Tras los pasos del Dinosaurio de Monterroso.
Esta historia llega a su fin. Espero que hayáis disfrutado.
Dos extraños se adentran en el placer de la esencia de una gordita....
Un viejo nos sorprende follando en el parque.
Si esperas sexo explícito pues lamento decirte que aquí no está, sigue adelante el que busca encuentra
Hasta entonces, solo le imaginaba desnudo, disfrutando de mis besos y caricias
Mi amigo y yo salimos a buscar una víctima para nuestro juego
Al llegar a casa, sorprendo a mi pareja masturbándose el coño y el culo.
Acudo a una tienda de lencería a comprar un bóxer y la dependienta madura resulta ser una fetichista.
Me mire al espejo, no me despeine ni arruine el maquillaje. Me tumbe en la cama y miré al techo mientras exhalaba el humo del cigarro, suspire de placer y tranquilidad, había cogido rico.
Fue cuando se me acercaron los otros dos y terminé follando comiéndome tres pollas a la vez
Yo me duche y me fui a mi habitación, dejé la puerta abierta por si se le ofrecía algo y me puse a leer con un flexo encendido, al cabo de media hora más o menos, dejé de leer, apagué la lámpara y me acosté, aunque no podía dormir. No sé qué pasó después que sentí mucho calor, miré hacia atrás y vi a Carlos (que era su nombre), acostado conmigo en la cama
Me convierto en monitor deportivo y algo más de mi vecina madura
Y en el final de los finales.
Una historia que empieza en un presente incierto.
Sentía que temblaba ya era una situación un poco más íntima
Un club liberal, un agujero en la pared, meto mi polla...
Sara sentía en sus adentros todo aquello que un día vivió
Hacía tiempo que lo deseaba. Al fin pude cenar con él, en su casa. Una cena deliciosa, increíble. Tras finalizar, fuimos al sofá los dos, a charlar un rato... pero no hablamos mucho.
ADVERTENCIA PARA EL LECTOR: Este relato no contiene sexo.