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Doremi X: El cumple de Doremi

en Parodias

Pasaron los días, y Doremi se sentía mal. Tenía vómitos y llevaba unos días sin que la viniera el periodo. Era extraño.

Un día llegó a la tienda mágica, llorando. Estaban solo la Bruja Rica y Lala, su hada. Doremi dijo:

-"¡¡Bruja Rica!!"

-"¿Qué te ocurre, pequeña?"

-"Estoy embarazada..."

Doremi llevaba una prueba de embarazo en la mano...

-"¡¿Qué hago?!"

-"¿¿Pero?? ¿¡Cómo que estas embarazada?! ¡¡Si tienes 12 años largos!! ¡¿Cómo has podido quedarte en finta con tu primera regla?!"

-"¡Quise hacerlo con Tetsuya!, y lo hicimos... ¡Pero nunca me imaginé esto!"

Sintió un dolor fuerte en la zona del estómago. Era su tripa, que estaba creciendo a una velocidad exagerada. Y antes de darse cuenta, explotó...

Doremi se despertó sobresaltada... ¡Todo había sido un sueño! (NOTA DEL AUTOR: ¿¡Creían que iba a dejar a Doremi preñada!? ¡No es físicamente posible! ¡Si solo tiene 12 años...!)

¡Qué susto, madre! ¡Había soñado que estaba embarazada!

Se llevó la mano al vientre, como para comprobar que no era cierto. Esta experiencia la demostraría que el sexo no es solo un juego, es algo muy serio que te puede arruinar la vida. Desde hot yo no volvería a hacerlo así, ... , ¡Lo haría con condón!

-"Je, je" Pensó ella "Si uso un preservativo, nunca correré con estos riesgos..."

Eran las 4 de la madrugada. Lo mejor sería irse a dormir y pensar mañana en estas cosas...

Por su lado, mientras, Tetsuya no podía dormir bien. Uno de sus sueños se había hecho realidad. Le había confesado a Doremi su amor y además había tenido una experiencia sexual con ella. Pero, ¿querría Doremi repetirlo? No estaba seguro de que ella hubiera disfrutado todo lo que se merece. Quizás no le haya gustado...

Dándole vueltas a esos y otros temas, las horas iban pasando, y él sin dormir. Mañana estaría rendido.

En la Tienda Mágica, Hanna estaba en su habitación. Iba a acostarse, cuando pensó:

-"Hanna disfrutó lo del otro día. ¡Y quiere más! Pero, ¿qué podría hacer yo...?

El cumpleaños de Doremi estaba próximo, ¿Y si les hiciese a sus amigas, especialmente a Doremi, un regalo? Pero no un regalo cualquiera, de esos que los humanos compran en las tiendas, no. Sería algo hecho con su magia. Pero ya sabía que cualquier deseo relacionado con el sexo no estaba permitido. Era demasiado arriesgado probar otra vez con un deseo erótico...

¿Qué hacer? Entonces encontró la solución:

-"¡Ya sé!, ¡Voy a usar mi magia para que los pechos de mis amigas y los de Hanna sean muy, muy grandes! Los bebes comen eso, y Hanna cree que Doremi disfrutó mucho cuando a Popú se le pusieron enormes. ¡Seguro que les gusta!"

Pero había un problema, si su deseo era que aumentaran de tamaño en una noche, sospecharían de ella, ya que es la única lo bastante loca como para haber deseado algo así. Además, Popú era una niña de solo 10 años, si le salían unas tetas grandes tan pronto, sería muy sospechoso...

Para arreglar este punto, lo que se le ocurrió fue que su deseo ocurriera muy despacio, que les creciera un poco cada día. El mes estaba recién empezado, y eso le dio a Hanna la idea definitiva.

Sacó su traje de aprendiz de bruja y dijo:

-"¡Pororin, pirurin, Hanna, Hanna, pi! ¡Quiero que desde hoy y hasta que acabe el mes, mis amigas tengan el pecho de una madre, bien grandote, pero el de Doremi ha de ser más grande, y el de Popú, algo menos!"

Una onda salió de sus manos, recorriendo toda la ciudad. Las 7 chicas mencionadas por el hechizo sintieron un ligero escalofrió, pero como estaban en sus camas, lo que hicieron fue taparse más.

Hanna se observó. No había vuelto a ser un bebe, así que el hechizo, ¡debía haber funcionado!

Pero de ser así, llevaría 30 días ver los efectos, así que no debía impacientarse...

Hazuki se había despertado. Tenía la garganta seca, así que se levantó y se fue a la cocina, para beber un vaso de agua. Una vez saciada su sed, miró de refilón un calendario que tenía en la pared. En él estaba marcada una fecha.

Se acercó y miró. ¡Era el cumpleaños de Doremi! ¡Se le había pasado! Huy, madre, debía comprarle algo a Doremi, y rápido, ¡pues solo quedaba una semana!

Subió a su cuarto y sacó su monedero. ¡Solo tenía unos pocos yenes! ¡Con eso no podría ni comprar un paquete de pipas!

Solo quedaba una solución. La magia. Sabía que no podía hacer aparecer dinero, estaba prohibido. ¿Qué hacer?

Y así, pensando, recordó la gran cogida que tuvieron las seis el otro día. Ella, pese a ser muy modosita, había disfrutado de lo lindo, pero hacerlo entre mujeres no era lo correcto. Ella pensaba que hombres y mujeres habían sido creados diferentes por varios motivos, y uno era sin duda el sexo.

Y sin saber que Doremi ya no era virgen, pensó en regalarla una cogida con un hombre, el que ella quisiese.

Pero ¿cómo plasmar ese deseo de sexo con chicos sin usar magia prohibida?. Qué difícil...

Lo que se le ocurrió quizás resultara... Pensó que si pedía que Doremi hiciera realidad un deseo para con el sexo opuesto, como no tenía que ser necesariamente sexo, no sería hacer mala magia...

Quizás diera resultado...

Sacó su traje de bruja, se lo puso y pidió su deseo, pero especificando que solo quería que ocurriese el día del cumple de Doremi

Otra onda como la de antes buscó por toda la ciudad a Doremi, haciendo que estas sintieran un escalofrío de nuevo.

-"¡Que frío hace hoy!" Pensó la pobre Doremi, quien se despertó con tanto escalofrío, y cerró la ventana.

A la mañana siguiente, al despertarse, todas notaron un ligero cosquilleo en sus pechos, pero lo que ninguna sabía era sus ahora pequeñísimos pechos estaban experimentando un cambio brutal.

Había algo que ni la propia Hanna sabía de su hechizo. Al pedir que sus pechos se desarrollaran tanto como a una madre, lo que en realidad hizo fue, ¡Alterar todo su cuerpo! No solo el pecho se desarrollaría. También empezaría la regla y sus caderas adaptarían la forma adecuada... ¿¡Pero es que esta nunca aprenderá?!

Ya en la escuela, Tetsuya buscó a Doremi. Tenía que hablar con ella. Debía saber qué pensaba Doremi de lo del otro día. La encontró en clase. Había llegado la primera y estaba sola. Perfecto, así podré hablar tranquilamente con ella, pensó Tetsuya...

-"Ho... hola..." dijo tímidamente Tetsuya.

-"¡Hola! ¿Qué tal?" Doremi parecía no recordar lo del otro día. Pero al ver la expresión de preocupación del rostro del chico, pronto recordó.

Tetsuya se apoyó en el pupitre al lado del de Doremi y se le acercó para susurrarle a ella:

-"Lo del otro día... ¿Qué, ... , te pareció?"

-"Tetsuya, pues, yo, la verdad es que me gustó. Estuvo bien, pero aguantaste muy poco"

Tetsuya no se esperaba esa respuesta y articuló las primeras palabras que se le ocurrieron:

-"¡No esperaba que vinieras con la intención de violarme!" Replicó Tetsuya

-"¿Violarte? ¡Pero el uno se entregó al otro voluntariamente!" La conversación estaba poniéndose calentita...

-"¡Ja! ¡Eso es porque me diste pena! ¡Pensé que nadie querría tener nunca nada contigo, y me diste pena!" El chico mintió. Siempre se había creído superior a Doremi, y admitir que deseaba a Doremi hasta tal punto era algo que, al menos de momento, no estaba dispuesto a hacer...

-"¡Tetsuya eres un imbecil y un pervertido!" Doremi armó los brazos, disponiéndolos para asestar puñetazos, pero el chico salió corriendo de la clase.

Tetsuya salió al pasillo. ¡Jo, que genio tiene Doremi!¡No aguanta una bromita! Pensó él. Más tarde intentaría hacer las paces, por ahora lo mejor era dejarlo correr...

Faltaba un día para el cumple de Doremi. Esta estaba preparando unas invitaciones para su fiesta. Iba a celebrarlo en su casa. Invitaría a toda la clase. ¡Cuantos más, mejor! Pensaba.

Sus amigas se reunieron esa tarde en la Tienda Mágica para hablar del tema. ¿Qué iban a regalarla a Doremi?

-"Yo ya tengo su regalo" Dijo Hazuki, la cual no comentó nada acerca de qué era el regalo.

-"¡Hanna también tiene su regalo listo!" Dijo Hanna.

Salvo ellas dos, el resto debían hacer algo. Aiko tuvo una idea:

-"¿Y si la compramos un consolador bien hermosote?"

-"¡Si! Doremi ya no es ninguna niña, ¡seguro que la gusta!" Dijo Ompu. Momoko asintió con la cabeza.

El problema era que unas niñas no podrían entrar en una tienda de productos eróticos, así que recurrieron a su magia. Usarían el hechizo del carrusel mágico.

-"¡Pampai, pompoi, con elasticidad!" Dijo Hazuki

-"¡Pamerucu, lerucu, y elevadamente!" Dijo Aiko

-"¡Purumpun, purun, con elegancia!" Dijo Ompu

-"¡Peruton, petam, refrescantemente!" Dijo Momoko

-"¡Carrusel mágico!, ¡Queremos un consolador para regalárselo a Doremi, ya!" Dijeron todas.

Entonces apareció ante ellas un enorme aparato. Era de esos que tienen dos extremos, por lo que pueden usarlo dos chicas a la vez.

Aunque dos de ellas ya tuvieran un regalo, entre todas le darían esto.

-"Ay, no sé chicas... , ¿Creéis que a Doremi le gustará?" Preguntó Hazuki, que había cogido el chisme y lo observaba con cautela.

-"Lo mejor será probarlo antes" Dijo Aiko "Luego solo bastará lavarlo y listo"

Todas estaban conformes. Debían ver si el cacharro ese era efectivo, pues no iban a regalar algo inútil... Risas...

Se fueron al cuarto de Hanna. La Bruja Rica y Lala estaban en su habitación durmiendo. Habían pasado la noche fuera, bebiendo como cosacas y tenían tal resaca, que no se despertarían...

Cerraron con llave el cuarto y echaron las cortinas. Entraba una tenue luz de las farolas de la calle. Suficiente para ver lo que les interesaba...

Se quitaron toda la ropa, hasta estar desnudas. Ya habían estado varias veces así, las unas frente a las otras, tal y como vinieron al mundo, pero había algo extraño. Parecía como si sus pechitos fueran algo más grandes... ¡Sería un efecto visual por la falta de luz! Pensaron todas.

Las primeras en probar el consolador fueron Hanna y Hazuki. Hanna se echó en su cama y abrió sus piernas. Hazuki chupó primero el rincón secreto de Hanna, para que este estuviera preparado.

Mientras, las otras chicas se emparejaron según quisieron y empezaron a sobarse y manosearse.

-"Aikou, tus tetas soun más graundes, creou yo..." Dijo Momoko, quien se había puesto con Aiko.

-"Pues las tuyas también parecen más hermosas..." Le replicó a Momoko.

-"Es curioso chicas, todas parecemos más tetudas hoy. Debe ser por los cambios típicos de la edad, pero es curioso que nos haya pasado a las tres a la vez, ¿no?" Dijo Ompu.

Hanna pensó para sus adentros: ¡Si, ja, la edad, pero si ha sido Hanna con su magia!

Hazuki se acercó a los pechos de Hanna. Era cierto, hoy había algo más que llevarse a la boca que la última vez...

-"Hazuki, métele eso a Hanna de una vez, que no me aguanto más..." Dijo Hanna a Hazuki, quien se había olvidado de todo, maravillada chupando teta como un bebe.

Agarró el consolador y lo puso en la entrada del coñito de Hanna. Esta estaba tan lubricada ya , que con un ligero empujón, su coño se lo tragó entero, asomando solo el trozo correspondiente al otro extremo.

Hanna agarró esta parte y empezó a menear el cacharro dentro de si misma. El gozo que esa polla artificial la estaba dando era espectacular...

Estaba a punto de correrse cuando le dijo a Hazuki que se tumbara y se abriera de piernas.

Hanna orientó el otro extremo de la polla artificial y lo introdujo en el coño de su compañera.

Pese a que ya se habían estrenado antes las unas a las otras, lo cierto es que Hazuki no se había masturbado desde entonces, de hecho, no lo había hecho nunca. Es por esto que su joven conchita inundó de dolor y placer a la aprendiza de bruja. Pero, ay madre, ¡Que gusto más grande!

Hanna agarró con los labios uno de los pezoncitos de Hazuki. Su hechizo iba agrandarlos de aquí a final de mes, pero no solo iba a alterarlos en tamaño, también iba a hacer que estos fueran capaces de dar leche.

Hanna probó el pezón. Este respondió a la succión poniéndose muy tieso y duro. Su hermano gemelo hizo lo propio. ¡Increíble!¡Esos pezoncitos medían más de un centímetro!

Hazuki se retorcía de gusto.

-"¡¡Bueno, chicas, ya esta bien!!¡Que las demás también queremos!" Dijeron casi al unísono Ompu, Momoko y Aiko.

Hanna y Hazuki no lo resistieron más y se vinieron la una sobre la otra, cacharro en medio...

Se separaron quedándose extasiadas sobre la cama. El instrumento estaba impregnado de una mezcla de jugos de Hazuki y Hanna. Momoko lo agarró y se dispuso a salir al baño para lavarlo un poco, pero Aiko y Ompu la detuvieron. Encontraban morboso y excitante por igual el usar un juguete adulto ya usado y "sucio"...

En esta ocasión se juntaron con el aparato Momoko y Aiko.

Ompu tuvo una idea. Ella sujetaría el consolador a la altura del coño de ambas, y estas se tirarían la una sobre la otra, para que la penetración fuera simultanea.

Y así fue. Ompu se puso en la posición en cuestión, y las otras dos lubricaron sus respectivas conchas con sus propias salivas. Una vez listas, se agarraron por los hombros y se acercaron con furia y firmeza la una a la otra. El chisme entró con dureza en ambos coños, y dado su tamaño, ellas tambien sintieron un intenso dolor, acompañado de un inmenso placer.

Después, mientras una se quedaba quietas, apretando sus labios vaginales para dejar firme el aparato, la otra se lo metía y sacaba, como si se tratara de la polla de un chico.

Por su lado, la pobre Ompu no podía esperar a que le llegara el turno. Necesitaba meterse algo ya saben donde yá.

Miró una pequeña mesita que había a un lado. Encima de esta había una caja de rotuladores. Serían de Hanna. Se acercó hasta ellos y se tumbó en la otra cama. Agarró la caja, sacó los rotuladores y para que estos fueran más gruesos, los unió con una cinta de celo.

Después se los metió en el coño.

Estos llevaban el capuchón puesto, y lógicamente eran más tiesos y puntiagudos que el consolador, por lo que la sensación de dolor era algo mayor.

Pero para su suerte, uno de esos rotuladores encontró el clítoris de Ompu, rezándolo tanto y tan gustosamente, que la chica casi se cae al suelo del gusto...

Todas parecían agotadas. Pero Ompu aún no había probado el consolador. Lo agarró y lo observó. Estaba llenito de jugos femeninos. Algo en Ompu la movió por dentro a abrir la boca y chuperretear aquella polla artificial.

El sabor de esta era algo indescriptible. Por un lado, el típico sabor a plástico de esta clase de cosas; por otro, el sabor de los líquidos vaginales de todas sus amigas.

Pero a Ompu no le bastaba con probarlo. Debía metersela entera en la boca. Guiada más por sus instintos que por su cabeza, Ompu abrió más la boca, y poco a poco introdujo más al fondo la verga, hasta que consiguió meterle entera.

Hanna, ya recuperada, vio a Ompu y pensó que ella también quería.

-"¡Espera, Ompu, deja una mitad para Hanna!" Dijo Hanna, levantándose de la cama y acercándose a Ompu.

Hanna es como una esponja. Absorbe los conocimientos y no los suelta. Le bastó ver a Ompu meterse la polla una vez, para hacer lo mismo ella.

Consiguieron metersela tan adentro, que sus labios llegaron a rozarse.

Ompu se la sacó y agarró su extremo con toda la palma. Hazuki se levantó también y descorrió las cortinas. Fuera ya había caído la noche.

Entonces se fijó en que aquella era una noche de luna nueva, noche en la que Hanna perdía sus poderes y regresaba a su estado original de bebé. Que raro que aún no hubiera pasado...

Se dio la vuelta y comprobó que Hanna aún tenía su aspecto de adolescente. El de una adolescente come-pollas...

Pero de pronto, el cuerpo de Hanna empezó a brillar con un aura violeta y Hanna volvió a ser bebé. Para disgusto de ella, no había conseguido sacarse el consolador antes de la trasformación, por lo que la tierna boquita de bebé que ahora tenía Hanna aún albergaba en su interior el instrumento.

Hanna rompió a llorar, asustada por tener aquello tan grande dentro, y porque su mandíbula no podía contener el consolador. Lo escupió, y poco a poco fue tranquilizándose.

Pese a ser otra vez bebé, Hanna quería meterse el consolador por el coñito. Pero su conchita como niña estaba muy cerrada. Era imposible. Hanna se cogió tal disgusto que montó un escándalo que despertó a la Bruja Rica y a Lala.

-"¿Chiclas?¿Estlais ahí?" Preguntó, aún borracha la Bruja Rica

-"¡Ya nos vamos Bruja Rica!¡No te preocupes!" Dijeron todas.

Se vistieron como Dios manda y salieron rumbo a sus respectivas casas. Mañana era el cumple de Doremi y sería un día especial, sin duda. ¡Cómo iban a gozar todas con aquel aparatito!

Amaneció al día siguiente antes de lo que pensaron. Claro, como habían tenido una nochecita tan acalorada, acabaron rendidas, y cayeron rápidamente en los brazos de Morfeo, quien parecía no querer soltarlas...

Esa noche sus pechitos engordaron otro poquito, apenas apreciable en comparación con el día anterior, pero notable al ponerse camisetas ajustadas...

Por suerte para todos, era viernes. Los viernes no tenían clases por la tarde, y además a última hora tenían deportes, por lo que el día pintaba muy bien. ¡Y por la tarde había fiesta en casa de Doremi! Demasiado...

Al ser hoy el día del cumple, el hechizo que lanzó Hazuki noches atrás tomaría forma hoy. Lo que Hazuki no especificó es que el conjuro funcionara una sola vez, por lo que todo deseo que tuviera Doremi para con chicos se haría realidad.

A primera hora tenía clase de matemáticas, la asignatura que Doremi más odiaba. ¡Soy la chica más desgraciada del mundo mundial! Pensó ella. Hoy, en mi día, a primera hora, mates, ¡aaaaaay!

Normalmente tenían a su profesora para todas las asignaturas, pero en ese día ella no iba a asistir. Su madre había tenido un accidente y debía quedarse a su lado en el hospital. Así que mandaron a un sustituto, un tal señor Haroichi.

Este era un hombre que por su complexión y su expresión huraña en el rostro, se diría que sirvió en el ejecito. Era muy firme y muy estricto...

Doremi pensó para ella misma: Si el tío este se pusiera enfermo y no pudiera darnos clase en todo el día, no iba a pasar nada...

Dicho, y hecho. El señor Haroichi paró la explicación y se puso pálido como una tiza, saliendo después corriendo hacia la enfermería.

El leve murmullo típico de una clase de chicos de esta edad se convirtió en un escándalo atronador, ya que algunos se sobresaltaron al ver salir tan de repente al profesor, y a otros les entró tal gusto de verle malito, que estallaron en carcajadas.

Doremi no se podía creer que el profe realmente se hubiera puesto enfermito. ¿Y si hubiera sido ella la que le hizo enfermar con su maleficio? No, ¡eso no tenía sentido!

Al rato, se acercó la profe del aula de al lado, para imponer orden. Unos alumnos de la primera fila la dijeron lo que pasó y ella salió a la enfermería. Regresó unos 10 minutos después y cuando todos se callaron dijo:

-"Niños, vuestro profesor no va poder daros más clases hoy. Resulta que era alérgico a las tizas blancas y tenía una herida mal cicatrizada en la mano. Estará en la cama el resto del día. Y, como no tenemos más sustitutos disponibles, y sabemos que si os dejamos aquí vais a armar jaleo y no habrá quien dé clase, podéis ir al gimnasio y quedaros allí jugando a algo"

-"¡¡¡¡BBBBBIIIIIIIEEEEEENNNNNNNN!!!!" Gritaron al unísono todos los niños, levantándose como fieras a las que se les acaba de lanzar un pedazo de carne tras meses sin comer...

El gimnasio del colegio estaba dividido en varios módulos. Uno con una cancha para fútbol y baloncesto; otro para gimnasia, con colchonetas, espalderas y demás enseres; y otro con unas tarimas para practicar artes marciales. A parte, y bien separados entre sí, estaban los vestuarios, uno de chicas, y el otro de chicos, obviamente.

Casi todos se repartieron de esta forma: los chicos cogieron unos balones y se pusieron a jugar al fútbol, acompañados de algunas niñas; Y las otras chicas, se fueron al módulo de gimnasia y se pusieron a hacer ejercicios variados, o en grupitos a hablar.

Momoko, Hanna y Doremi, que estaban la misma clase se fueron a este lugar.

Momoko, tras pasar tanto tiempo en América, lugar en el que la gimnasia rítmica estaba tan a la orden del día, era toda una experta en pequeños movimiento como hacer el pino, dar volteretas laterales y otras maravillas dignas de ver.

Pero esto no lo sabían sus amigas y se le ocurrió hacerlas una pequeña exhibición. Estas aceptaron gustosas, pues bien visto, no tenían nada mejor que hacer...

Momoko empezó la exhibición cual gran gimnasta famosa, subiéndose a la tarima, dándose la vuelta y saludando al público. Doremi y Hanna aplaudieron, para seguirla el juego.

Entonces algunas chicas más se acercaron a mirar, y también un chico que estaba practicando con la espada de madera por allí. Este chico lo más parecido a un hombre que había en la vida sentimental de Momoko. No nos engañemos, ella no está enamorada, pero en cierta ocasión, este se lesionó el tobillo para evitar que Momoko tropezara y se cayera al suelo. Ella se lo agradeció con un hermoso beso.

(NOTA DEL AUTOR: Los que conozcan el anime, sin duda sabrán a quien me refiero, el problema es que no recuerdo su nombre. Si alguien puede decírmelo, en futuros relatos llamaremos a cada cual por su nombre. Perdonen las molestias.Gracias)

Momoko se emocionó al tener un público tan numeroso, poniéndose colorada por los nervios y la timidez...

Pero pronto se centró en el tema, concentrándose. Empezó la exhibición con una carrera que acabó en un doble salto mortal que clavó perfectamente. Sus espectadores enloquecieron en aplausos.

Era curioso, había notado un leve bamboleo en los pechos. No tenía talla suficiente para necesitar sujetador (por ahora), pero parecía como si ese día las tuviera algo más grandecitas...

Después fue hasta la esquina de la sala dando volteretas, para acabar contra la pared haciendo el pino. Ahí las piernas le pesaron y no pudo evitar que se abrieran hacia los lados. Llevaba un pequeño pantalón corto de gimnasta, más parecido a una braguita que a un pantalón, muy ajustado, que dada la postura en que estaba, le estaba marcando el coño, el cual se podía ver claramente.

Realmente parecía más tetuda que el día anterior. ¡Y menos mal que los tirantes amarillos impidieron que la camiseta naranja bajara hasta abajo, ya que solo llevaba puesto eso, y al no llevar sujetador, sus pechos hubieran quedado al aire, fueran del tamaño que fueran.

Doremi se percató de la situación y fue corriendo a ayudar a ponerse derecha a Momoko. Esta parecía no darse cuenta des "espectáculo" que había dado, pero su público, si. Todas las chicas se taparon los ojos o miraban de refilón, todas ellas coloradas y avergonzadas.

Pero el único hombre entre el público tenía la mandíbula hasta el suelo, los ojos desorbitados y en blanco, y un chorrito de sangre le salía de la nariz. Se había excitado.

Tan pronto como Momoko estuvo derecha, Doremi la agarró del brazo y se la llevo al pasillo, lejos de miradas incriminatorias...

Pero Momoko aún no se había enterado de lo que pasaba y le preguntó sorprendida a Doremi que qué hacía.

-"Momoko, antes, cuando abriste las piernas, todas pudimos ver tu coñito..."

Momoko se puso algo colorada. Sabía que entre su público estaba un chico. Pero eso en vez de ponerla nerviosa, la encendió por dentro, deseando sexo.

-"Perdouname, Douremi, ¿quierres?" Dijo Momoko, quien regresó al gimnasio.

Justo en ese momento salía de un aseo próximo Tetsuya. Al ver a Doremi tan solita, y con los calores que tenía de jugar tanto al fútbol, solo podía pensar en una cosa...

-"Doremi, hola, soy yo..." Le dijo este a Doremi, quien se sorprendió, pues no le esperaba.

-"¡Tetsuya! Me has asustado..."

-"Perdón, no era mi intención, de verdad..."

Entonces Tetsuya se atrevió a preguntar algo que le rondaba desde hacía unos días:

-"Doremi, ¿te gustaría volver a hacerlo conmigo ahora?"

Increíble. Por un lado, Doremi estaba algo molesta con Tetsuya desde la última vez que hablaron. Pero por otro lado, ella ardía en deseos de sexo. Su cuerpo se había acostumbrado tanto a las relaciones interpersonales, que Doremi estaba que no se aguantaba. Pero entregarse de nuevo a Tetsuya, así sin más, sería demasiado fácil, y ella quería dar la impresión de chica dura, así que jugueteó un rato con él, diciéndole:

-"¿Contigo?¿Ahora?¡Ja! Como no te crezca varios centímetros la polla de repente y valgas para aguantar al menos media hora más que la última vez, ni lo sueñes" Mintió. Estaba deseando lanzarse a su cuello y devorarlo ahí mismo, pero quiso ver la reacción de Tetsuya.

Este sintió un escalofrío que le recorrió el cuerpo, hasta llegar a la zona de los huevos y la polla. Algo empezó a crecer ahí abajo, hasta tal punto que los pantalones elásticos de deporte no aguantaron y se resquebrajaron justo ahí. Una enorme polla había surgido de la salchicha de Tetsuya. Además, el mismo escalofrío le recorrió la espalda, llenándole de una energía casi sobrehumana.

Levantó la vista y miró a Doremi a los ojos. ¡El deseo de esta se había cumplido! La agarró con las manos en la cara y empezó a besarla con tal locura y pasión, que la chica casi no podía respirar...

Pero aquel no era un lugar adecuado. Alguien podría verles, así que se metieron al aseo. Tetsuya echó la llave y se acercó a Doremi, realmente estaba lleno de energía.

Agarró a esta por la espalda y besó su cuello, mientras al no poder quitarle la camisa desabrochando los botones, lo que hizo fue tirar con furia de estos, rompiendo las costuras.

Doremi estaba asustada. ¡¿De dónde había sacado Tetsuya tanta fuerza?!

Los labios de Tetsuya siguieron su recorrido por el cuerpo de Doremi hasta alcanzar los pezones. Estos se pusieron bien duros por la excitación, mientras la otra mano de Tetsuya se perdía dentro de las braguitas de Doremi.

El clítoris travieso de esta sintió que alguien llamaba a su puerta. Era uno de los dedos que estaba amasándole con fiereza, pero cierto grado de ternura.

Gracias al hechizo de Hanna, los pechos de Doremi ya estaban capacitados para amamantar. Y los labios de Tetsuya parecían entrenados en esta disciplina, ya que del pezón izquierdo de Doremi pronto surgió la leche materna.

Doremi estaba extasiada por tantas emociones seguidas, y se vino por primera vez, pero Tetsuya quería más.

Antes de ser penetrada, Doremi rezó para que Tetsuya tuviera un condón guardado, pues cualquiera le decía a esta fiera que no...

Era como si todo lo que Doremi desease se cumpliese, ya que al instante Tetsuya se sacó del bolsillo un preservativo que no dudó en usar sobre su polla.

Abrió las piernas de su chica y como ya la había desvirgado en otra ocasión, lo que hizo fue penetrarla de golpe y con fuerza. Doremi se vino de nuevo, inundada por un orgasmo.

Nadie sabe la de veces que Tetsuya embistió contra Doremi hasta que este también reventó, llenando el condón de semen, hasta tal punto, que casi se sale fuera.

Doremi pensó: "Este es capaz de sacarme un collar y atarmelo al cuella para convertirme en su esclava sexual..." ¿Adivinan? Efectivamente, Tetsuya le puso a Doremi el collar que le había comprado a su perro, y la ordenó a esta:

-"Ahora eres mi esclava. ¡Y tu amo necesita que te pongas a cuatro patas, perra, y que le limpies la polla con tu boca!

-"Ss, si."

-"¡¿Qué más?1"

-"Si, amo..."

-"Eso está mejor..."

Doremi se puso a cuatro patas, totalmente desnuda, y empezó a lamerle la polla a su señor. Primero chuperreteo toda el área en cuestión. ¡Dios, era un superficie enorme!

Después se lo fue metiendo en la boca poco a poco, hasta que entró entero. Y ahí, la boca de Doremi se llenó de una nueva oleada de esperma, que logró tragarse entero, sin derramar ni gota.

-"Bien, y ahora quiero que pongas el culo en pompa y abras la puerta de atrás"

-"¡No! ¡Por detrás no, por favor!"

-"¡SILENCIO!¡Cómo te atreves a replicar a tu amo, esclava!"Dijo esto a la par que la asestaba un manotazo que hizo callar a Doremi. Si no fuera por la enorme cantidad de placer que el chico la estaba reportando, era para mandarle a la mierda (ó más lejos)

Tetsuya se puso detrás, agarró los dos pechos dejando entre sus dedos los duros pezones, y buscó el agujero del culo.

Este estaba muy cerradito, pero él pronto lo abriría, ¡claro que lo haría!

Puso la polla en la entrada y apretó con decisión, rompiendo el culo de Doremi.

-"¡Para, cabrón, que me haces daño!"

-"Ni hablar, acabo de empezar."

Tetsuya embistió a Doremi aún más veces que en el agujero destinado a tal efecto, hasta que el chico explotó por tercero vez, llenando esta vez con semen el interior de Doremi.

Al haber sido la primera vez y tan a lo bestia, Tetsuya retiró su polla manchada con algo de sangre...

Tras un breve tiempo de reposo, la polla de Tetsuya volvió a la normalidad. Este le dijo a Doremi:

-"Perdóname si me he pasado. Pero llevaba tanto tiempo queriendo hacer esto que no he podido resistir le oportunidad..."

Doremi estuvo pensando que bien visto, ella ardía en deseos de sexo salvaje, ¡y Tetsuya la había complacido! Si, había disfrutado

-"Me ha gustado mucho. Ojalá tu polla sea así de hermosa siempre y lo podamos repetir a menudo..."

Otro deseo que se cumpliría. A partir de ese día, cada semana tendría varias cogidas salvajes con Tetsuya.

Doremi quiso devolverle el collar, pero él dijo que se lo quedara, que sin duda lo volverían a usar. Sería su regalo de cumpleaños...

Doremi regresó al pasillo y encontró a Momoko tirada en una esquina, con cara de gusto y de cansancio en el rostro. Se veía que Doremi no había sido la única que había tenido sexo ese día.

Ya por la tarde, en casa de Doremi, las primeras en acudir fueron sus amigas brujas, Hazuki, Aiko, Ompu, Momoko y Hanna.

Subieron a la habitación de Doremi y...

¡Empezaron a desnudarla entre todas!

Iban regalarla el consolador ese, pero primero iban a jugar con él. Además, su madre había salido a por la tarta, y aún no había más invitados.

Hanna y Ompu fueron las más lanzadas y ellas solitas desnudaron a Doremi.

Doremi estaba sorprendida, pero más se sorprendió al ver su regalo. ¡Un magnifico consolador!

Las chicas se dispusieron a estrenar la conchita de Doremi, cuando comprobaron que esta no era virgen. Tenía señales de que la habían penetrado ya varias veces, y además con cierta brusquedad...

Pero, ¡da igual! Ellas se pusieron manos a la obra y mientras Doremi se metía el aparato por el coño, Hanna la chupaba la teta izquierda, centrándose en el pezón, Aiko la derecha, Ompu se metió el chisme en su coño y entre ella y Doremi el aparato se perdió de vista, pues se lo introdujeron muy al fondo...

Momoko no iba a ser menos, y entre ella y Hazuki probaron a abrir el culo de Doremi. Para su sorpresa, este también estaba estrenado.

¡Vaya con la Doremi, si pese a la fachada de niña buena, resulta que era la más golfa de todas!

Tras un rato de gozo eterno, el timbre sonó. Serían los invitados que empezaban a llegar...

Se vistieron y bajaron a abrir.

Efectivamente, eran compañeros y compañeras de clase.

Los hicieron pasar a una sala amplia al final del pasillo, donde se había dispuesto una mesa con comida.

Pero Hanna estaba demasiado callada. Tanto que Doremi llegó a preocuparse.

Se acercó a Hanna y la preguntó que qué la pasaba.

-"Doremi, ¿tu eres mi madre, verdad? Lo dijo bien alto y Doremi se asustó, pues alguien podía haber oído algo...

La agarró del brazo y la subió a su cuarto.

Allí le preguntó que a qué venía esa pregunta.

-"Es que Hanna ha estado pensando, y se a dado cuenta que las mamas de todos sus compañeros son mucho mayores que ellos, pero mi madre apenas es unos 10 años mayor que yo" (No creo que haga falta, pero recordar que Hanna es un bebé, ¿eh?)

-"Hanna, mi niña, eso es porque tu eres una bruja, y las brujas nacéis de una rosa especial que solo crece en el país de las brujas, y la primera persona que veis queda marcada para siempre como vuestra madre."

-"¿Pero es que lo humanos no nacéis igual?"

-"Pues, ... , la verdad, ... , es, ... , que no"

-"¿Y como nace un humano? ¡Doremi explicar a Hanna ya!

Doremi y las demás ya había experimentado sexo, luego en realidad a Hanna no le iba a contar nada nuevo, así que empezó la explicación:

-"Está bien, intentaré explicártelo. Veras, un chico y una chica que se quieran mucho hacen el amor, o sea, sexo, y el chico llena de un liquido mágico a la chica, y si esta tiene la suerte (o la desgracia) de que ese liquido fermente, se quedará embarazada, y tendrá un hijito..."

-"¿Pero por donde se hace el amor?¿Por el trasero?¿Por la boca?¡Explícame más!"

-"Lo mejor será que lo veas..."

Doremi agarró un collar de esos que ellas vendían en la tienda mágica, se sentó en una silla y ordenó a Hanna que se sentara encima.

-"Veras, cuando un chico está listo, le mete su polla a la chica aquí" dijo metiendole a Hanna el collar por el coño, a modo de bolas chinas...

-"Cuando el chico no aguanta más, llena a la chica con su polla de ese liquido que te decía, y aquí es donde podría surgir el niño.

Con una mano agarró un pezoncete de Hanna y le dio forma. Este se puso durito por primera vez en su vida.

Hanna se asustó por la sensación en el pecho, pero al comprobar el gustito que le daba, dejó hacer a Doremi.

-"Además, si el chico quiere excitarte, te toquetea las tetas así, como te hago yo..."

Tras un ratito, Hanna se vino en las perlas, sintiendo por primera vez lo que los humanos sienten con el orgasmo...

-"Tu como bruja que eres puedes elegir tener hijos por esta vía, o por la tradicional de las brujas, mediante las rosas." Dijo Doremi.

Hanna había aprendido cosas básicas de la vida, y ya sabía por qué su madre era tan distinta.

Bajaron a la fiesta y disfrutaron con el resto.

Doremi cumplía 13 años.

 

Continuará próximamente

APUNTES FINALES: Espero no haber decepcionado a nadie que se esperaba ver a Doremi preñada, pero si hacía eso, las imágenes que tengo y las que aún no he incluido se me quedaban fuera de onda.

Espero sus comentarios y valoraciones. Gracias