miprimita.com

Frustración

en Autosatisfacción

"Frustración"

Serenity Erna

Sentada frente al monitor, solo me pierdo continuamente en las páginas que me ofrece el rey del mundo moderno para ‘disfrutar’ de mi existencia. Son las dos de la mañana y tengo un insomnio fatal… un insomnio que me acompaña desde que entré al mundo laboral

La oficina es un infierno. Ires y venires de papeles tontos que no llevan a ningún lado, gente que me grita cada 30 minutos, esperando a que yo pueda resolver sus problemas con la compañía de seguros que se niega a pagar sus indemnizaciones, rumores turbios y absurdos que llegan a mis oídos cada vez que es tiempo de descanso, gente vana y sin escrúpulos que ocupan los cubículos contiguos a los míos… y que hacer, mas que sobrevivir en este día a día, insípido, constante, tedioso?

En el mensajero instantáneo solo 3 contactos, claro, en días laborales quien mas que yo y uno que otro chiflado esta conectado a esta hora? El asunto en cuestión es, porque estoy yo conectada a esta hora, si mañana tengo que ir a trabajar? Simple, mi vida es tan absurda que ni siquiera el sueño me ofrece algo emocionante…

Además de todo, el calor que domina la ciudad desde que entró el verano… Las ventanas abiertas de par en par, el ventilador en su nivel más alto y aun siento como diminutas gotas de sudor caen por mi cuello llegando a mi pecho y espalda. El cabello recogido en un moño alto, la camiseta de algodón blanco completamente pegada a mi torso haciendo mas notable el hecho que debajo de ella no hay nada mas que mi piel y el pantaloncillo de mezclilla por el cual cambie el pantalón del traje sastre de la oficina… y aún así, muero de calor. Es tan insoportable…

Me pongo de pie y camino hacia la ventana. El ventanal que da a la avenida me deja ver a la poca gente y autos que pasan por las calles a esta hora de la madrugada… La policia en su supuesto rondín, una pareja que parece perdida en una historia que nada tiene que ver con la suya, el indigente que vive en la parte trasera de mi edificio… y un gato que tira todos los botes de basura. La existencia tal cual es, sin nada que perturbe su monotonía

Una ligera brisa entra por la ventana abierta, pasando por mi cuerpo húmedo y tibio y contrastando con mi temperatura. Toda mi piel se eriza, la camiseta remarca aún mas mis recién erectos pezones… la sensación de excitación es agradable. Hace cuanto tiempo que no pienso en ello?

Instintivamente mi mano sube hasta mi pecho y toca la erección que hay en mis senos. No puedo evitar bajar la mirada mientras reconozco lo que pasa. Con la punta del dedo sigo el contorno marcado en la ropa. Mi expresión a duras penas ha cambiado…

Me muevo de la ventana, no hay mucho que ver, pero mi mano sigue explorando mi cuerpo, ahora por debajo de la ropa. Camino lentamente hacia mi cama y me tiro sobre ella, con la mirada perdida en el techo, sin pensar en mucho, solamente sintiendo.

La sensación sobre mis pezones es bastante… agradable. Con la punta del dedo, casi sin tocarme, comienzo a bajar por mi abdomen. Recorre un escalofrío mi cuerpo completo, y mi piel se vuelve a erizar, tal como hiciera minutos atrás.

Sigo causándome esta sensación por un largo momento, hasta que logro hacer que la erección de mis pezones sea constante y que mi piel este completamente erizada. Hay una sonrisa algo malévola que se ha dibujado en mi rostro ahora. Había olvidado lo divertido que puede ser esto…

Respiro profundamente mientras sigo recorriendo mi cuerpo hasta llegar a mis piernas. Desabrocho el pantaloncillo de mezclilla y me despojo de él. Puedo sentir como la piel suave de mis muslos se ha transformado para estos momentos. Lentamente llevo mis dedos a mi vagina, por debajo de la tanga. Mi sonrisa se hace un poco más grande al encontrar el resultado del recorrido que ha tenido mi mano.

Cerrando los ojos, y tratando de disfrutar el momento de la mayor manera comienzo a acariciarme lentamente. Es suave y sutil, y el resultado es lo que puede esperar uno cuando comienza a masturbarse… pero quiero sentir más, algo mas allá de excitación

Mis dedos se deslizan hacia mi clítoris y comienzan a frotar de una manera lenta primero, mientras puedo sentir como la sensación de calor comienza a formarse en ese pequeño punto. En mi mente recuerdo imágenes y sonidos que causan que mi temperatura suba aun más… sexo oral, una mujer llegando al orgasmo, un hombre gimiendo.

Mis dedos comienzan a subir la velocidad en la que frotan mi punto más sensible pero en una pausa, se deslizan hacia mi vagina… sonrío de nuevo: completamente húmeda. Me penetro lentamente con mis dedos índice y medio, mientras con el pulgar sigo frotando un poco mas arriba.

Mis gemidos se hacen notar. Las imágenes que llena mi cabeza hacen que me moje cada vez más. De repente llego a la conclusión de que necesito un dildo en verdad, pero en el momento no importa, lo que puedo hacer sola es más que suficiente… y me gusta.

Mi espalda se arquea, y mis piernas dobladas comienzan a temblar. La sensación de calor de un principio crece, casi cubriéndome por completo. Saco la mano de mi vagina y llevo uno de mis dedos a mi boca. Mi propio sabor salado me excita aun más.

Me saco la camiseta y me encuentro casi desnuda sobre mi cama, por excepción de la tanga negra que aun tengo sobre la cadera.

Vuelvo a llevar mi mano derecha hacia mi entrepierna mientras mi mano izquierda se queda jugando con mis pezones, después de haber mojado uno de mis dedos con mi saliva.

Froto mi clítoris con un poco mas de intensidad y siento como la energía de mi orgasmo empieza a guardarse en mi vientre. Falta tan poco… tan poco como es alto el volumen de mis gemidos. En este momento imploro porque alguien me penetre, me haga suya… yo misma me llamo puta. En el fondo lo soy, se que lo soy… y disfruto siéndolo.

Mis piernas tiemblan cada vez mas fuerte, mi respiración esta completamente acelerada, mi piel no puede estar mas erizada y yo no puedo gemir mas fuerte… El calor ya me envolvió completamente, ha envuelto todo el flat ya. Como me gustaría que alguien me observara. Uhm, Dios, la idea me excita aun más. Ya estoy muy mojada, no puedo parar hasta explotar, hasta que toda mi vida haya salido por mi boca y el universo haya explotado dentro mío y…

Suena el teléfono. Mis ojos se abren como un par de platos extendidos y giro la cabeza hacia la mesa de noche. El celular. No es posible! No pretendo contestar, no ahora, no en este momento pero… es mi jefe. Imposible no contestar.

Resignada y bastante frustrada tomo el aparato en mis manos y abro la tapa. Colocándolo junto a mi oído y con ganas de sacarle los ojos, no tengo tiempo para responder ‘Hola, Ray?’ Entornando los ojos, me obligo a contestarle pero me interrumpe ‘Necesito los papeles del caso del SEAT rojo para mañana, si?’ Suspiro y de nuevo, sin darme tiempo a decir algo ‘Sigue con lo que estas haciendo… me gusta como gimes’

Serenity Erna