CARTA A UNA PAISANA, O RESPUESTA A TU PREGUNTA
Caracas, 20 de Agosto de 2005
Señora Klaudidi:
TODORELATOS
Con la esperanza de que lo lea.-
Admirada paisana, tuve el honor de ser el primero en comentar tu primer relato y me siento halagado porque, primero, no me equivoqué en mi vaticinio respecto de tu excelencia como autora, segundo, porque me alegra saber que todavía conservo el instinto que me dice cuando debo seguir la pista de alguien desde la primera lectura; algo así como amor a primera vista.
Podría deshacerme en halagos, pero creo que sería juzgado por adulador y parcializado, toda vez que eres una dama y además paisana de quien escribe, difícil ser objetivo con esos factores tan influyentes, si fuese juez, debería inhibirme.
Se acabó el amor?
Así intitulas tu penúltima publicación en esta página; me impactó el contenido del texto, me estremeció hasta la última fibra por la crudeza del tema que abordas y, como te dije en el comentario que te dejé en su momento, lo guardé en mi computador después de leerlo por sexta vez. Hoy cuando por enésima vez lo leo, me atrevo a tratar de responder tu pregunta sabiendo lo difícil que es, tú misma lo dijiste.
Antes te diré que el amor existe por sí mismo, luego nos encargamos de proyectarlo sobre algo o sobre alguien, o quizás sobre muchas cosas o muchas personas, a veces solo lo proyectamos sobre algo o alguien a quien hemos llamado Dios; otras veces, tristemente, no lo proyectamos, no hay nada más triste que no saber amar a otro y recurrir al amor por uno mismo, pero aún así, sigue siendo amor.
Se ama incluso sin tener conciencia de ello, amamos la calidez del útero que nos alberga, la generosidad de un pezón que nos alimenta, el olor de una piel que olimos en nuestra primera olfateada, o la voz de aquella que nos sonrió detrás de unas lágrimas de dolor y alegría simultáneos.
Amamos el olor de aquella almohada, la música que nos arrulló antes que los somníferos prescritos en récipes especiales.
Amamos a esa persona que nos cambió la vida aunque después cambiemos a esa persona por la misma vida que tanto amamos.
Amamos los recuerdos de ese amor e incluso nos anticipamos amando lo que ansiamos y no hemos tenido todavía, sin olvidar que amamos lo que ya tuvimos aun cuando ya no esté con nosotros.
Amamos a la pareja y de pronto, otro amor nos sorprende en el camino, y amamos ese amor sin dejar de amar a la pareja.
Amamos y nos acercamos, y porque amamos nos separamos amorosamente.
Diariamente nos sorprendemos de nuestra infinita capacidad de amar y de la variedad de amores que la vida nos ofrece. Más todavía, cuando la vida nos quita un amor, nos inventamos uno para seguir amando.
Amamos de tal forma que no hay espacio en la red para describir someramente lo que el amor abarca.
Amamos mucho, amamos tanto, que al final siempre sentimos que nos falta algo de amor; por eso tal vez vivimos en constante búsqueda de nuevos sentimientos y emociones, de nuevos objetivos para proyectar nuestro amor.
"Vivamos sabiendo que el amor no se acaba ", dices en tu publicación, yo que no he podido dejar de leer una y otra vez tu delicioso obsequio, puedo, o al menos creo que puedo responder a tu pregunta de una forma contundente, sin el menor atisbo de duda, convencido que por primera vez en mi vida soy dueño de la verdad.
La respuesta a(d)m(ir)ada autora, es NO!...
Pero eso ya lo habías dicho tú en tu escrito, yo solo te lo confirmo.
Sin más por el momento, me suscribo, amándote sin conocerte pero conociéndote por tus letras
Atentamente,
Elpintor2