Dos hombres, una mujer... y un desenlace inesperado.
Sobre el final llega el frenesí y el descontrol. Ya no hay preguntas sin respuesta. Ninguno de los dos habla del mañana. Solo pretenden entregarse a sentir el presente.
Ya sin preciones, el tan esperado momento llega por fin y sus cuerpos se funden en un mar de deseo y placer.
Al final derriban todas, o casi todas, las barreras y enfrascados en sendas luchas interiores, se entregan a la lujuria que los desborda, encontrando las respuestas que había venido a buscar.
Ansioso por respuestas emprende un loco viaje con la esperanza de encontrarlas entregado a lujuriosos ejercicios.
Las experiencias comienzan a tornarse reales y afloran preguntas que exigen respuesta.
El descubre, junto con el chat, la posibilidad de vivir intensas experiencias sexuales que despiertan sus sentidos.