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Añoraba los brazos de mi profesor

en Erotismo y Amor

Añoraba los brazos de mi profesor

 

Después de mucho tiempo estudiando afuera vuelvo a estar en sus brazos.

 

Hola gente, perdonad por el retraso de mi nuevo relato, pero tuve una temporada dura. Apenas veía a mi profe, ya que no estoy en su clase y ahora vivo lejos de él y le hecho mucho de menos, pero bueno os contare el ultimo fin de semana que pasamos juntos.

Yo vine de finde a mi ciudad, cuando llegue a la estación de tren hay estaba el con su carita de bueno, sus ojos alucinantes, y esa mirada de deseo. Cogimos un taxi que nos llevo a su casa donde pasare la noche, ya que les dije a mis padres que no llegaría hasta el día siguiente.

Cogimos el ascensor y el empezó a besarme y a acariciar mi cuerpo por encima de mi vestido negro de tirantes y mi gabardina roja.

- ¡Alexia¡ Cielo me encanta como te queda ese vestido con las botas rojas de tacón- dijo con tono cariñoso, mientras su mano se deslizaba hacia arriba por mi pierna.

- No empieces que sabes que hay cámara en el ascensor.

Salimos del ascensor, el cargaba con mi maleta y yo solo llevaba una pequeña bolsa de viaje. Entramos en su casa, tenia preparada la casa como a mi me gusta, incienso de frambuesa y alguna vela que otra, en el salón.

Me dirigí a la habitación en ella también había incienso y velas. Me encanta que sea así de detallista y muy bueno en la cama. Tengo suerte de tener un novio liberal, bueno en este caso dos novios, aunque este sea un amigo especial.

Me cambie de ropa, me canse de tanto vestido. Saque de mi maleta un camisón especialmente erótico con transparencias en sitios claves, dejando ver entre los bordados mis pezones y su aureola. Mi profe me esperaba en el salón sentado en unos cojines en suelo. Detrás estaba el sofá y ante los cojines una alfombra. A la izquierda sobre una mesita con palomitas y varias pelis.

Pase por delante del equipo de música y puse un disco de música exótica. Me siento a su lado y nos miramos. Y empezamos a hablar.

- ¿Qué tal te ha ido por la universidad en Salamanca?

- Genial, como ya sabes tengo un chico que me da mimos en tu ausencia y aun sabiendo que te veo cuando vengo a mi ciudad y estoy contigo mucho tiempo no se enfada. ¿Y tu que tal?

- ¿Yo? Yo bastante bien, pero aun no encontré alumna que te sustituya en tu ausencia.

- ¡Ahp! ¿Tan buena te parezco?- dije con tono de diablilla.

- Lo sabes de sobra. Sabes que eres una chica que sabe lo que quiero. Por cierto, ¿sabes que estoy deseando que me cuentes?

- No, no lo se.

- Quiero que me cuentes como fue esa sorpresa que le diste a tu amiguito de la universidad. La del striptis tuyo y de dos de tus amigas.

- ¿Estas seguro?

- Si cielo, y mientras podías darme un masaje de los que tu sueles dar mientras estas sentada sobre mi frotándote tu a la vez que me masajeas la espalda.

- Como quieras, pero acabaras muy mal.

- Correré el riesgo.- dijo mientras me guiñaba el ojo.

Le desnude poco a poco, pasando una vez que le desnude mis manos untadas con aceite de masaje. Se tumbo en la alfombra, yo me senté sobre su culo, su hermoso culo, nunca me canso de tocárselo y de frotarme contra el cada vez que le doy un masaje.

- ¿Estas preparado para que comience con la historia?

- Si cielo.

Pablo estaba en casa solo, sus amigos se habían ido cuando yo llegue a su casa, pique y le mande bajar, que teníamos un taxi esperándonos, bajo rápido, cuando salio del portal del piso yo le vendé los ojos, y le había dicho ya al taxista a donde debíamos ir para que Pablo no lo supiera.

El taxista nos dejo justamente a la puerta de un local donde generalmente es para reuniones de grupos muy concretos de gente, pero yo ese día había convencido al dueño para que me lo alquilara por un precio bastante asequible. Bajamos las escaleras, por supuesto él tenia los ojos cerrados así que le puse sus manos en mi cintura para que se guiara por mí para bajarlas, le senté en un sofá que habíamos dispuesto en medio de la pista de baile.

Le dije que no se quitara la venda que ya le diría cuando se la podría quitar. Me metí en la sala q habíamos habilitado como vestuario, me puse un corpiño negro, unas ligas de rejilla negras, enganchadas a las gomitas que traía como liguero el corpiño, ya traía un tanguita negro y puse unas botas rojas, muy altas, y por ultimo una gabardina roja. Mis dos compis de clase estaban igual vestidas que yo.

Encendimos las luces, y salimos las tres a bailar, al son de la música, acompañándonos de una silla, dimos una vuelta a la silla, pusimos un pie encima, y empezamos a mover la cadera de adelante atrás, luego nos subimos, nos pusimos en cuclillas, estiramos la pierna izquierda, y luego estiramos la otra cayendo sentadas. Mis dos compis se empezaron a morrear y Pablo alucinaba. Yo me acerque a el y le morree, entonces empecé a desabrocharle la camisa, y a pasear mi lengua por sus pectorales y a juguetear con mi lengua en sus pezones, los muerdo y sigo con mi camino hacia abajo. Llego a la cinturilla del pantalón, y empiezo a mordisquearla, desabrocho los botones con la boca, siento como su miembro intenta salir, sabe lo q le viene ahora, le libero del slip y empiezo a lamerla, primero por la puntita, siento como se endurece su verga, me pone súper caliente ver como mira al cielo por mi culpa, recorro cada centímetro de su polla con mi lengua y empiezo a introducirla en mi boca, una y otra vez, así hasta que se corre entre gemidos, me trague toda su leche, fue alucinante sentir como su leche chocaba con mi campanilla y se deslizaba por mi garganta, sentía como si su vida fluyera en mi.

- Cielo, ¿me lo harías ahora mismo a mi?

- ¿Quieres que deje la historia y el masaje para otro momento?

- Si , Cielo.

 

Me levanto de encima de mi maestro y le empiezo a morrear, me tumbo a su lado y sus manos buscan por debajo de mi camisón mi rajita, dice que me relaje y empieza a empapar mi camisón al paso de su lengua que sigue bajando hasta mi coñito, donde empieza a mojar con su lengua vigorosa mi tanga casi transparente y empiezo a sentir como mi rajita se humedece.

- Aaaaaaa aahhhhhhhhhhhh ¡

- Sigues como siempre, igual de caliente, y eso que aun no empecé a mover la lengua sobre tu coñito desnudo.

Empieza a apartar mi tanga para introducir poco a poco su lengua, empiezo a retorcerme, me encanta cuando hace eso, buuuuuuufffffffffff, me pongo malísima solo con recordarlo, mi espalda se arquea, y el empieza a acariciar mi barriguita con una de sus manos y la otra mete y saca un dedo de mi coñito.

- Siiiiiiiiiiii iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii¡ sigue, no pares Cielo.

- Así me gusta.

- No hables, sigue con lo que estas haciendo.- dije impaciente-

Entonces en ese momento me vengo, sentí una cosa inexplicable, me temblaban las piernas, solo mi profe sabia hacer eso, como lo echaba de menos. En ese momento sentí como su verga ya dura se clavaba en mi sin dificultad. Empezó a follarme salvajemente, libero mis pechos del camisón bajándome los tirantes y empezó a masajearlos con una de sus manos, tenia su verga dentro y yo contraía mi vagina para darle placer, empezó a bombear de nuevo, sentía como con cada embestida llegaba más al fondo de mi. No le deje correrse, le pedí que saliera de mi que yo quería ser la que le cabalgara, me encanta cabalgarle, sentir como esta debajo de mi, mientras bailo mi baile con su verga dentro de mi.

Empecé a moverme muy despacio, al son de la música, sintiendo cada movimiento de cadera que realizaba, era como si bailara una coreografía de baile, cada movimiento era lento, haciendo que sintiera el mayor placer, sin perderme detalle de su cara, acelerando poco a poco mis movimientos, frotándome a el con movimientos circulares de cadera y empezando a subir y bajar, con delicadeza, el cada vez estaba mas excitado, y me pedía que acabara con su sufrimiento, cuando veía que estaba a punto de correrse paraba y apretaba su verga con mi vagina.

- Sigue Cielo, no pareeeeeeee eeeeeeesssss ssssssssssssssssssssssss.

- Aaaaaaaaaaa aaaaaaaaaaaa aaaaaaahhhhhhhhhh hhhhhhhhhh ¡

- Sigues igual de diablilla que siempre¡¡¡

Siento como su polla se hace cada vez más grande dentro de mí, llenándome. Empiezo a moverme más rápido y con más fuerza.

- Me vengo cielo¡¡¡ Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii¡¡¡¡ No pares Cielo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Siento como me llena, siento como su leche me inunda. Me quito de encima de él, y me pongo a su lado, estoy chorreante, me tumbo a su lado y el se levanta va al baño y coge una toallita, la humedece y se arrima a mi y me ayuda a limpiarme un poco.

El se pone su bóxer y yo me pongo el tanga y nos sentamos en el sofá a comer palomitas y nueces de macadamia mientras vemos la tele, yo acurrucada a él y el con su brazo izquierdo por encima de mis hombros.

- Cielo te quiero- y me da un beso en la frente-

No soy capaz a contestarle nunca, pero el sabe que cuando me abraza así me siento como si fuera su niña y muy protegida.