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La discusión por teléfono

en Hetero: Infidelidad

Era casi hora de salir, estaba en la parte de abajo y ella en la superior, en mi oficina, enfrascada en una discusión con Airtel, le gustaba mucho el discutir por teléfono; era casi un vicio... Cuando  hube acabado, subi a mi oficina, ella estaba sentada en su silla y todavía seguía discutiendo... la hora de salir se aproximaba cada vez más.

No pude dejar de observar sus muslos, medios desnudos por la postura en la que ella estaba y por lo corto del vestido, mi vista los recorría y casi llegaba a adivinar el triángulo de sus bragas.... me senti excitado y me acercó... Mis manos acariciaron suavemente los tobillos, las pantorrillas y fueron subiendo hasta aquellos muslos..., me entretuvo en acariciarlos suavemente, lentamente rozaba su interior... sentía la respiración de ella agitarse....

Miss ahora continuaban su ascenso, acariciaban ahora la suave tela de sus bragas... rozaban sus ingles... presionaban sobre los abultados labios de la raja... ella abrió sus piernas para facilitar las caricias, sin embargo me retire un poco y  luego acerqué  la boca para besar aquellos muslos... mi lengua recorría la cara interior de éstos... continuaba deslizándose hasta cosquillear sobre la fina tela de las bragas... mis dientes ahora mordisqueaban la fina tela y daban pequeños tirones... mordísqueaba los hinchados labios de aquella húmeda vulva... Oía como la gente del taller salía y ella les decía adios sin por ello dejar el teléfono.

Mis manos ahora apartaron la fina tela... ella tenía que estar sintiendo mucho placer, alzó un poco su culo para facilitarme la labor y todavía se abrió más de piernas, su respiración era muy agitada, no entendía como era capaz de hablar por teléfono por que el placer tenía que ser casi insoportable...

Una mano de ella aprisionó mi cabeza fuertemente para no permitirme que me alejara de lo que hacía, lo que no era intención; más bien todo lo contrario, ahora mi lengua recorrió la zona despoblada del monte de venus, dio suaves tirones a los pequeños mechones de pelo que lo adornaban y luego  se deslizó por la raja, la recorrió repetidas veces, en cada recorrido intentaba que mi lengua entrara un poco más en la cálida cueva de ella... podía oler todos su jugos... sorber aquellos zumos que ella destilaba... Mi lengua ahora penetraba profundamente y volvía al exterior... cada vez los caldos de aquel coño eran más abundantes...

Cogí suavemente entre los labios la abultada perla, la acaricié, notaba las pequeñas contracciones de ella... también me sentía casi a estallar, así que saqué el pene... erecto... duro... con el glande ya a la vista.. morado..., y apunté a la entrada de aquella gruta.... empujé fuertemente y la metí por completo en ella... así de rodillas mientras ella sentada se abría para recibirme... entraba y salía rápidamente de su coño... mis manos acariciaban armoniosamente su gordo culo... intentaba que cada embestida fuera más profunda... cada vez más rápidos mis movimientos... hasta que mi polla creció y creció dando espasmos... derramando su espeso líquido en el interior...

Cuando salí de ella, todavía continuaba discutiendo por teléfono, aunque eso sí, con cara de felicidad y gotas de sudor que cubrían su cuerpo........