STRAPON ... EMPOTRANDOLO A MI GUSTO

Esta Semana deseaba follarme el culo de mi esclavo… en algunos momentos quiero marcha y me gusta el strapon.

Había puesto unas sogas en cada esquina del somier, para atarle de las muñecas y los tobillos y poderlo encular así…¡eso hice!

Le até cuidadosamente boca abajo puse un cojín bajo su pelvis, para levantarle un poco el culo… me puse junto a él para que viera como me ponía el arnés, tomé unos guantes con un poco de lubricante, me subí en la cama arrodillándome entre sus piernas abiertas.

Me tumbé sobre él, mordí sus hombros y omoplatos, mientras que mi mano derecha acariciaba su agujerito.

Después me arrodillé nuevamente entre sus piernas e Introduje mi dedo índice entre su culo, mientras que con la otra mano apretaba y pellizcaba sus nalgas…Y después introduje también mi dedo corazón.

Volví a echarme sobre su espalda y le mordí nuevamente… mientras jugueteé un poco con su agujerito.

Ya acomodada entre sus piernas, puse un preservativo al arnés y empecé refregarlo en la entrada de su culito.

-Levanta un poco más. –Le dije.

-No puedo más. -Me contestó. Las sogas no me permiten moverme…

-Anda ya, levanta un poco el culo, para poderte follar. –Le contesté.

E hizo un esfuerzo infructuoso.

Pobrecillo, no sabe lo que le espera conmigo… puedo ser más sádica, de lo que él se imagina, o tal vez lo imagina y lo sabe, pero se complace dejándome disfrutar con el…

Con su culo levantado, puse el glande de mi polla en la entrada de su culo, empujándola un poco y retirándola.

Después metí la polla un poco más y la retiré…

-Oooohh -Le escuché suspirar de placer a mi esclavo.

Y continúe enculándolo con fuerza, mientras le agarraba de su cadera

Ante cada embestida le escuchaba más fuerte…

-Oooohhhhh –gemía.

-¿Te gusta o te duele? –le pregunté.

-Me gusta, duele, pero me gusta… -Me contestó.

-Shhh, ya, tranquilo… -le dije.

Vaya placer el que me provoca escucharle gemir y hacerle sufrir.

Aunque atado trataba de coger mi ritmo del movimiento de cadera y la penetración, me recosté sobre el él y lamí su cara mientras tenía toda la polla de mi arnés metida entre su culo.

Me arrodillé y continúe empotrándolo con fuerza, mientras él a la vez buscaba mi polla con su culo, continúe follándomelo rápido y fuerte, hasta donde mi pelvis daba.

-Maria me encanta lo que me haces. –Me dijo.

-Y a mí también me encanta follarte. –Le contesté.

Mientras continuaba empotrándolo profundamente.

Yo acariciaba su glande con una mano, excitandole por el culo y la polla a la vez,

Tenía el cojín húmedo del líquido que salía de su polla…

-Oooohhhhhhh –Gemía mi esclavo.

-¿Eres mío? –Le pregunté, sin dejar de embestirlo con fuerza y hasta el fondo…

-Siii, soy tuyo, mi amor, soy completamente tuyo. –Contestó.

-Ahora lo pongo en duda, no sé si lo dices porque te gusta o te duele. –Le contesté.

-Es verdad Maria, soy tuyo.

-Ummmm, vale. –Contesté

-Siento tanto placer, que no se si quiero mear o correrme…-Me dijo.

-Has lo que debas…los hombres también tienen squirt. –Le contesté mientras continuaba acariciándole el glande.

Ya el cojín estaba húmedo del líquido aguado que había salido de su polla.

Continúe empotrándolo, sabiendo que tenía la polla de mi arnés toda dentro de él,… le embestí con fuerza casi hasta correrme del deleite que me provocaba el solo hecho de follármelo y escucharlo gemir de placer…

Acaricié su polla hasta que se corrió en mi mano, cayendo en el cojín algo…

Saqué mi arnés de su agujerito, dejándola entre el canalillo de sus nalgas y me acosté sobre su espalda.

-Bésame, bésame…-Me pidió.

Me acerqué a sus labios y le besé, mientras él continuaba suspirando.

Con el semen que quedaba en mi mano, introduje mis dedos en su boca para que los chupara.

Después le besé tiernamente.

-Soy tuyo Maria, de verdad mi Amor completamente tuyo.

-Lo sé, lo sé. –Le contesté. Sabiendo que él era mi hombre y yo era su hembra.

Y termine pensando que una buena disciplina hace hombres fuertes y de bien…ah, y buenos esclavos… y que el próximo día, me lo follaré sin atarlo, nada de sogas, lo pondré a cuatro patas y me lo follaré en la cocina, con el buen público del otro edificio.