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Aquel agujero tan deseado

en Hetero: Infidelidad

Era finales de verano, y nuestro pequeño amigo había cogido dos semanas de vacaciones, ambos sabían que aquellos días no se verían; se conformaban con llamadas excitantes y relatos que se enviaban por la mensajería móvil... A pesar de ello, el deseo crecía cada día más, las historias que se contaban hacían crecer las ganas de un encuentro, sin embargo, era difícil, ella en la oficina donde siempre tenía al ogro ahora, y él aprovechaba para ir a la playa y  pasear...

Ante la insistencia de ella, y los deseos que él sentía, se le ocurrió un plan, ella podía llamarle un día a primera hora, decir que el programa del ordenador fallaba, y luego llamarle a mediodía, así  él, con esa disculpa podría acercarse a la oficina, donde, como eran las horas de comida, ella quedaría sola con la misma disculpa...

Así fue, aquel día ella lo llamó temprano, diciéndole que se había preparado para recibirle, y que más tarde volvería a llamarle... que lo deseaba. Como así sucedió....

Mientras se dirigía a su encuentro, notaba como la excitación crecía en él, como su miembro se ponía cada vez más duro, notaba como la sangre se concentraba en él...

Al llegar a la oficina, esperó unos instantes a que ella le abriera, se había preparado para la ocasión, para recibirle... un vestido rojo, bastante largo, pero de sisas y escote le hicieron aumentar todavía más la excitación. Subieron a la oficina superior, allí sus lenguas se enroscaron... la del pequeño duende recorrió aquellos hombros desnudos, los desnudó dejando al descubierto el sujetador... sus manos apretaron los pechos por encima de la tela, pellizcaron sus pezones, estaban duros, anchos... los extrajo de allí y los chupó salvajemente, los mordisqueó entre los suspiros de ella, mientras notaba su mano recorrerle el paquete, apretarlo, y como abría la cremallera para extraerlo... lo acarició en toda su largura para descapullarlo, dejando al descubierto el morado glande, dilatado... se lo acarició suavemente y luego se arrodilló como tantas veces a sus pies... Pronto sintió aquella lengua recorriéndole la polla desde su nacimiento hasta el capullo, entreteniéndose en el frenillo... después la boca entreabierta absorbió su gruesa bellota... la chupó lentamente, con suaves caricias mientras sus manos le apretaban los huevos, la base de la verga... sentía las caricias y apretó fuertemente para meter toda la polla en su boca... ella la recibió gustosamente e hizo succión con sus labios... era como si quisiera arrancar el glande del resto de la polla... la succión le estaba dando un enorme placer, así que procuró que ella se levantara un poco para acariciarle los pechos y llegarle al culo, que acarició por encima de la braga...  deslizó sus dedos y apretó su mano contra la húmeda raja de abultados labios.. la braga estaba muy mojada, lo que denotaba la enorme excitación de ella...

Para tener más intimidad se metieron en la sala de juntas... ella le fue desnudando... acariciando con su boca las tetillas, el ombligo... bajó su pantalón y sus besos se depositaron en la mata de vello que adornaba el cipote... la lengua se lo recorrió, y al instante volvió a sentirlo en aquella húmeda boca... sabía que de continuar así no tardaría en correrse, y quería hacerlo dentro de ella... la hizo levantarse y ponerla de espaldas a él... rozó su erecta polla sobre aquel gordo culo mientras sus manos recorrían su boca sus desnudas tetas, sus pezones... oía los gemidos de ella... sabía que le gustaba... levantó su vestido y con la morada punta recorrió toda la raja del culo y la del húmedo coño, se apartó y le arrancó las bragas, le dolía el capullo, quería penetrarla y lo dirigió hacia su entrada... acarició los gruesos labios con la bellota, de abajo arriba hasta rozar su clítoris... cuando su polla iba a penetrarla, ella le dijo que acababa de venirle la regla y tenía un tampón puesto, que le dejara chupársela... pero él estaba muy excitado, se arrodilló, delante tenía aquel gordo culo... con su lengua recorrió la cara interna de sus muslos, acarició el exterior de los labios del coño y luego le separó las nalgas para acariciar el ojete... su lengua hizo círculos sobre la entrada... la ensalivó...

Con ésas caricias notó como los músculos se relajaban, como aceptaban la entrada de su húmeda lengua, cada vez un poco más... ahora ella, apoyada sobre la mesa con sus manos, se ofrecía suspirando... Rápidamente él bajó al botiquín y cogió un tubo de vaselina... continuó acariciándole el ano, ahora depositó un poco de vaselina sobre él y lo masajeó... poco a poco uno de sus dedos penetró suavemente... empezó un suave mete-saca... luego otro dedo... el pequeño agujero ahora aceptaba gustoso sus caricias, y ella mientras gemía y se acariciaba los pechos...

El pequeño duende se puso de pie tras ella, se untó la polla de vaselina y se la acarició para extenderla... separó las nalgas todo lo que pudo y acercó su gorda bellota al pequeño agujero... empujó un poco y fue como si la punta de su polla fuera aprisionada  por unas suaves paredes que se abrían para dejar paso al resto del miembro... las palabras de ella  le excitaban aún más "empuja...  métela toda.....", no se hizo de rogar...  empujó hasta que notó que ya no tenía más para penetrarla, se contuvo en el interior y volvió a extraerla de todo... otra vez repitió los pasos anteriores pero ahora empezó a moverse en aquella estrecha cueva... su polla era acariciada por las paredes en cada embestida... ella gemía de placer, empujaba cuando él entraba... Las manos del pequeño separaban con toda su fuerza las nalgas mientras ella se estaba acariciando al coño...  suspiraban y gemían los dos... él notaba el placer que le llegaba, así que salía de su ano y volvía a entrar, pero ahora sólo su gorda bellota era la que entraba, entraba y salía de aquel pequeño orificio sintiendo como el esfínter le rozaba con enorme placer el glande... ella se corrió entre gemidos, él no sabía si era ya el segundo o tercer orgasmo,  pero también tenía ganas de correrse; apuró sus movimientos y cuando sintió que su capullo crecía, empujó todo lo que pudo para correrse en el fondo de aquel cálido agujero... sintió como su leche chocaba con aquellas estrechas paredes y rebotaba...

Lentamente ella se movió y se fue desenfundando la todavía erecta polla, se sentó a su altura y la chupó suavemente...  El tiempo se les echaba encima y debían de despedirse... había sido un encuentro perfecto... pero esperaban disfrutar todavía de muchos más...........