Las clases seguían su ritmo normal,en un momento que una de las chicas quedaba en el baño durante el descanso, decidí ir por ella y me masturbé rico ante su curiosa vista, con los chicos fue mejor.
Y se dio el primer día de clases, mis provocaciones para con los chicos no se hicieron de esperar, los tenía siempre pendientes de mí, creo que las clases prometían mucho...
Conocí un tipo maduro de unos 53 años, con quien pasaba deliciosos momentos llenos de pacer que se convertirían en la locura sexual a juzgar por la propuesta de la escuelita que me propuso tentadoramente.
Fui con mi prima a su habitación excitadas por la escena de sexo entre mi hermano y mi tía.Allí nos acariciamos desenfrenadamente y cogimos deliciosamente.Por la tarde mi tío fue parte de nuestros placeres prohibidos.
Había pasado casi un mes que mi prima Grethel estaba en casa y decidimos mi hermano y yo acompañarla deregreso a su casa, donde nuestros deseos despertaron la excitación de mi ardiente tía.
Me contaba mi amigo Javier como la pasaba rico con sus primas y ahora veía a su hermana con ojos de deseo.
Mi tío quería convertir a mi prima en la puta de sus amigos, me enacargaría de traerla a mi casa y convertirla en la mía entre mi hermano y yo, un trío de amantes.
Estábamos mis padres y mi hermano disfrutando del calor de hogar y con las visitas de mis abuelos, mi tío y mi prima Grethel se transformó en un bullicioso ambiente familiar, pero todo ello se transformaría en dicha, deseo y pasión; y pude comprobar que el incesto me viene de familia.
Nos levantamos tarde ese día y leugo de reponernos decidimos ir a la playa y tratar de encontrar nuevas experiencias que aumentaron más nuestro deseo entre nosotros cuatro
Mis deseos eran disfrutar de un fin de semana en la playa y que mejor que con Anita, mi cariñosa y deseable prima, ardiente nena, y en cuya visita las cosas se tornaron aún más excitantes a nuestro gusto llegando a conocer a Eduardo y su hija Sandra
Para salir de la rutina, decidimos Antonio y yo realizar un viaje de fin de semana, acompañados de mi hermano y Julia. la experiencia fue placentera, sobre todo por la pareja de hermanos que ayudamos a marse un poco más.
Antonio me permitió estar a solas con su hija Julia en su oficina, hicimos un sexo orla maravilloso. Al encontrarnos así se unió al deseo y convimos continuar el momento en su casa con mi hermano, ahora seríamos cuatro los amantes.
Próxima a terminar mi ciclo académico, era hora de realizar mis prácticas profesionales. Califiqué para una entrevista en una empresa de muebles, gerente-propietario era tan provocador que en la entrevista rozó su verga en mi brazo varias veces; este trabajo sería mío sin duda.
Mi hermano y yo teníamos una hermosa amiga en común, Betty, una morena virginal, que mi hermano Carlos se encargaría de hacerle conocer las delicias del sexo. Pero lo que aconteció resultó más placentero, una mañana y una tarde de sexo en grupo con mi amiga en él.
Disfrutaba de estar mucho con mis sobrinos, hasta que por fin se dio tan deseado encuentro entre mi hermano qua hace mucho tiempo no lo hacíamos.Y lo mejor de ello es que pude comprobar que mi padre también me deseaba.
Me gustaba jugar a la mamá con mis sobrinos, hijos de la esposa de mi hermano,pero en estos jueguitos empecé a desearlos más y más y cumplir una de mis fantasías sexuales, hacerlo con dos hermanos.
Me encantaba cuando mi hermano sobaba su verga entre mis nalgas, cuando nadie nos veía, eran minutos cargados de lujuria que aprovecharíamos en nuestros momentos a solas.
Después de unos días me reencontré en el chat con mi amigo Diego y nos excitamos juntos con una amena charla que me dejó toda mojadita.
Mi hermano se sentía culpable por un sentimiento de culpa que incluía a su hermana Camile, mi medio hermana...
Llegó el fin de semana, día domingo, último día, mi hermano y yo íbamos a estar solos en la casa, la ocasión especial de estar juntos, no contábamos con la visita inesperada de Mercedes, que compartió nuestros deseos.
Cuando conocí a Adolfo en casa de Mercedes, imaginé que un día de sexo entre hermanos sería extremadamente excitante. Así que ella y yo planeamos un delicioso encuentro.
Cuando me presentaron a Mercedes, me estremecí. Era una nena pequeña, hermosa y delgada, con la sonrisa tímida que me obsesionó y me excitó toda...
Quedaba una semana más o menos, antes del inicio de mis clases en la universidad y decidí hacer un viaje con mi hermano Carlos, lo que me llenó de satisfacción y descubrir cuánto lo amo.
Estaba mi amiga Lourdes con sonrisa fingida con una tristeza reflejada y decidí aprovechar el momento para consolarla y hacerla mía de una buena vez, estaba hermosísima...
Me encotraba sentada en las bancas de la universidad y me excitaba rememorando los encuentros de mi amiga Abenell con Mariana.