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Doremi X: Disfrutando del sexo

en Parodias

Ya habían pasado unas semanas desde aquel incidente. La pobre Popú, sin tener ella culpa de nada se vio involucrada en un terrible hechizo de Hanna. Como resultado, su cuerpo cambió, y su mente aprendió los secretos del sexo.

En cierto momento, se encontró a ella misma antes y después del hechizo. Su ella mayor la dijo que nunca se iría del todo. Popú no entendió muy bien a qué se refería. Si se iba, se iba, y punto. No podría medio irse, ¿no?

Era la noche del jueves. Popú recuperó su verdadero aspecto el lunes, por lo que ya llevaba cuatro días enteros siendo ella misma. Pero era raro. Pese a que el hechizo de Hanna se había disipado del todo, Popú aún ardía en deseos de tener sexo. La daba igual que fuera con hembras o con varones, deseaba que la tocaran y la miraran.

Su hermana Doremi estaba en su habitación. Se estaba cambiando para irse a dormir. Era ya tarde y mañana tenía examen.

Popú se acercó a la puerta y la abrió muy despacio, para no hacer ruido y evitar así despertar a Doremi. Estaba ya metida en la cama, la luz apagada y las cortinas corridas. Esa era una noche de esas que son especialmente fresquitas, en las que aún no hace frío, pero no se puede dormir destapado, ya que se puede uno resfriar. Doremi estaba tapada con una ligera colcha de ganchillo que había tejido con sus propias manos.

Popú se acercó a la cama. Corrió ligeramente las sabanas y buscó la entre-pierna de Doremi. Esta llevaba un pantaloncito corto, que Popú no tardó en bajar, con el cuidado suficiente para no despertarla.

Debajo de aquella prenda estaba coño de Doremi. Acercó su nariz suavemente, para olisquearlo. El olor era delicioso, tanto, que bastó para excitar aún más a Popú. Después, probó a tocarlo con un dedito, buscando el pequeño y juguetón clítoris de su hermana. Y allí estaba. Lo sobó, haciendo que Doremi se retorciera de placer en sus sueños. Estaba excitándola hasta tal punto que Doremi empezó a hablar en sueños, pidiendo más.

¡Se ve que Popú no era la única que deseaba sexo desde que ocurrieran los anteriores acontecimientos! Cierta noche, Popú y Doremi gozaron del desarrollado cuerpo de Popú, descubriendo que no necesitaban hombres para autosatisfacerse.

Doremi estaba tan acalorada, que acabó despertándose. Quiso gritar del susto, pero su hermanita la tapó la boca.

-"Doremi, soy yo"

-"¿Popú...? Pero, ¿qué haces...?

-"Estaba deseando volver a gozar contigo como la otra vez, pero has estado tan ocupada últimamente preparando tus exámenes que no has tenido tiempo para mi. Pero ya no me aguantaba más y he decidido que sea esta noche..."

Mientras decía aquello, su boca se acercó al coño de Doremi, para empezar a lamerlo. Primero con la lengua, tímidamente, para después introducir dos dedos.

Doremi estaba sorprendida por la actitud de su hermana. Todavía deseaba sexo, pese a que Hanna anuló el conjuro. Era obvio que Popú había disfrutado tanto que no podía renunciar al sexo...

Doremi no aguantó mucho más y al poco rato se vino en la cara de su hermana, llenándola de jugos femeninos.

Popú regresó a su cuarto y se acostó. Era ya muy tarde y mañana había que madrugar...

Al día siguiente, después de desayunar, Doremi se fue corriendo. Llegaba tarde a clase.

Por el camino le estuvo dando vueltas a ciertas cuestiones que no la dejaban dormir.

Le gustaba tener relaciones con su hermana, pero ahora que había "encogido", el placer no era el mismo para ella. La concha de Popú estaba muy apretada y esta estaba más plana que un disco. Cualquiera de sus amigas tenía más delantera que Popú...

Entonces pensó:

-"¡Claro! ¡Cómo no se me a ocurrido antes! Aiko y Ompu querían ojear el kamasutra que cogió Hanna. Seguro que alguna querría tener sexo con ella"

Si, debía intentarlo. Total, si la rechazaban, ¿qué iba a pasar? ¿qué iban a pensar que Doremi era lesbiana? No, eso seguro que no. Había descubierto el placer del sexo entre mujeres, pero su otra gran preocupación era eso mismo: ¿Cómo sería tener una cogida con un chico?

De repente, le vino a la mente una imagen de Tetsuya... Quizás, él...

Mientras, Popú fue a su clase. Esta chica se había convertido en una máquina de sexo. Solo deseaba sexo y más sexo.

Ella tenía la misma preocupación existencial que Doremi: ¿Cómo será con un chico?

Miró a sus compañeros de clase. Eran niños. No estaban preparados. A ellos lo que ahora les preocupaba era jugar al fútbol y ver manga.

Pero había un chico distinto. Este era Kimitaka

Él era distinto a los demás porque una vez le confesó a Popú que le gustaba muchísimo, que estaba loquito por ella. Pero Popú le rechazó. El chico se decepcionó un poco, pero seguro que él seguía teniendo ganas de tener algo con ella. ¿Y qué mejor que una relación sexual? Estaba decidido. Él sería el afortunado que desvirgaría a la joven Popú.

¡Menudo par de hermanas! ¡A cual más salida! Y eso que, dentro de un orden, Popú no era culpable de ser como es ahora...

Terminaron las clases del viernes. Doremi había tenido un examen, y tenía la sensación de que no había salido todo lo bien que ella esperaba...

Estaba algo deprimidilla, así que se fue a la tienda mágica, a ver si allí se animaba un poco.

Estaba solamente Ompu. Las demás aún no habían llegado. Seguro que no tardarían. Tampoco estaba la Bruja Rica.

-"No, no está. Tuvo que ir al mundo de las brujas por no se que asunto. Me dijo que iba a tardar" Dijo Ompu

-"¿Qué te parece si hacemos unos dulces? Hace mucho que no usamos el horno y se podría estropear..."

-"¡Buena idea! ¡Así cuando lleguen todas las daremos una sorpresa!" Contestó Doremi

Ompu pensó para ella misma:

-"Jo, que buen corazón tiene Doremi. Siempre pensando en dar sin recibir... ¡Pues ya es hora de que yo se lo pague!"

Ambas sacaron sus antiguos trajes de pasteleras. Les quedaban perfectos. Fueron a la cocina y sacaron el libro de recetas. Iban a hacer unos bizcochos de chocolate.

Doremi se encargaría de cortar la mantequilla en dados, mientras Ompu buscaba un recipiente apropiado.

Pero Doremi no podría decir que era muy habilidosa, y se cortó.

-"¡Ay! Duele...!"

-"¿Qué te ha pasado? ¡Te has cortado!"

-"No es nada, de verdad..."

-"Pero se te podría infectar. Trae acá..."

Ompu agarró el dedo de Doremi y se lo metió en la boca. Estaba chapándole el dedo a su amiga...

Doremi se puso colorada. Pese a que aquella situación era muy comprometedora, estaba disfrutándolo. Además, ese era uno de sus deseos, probar con otra chica...

Ambas estaban poniéndose muy calientes. Quizás porque el horno ya llevaba en rato precalentado, quizás porque se estaban excitando.

Ompu tenía una mayor iniciativa, y condujo a Doremi hasta otra sala, más despejada, donde podrían estar más cómodas.

Ambas se empezaron a quitar la ropa, hasta estar totalmente desnudas. En esa postura, Ompu deslizó sus manos detrás de la espalda de Doremi, sacando sus brazos por debajo de los de su amante. Entonces buscó los jóvenes pechos de Doremi, para dejar ahí sus manos un buen rato.

Parecía como si de pronto le entrara miedo a Doremi, ya que se puso nerviosa. ¿Qué estaba haciendo?

Ompu calmó sus nervios dándole un suave beso en la oreja. Sintió en sus labios el escalofrió que recorrió el cuerpo de Doremi, pero el objetivo se cumplió. Doremi estaba calmada.

Se pusieron la una frente a la otra y esta vez fue Doremi la que sorprendió a Ompu con un beso en los morros.

Doremi tenía más práctica en esto, ya que había entrenado con su hermana. Agachó la cabeza y chupó el coñito de Ompu. Esta gemía de gusto. Entonces, se le ocurrió a Doremi una nueva postura. Se pondrían haciendo un 69, de esta manera podrían darse placer mutuamente.

Así lo hicieron, y Ompu no tardó en venirse. Doremi hizo lo propio. Así se quedaron un buen rato, hasta que Doremi preguntó:

-"Oye, Ompu, ¿Por qué has hecho esto conmigo?"

-"No sé. Estaba deseando hacer algo que no fuera solo masturbarme. Y el otro día oí lo que os decíais tú y tu hermana, y pensé que no te importaría probar conmigo..."

-"Pues has acertado."

Se pusieron en pie, se vistieron y se disponían a salir, cuando vieron que en la puerta estaban todas las demás, con la boca hasta el suelo y una expresión de asombra en el rostro. Las habían visto.

-"¡Doremi! ¡Ompu! ¿Cómo hacéis estas cosas?" Pregunto Hazuki

-"Esou, sin esperarnous" Dijo Momoko, la cual se acercó a Doremi y la metió la mano por debajo de la camiseta.

Entre ella y Ompu volvieron a desvestir a Doremi. Ompu parecía llena de energía, y estaba dispuesta a volver a pillar ahora mismo.

En cuanto a Momoko, le bajó las braguitas a Doremi, las cuales estaban húmedas, y con la lengua buscó la boca de esta.

Hazuki Estaba alucinada. No creía lo que sus ojos veían. Sus amigas estaban ahí, jugueteando la una con el cuerpo de la otra.

De pronto, sintió unos calores que eran sofocantes. Ella debía unirse a la fiesta.

Se acercó por detrás a Doremi y agarró uno de los pechos de esta. Doremi se sorprendió y dijo:

-"¡Hazuki! ¡Tú! Sigue, no pares, eras la mejor de todas"

-"¡Y Hanna qué, eh?" Dijo Hanna, quien se había quitado toda la ropa y se unió a la orgía.

Aiko no iba a ser menos, pero su ojito derecho siempre fue Hazuki. Tan fina, tan cuidadosa con toda. Si, ella sí que la excitaba.

Se acercó a Hazuki y probó cómo sabía el coñito de esta.

La escena era impresionante. Nuestras seis brujitas favoritas montándose una fiesta salvaje entre ellas...

Pronto acabaron rendidas. Se vistieron y salieron cada una hacia su respectiva casa.

Mientras ocurrían estos acontecimientos, Popú fue a casa de Kimitaka. Su madre la dijo que él estaba en su habitación, así que hacia allí fue. Subió unas escaleras, llamó a la puerta y entró.

-"¡Popú! ¿Qué haces aquí?" Preguntó el chico.

-"Quería hablar contigo, Kimitaka. Desde que me dijiste que me querías no he podido dejar de pensar en ti. Me duele haberte rechazado. ¿Me odias?"

-"No. Eso no podría hacerlo nunca. El amor no correspondido que sentía por ti sigo sintiéndolo. El vacío en el alma que me ha provocado será difícil de llenar..." Una ligera lagrimita recorrió la mejilla del muchacho.

-"Kimitaka, yo, me he dado cuenta que no debí rechazarte... Si aún me aceptas, yo llenaré ese vació..."

Diciendo esto, se acercó a Kimitaka y absorbió la lágrima que había en la mejilla de este.

-"Popú, yo, ... , soy tan feliz..."

Popú se lanzó en sus brazos y sus bocas se encontraron en un apasionado beso. Un beso que solo es plenamente disfrutado cuando ambos se desean auténticamente...

Pero Popú estaba allí por otro motivo. Estaba deseando que Aquel chico la hiciera mujer.

Pronto el romántico beso se convirtió en un beso apasionado. Ambas bocas se abrieron y las lenguas de cada cual fueron de viaje a la boca de su amante, en un interminable intercambio de saliva...

Popú tenía razón, Kimitaka era más maduro que el resto de chicos de clase. Ya tenía preocupaciones de encontrar pareja, y en ese beso, no se quejó de que le besaran, cosa que cualquier otro niño hubiera hecho...

Popú se quitó la ropa muy despacio, excitando a su hombre. Pudo comprobar que pese a su juventud, algo se ponía duro en los pantalones de Kimitaka. Después fue él quien se desnudo. Su polla no era gran cosa, pero para la joven conchita de Popú era más que suficiente.

Popú se agachó y agarró la polla de su chico. Lentamente empezó a lamerla, hasta introducírsela en la boca entera

-"¡Popú! ¡Que me corrooooooooo!"

-"¡Aún no, que tienes que metérmela!"

Diciendo esto, se subió a la cama y se abrió de piernas. Una fuerza instintiva movió a Kimitaka, quien se acercó e introdujo su verga en el coño de la chica.

¡Así que esto se siente al tener una polla dentro! Pensó Popú. Pues es mejor que hacerlo con mi hermana... Tengo que venir aquí más a menudo...

Al cabo de un cierto tiempo, Kimitaka explotó, llenando de semen a Popú. Fue la primera vez para ambos...

Se despidieron con otro beso, prometiéndose repetirlo más adelante.

Popú llegó a casa y después de cenar y ducharse, se fue a dormir.

La mañana del sábado apareció incierta. Ciertas nubes presagiaban lluvias, pero de momento no caía ni una sola gota.

Doremi desayunó y se fue. Tenía que cumplir ese otro propósito que se había hecho, follar con un hombre.

Podía haber escogido a ese amigo suyo del mundo de los brujos, si, ese chico que la tenía loquita, ese que ella quería que fuera su novio. Pero en vez de eso, decidió que novio y amante no tenían por qué ser la misma persona. Y a su cabeza le venía una y otra vez la cara de Tetsuya...

Se fue a su caso, pero su madre le dijo que no estaba, que había salido a entrenar, que estaría en las pistas del colegio.

Puso rumbo a tal dirección, y allí estaba el aspirante a desvirga-Doremi.

Estaba solo, dándole pataditas al balón. Parecía desganado, como si estuviera allí por obligación.

Antes de que Doremi pudiera acercársele, este se fue hacia el vestuario de chicos.

Doremi le siguió- Entró a hurtadillas en el vestuario, vigilando que no hubiera nadie más, y entró en la misma sala que Tetsuya, comprobó que estaban solos, y cerró la puerta de golpe. Tetsuya se asustó, pero más se asustó al ver a su amada Doremi en el vestuario...

Ella le miró con una cara de ángel, una carita de niña buena, que puso a Tetsuya muy nervioso y además, estaba excitándole...

-"¡Do,..., Doremi! ¿Qué haces...?" Preguntó Tetsuya

-"Desde que fui la semana pasada a tu casa y te di ese beso en la herida que te hice, has estado evitándome. Casi no me cruzas palabra y creo que evitas mirarme. ¿Aún me guardas rencor?"

-"¡No, por Dios, no es eso!" Dijo Tetsuya. Armándose de valor y coraje añadió: "Es que, ... , desde aquel beso, creo que cada día te quiero más pero no me veía capaz de decírtelo..."

La cara de Doremi se sonrojó ligeramente y pasó a mostrar una cierta expresión de halago.

-"Tetsuya, ¿me quieres?"

-"Yo, ... , sssssssssssssssssssii..."

-"¡¡Tetsuyaaaa!!"

Doremi se lanzó sobre él. Tetsuya la agarró por la cintura y empezó a besarla. (Menudo par de hermanas, ¡son idénticas!). Pero Doremi quería otra cosa. Ella quería sexo y lo quería ya.

Buscó la bragueta del pantalón de su chico y sacó al aire la polla de este.

Empezó chuperreteando la puntita, primero con la lengua, luego con toda la boca, hasta que se la tragó entera.

Tetsuya estaba gozando, se le veía en el rostro. Entonces Doremi se desvistió, y orientó la polla del chico hasta ponerla en la entrada de su cueva.

Tetsuya solo tuvo que empujar. Su polla entró con cierta facilidad, pues el coño de Doremi estaba bien lubricado. Se agarró a las tetillas de la chica, las cuales chupó y saboreó.

Tras varias envestidas, llenó a Doremi de suero de la vida...

Agotados, se dejaron caer sobre las butacas de la sala, dándose de besos hasta que a Doremi se le ocurrió que ya era la hora de irse.

Había gozado más con una polla entre sus patas, que con cinco mujeres profanando su cuerpo...

Pasaron los días, y Doremi se sentía mal. Tenía vómitos y llevaba unos días sin que la viniera el periodo. Era extraño.

Un día llegó a la tienda mágica, llorando. Estaban solo la Bruja Rica y Lala, su hada. Doremi dijo:

-"¡¡Bruja Rica!!"

-"¿Qué te ocurre, pequeña?"

-"Estoy embarazada..."

Doremi llevaba una prueba de embarazo en la mano...

 

CONTINUARÁ...

 

NOTAS DEL AUTOR: Ya sé que dije que el relato iba a ser de lectura independiente, pero es que el otro me salió tan jugoso, que no he podido resistirme a hacer una secuela. De momento, voy a dejar el tema aquí, tengo otro relato a medias que quiero terminar, pero el siguiente será la tercera parte de esta saga. Lo prometo.