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El instituto de educación sexual femenino

en Hetero: General

EL INSTITUTO DE EDUCACIÓN SEXUAL FEMENINO

LUCRECIA MODERNA (II)

Desde hace unos días Roma, la más ilustre ciudad del mundo, se habia enriquecido de dos

espledorosas mujeres, una sempre risueña – Juanita --, la otra sempre llorosa, la fugitiva Lucrecia.

Juanita se acercò a Lucrecia cuyo rostro estaba surcado de rayas negras a razòn de sus lagrimas mezcladas con el rimmel de sus pistañas. Lucrecia abrazaba su amiga a la cintura y apoyaba su cabeza al vientre de ella. Sollozaba.

"Juany, querida amiga mia, yo soy una mujer perdida."

"Verdad, yo creo que tú te extraviaste desde el momento de tu nacimiento, como yo, que recién nacida, ya empezaba a volverme mujer de la vida. La diferencia es que de tí no se sabe nada y de mí se sabe todo. "

"Pronto el lado más obscuro de mi maquinación será descubierto."

"Qué otra cosa hiciste?"

"La niña no es de mi marido sino de don Miguel."

"Ya me lo imaginaba."

"Juany, créeme; yo he nacido para vivir como una gran señora. Miguel era un maravilloso amante, pero yo quería acapararme un pez gordo, muy muy muy rico. Por lo que, cuando me di cuenta de estar embarazada de Miguel, después de dos meses seduje un magnate propietario de una suntuosa mansión y de un yate super. Después de poco tiempo de furioso sexo le anuncié con lágrimas de conmoción que estaba embarazada y al nacimiento se calculó que la niña habìa nacido sietemesina.."

"El pez gordo bebió toda la poción?"

"El estaba muy orgulloso. El proclamaba que su hija se habría vuelto la señorita más admirada de España, bella como su madre y rica como su padre. El primer paso se había dado. Antes del parto por los últimos meses él me respetó bastante, después del parto la deuda conyugal por mi parte se volvió más y más rara. " Y, llorando y sollozando, le relató toda la historia.Continuó:"Ya me imaginaba ser la respectable dueña de la torre y en cambio me he vuelto una notoria adúltera.Aquel maldido telefonazo a mi precedente amante y padre de la niña descubrió toda la trampa. Mi abogado insiste que, aunque una batalla sea perdida , tal vez se puede vencer la guerra. El presidente Clinton fue absuelto por falta de penetración vaginal. El sexo virtual es propiamente sexo adulterino? Donde está una ley que lo marca como tal?"

"Vaya Lucrecia! Tù serás la protagonista en el proceso del siglo.!"

"Mira que suerte! El escándalo es tan clamoroso por todas las partes que yo seré apodada la puta virtual; el fracaso es ya total. Juany, amiga mia, la desventurada Lucrecia tendrá que hacer la calle!"

Y volvió a llorar.

Juanita la cerró a su pecho y le habló cariñosamente:".Venga ya! Crees tù que una hembra la cual puede exhibir largo pelo de oro, un pecho con el Monte Blanco y el monte Rosa, un vientre que después del parto se ha convertido llano como las pampas argentinas, dos piernas tornidas y largas como la transiberiana y dos muslos carnosos y juntos formando una rajita que como la flecha de un cartel del tráfico enseña la ruta por el coño, lo que extremecería el emperador del universo, tenga necesidad de hacer la calle? Tú y yo abriremos aquí en Roma – no, en Milán donde son más generosos –un burdel de veinticuatro o veinticinco estrellas como la Unión Europea."

"Pobre de tí, Juanita! No sabes que aquí los burdeles han sido cerrados y prohibidos desde medio siglo?"

"Qué país de mierda!"

"Juany, perdona! Tu debes castigar tu lemguaje si quieres ser digna de veinticuatro estrellas, al menos por los ratos cuando tú no follas."

"Tú tienes razón. Pero en España hay más que cien burdeles y más que ciencinquentamil trabajadoras del sexo, en majoría extacomunitarias . El nuestro podrìa ser un palacio real en comparación con los otros."

Lucrecia había acabado de llorar y estaba silenciosa y pensativa.

"La idea! La idea!" gritó.

"Qué te pasa?" preguntó Juanita.

"Qué no me escape de la cabeza!"

"Habla! No me dejas con la espina!"

"Nosotros fundaremos el primer instituto de educación sexual femenino!"

"Para lesbianas?"

"Nada de sexo en esta institución."

"Mira qué idea genial!"

"Acerca del sexo pero sin sexo."

"Menuda institución! Enseñaremos como cocinar la paella?"

"Escúchame Juanita: estoy hablando en serio. Alquilaremos un apartamiento con un gran salón a la planta baja de un palacio histórico y pondremos sobre el arquitrabe un anuncio luminoso "INSTITUTO DE EDUCACION SEXUAL FEMENINO". En el mismo tiempo derramaremos en todos los públicos lugares folletos de información del género:--Queridas mujeres, si vuestras parejas han alcanzado al punto de descuidaros indignamente , de leer el periíódico durante la comida , de dejaros por la tarde en la casa para ir con sus amigos a ver el partido de futbol o una película porno, de quejarse la noche en la cama de ser cansados por demasiado cansancio durante el día, si algunos de ellos, pensando ya en otra hembra coquetona, hacen alusión a separación o divorcio, manifestando de vez en cuando fastidio y desagrado de vuestras personas, pues bien vuestra es la culpa. Donde han huydo aquella vivacidad, aquella atractiva, aquella fascinación, que hicieron tumbar los varones por vos deseados en vuestros acogedores brazos?Vosotros no conocéis o habéis olvidado los infinitos recursos, visibles u ocultos, de que os dotó la naturaleza y que vuestra inexperiencia o negligencia no os permite de explotar. Eso es lo que podréis aprender o reavivar aquí.

Quota de inscripción: 50 euros que serán revueltos, si insatisfechas después de la primera lección: Rebajas para las novias.

Tasa de frecuencia: concordata según los casos.

Al pie del folleto: dirección de correo postal y electrónico, número de teléfono, de fax, etc.

"Juany, que dices?"

Juanita escuchaba teniendo la boca semiabierta. "Tú eres una gran literata.,"dijo.Pues preguntò:"Y no se folla?"

"Absolutamente prohibido!"

"Ningùn acto sexual? Cuál será entonces mi tarea?"

"No tengas miedo. Tu experiencia se volverá preciosa a tiempo debido"

Yo tengo miedo que ni una monja se inscribirá a esta tontería de curso"

*****

 

Contra el pronóstico de Juanita el primer día del corso fue bastante el número de las presentes, que se reduplicó el día siguiente y se cuadruplicó por las tercera lecciòn, así que las altas fueron cerradas.

Consecuencia inevitable de tanto éxito fue que las autoridades eclesiásticas y civiles, recibieron un montón de letras, generalmente anónimas, de e-mailes, de telefonazos, acusando que algo gravemente inmoral iba ocurriendo en la ciudad sagrada. Por lo que un día, un distinguido señor , que parecìa haber quitado justo entonces una bella uniforme, golpeó al portón del instituto y pido a la vieja portera de anunciar a la señora directrriz la visita del señor Riccardo Piccin. La portera se apresuró a obedecer y hizo el anuncio a la una y a la otra dueña, por lo que ambas en el mismo tiempo bajaron para presentarse al visitador . Lucrecia llevaba un traje sastre y estaba perfectamente maquillada , Juanita, féliz por la ocasiòn de ver un varón, se puso una preciosa bata japonesa atada por la parte delantera..

Cuando el visitador vio aquellas campeonas de belleza, por unos segundos se quedó sin aliento, pues presentó sì mismo como teniente de la la Policía de Estado, excusandose por la imgrata tarea, siendo encargado por sus superiores de indagar acerca de las actividades de aquella institución.

"Yo creo,"él dijo," que mi búsqueda de informaciones sea ya inútil ahora que he conocido tan exquisitas personas..."

Lucrecia invitó el teniente a sentarse y le preguntó cuál bebida pudiera ser de su major agrado en el cálido día veraniego.

Como le fue mandado la vieja trajó tres grandes vasos de naranjada roja y pronto se alejò.

"Yo soy extremamente cohibido..."

"Venga teniente!" intervino Juanita. " Usted quiere saber si aquì se desarrolla algo de escandaloso e inmoral. Aquí, mi querido teniente, excepto Usted, no se encuentra ni siquiera la sombra de un hombre."

"Viva! La señorita..."

"Juanita."

"es española. Aun mi mujer: ella es de Málaga, Por cierto sería encantada de poder conocer Ustedes."

"Serìa la bienvenida en cualquier momento."

"Teniente,"volvió a explicar Lucrecia."Puede ser seguro y relatar a sus superiores que este instituto ha sido fundado contra la difusión de la inmoralidad y de la prostitución, más bien por la defenza de la familia."

"Afirmo sobre mi honor que jamás yo he sospechado..."

"Nuestro propósito es la salvación del instituto familiar, del matrimonio. Un viejo obispo francés que, acompañado de un joven sacerdote italiano, nos honró de su presencia, hace pocos dìas, hizo discursos profundos y agudos respecto a nuestras intenciones. Se ven las jóvenes y aun las jovencitas, especialmente las novias, briosas, cariñosas, adornadas y disponibles – hasta demasiado en un particular sentido – antes del matrimonio: después cuando llega el primer hijo el marido no cuenta, no existe más. Verdad, a veces la lactancia, algunas indisposiciones del niño les quitan el sueño, mas cuanto sueño han quitado durante la luna de miel y aun siendo novias en las discotecas – no es una novedad hoy en día. Y ahora en la casa conyugal tú las ves desgañadas, medias caídas, delantales manchados, perfume de coliflor. Y entretanto el marido en su despacho a lado de su escritorio tiene una computadorista jóven, avispada, uñas curadas, minifalda a medios muslos, medias a red y lista a lanzar de vez en cuando una ojeada pícara. Hay motivo de maravilla si siguen adulterios, separaciones, divorcios? Tanto la Iglesia como la Escuela han infravalorado eso aspecto de la educaciòn de las donzellas. MULIERES SINT DECORAE, escribe San Pablo, y deben ser agradables a sus maridos. A razón de vuestra obra meritoria , queridas hijas, os bendigo."

Mientras Lucrecia así iba hablando, un borde de la bata de Juanita se deslizó hacia abajo descubriendo hasta la ingle un increible muslo. El teniente preguntò a sí mismo cuál efecto habría producido tal inconveniente si hubiese ocurrido en presencia del jóven sacerdote y quizás del viejo obispo, dado que él no sabía como ocultar su espantosa erección. Tomó unas revista de moda de una mesita cercana y la abrió en su regazo: las hojas abiertas enseñaban modelos tope exhibiendo los más frescos géneros de tanga.

"Esto", concluyó Lucrecia," es lo que intentamos enseñar a nuestras pupilas que sean madres amorosas para sus niños y amantes atrayentes para sus maridos."

"Señora..."

"Lucrecia. Perdone Usted mi falta de presentación. Mi amiga se llama Juanita y es valenciana. Quiere Usted ver nuestros papeles?

"Por favor! Yo he visto dos exquisitas damas y no quiero ver papeles. Ustedes han sido de gran ayuda en mi desagradable tarea. Muchas gracias! Ahora yo me atrevería a pedir a su cortesía un favor. Esta revista de moda me parece muy interesante y yo quisiera llevarla a mi mujer que está un poquito ignorante de la lenceria moderna y llamativa. Devolverla entre pocos días sería una buena ocasión para visitar y conocer Ustedes."

*****

La primera lección del curso de educación sexual femenino empezó con cumplimentos de género burocrático. Cada alumna recibió un formulario parcialmente impreso para notificar su nombre y apellido ( aun ficticios ), fecha de nacimiento (real), número de teléfono (exacto), estado civil ( facultativo), eventuales problemas personales y preguntas de aclaraciones en materia de sexo.

Cuando todos los papeles fueron recogidos, Lucrecia explicó:" Como aparece claro en esos formularios la privacidad de Ustedes es totalmente respetada, pero yo supondría oportuno y sìmpático que todas las barreras y las desconfianzas caigan de modo que pueda formarse toda una familia ..."

"...de putaines!(*= de putas)," rió inesperadamente una señora enjoyada y vestida según la última moda de Paris.

Juanita rompió a reir a carcajadas, pero Lucrecia puntualizó:"Cuando estamos de recreo o, mejor, fuera de aquí, podremos aun contar bromas amigablemente, cada una según su propio lenguaje, mas durante las lecciones y las actividades practicas, el òrgano del macho, para ejemplo, que familiarmente o vulgarmente se nombra en mil diferentes maneras será sólo y siempre EL PENE."

"Et comment appellerons nous le correspondant organe féminin, la chatte? (*= y cómo llamaremos el correspondiente órgano femenino, es decir la gata?)

A este punto Lucrecia quedó desconcertada . Pronto volviò en la mente los innumerables vocábulos para significar la cosa, sin buscar algún idóneo:, recusando levantar al honor de la cátedra el horripilante, aunque científico, VULVA. Ya estaba resignandose a hacer recurso a VAGINA o ÚTERO, también sabiendo que la parte no es el todo, cuando le socorrió inesperadamente su expansiva amiga Juanita: "Señora francesa! Dado que el nombre científico VULVA es un término poco idóneo para una cosa tan delicada, mi propuesta sería de llamarla como en España – COÑO --, que deriva del latino CUNNUS , por lo que una deliciosa acción sexual es nombrada CUNNILINGUS."

"U’ cunnu (*=siciliano-el coño)!" exclamò una muchacha morenita y gafuda desde las últimas filas de sillas.

"Mais il est du masculin!(*=Vaya! Es una palabra masculina!)"

"Por qué es aquel precioso utensilio para agotar toda la leche y el dinero del macho."

Lucrecia, sorprendida y orgullosa de la ciencia y del brio de su ayudante volvió a continuar la lección.

"Dedicaremos este último cuarto de hora, con la ayuda de esta minuciosa tabla sobre el caballete a una sumaria descripción del aparato genital femenino."

"Pourquoi pas de celui de l’homme?" preguntò la provocadora. "Je sais comme moi je suis faite? (*= por qué no del aparato del hombre? Yo sé bien como están mis cosas)"

"Est-ce que c’est aussi a votre connaissance que vous avez là-bas les trompes de Falope" (*= Sabe también Usted que allí abajo tiene las trompas de Falopio?".

El sonido del timbre interrompió la discusión y la lección, que se concluyó con un golpe de efecto. Lucrecia hizo correr una gran cortina azul que estaba al largo de la pared detrás del palco y aparecieron cinco maniquíes desnudos perfectamente modelados. Todos los ojos de las presentes se apuntaron de inmediato, como de costumbre, al bajo vientre de los simulados varones: gritos de delusión, suspirios de deseo, respiros de alivio. El atributo masculino consistía en un rudimentario esbozo que sólo su posición en la entrepierna declaraba ser tal.

"Mais ils n’ont pas ce que fait d’un homme un homme!(*=Anda! Ellos no tienen ni siquiera lo que hace que un hombre sea un hombre!)"

"Mais non, madame: regardez bien. Il y a là-bas quelque chose qui parle a l’imagination."

("= No, señora. Mire atentamente : hay allí abajo algo que puede estimular la imaginación).

Lucrecia quería volver el contrasto en broma, pero no faltó de lanzar un dardo final: " En tout cas vous pourrez dire toujours d’avoir frequenté un institut de éducation y no de prostitutiòn." (*= de todos modos Usted podrà siempre jactarse de haber frecuentado un instituto de educación y no de prostitución)"

Ya entre las dos damas existía un latente estado de guerra.

*****

La tercera lección ya había acabado cuando se presentó al instituto Rosa Bonita, la malague- ña mujer del teniente Piccin , el cual había insistido en una visita a las dos damas para la devolución de la revista oculta-bulto y posiblemente en la frecuentación del curso, dado que, después de la vista de la ingle de Juanita, él quería que su mujer se volviese un poquito más achispada.

La acogida de las dos amigas fue entusiasta. Acerca de la inscripción tardiva Lucrecia exclamó: "Nada se puede negar al teniente Piccin.; ma tú no necésitas darte de alta porque, si la cosa no te ofende o desagrada, tú serás nuestra secretaria."

"Como sóis corteses, queridas! Pero yo no creo que sea idónea a tanto oficio."

Abrazos, besos y el instituto logró un bel trio dirigente

Todo marchaba bien y ya algun marido o novio se quedaba maravillado de la cultura específica de su pareja, la cual, levantando con dos dedos el pene, flojo en estado natural, explicaba con tono magistral la función de los testículos , el camino del esperma, hablaba del epidídimo, de los conductos ascendientes y descendientes, de la glándula prostàtica, del tejido esponjoso, de la afluencia de la sangre y del consiguiente engrosamiento y endurecimiento de la uretra, que llenaba ya toda la mano, y por fin descapullando el glande apuntaba el dedo corazón al frenillo para señalarlo como hueco fuerte erógeno, de modo que tal vez la cuidadosa explicación acababa con una placentera inesperada ejaculación.

Al final de la cuarta lección Lucrecia anunció por la mañana siguiente la primera demonstración práctica de conducirse en una particular situación familiar: hombre cansado por el diario fatigoso trabajo, y además en esos días de cálida estación veraniega. "Obviamente a la señorita Juanita toca la tarea de realizar la escena y honor habrá quien sabrá imitarla. Pero no será necesario repetir todas las mimas que hará Juanita interpretando su parte; cada una podrá usar su inventiva y expresar su personalidad. Desdichadamente tenemos sólo cinco maniquíes, porque inicialmente no se sabía el número de las mujeres intencionadas a inscriberse al curso, ni nuestra caja era bastantemente fornida; al presente no tenemos alguna dificultad financiera – ha sido abierto aun un curso nocturno para las mujeres trabajando o estudiando por la mañana—por lo que tendríamos la posibilidad de ordenar maniquíes personales para cada una de vosotros. Pero si alguna desea procurarse un maniquí propio, puede ordenarlo aun cambiando, por ejemplo, la cara con otra de su mayor agrado.

Unas sonrisas florecieron aquí y allí en el salón, las alumnas mas taimadas pensando en cualquier pequeña alteración en otra parte del cuerpo humano.

"Por el momento," continuó Lucrecia, "después de la exhibición de la señorita Juanita elijiremos cinco discípulas sacando de una urna cinco sobres cuidadosamente sellados con el nombre de cada una de vosotros."

El día siguiente la expectación y la excitación estaban palpables en el aire.

Lucrecia describió la situación y la escena. El marido regresa por el anochecer , cansado por

el trabajo laborioso de todo un día, apenado aun por el calor veraniego. Pongamos que el sea director de una filial bancaria , de un taller, de un supermercado. Es posible que él haya participado a reuniones importantes , padecido el fracaso de algún negocio. Este es un caso muy difícil a tratar. No alegría, no bromas, no alusiones sexuales: serían contraproducentes. Como si, por ejemplo, hablar de un viaje de descanso a Tenerife por la tarde de un día en que el equipo de Roma, del cual él es encarnizado hincha, haya perdido el partido de futbol con el Deportivo de Madrid..

"Qué viva España!" gritò una castellana residente en Roma.

"Yo he hablado bastante. Ahora la tarea pasa a la señorita Juanita, que es una actriz de clase. Vaya! Ahora me callo. Sólo de vez en cuando haré cualquier comentario o explicación a favor de lo que vosotros vais a ver." A este punto Lucrecia se acercó a la cortina azul detrás del palco para abrirla, cuando Juanita exclamó:"Alto, por favor! Lucrecia, lo que tú has dicho cerca de este hombre me hace suponer que la butaca pueda ser el mejor remedio final por su situación. Según mi juicio es la postura más relajante , bien que extremadamente placentera de todas las del Kamasutra."

Cuando en el salón se oyó la palabra misteriosa y a muchas orejas malsonante de Kamasutra, desde las jovencitas hasta las maduritas todas se sobresaltaron en sus asientos, quienes por entusiasmo, quienes por miedo.

"Esto es lo que pensaba yo misma., "contestó Lucrecia ."Hay una butaca allí y su cabecera puede ser inclinada."

Por fin la cortina fue abierta y apereció un único maniquí todo vestido como para una cerimonia y aun con un bombín encima de la cabeza; mas el parecìa agotado y flojo con la chaqueta desabrochada y la corbata bajada.

La supuesta mujer se levantó de prisa del diván y dijo: "Te he esperado aquí sin dar paseo, sólo llevando esta ligera bata. Hace un calor insoportable. Y tú vestido con esta ropa calurosa!" Se había apresurado a él : le tomó el bombín de la cabeza y lo hizo volar sobre el diván. Abrazando el maniquí por la cintura lo acompañó o, mejor, lo arrastró hasta la butaca y, inclinando la cabecera, lo extendió cómodo en aquel asiento.

"Mira!" exclamó la afectuosa mujer:"estás todo empapado de sudor." Le quitó y lanzó chaqueta y corbata sobre el diván y en un salto fue a la mesita donde estaban botellas y cubitos de hielo, preparó una bebida fría y, regresando a él, vertió el liquido poco a poco entre los labios móviles: "Poco a poco,"explicó: "el coctel está demasiado frío y podría hacerte daño".

Lucrecia echó una ojeada a la cara de la madama francesa y dijo para sus adentros: "Está ya lista para un disparo."

Juanita continuaba su obra con rapidez y cuidado. " Esta camisa parece salir ahora mismo de la lavadora: es hasta difícil sacarla." Levantó un borde de su bata, descubriendo sus piernas siderales y empezó a frotar y secar el pecho del marido y después a tocarlo aquí y allí con pequeños besitos. "Sabes tú que nunca me ha tan gustado el olor de tu pecho de macho como hodie?Tú haces tanto para mí y yo nada para tí! Qué dices? Qué te vestiste así porque tiene en curso una inspección de tus superiores? Al diablo los inspectores! Fuera los zapatos, fuera estos pantalones tan calurosos. Fuera, fuera!" Un zapato voló a la platea." Y quitemos aun los calzoncillos todos mojados".Aquì ella intentò la primera sonrisa. " No merece un poquito de alivio tu ruiseñor?... Rìes?...Y por supuesto él quiere ver su nido? No lo conoce bastantemente? Vale! Tienes razón! Tú así desnudo y yo arropada. Pero no está scandalizado si no llevo nada bajo esta bata sino un tanga: yo no podía soportar tanto calor... Atención señor! Dicho hecho. Se baja la manga derecha, la manga izquierda, se suelta la correa y la bata desliza al piso. No me comas con tus ojos.... Quieres ponerte extendido conmigo sobre el divàn para apoyar tu cerebro inspeccionado entre dos lomas blancas nùmero cuatro? Nooooo? Algo màs? Como? No estabas cansado, agotado, flojo? Y ahora veo allì un bulto que me terroriza. He entendido, bribòn! Tù quieres que yo monte el caballo para una cabalgada salvaje , mientras tu descansas comodamente, verdad?"

"Escúchala y mírala, Dany.! Esta actriz es un encanto.! Qué escena! Qué mimas! Qué esplendor!" exclamó una espectadora a su vecina.

"Vale, vale!" concedió Juanita. "Me quito el tanga y además te guiño el ojo""

El guiño es el arma suprema de la hembra: complicidad total. Si acaso una mujer apetecible se acercase a tì y te pidiese claro y redondo " Te gustaría follarme?", no tendría el mismo efecto.

Juanita se había ya quitado el tanga (no estaba totalmente rasurada) y ya accionaba sus talentos toqueteando con la punta de su lengua los alrededores del ombligo del maniquì. La madama francesa a este punto se levantó como para contestar algo, mas Lucrecia había ya empezado a explicar modo y función de la postura de la butaca, por lo que la francesa volvió a sentarse enfurruñada.

"Queridas,"dijo la profesora," me parece oportuno precisar lo que va a hacer esta pareja. Mirad este dibujo. El hombre está comodamente acostado en la butaca con la cabeza inclinada sobre la cabecera y las piernas un poco avanzadas como quien conduce un coche; la mujer se pone en su regazo así que los genitales tienen contacto y además aun la mujer levanta sus piernas colocando sus covas—la parte opuesta a las rodillas—sobre la espalda del hombre cada una a cada lado de su cabeza dejando colgar pantanillas y pies detràs de la cabecera de la butaca: así toda la acciòn toca a la mujer. Ella ha ya acogido el pene en su ìntimo: lo sujeta a movimientos horizontales, verticales, giratorios , impone el ritmo y la duración. El hombre puede contribuir a levantar la calidad del coito moviendo las caderas, pero aun,. si prefiera, quedar relajado..."

"Carramba! Madre mìa!" exclamaba entretanto Juanita mirando el imaginario miembro del maniquì."Jamàs habìa visto tu hermanito así túrgido, teso, levantado hacia el cielo. Tengo gana y miedo. Quieres hacer el amor o bien empalarme?" Y asì diciendo tomó su postura de "butaca" y pareciò qua había tragado en su coño un monstruo.

Las palabras, los movimientos, las exclamaciones, la recitación emotiva de Juanita habían tan trastornado las mentes y los sentidos de muchas espectadoras que ellas veían verdaderamente lo que estaba simplemente simulado. Otras no fueron tan facilmente encantadas y más o menos sus reprobaciones fueron las mismas que la madama francesa no faltó de gritar. " Voilà la plus grande drolerie de ma vie. Si l’on crée une atmosphère de exaltation sexuelle, quelle est la différence d’avoir a quoi faire avec un mannequin ou avec en hombre en chair et en os et garni de sa propre artillerie? (*= Cuando un lugar es saturado de una atmósfera sexual, cuál es la diferencia de cerrar entre ses cuisses un mannequin ou un hombre con su proprio instrumento?)" Después, cambiando la lengua para ser entendida por la mayoría de las presentes ( el castellano es muy símil al italiano): "Yo creo que este espectáculo sea más inmoral que un coito humano. Yo soy una verdadera actriz y tengo escrituras con la M.G.M., que todas cierto conocéis,. Si juráis que ni una palabra de esto que propongo de hacer se oirá al exterior de este salón, os prometo que mañana por la mañana podréis asistir a una escena recidada al tope de la habilidad por una verdadera actriz con su colega de la septima arte. Naturalmente a razón de mi alto copete , como escribí aun en el formulario, y de mi reputación artìstica, me toca ser la primera o la única a recitar mañana"

Cuánta envidia por Juanita incitaba esta mujer a exponerse tanto?

Lucrecia aparentemente tranquila respondió en la misma lengua:

"Madama, yo contesteré punto a punto sus objecciones y propuestas.

Primero: la simulación no puede en ningún caso ser considerada un reato o inmoral. Si así fuera, los actores que en la pelìcula de Los Alamos tuvieron el papel de los heroes matando mejicanos a cientos debrìan ahora estar en el brazo de la muerte como plurihomicidas.

Segundo: inmoral? Aquí no se desarrolla algún acto de sexo explícito, como en cambio Usted propone con su compañero.

Tercero y màs importante de todo el restante: entre mis alumnas no hay alguna distinción de rango ni de importancia. Nadie puede decir – yo soy de más de aquella--; todas están al mismo nivel."

"No tolero insultos. Nous nous verrons bientot dans une autre place (*= Volveremos a vernos en otro sitio)." Y se alejó.

*****

Completamente indiferente a lo que pasaba en una parte del salón , Juanita continuaba a cumplir con entusiasmo su tarea y aun a entusiasmar y, a decir la cruda verdad, a humedecer las bragas de las espectadoras más sensitivas que no se interesaban a la riña entre la alumna y la profesora. Ella ahora cabalgaba furiosamente como una amazona y de repente se movía lenta y dulcemente como una cuidadosa masajista y de vez en cuando lanzaba una poderosa embestida. Gemía. Jadeaba intercalando palabras excitadoras o agradecidas:" Oh! Siiiii! No tengas miedo, más fuerte, más hondo, màs ràpido, mátame, impálame: oh, asì ,qué gusto", y dijo aun unas palabrotas.

"Qué actriz!" exclamó su admiradora. " Sabe traducir la simulación en realidad!"

Parémosnos un momentito para dedicar un pensamiento a esta Juanita, que ha sido poco tomada en consideración, bien que sea sumamente guapa y, según mi juicio, muy simpática, no obstante sea bastante libertina. No fue conmovido su tierno sentido de amistad por la desgracia de Lucrecia y su disponibilidad en acompañarla a Roma y en ayudarla para la realización de su projecto educativo? Se puede decir que una nota distintiva de su carácter sea la generosidad en ofrecer su ayuda, su tiempo, su compañia y aun sus encantos. Por todo el largo tiempo de la instalación y del lanzamiento del instituto ella, bien que acostumbrada a desfrutar más o menos diariamente de los placeres sexuales intercambiados, vivió en total castidad y, como ayudante de la fundadora, se pronunció nada menos que dispuesta a exhibirse en aquellas demostraciones con los maniquíes que ella llamaba secas. Pero al principio del curso se manifestó otro aspecto de su caracter, la picardía, lo que la pone aún más simpática. La ocasión justa fue la de la butaca, que ella misma propuso a la jefa como primera demostración práctica.

Antes del día de aquella prestación ella visitò el único sex-shop totalmente femenino de la ciudad y se provejó de un conspicuo carajo de latex y aun de un buen mástique, con el cual a tiempo débido untó el aborto de pene del maniquí y la vacuidad basal del consolador, que escondió bajo el cojin de la butaca; pues al momento justo, montando en el regazo del maniquí, lo colocó en posicián de soberbio pene. La operación tuvo éxito porque el brazo de la butaca y el mismo muslo de ella levantado hasta el cuello de su pareja sustraeban a la vista del público toda la zona de la operación. Esto le permetiò de apuntar el carajo a la entrada de su coño y de hacerlo penetrar lenta y dulcemente con un alargado "Oh, sì!" de satisfacción más auténtica que simulada , que acabó con un suspirio más sincero que fingido, un "Thank you", que trastornó como un terremoto las entrañas de las aprendizas. Hemos ya descrito, bien que en manera sumaria para evitar la acusa de pornografìa, el desarrollo de la copulación, que procuró tres orgasmos a la cabalgadora, la cual los juzgó suficientes para su alivio y adrede, como si fuera exhausta, abandonó su cabeza sobre el pecho de su inanimado amante, suspirando otro "Thank you, mi amor", que procuró a las presentes un diluvio de orgasmos. En ese modo ella logró el tiempo para ocultar su trampa ; pues con un salto descendió del lugar de sus coitos y inclinó a las ovaciones de la platea: su cara radiante y alegre, donde la crisis de abstinencia era desvanecida.

Lucrecia no supo nada, el pùblicò no descubriò nada.

*****

La mañana siguiente, al final de la lección, las tres amigas, saliendo del instituto, encontraron apoyado al portón del palacio, mal peinado, mal afeitado, mal vestido el teniente Piccin,

"Ricardo, querido mìo! Qué te pasa!" exclamó espantada su mujer.

Al principio el rehusaba hablar: después por los ruegos de su mujer y por las insistencias de las dos damas, que querían saber si su aprieto fuera en relación a la inspección del instituto, confesó que sí, que sus superiores habían sido informados por testigos oculares y auriculares de alto copete que aquella escuela estaba un lugar de perdición y que se veían exhibiciones y se oían discursos de una inmoralidad inacceptable, aun en presencia de menores."Yo fui acusado que los había engañado y como primera medida de castigo yo seré transferido a Cerdeña. Eso es como una degradación."

Lucrecia sin algún titubeo confortó aquella pareja. "Teniente, Rosa, no tengáis miedo. Yo sé quien hizo esta denuncia. Esté seguro, teniente: Usted no irá jamás a Cerdeña."

El mismo dia Lucrecia fue a un abogado, al cual contó toda la historia concluyendo:"Pues somos acusados de inmoralidad."

"De parte de quién?"

"De una dama francesa que se jacta de ser la mujer del jefe de la policía."

"Eso es verdad, pero es aun verdad que madame Chantal es la más gran puta que nos envió Francia. Ella se casò con aquel personaje, que se ha resignado a ser cornudo de parte de un mejicano, que ella va a encontrar por dos meses cada verano a Cancún en Mejico. Pero hay algo más."

"Yo ya sé. Ella tiene escrituras con la Metro."

"Con la Metro?"

"Así dijo ella, a la americana M.G.M."

El abogado soltò una carcajada interminable."Perdone,señora!. La Metro Goldwin Mayer!" Y volviò a reir."No me haga morir. Esa es la sigla de una compañia pornográfica mejicana "Me Gusta Mamar", que es muy apropiado para una francesa. Ella se hace morena, se transforma por el maquillaje y tiene el nombre de arte de Mesalina. Yo tengo mis informadores, bella señora."

Lucrecia respirò. "Ahora estoy perfectamente tranquila. Por otra parte no me sentía mucho a riesgo porque he grabado toda nuestra enseñanza y aun extraido toda la riña que túvimos entre yo y ella acerca de la moralidad."

"Que dijo ella?"

"Guarradas! Quería sexo explicito."

" Eso no me coge de sorpresa. Ahora tenéis el jefe en vuestras manos."

*****

"Adelante, adelante, señorita!"

Juanita entró aún jadeante, entregó al jefe un sobre con papeles y un paquete con las cintas, salutando vivacemente: ":Buenos días,jefe,"

"Española?"

"De Valencia."

"Bella ciudad con el perfume de los jardines de naranjas y el azul del cielo y del mar. Mi niñera era de Valencia, por lo que vaya con el español. Mi secretaria me dijo que Usted tenía sospechas y pruebas de un inminente atentato."

Juanita sonriò. "Esa fue una mentira mía para pasar cuanto antes."

"Usted se ofende si le digo que es un poquito pícara?"

"Jefe, sin una pizca de picardía no se sobrevive."

"Mirandole me doy cuenta que un atentato está ya en curso, pero a mi persona."

"Yo no tengo ninguna mala intención a su daño."

"Sus curvas son demasiado peligrosas."

"No por quien sabe manejar el volante del coche."

"Que gracia! Dígame por favor si Usted vino aquí sólo para conocerme."

"Hemos sido calumniados, señor jefe!"

"De qué?"

"De inmoralidad."

"Es la cuestiòn del instituto educativo, verdad? Y de esta butaca de la cual óigo hablar continuamente? Puede Usted explicarme con detalles la cosa?"

"Por favor, excelencia! No me trate de Usted: yo soy nada respecto a su excelencia."

"Y tú no me trates de excelencia,"

"Vale! Si Usted quiere conocer lo que es la butaca, una postura sexual del Kamasutra, yo estoy lista a demostrarlo practicamente. Bien que aquí no hay una butaca idónea, este taburete elástico puede servir por otra postura muy símil a la butaca. Esta postura se llama la "doma". que por su mismo nombre parece muy apta a un duro jefe de la policía."

"Yo? Qué debería hacer?"

"No hay hombres en nuestro instituto; por razón de decencia utilizamos maniquíes masculinos sin atributo.Si Usted quiere comprobar nuestra inocencia debería hacer el papel del maniquí."

"No parece un papel muy halagueño en relación con mi posición, pero si es necesario..,

"Obviamente yo debería estar desnuda y sentarme en su regazo con las piernas en los opuestos lados del asiento, su pecho contra el mìo, su cara frente a mi cara así que los genitales del macho se juntan con aquellos de la hembra. Es obvio que estando ambos vestidos, nuestros genitales no tiendrán contacto y así habremos realizado la misma situación que con el maniquí. Todo está simulado, ninguna inmoralidad."

Pero el señor jefe no era un maniquì, por lo que ella a través de sus pantalones sentió crecer un bulto inequívoco de medidas formidables Con respecto a su natural pudor femenino ella se levantó y fue a sentarse sobre un diván , continuando sus explicaciones. El que ya se moría de ganas por aquel estupendo ejemplar de hembra la siguió y se sentó a lado de ella, que entretanto había cruzado sus piernas, por lo que la minifalda subiendo reveló el inmenso potencial de aquellos fabulosos muslos hasta la zona sombría de la entrepierna. Ya los lìquidos preseminales del varón iban humedeciendo la tinieblas de los calzoncillos y de los pantalones.

El tentó una diversión.

"Estás contenta de tu trabajo? Tu hermosura y tu gracia te destinarían a un gran matrimonio, a ser la reina del bel mundo ... Quieres una copita de whiskey o un vaso de naranjada.?"

"Naranjada, gracias. Cuanto a ser bien fornida y a las curvas peligrosas esta es mi desesperación.

Sabe Usted que ahora volvieron a estar de moda los pechos de medida tres?" Y así diciendo levantó su jersey hasta la garganta y sacó de su sujetador una esplendorosa mama. " Qué piensa Usted? Que sea de cuatro o de cinco?"

El macho había ya superado el lìmite de la resistencia humana, de modo que una diluvial ejaculación llenó toda la ropa baja y al mismo tiempo él vertió la garrafa de naranjada que tenía por una mano, inundando sus pantalones y la minifalda de ella.

"Alegres!" exclamó ella."Somos todos mojados. No se alarme. Menuda tarea."

El, vergonzoso, dejó hacer.

Ella le quitó los pantalones y – después de una rápida mirada—aun los calzoncillos. Usando un pañuelo suyo fino y bordado intentó de limpiar de los varios lìquidos los muslos, el pubis y aun el pene, que, no obstante todo, impertérrito, permanecía erecto..

En el corazón del macho surge aquel espíritu agresivo que una erección titánica ocasiona. "Y ahora puedo hacer la parte del ser humano?"

"Si el jefe comanda, me quito la minifalda que está húmeda al interior y al exterior."

Volvieron a sentarse sobre el taburete en la misma posición de antes, pero esta vez estaban ambos desnudos, ni aquel miembro parecía tener pacíficas intenciónes."

El jefe era un hueso duro.

"Alto!,"dijo ella. "Me olvidaba del teniente Piccin."

"Qué"

"El no os mintió acerca de la finalidad de nuestro instituto. El no debe ir a Cerdeña."

"La disposición ha ya sido deliberada. Yo he ya escrito la ordenanza."

"Contraordenanza!"

El titubeó un rato, mas la nueva tentativa de penetración no logró ninguna colaboración.

El con un esfuerzo peligroso por su corazòn sacó su organo a midad ingresado en el jardín de

Valencia.

"Vale! El teniente Piccin se quederà en Roma. A ese punto un estupro serìa casi un derecho!"

El rato siguiente fue una tortura: el retrajó lo que quería avanzar y sacó aun un papel de un cajón del escritorio y lo entregó en las manos de ella. Ella echó una mirada al escrito y hizo cuatro trozos de ello, que volaron sobre el piso.

"Y ahora, jefe, ataques y contrataques sin ahorro hasta un pirotécnico final."

Los animosos contendientes rodaron del taburete sobre el piso, donde la batalla se concluyó heroicamente sin derramamiento de sangre, sino chorros de leche y flujos de jugos.

*****

Cuatro personas estaban sentadas a una mesita de una taberna situada al aire libre en la plaza central de un pueblo de las alturas al este de Roma: un hombre bastante jóven y tres sobrehumanas hembras, que parecìan a la espera de participar al concurso de Miss Universo. Comían pan de horno, queso de ovejas, salsichón del país y bebían copas del mejor vino local. Todos estaban alegres y chistosos.

"Al fin y al cabo a quién yo debo mi vida?" preguntó el hombre.

La morena màs vivaz murmulló casi a su oreja: "Al coño!" Pero todos oyeron y rieron, Rosa ruborizandose. Levantando las copas y suponiendo que ninguno entendiese,brindaron "Qué viva el coño!"

Un viejecito solitario sentado a una mesita cercana con delante una garrafa y un vaso de vino tinto exclamò:"Siempre sea bendito el coño y quién lo creò-"

 

SIR

MARZO 2005