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Sobre Chochos, formas y caprichos

en Textos educativos

SOBRE  CHOCHOS, formas y caprichos
INTRODUCCION...

Ese dulce cubículo que la mujer lleva entre las piernas, es algo que a los hombres le has quitado el sueño, el dinero y hasta la salud, cubículo que responde por caprichos de la naturaleza, la anatomía,  la genética  y la cultura y como no la educación, y  a mil y un caprichos en cuanto a formas, ubicaciones, gustos y colores.

 Está claro a poco que nos fijemos en este parco abanico de chochos, jóvenes o maduros,  todos tienen su porqué, su punto de atracción. Casi podríamos decir que  cada uno que tiene su adorador propio.  Pues si hay formas, ubicaciones y demás, también en justa correspondencia hay quien los prefiere gordonzuelos, carnosos, esmirriados, calvos, peludos, etc.

En fín, que  no se puede hacer una sociología del chocho así de buenas  a primeras ,y además habría que preguntarse sí,  con los chochos o coños, sucede lo mismo que con ese mismo adagio de que  la cara es el espejo del alma.

Porque entonces si que se nos abre un buen montón de posibilidades y de juego.

Así es como quiero desde esta  fría celda del cenobio villaviciosino empezar a disertar sobre lo que ha constituido para mí desde hace años todo un secreto alquímico y que hoy al cabo de las horas de mi existencia, deseo dejar, aunque sea en breves e inconexos retazos, parte de ese conocimiento, de esa duda, de esa incertidumbre y como no de mis gustos y experiencias.

No puedo negar que en esto de los tratados sobre los COÑOS, ya existen interesantes tratados e investigaciones, entre los que cabe destacar los de mi maestro  Juan Manuel de Prada al que seguiré con puntual precisión a la hora de decorar algunas de sus descripciones de coños,, ya que él abordó este tema y  tiene todo un largo repertorio al respecto, pero al que indefectiblemente le falta lo que ahora nos ha venido a permitir el avance de la técnica para  poner el punto sobre la í, o sea la imagen correspondiente al texto de una forma espontánea, fresca y locuaz.

Tanto es  así que hasta cada cual en su casa a poco que le dedique unos minutillos podría ir sustituyendo según percepción y personal gusto o concepción unos chochos por otros, hasta concluir con su personal catálogo o puzzle vaginal.

Pero antes de empezar a escribir sobre chochos, habría que ver de dónde coño viene el palabrejo o cuantos palabros tiene tan íntimo, dulce, cálido y añorado cubículo, extremidad u herramienta, que esa es otra.

La primera sorpresa nace cuando uno quiere ver  o consultar sobre otras formas  de llamar a la vagina, o sea al chocho. Todos sabemos más o menos un pequeño repertorio de cómo se le llama familiarmente: chichi, almeja, vulva, coño, choca, concha, panocha etc, pero parece que  quien nos debía ayudar en estos temas que es la institución académica, ignora tan apetitosa o codiciada parte de la mujer, pues cuando uno consulta el diccionario de sinónimos  nos suelta aquello  de: órgano genital, sexual (por si alguien no lo sabía), reproductor, conducto, vulva, matriz, útero (solo falta tubería o algo similar) y no vayamos a buscar coño, porque simplemente no aparece.

Si realizamos  un salto cualitativo y no damos un garbeo por lo diccionarios que nos ofrece la Red, veremos que cuando consultamos el Tesauro Ggnun y le ponemos a buscar sinónimos de “Vagina” este se queda mudo; él y otros muchos hasta el diccionario de la Consejería de Cultura de Política Lingüística  de cualquier Comunidad Autónoma, nos dejan con la etiqueta de no hay entradas al respecto, Prueben y verán que sorpresa  ¿Como van a aprender nuestros chiquillos cultura sexual con estas gilipolleces y estrecheces mentales? Luego tienen que hacerse la picha un lío pues cuando consiguen entrar en la Red observan que medio mundo ofrece al otro medio mundo sus chichis.

Es más si pinchamos en la Red “Vagina” nos saltarán las cosas más espeluznantes, infecciones, estafilococos, chancros etc,, para que salga una pagina de chochitos bonita, será harto complicado. No sucede lo mismo si pinchamos en los buscadores y ponemos nombres más dulces y cariñosos como chocho, chichi, almeja etc, enseguida nos asaltan cientos de páginas de fotos, de productos y servicios.

 

¡Lo que es el mundo¡ Uno busca ilustrarse  para saber que es vagina y aparecen esas cochinadas de enfermedades; pero mejor dejémoslo, porque se nos podían quitar las ganas de meter la polla en un sitio así,

Mejor nos damos un regocijo y  lo recordamos tal y como nos lo muestran las página “dulces” sobre vagina .

No se creía hasta ahora, que donde usted metía sus dedos, o su pollita, tuviera este estilo de mariposa ,pues aquí tiene la representación más lagiht  de lo que tanto nos  da gusto contemplar besar , chupar, y follar...

 

Aquí se puede apreciar bien el trato gráfico que unos y otros le dan a esto de la vagina o almeja, y más cariñosamente y a secas se le llama el chocho o coño.

Elocuente verdad...y muy didáctico. Pues como puede observar casi se le ven hasta las amígalas vaginales, ¿que manía con enseñarlo todo porqué será?,  Esa es otra

 

Aunque lo hemos intentado no hay manera de que nadie nos aclare de donde vienen los palabros dichosos, aunque sabemos que Chocho es también un pueblo sudamericano, aunque ignoramos si se llaman así por tener todos su miembros cara de chocho, , o las mujeres lo llevan al aire.

Lo que parecer estar  claro, es que el coño o chocho, tiene infinidad de caras, de tersuras y hasta de pelambreras y sino vean una muestra

Aunque no se lo crean también los hay peladitos como las Peladillas de Navidad, o sea chochos mondos y lirondos, lo cual parece ahora ser  toda una corriente.  Dejarse la entrepierna así rasuradita , que quiere que les diga, para gustos hay colores.

Son como niñas pero sin ser niñas, que quieren que les diga tieien  un aspecto raro y extraño. ¿No?   Igual me dicen ustedes que les gusta así de peladillo...?

Aunque yo creo que tampoco tiene que ser tanto ni tan calvo que dice mi amiga Rosame, creo que hay términos medios más interesantes y juguetones sino vean una muestra.

Que les ha parecido el cuadro....o los cuadros chochiles? Los hay más bonitos y modernos, no vean como está el resto de sus portadoras , que esa es otra y sino hagan como el anuncio de vean, comparen y luego ya saben alemanita.

Que mundo éste tan raro, ¿Porqué el hombre se habrá quedado tan prendado de una cosita con pelo, y no ama con tanta pasión  y ardor otra cosa que lleva abundante pelo como es la cabeza, que también es medio redonda como las tetas,. Mira que somos raros, Aunque hablando de rarezas no se crean que eso es patrimonio del género masculino, ¡Que vá¡

 

“Las mujeres y sus chochos, son lo que se  dice raras de cojones” al menos asi ´lo dice mi vecino de celda. Les da por todo por afeitárselo como ya vimos, por cuidarlo y tenerlo como un frondoso jardín,  hasta hay quien hace de la pelambrera un floral juego de caprichosas formas, por no  decir de aquellas otras que se lo martirizan, o se  dedican a probar su elasticidad metiéndose cuanto pueden o se les ocurre, por no hablar de esa última afición de exponerlo de forma casi  permanente. No me creen. Pues aquí les dejo con unas cuantas fotos más de mis amigas y convecinas, cada una con su manía e ilusión:

Ya me dirán ustedes, si las fotos  de arriba era un acercamiento y un placer, estas fotitos no sé, alguno seguro que se le encoge o le entra un respingo, aunque como hay en la viña de la jodienda de todo, a buen seguro que hay quien le se pone dura  ver tanto hierro.

Y que les parece esto del afeitado, pues anda que ya vamos jodios los paisanos con eso de tener que pelarnos la cara, que ahora las mujeres por aquello del plano de la igualdad, pues hala al afeitado se ha dicho. Pero como en la cara les queda mal, puesto que pueden acabar como la mujer barduda, pues se dedican a afeitarse el chocho.

No les da a ustedes singulares lectores masculinos un no se qué cuando ven como esa cuchilla se acerca a tan carnosos labios. Se imaginan lo que sufrimos cuando vemos la barbera rasurándonos el pescuezo...¡Que inconscientes son estas mujeres¡

Y no crean ustedes que aquí se acaba la cosa.

¡Pasen y vean¡Como les ha quedado el cuerpo serrano con tamañas excentricidades  y elasticidades.

Si es que a las mujeres a golfas no las gana nadie.

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 Y ahora no me digan que eso que hacen mis amigas del pepino es para consolar nuestra ardiente mente de salidos machos, Que es lo que nos dicen siempre cuando se ven estas fotos. La mujeres dicen que eso no es creíble, que ha sido el hombre el que se empeña en meter por donde mete la polla, pues  de todo y hasta opinan que es por  un tema de complejos.

 

Pero vayamos por parte y pongamos orden esto de los chochos, pues hay temáticas  para todos los gustos, y no es cuestión de ir dando tumbos de aquí para allá.

Hay una constante en toda la literatura erótica y es la de enseñar el chocho en cuanto se puede. Lo que no tengo nada  claro, es que eso sea producto del mórbido deseo del hombre, pues la mujer a la mínima zas, chocho que te crió al aire , yo  que se hace para dar gusto al macho, y como este parece tonto hasta las cachas, pues de ahí esos largos catálogos chochiles para el consumo y observancia.

No sé, pero tengo mis dudas, pues  las posturas, los gestos,  ese querer mostrar  hasta las amígalas vaginales y esas invitaciones no me aclaran mucho, y sino juzguen ustedes mismos.

 

Que les parecen las escenitas?

Esto es más refinado pero en el fondo pecan de exhibicionismo chochil.