Ayer conocí el amor, pero no celebren, no me ocurrio a mi.
Visité un asilo de ancianos. Uno de los lugares más deprimentes sobre la tierra. El lugar en donde uno menos espera encontrar el amor.
Tras escuchar mil historias de como hay hijos que no aman quedé asqueado, necesite un respiro y salí al pequeño patio a fumar. Ahi me encontre a una anciana en silla de ruedas.
-
Ven, chico ¿quieres conocer a mi esposo?- Ante esa mirada infantil no me pude resistir y acudi a su lado.
-
Claro, señora. ¿dónde está?-
-
¿Ves ese árbol?- asenti con la cabeza - En unos minutos se va a parar en aquella rama un pajarito azul. Es mi esposo- En ese momento ya me había arrepentido de salir a fumar, y buscaba una excusa para retirarme, cuando vi llegar a un pájaro azul y posarse sobre la rama que me había mencionado la señora.
-
¿Ves? Es mi esposo. Nosotros no tuvimos hijos, cuando nos hicimos viejos nos metimos aquí. Todos los dias el y yo salíamos a esta hora a pasear y a sentarnos aquí. Él me dijo que cuando se muriera, vendría como un pajarito y se posaria en esa rama, que nunca me dejaría sola- Mientras mis ojos no podían contener las lágrimas, ella sacó una foto de su bolsa.
-
Mira, esta me la tomaron al día siguiente de que murió él- Y en la imagen estaba ella, de pie junto al árbol, y el mismo pájaro azul en la misma rama.
-
El nunca me dejó sola-