miprimita.com

Muchas confesiones

en Zoofilia

Antes que nada, quería decir, a modo de confesión, que no tengo ningún Perro, y por ese motivo, aparte de mandar únicamente relatos ficticios, ahora estoy desesperada por vivir con uno.

Los versos en inglés los escribí la semana pasada apenas me prometieron regalarme un Perro para mi cumpleaños ... Tras larguísimos años de no poder vivir al lado de uno al menos en mi propia casa.

Cuando hablé con la que me dijo que iba a buscarme un Perro en la Sociedad Protectora que tiene cerca, durante todo ese día tuve los ojos como los de Sailor Moon cuando se emociona.

Con respecto a lo que sigue, no me importa si me lo destruyen a pura crítica, porque van a ver muy pocas cosas eróticas, pero en cambio, cada cosa que digo más abajo es un deseo que tengo ardiendo adentro como al rojo vivo.

If I only had a Dog ...

I know I could have it all …

When we go out

In sunny, quiet walkings.

If I only had a Dog …

We would be more than tween souls …

Our bond, since then,

Would make us more than brothers.

Our happiness would grow

with each thing we’d share

every night and every day.

Doggy-Boy, sweet Doggie-Boy …

Doggie-Boy, please come home soon …

My dream with you

keeps burning now inside of me.

Doggie-Boy, sweet Doggie-Boy …

Let me give you all my life …

I think I would

Go crazy if you’re not here.

Surely you know

Of the years I lost without

your true friendship and your love.

( Si tan sólo tuviera un Perro … / Sé que podría tenerlo todo ... / Cuando saliéramos / en tranquilos y soleados paseos. / Si tan sólo tuviera un Perro ... / Seríamos más que almas gemelas ... / Nuestro vínculo, desde entonces, / nos haría más que hermanos. / Nuestra felicidad crecería / con cada cosa que compartiéramos / cada noche y cada día.

Doggie-Boy, dulce Doggie-Boy ... / Doggie-Boy, por favor, ven pronto … / Mi sueño contigo / sigue ardiendo dentro de mí. / Doggie-Boy, dulce Doggie-Boy ... / Déjame darte toda mi vida ... / Creo que enloquecería / si no estuvieras aquí. / Seguramente ya sabes / cuántos años dejé pasar / sin tu amistad ni tu amor ).

El nombre debe pronunciarse "Dógui-Boi". La letra en inglés es mía, pero su métrica es como la de "Have you ever seen the rain", esa que ahora canta Rod Stewart.

Esto, ahora, es lo que estuve sintiendo y pensando para cuando por fin llegara mi Doggie-Boy.

En realidad, vamos a ser como hermanos siameses unidos al nacer por un único corazón ; el aire que uno respire hará vivir al otro.

Su madre también será la mía y mi madre también será la suya ; voy a tratarlo igual que como lo hizo la que nos tuvo en su vientre ( siguiendo la idea anterior ).

Vamos a ver y escuchar muchas cosas, en mi cuarto, casi pegaditos ; pasearemos para visitar todos los lugares así como las gentes que conozco.

Voy a acicalarlo amorosamente al menos dos veces por semana ; si le limpio los dientecitos, será con el cepillo que también yo use ; vamos a comer juntos todo lo que a ninguno de los dos le caiga mal.

Le compraré muchos de esos bizcochitos ( tal vez hasta pruebe uno ) ; si lleno de agua un plato hondo para que tome, yo me acabaré toda la que haya dejado.

Su lengua recorrerá mi boca cuando estemos a solas ; la mía paseará por su rostro y su cuerpo.

El día de nuestro encuentro será el de su cumpleaños y el de nuestro Aniversario ; en esa semana buscaré un día en que yo pueda ir por la casa como él, libre de ropas.

Para festejarlo entonces - luego de esperar el día apropiado -, después de desayunar algo juntos ( yo con poco o nada encima ) nos quedaremos en el piso del living durante una hora aproximadamente, haciendo muchas cosas de Perra y Perro. Otra de las cosas que haremos en esos días será jugar a que somos madre e hijo, y hasta intentaré amamantarlo, para alcanzar con él todos los niveles de relación interna y externa.

Luego, cada vez que "lo lleve a pasear", seremos nuevamente como marido y mujer disfrutando su salida nocturna ... Y por supuesto al final de ese día nos esperarán nuestro cuarto y nuestra cama, donde siempre viviremos ese gran amor como en un bolero de Luis Miguel.

Esto es lo que quería escribir ahora, aunque desentonara completamente con los demás relatos, porque como escribí al principio estoy empezando a desesperar por tener conmigo, así, a un Perro. No me sirve de mucho que me inviten a alguna casa donde haya uno ; tiene que ser aquí, en la mía, y él también tiene que ser el mío.

Por todo esto, y tal vez más, si quieren mándenme alguna buena onda, porque lo necesito pronto, a mi Doggie-Boy.