ROMANCE
Mientras la primavera de mi vida se extingue
y me niego a abrirle paso
al necio verano que llama a mi puerta,
espero que llegue el tiempo de la cosecha.
Observo los campos
que de mis obras están sembrados
y medito sobre la estéril parcela
que mi necedad dejó vacía.
Pienso en los años
en que hasta el confín de las estrellas
perseguí un ideal.
Para con profundo asombro,
descubrir que se ocultaba
casi en mi propio umbral.
Un sueño con cabello de caoba y luz,
ojos de ónix y luna,
piel de seda y espuma
y sonrisa de perla estelar.
Un sueño, una mujer,
que le abre la puerta al verano,
y con su sonrisa cantarina
lleva paz a mi corazón.
Que hace florecer en mi campo
las etéreas rosas del amor,
y con su dulce presencia marchita
las ortigas de la soledad.
Si Soñarla me hace vibrar,
¿Qué será tener su ternura
y sentir su dulce mirar?
Sólo el tiempo lo dirá
Kosuke.