que la respiración se me corta, me acomodé, levanté un poco la cadera y así facilitó que el la acomodara, de un movimiento, levanta sus piernas y me la mete rápido, mientras sus manos se enredan entre mis cabellos y me jalan hacia atrás, lo que me hizo levantarme un poco de él y el pudiera ver mis pechos, que aprovechó para agarrarlo con su boca y empezar a chuparlos. Después sentí a otro, no sabía quién era, después supe que fue 3, ya que perdió el volado que se echaron y sentí como su dedo hurgaba mi ano, mi hoyito que, si pudiera hablar, estaría diciendo a gritos, méteme tu verga yaaa.

Bueno, el no lo decía, pero yo si lo pensaba, y no aguanté.

Anda, no seas malo, cógeme, ya méteme tu verga. Y así, sentí como se acomodó, colocó la punta y la fue metiendo poco a poco, me dijo, te la voy a meter despacio, primero para que la desees más y la otra para no lastimarte, ya que no se que tan gruesa te la han metido.

Respondí, no te preocupes, rómpeme mi culo, es lo que quiero, sentirte más, ya te diré si me duele, tú hazlo, (recordé a algunas amigas que me platicaron en su momento, que estaban tan calientes que la verga que le metieron les dolía, pero gozaban más después.

No me di cuenta, después me dijo 1 lo que hice.

Yo jadeaba, aaaagggg… aaaaaaaah……. mmmm…. sssssiiiii…. Haaaaayyy que riquísimo, y pegué mi boca a la de 1 y la lamía como si estuviera sintiendo la verga de mi culo, en mi boca, mis caderas se movían despacio, sintiendo cada centímetro de esa verga, como entraba en mí.

La verga de 1, estaba hasta adentro de mi vagina, pero no se movía, esperando a que 3 terminara de guardar la suya en mi culo

Sentí cuando entró la cabeza de la verga de 3, y él la metió hasta adentro, yo lancé un gemido de placer con un poco de dolor, pero, en todo, era un riquísimo placer.

AAAAAA…. Que rico, así, anden disfrútenme, aquí estoy, manoséenme, agárrenme, cójanme, como quieran.

Se empezaron a mover, como podía, yo de todas maneras sentía mucho. Me acordé que por primera vez estaba mi marido, y sin ver donde estaba, dije.

Hay Mario, gracias por darme esta oportunidad, que rico siento, ¿te gusta ver a la puta de tu mujer coger con otros?

Alcancé a escucharlo que decía, si puta, me gusta como te ves, y más como te estás moviendo, ver tus piernas y tus nalgas, te ves bien rica.

Entonces le pedí. Sabes amor, estoy tan fascinada que se me antoja un trago de cuba, dame. El se fue y regresó en unos segundos, acercó su boca a la mía y me pasó de su boca a la mía, un buche de puro brandy, lo fui tomando de la suya hasta que se quedó su boca limpia, yo sentí un placer algo más rico, lo que te estimula la cuba, aunque en este caso era puro.

Así, uno acostado boca arriba, yo sobre él, el otro que me tenía bien clavada también en mi culo, así pude ver a 2 que se acercó, estiré la mano para que me diera la verga, y así lo hizo. Ven amor, le dije a mi marido, pero me dijo, no, estoy disfrutando mucho esto, pues sabes puta, que es seguro, esté día es el primero de muchas veces que te voy a apoyar para que cojas como quieras. Me gusta mucho y me excitas demasiado como te ves.

Empecé a sentir más y ya no aguantaba, sentí un orgasmo, y a pocos segundos otro, Ya era incontrolable mi placer.

Así, asíiiii, aaaaa, cójanme duro, así, así, y sentí unas nalgadas que me dolían, pero sentía rico.

Después de unos minutos, no sé cuántos, 3 me empezó a agarrarme fuerte de la cadera y a meterme y sacarla rápido de mi culo, y cada vez más rápido, mientras decía, aaaah que puta que rica estás, eres la mejor mujer que he cogido, eres toda una hembraaaaa… y así sentí caliente los chorros de semen que me entraron por mi culo, y casi de inmediato, 1, igual en mi panocha, así me llenaron de leche toda, ya ni que decir a 2, que se vino en mi boca y que traté de tragármelo todo.

Se la chupé, hasta que ya no tenía nada en su verga, le lamí lo larga que la tiene para dejarla limpia, no sólo por darle placer, sino para saborearle todo su miembro, sus huevos, su pierna que también cayó algo de su leche.

Y nos quedamos unos minutos así, sentí como empezó a sacar su verga de mi culo, despacio, y con ello, escurrió su leche, un poco, pues me dio un papel para limpiarlo, después lo mismo con uno, me separé de él, y salió su verga de mi vagina, quedé a su lado rendida, creo que fue una cogida como de 15 minutos entre que empezaron a manosearme y que terminaron, yo sentía abiertas mis piernas, por estar tanto tiempo así, por lo que me recosté con las piernas abiertas y sentía las manos de 1 y de 3 acariciándomelas, pero de repente, 2 que se acomoda entre mis piernas, y agarrándomelas a la altura de mis rodillas, las abrió y acomodó su verga y me la mete, yo claro, dejé que hiciera conmigo lo que quisiera, pues estaba rendida, así que yo, flojita y cooperando pero, a pocos minutos, tal vez dos, mi excitación crecía y así, lo agarraba de la cadera y lo jalaba hacia mí, para sentir su verga hasta adentro, y pues qué más puedo pedir, otro orgasmo y otro, Y por último, su semen en mi vagina.

Pues el resto de la tarde-noche siguió con más tranquilidad, pero no sin dejar de mamarles la verga o ellos de besarme y chuparme mis pechos y vagina. Ya como a la 1 am, nos acomodamos y nos fuimos a dormir.

Ya en la cama, le empezó a agarrar a mi marido, pues no me había cogido, pero me dijo que mejor al otro día, le pregunté que porqué, pues no me había cogido, pero dijo que no tenía ganas, al insistir, me confesó que, fue tan grande el placer que sentía al verme de puta con mis amigos, que se estuvo masturbándose unas veces, pues no quería perder detalle, ya que desde ese día dependía el futuro, y le excitó mucho verme.

Pues así fue Ruperto, creo fue ese día, con Ray y amigos, que definió mi futuro de vida, no solo como esposa, sino como amante, puta, y mujer, pues independiente mente de todo, soy mujer, no como una mujer normal, pero sí como una de tantas que hay y que no lo quieren confesar.

Vi como Ruperto me veía, no sólo asombrado de todo el relato, sino que todo aquello que le habíamos platicado, estaba segura que estaba muy caliente.

Me sorprende mi marido que dice. Oye puta, ponte el short que te pusiste aquel día, que fue la primera vez que lo hiciste frente a mí.

Me sonreí. Me levanté, escuché a mi marido que el decía a Ruperto.

Ahorita como la vas a ver, fue su primer intento de sexo conmigo. Pero como no se sentía segura de decírmelo, me… Bueno, ahorita que venga te digo.

Ya?

Sí puta, ven

Y aparecí.

Mi short rosa, sin nada abajo, con un top blanco que podía ver bien paraditos mis pezones, mis zapatillas rosas de tiritas con tacón de 15 cm.

Caminé lo más sexy hacía Ruperto, viéndolo mientras frotaba mi labio superior con mi lengua suavemente, moviendo mi cadera de un lado a otro, suave, pero parando bien mi culo. Él, con los ojos muy abiertos, me veía sin perder de vista mis piernas, después mis caderas y fijaba su vista en mis pechos, para después volver a repetir el ritmo de sus ojos por mi cuerpo.

Me acerqué a mi marido y poniendo mi mano en su hombro, cruce mi pierna sobre la otra, apoyándola de tal forma que mi cadera del lado izquierdo quedó más salida y por ende, mi culo más parado.

Así dijo mi marido.

¿Qué te parece?

Formidable, que pinche panocha se le ve.

Mi short estaba puesto, como lo hice con mis amigos, bueno, con el primo de mi marido y sus amigos. Me dí cuenta que Ruperto, estaba bien excitado, con todo lo que le habíamos platicado.

Así que sin decir nada, me enderecé y caminé a él. Te gusta le pregunté. Pues claro, como no. Estás bien buena y con este short, más sexy y cogible te ves.

Qué se te antoja, le pregunté. Pues ponerme en cuclillas en tus piernas y chupare tu vagina.

Les platico.

Cuando planee esa tarde, con el primo de mi marido, (¿porque con mis primos no? Pues ellos no están aquí, están en el pueblo) No sabía que iba  a hacer, así que ya  con las cubas que me había tomado y lo caliente que estaba, bueno, estábamos, me fui a la recámara, me puse el short sin nada abajo, y salí así, sin nada arriba, únicamente el short y mis zapatillas, así que podían ver mi vagina bien, pues la costura del short se metía entre los labios vaginales y resaltaba toda mi vulva.

Lógicamente ellos se calentaron más y me pidieron chuparme mi vagina sobre la tela, y como que los inspiró más para estar mas calientes y la verga más dura, así que me cogieron mucho ese día, mientras mi marido algo dormido, borracho y despertó, estaba en el sofá.

Después de unas lamidas, manoseos y besos, mi primo político, me cargó, y me llevó a la cama, ahí me dieron una cogida ente los tres que ya se imaginaran.

Volviendo con Ruperto,

Caminé a donde él estaba, el me veía con mucho deseo, enfocando su mirada en mi panocha. Llegué a 20 cm de su cara, que estaba a la altura de mi pecho, les recuerdo que soy bajita de estatura, pero él alto. Le tomé de la cabeza, y le dije, ¿qué quieres besarme?, mis pechos o mi panocha, no respondió, bajo su cabeza y sentí de inmediato que quería chupármela.

Separé mis pies y por lógica, mis piernas se abrieron, él puso sus dedos en mi vagina, sobre la tela que marcaba el short, y frotaba mis labios vaginales de un ritmo que me hicieron estremecer, bajó su cabeza y sentí sus labios como me sujetaron unos de mis labios, no sabía cuál, no me interesaba, me hizo sentir tan excitada que se me olvidó que hacer.

Me empezó a chupar mi vagina y rápidamente el calor subió a mis pechos, a mi garganta a mí cabeza, y mi panocha se calentaba más, así, agarré su verga sobre su pantalón, él me ayudó, bajó el cierre y siguió chupándome, yo empecé a meter mi mano entre su pantalón y cuando llegué a su verga, sentí que estaba metiéndola en un recipiente lleno de agua, pero no, era que estaba bien mojado, su verga chorreaba de ese líquido cristalino que nos sale cuando está preparándose el cuerpo para ser penetrada o para penetrar a la mujer que está deseando ser cogida con tantas ganas como su propia naturaleza le pide. Por eso, amigas, no se queden con ganas, pídanles a sus maridos que las traten como putas, vana disfrutar más.

Me agaché y acomodé entre sus piernas, le saqué la verga y mientras me preparaba para chuparla, la pelé, la acaricié cuán grande era, unos 18 cm, y me la metí en mi boca, la reacción de él fue agarrarme del cabello, y sin más me empezó a meter y sacar de mi boca, así un par de minutos se estaba vaciando en mí, me llenó la boca de su semen, yo me metí la verga hasta adentro, mi barbilla sentía sus huevos, ya no entraba más, así que se vino en mi garganta y lo demás en mi boca que también me tragué, disfrutando ese líquido rico que nosotras disfrutamos. Bueno, respeto a aquellas mujeres que, por cualquier razón, no les gusta.

Después de unos minutos, me paré, él me agarró de la cintura y volvió a chuparme mi vagina, sobre el short, pero después bajó y me quitó el short.

Me tomó de la cintura, me volteo, y el se paró, me empinó y solo deje que el hiciera conmigo lo que quería.

Abrí mis nalgas con mis manos, y el la metió donde quiso. Por mi vagina, yo sentí un enorme placer cuando sentí la cabeza de su verga entrar, y seguida por un movimiento de meter y sacar que me provocó un orgasmo tras otro, después el se vino en mi vagina que sentí su chorro de semen entrar y que igual me hizo sentir otro orgasmo más. Cuando terminó, la sacó, me cargo y se sentó en el sofá, conmigo en sus piernas y acariciándome mis piernas y mis nalgas, besaba mis pechos y le decía a mi marido, Tu puta vieja me ha hecho sentir como nunca, la verdad con su cuerpo, nada más de verla, se excita uno mucho, pero más, cuando la sientes ya penetrada y como se mueve, no hay otro placer más rico.

Así colocó sus manos a mi rededor de mis piernas, que estaban sobre las suyas y con su brazo derecho me sostenía, hizo la pregunta, Y de esto. ¿Qué más sigue?