Este relato cuenta la experiencia de una pareja que después de una largo noviazgo pretenden casarse, a la tierna edad de 18 años, ya tenían dispuesto el día de la boda y todo listo para el acontecimiento, exceptuando el día de la "despedida" tanto de "soltera" como de "soltero", que se la iban a preparar sus amistades.

A esa edad ya sabemos como está el cuerpo humano, rebosante de "alegría" y "felicidad" en todos los sentidos, bien, pues lo que sucedió aquel día fue algo impensable.

Los amigos del novio decidieron ir de capilla en capilla por todos los bares de la ciudad, mezclando todas las bebidas habidas y por haber, alguno estaba más lúcido que otro, por lo que alguno tenía ideas más brillantes que otros, después de tirarle los tejos a toda chica que pasaba, una más guapa otra más fea, hubo quien terminó comiéndole la boca... y algo más a quien se dejara, así que aprovechaba y se despistaba del grupo para... satisfacer sus instintos más básicos.

Se la llevó fuera del bar tras una pequeña charla y ella, que era un poco pícara se agachó, echándose la minifalda hacia atrás, a plena luz de las farolas, le mostró un coño bien abierto, sin pelos, cuyos labios brillaban de mojado, le bastó un segundo para sacarle la polla y saltó como un resorte que enseguida metió en su boca, se la comió al principio despacio, para después más rápido, con la otra mano aprovechó para acariciarse su despejado coño, rápidamente gozó en la boca el muchacho y ella acabó rendida de puro placer clitórico.

Mientras, en el grupo quedaron los más borrachines y el novio, que aún era virgen, como su novia, estaban esperando el día de la boda para iniciarse en el sexo, tras haber leido y releído bastante información al respecto.

A altas horas de la madrugada, hubo quien dijo:

- ¿Nos metemos en un putiferio de esos donde las strippers "hacen algo más" que bailar?

- Nooo, que prometí a mi novia ir a cualquier lugar excepto eso –decía el novio.

- Venga no jodas, si el que va a follar más o menos será alguno de nosotros, te prometo que si se te pone dura hacemos lo posible por evitar que pierdas el control.

Tras ese breve acuerdo entraron en el antro que casualmente tenían a la vuelta de la esquina, de colorido destellante, un gorilón en la puerta, evitó al principio la entrada de algún amigo que iba chispa, pero los demás le convencieron, pues iban de despedida de soltero.

- Bien, os dejo pasar siempre que este ejemplar no haga trizas la fiesta –dijo el gorilón.

- Te lo prometo –dijo el novio, que era el menos bebido.

Una vez dentro, lo primero que hizo el más experimentado en esos antros, fue acercarse al bar e indicar al encargado del local, que lo conocía, que hiciera una particular fiesta para tal persona (el novio), para ver hasta donde llegaba su paciencia.

Así que empezó el espectáculo, al principio mucho bailar, como si fuera discoteca, muchas chicas en topless invitando a ricos dulces para provocar al público y tras un breve momento se ilumina el escenario para salir una modelo totalmente enfundada en un abrigo muy grueso, comenzó a desvestirse mirando al novio, ya le habían indicado su tarea, provocando se acercaba a sus amistades, ya agarraba una polla o tal vez chupaba otra, desvistiéndose aún más mostraba sus tetas y hacía alguna que otra cubana.

Mientras el novio estaba poniéndose a mil, pero no cedía en sus intentos de dejarse tocar, y menos chupar, claro.

La stripper seguía con su trabajo, desvistiéndose consiguió quitarse el tanga, alguno de los compañeros se estaba pajeando como loco, ella lo detenía para sentarse en su polla y follárselo unos segundos, en seguida otro que estaba igual le ofrecía dinero para que hiciera lo mismo sobre el, así que iba saltando de polla en polla, viendo tal espectáculo todos se la pasaron por la piedra, alguno hasta dos veces, alguno hasta se corrió en su interior, ella hacía un gesto de agradecimiento primero para darle un fuerte cachete después por lo que hizo, cachete que agradecía el satisfecho muchacho, por tan agradable placer.

Después de estar bien follada, decide ir al ataque, le tocaba al novio, no lo sabía pero esta noche iba a perder la virginidad.

Se lo llevó al escenario y tras desvestirlo con algún trabajo, ya que el no se dejaba, le hizo una mamada espectacular, poniéndole la polla a todo su tamaño, a continuación lo ponía de pie para ser visto por todos y le daba la ropa para que marchase a su lugar, cosa que el hacía encantado, viendo la situación, la stripper, lo tomaba del brazo y lo volvía a sentar en la silla, una silla bajita para que la boca del asombrado espectador pudiese quedar cómodamente a la altura del coño de la stripper, en ese momento, tras la pausa el pene del novio había recuperado su flaccidez, por lo que ella puso su coño en la boca y...

- Venga, chupa machote, que sé que estás deseando, te mostraré lo que tienes que hacer a tu futura mujer para complacerla.

- Que no, que llevamos cinco años de novio y le prometí fidelidad desde el primer día, no te pienso hacer nada.

Por mucho que le pasara el coño por la boca, el novio ni se inmutaba, así que decidió atacar de nuevo, tras darse la vuelta, dejó todo su coño en la boca aún, de pie dobló la espalda y se metió la polla del chaval en la boca, como estaba muy experimentada aquello tomó firmeza y esta vez no paró, dándole mamada tras mamada el novio no podía aguantar así que se corrió de pleno en su boca, a continuación le dijo:

- Ufff, ¿ves lo que has conseguido?

- Si, lo que se merece un chico de tu edad virgen que va a casarse, todavía no he terminado.

- ¿Cómo que no? Ya he terminado en tu boca ¿qué quieres ahora si estoy rendido?

- Ahora quiero enseñarte a comerte un coño.

A continuación comenzó de nuevo sobre la fláccida polla a pasar su lengua, aquello se endureció de nuevo, el no podía más, tenía su boca llena de labios vaginales, ella no paraba de frotarse hacia arriba, hacia abajo, el tuvo al final que sacar la lengua y comerse ese coño, intuyó que no pararía hasta hacerla correrse, así que lamió y lamió, metió dedos, lengua, dio con todo lo que pudo, cada vez más rápido, ella le mamaba cada vez más rápido también, así que ambos terminaron casi al unísono, casi al unísono pues ella terminó en su boca y cuando sintió los borbotones del novio volver a subir por su polla dio la vuelta en un pis-pas y se sentó en aquella barra totalmente tiesa con el asombro de todos los espectadores, el novio por fin estaba follando, en nada de tiempo se corrió en el interior de la stripper.

Tras este espectáculo, hicieron promesa de no contar a la novia ni a nadie lo ocurrido tras entrar en aquel antro de placer.

La novia, en cambio, estuvo en casa de una de sus compañeras, tomando y contando lo bonito que sería estar casado, entre temas y temas de conversación salió el dichoso tema de la virginidad, todas sabían de la virginidad de la novia, casualmente todas habían follado ya, ella era la única que quedaba por perder el himen, hablando sobre temas sexuales y experiencias de unas y otras.

- ¿Sabéis que? –dijo la novia muy seria.

- ¿Te estás molestando la conversación? –dijo una de sus más íntimas amigas.

- Que me siento muy mojada, ji ji ji ji –dijo esta vez de manera muy pícara.

A continuación todas rieron y comenzaron a desvestirse, las puñeteras lo tenían todo preparado, así desnudas todas continuaron con las conversaciones, alguna se introducía un dedo mientras otras hablaban y hablaban, había quien se corrió en un par de ocasiones, la novia sin embargo tenía una mancha húmeda en la almohada que puso para satisfacerse sin tocarse, bajo su coño.

- ¿Te ha comido tu novio el coño alguna vez al menos?

- No, jamás, decidimos ser fieles a la virginidad hasta el final también.

- Te aseguro que es una experiencia maravillosa, sobre todo si es una mujer quien te lo hace ¿quieres experimentarla?

- No, sería como ponerle los cuernos a mi novio –dijo la novia.

Todas rieron en ese momento, indicándole que los cuernos se ponen con una buena polla entre los labios vaginales.

Ella para no parecer tonta accedió a lo que su amiga lesbiana le proponía, así que, tras unas indicaciones, abriéndose de piernas se dejó hacer.

Su amiga le comió el coño como una diosa, su lengua iba y venía, ella se corrió en varias ocasiones, sentía como la lengua le tocaba el himen, saltaba, de puro placer, su clítoris estaba como loco, sus labios se abrian y cerraban, y su compañera se metía todo un dedo en su propio coño, cuando ella lo vio le hizo correrse de nuevo, perdió la cuenta de cuantas veces se había corrido, estaba reventada, su estómago subía y bajaba por lo rápido de sus respiraciones y cuando su amiga se corrió por fin terminó todo, cayó en un sueño profundo.

Mientras dormía sus amigas planearon llevarla a unos boys, cosa que ella ni se imaginaba que iría, después de dormir un rato largo, despertó más despejada que ninguna, todas vestidas, y picaronas, le dijeron de ir a una discoteca a tomar unas copas, ella accedió.

Fueron a una discoteca cercana, parecía una discoteca, pero tenía también horario de boys, a partir de cierta hora sólo era para adultos y cambiaba el decorado, la iluminación y todo, la novía quedó sorprendida por el montaje que se sucedía ante su vista.

Tras unos minutos comenzó el espectáculo, el público compuesto de hombres y mujeres, todos sentados y de pie observaban lo que ocurría. Unos stripper, musculosos y desproporcionados, comenzaron a salir y a provocar a las mujeres, algunos hombres también eran toqueteados, pero sobre todo a mujeres, ellas se levantaban sus faldas y se dejaban hacer, otras chupaban sus pollas hasta ponerlas erectas, habían quienes se masturbaban, tanto hombres como mujeres, aquello pasó de ser un espectáculo a ser una orgía, parejas juntas o recién juntadas, haciendo el amor por los rincones, mientras la novia estaba impasible, excitada pero impasible, alguien le había dicho al encargado que se dejase para el final el espectáculo con ella, y llegó el final.

Los stripper, totalmente empalmados y alguno a punto de correrse llegaron al asiento donde se encontraba la novia, muchas de sus amigas, habían follado ya, otras se habían corrido de nuevo, sólo quedaba ella, que se dejara hacer, así que comenzaron a rozarse con la novia, le ponían las pollas en la boca, ella chupaba, alguno rápido se ponía, le agarraba la cabeza y se corría dentro de su boca, por su falta de experiencia alguna que otra gota de semen se le salió por la nariz, empezó a calentarse aún más, ya cogía las pollas de dos en dos, quedaban pocos strippers por correrse, alguno la invitó al escenario y la sentó en el suelo, abriéndola de piernas le partió las bragas con las manos, las amigas la animaban a que se dejase, que era lo mejor que le podía pasar, eran buenos folladores.

La novia, que no podía más, lo pensó un segundo solo antes de abrirse los labios de la vagina para dejar entrar al hermoso miembro del stripper, este la penetró y le rompió el himen, tras un breve grito, gozó y gozó, el stripper tuvo la precaución de ponerse condón, por lo que pudo correrse dentro, ella estaba muerta de placer, pero siguió queriendo más, como no salía nadie pues todos los stripper estaban literalmente secos, todo el público comenzó a animar a ver si salía el número final, que la novia no lo conocía.

Tras un breve rato, salió un negrazo gigantesco, con tremendo pollón, la novia nada más lo vio, se acercó como una tigresa a comerle la polla, rápidamente se le puso de un tamaño colosal, el no se lo pensó dos veces, la tomó en brazos y se la hincó, comenzó despacito, ella estaba como loca, la quería tener dentro, el pausadamente la penetraba, hasta que consiguió meter sus 40 cm de polla en su interior, fue cuando comenzó a moverse a una velocidad endiablada, después de un montón de minutos follando con ella se corrió a grandes y calientes chorros en su interior, este no llevaba preservativo, la novia no cayó en la cuenta, sólo disfrutó del momento.

Una vez finalizado el espectáculo, cuando se despidieron las amigas, quedaron para el día siguiente comentar toda la experiencia, ellas también optaron por no contar nada a nadie fuera de su entorno. La novia estaba un poco perdida, desesperada, desilusionada, había perdido su himen, que tanto lo guardó para su novio.

- No tengas miedo, conozco un amigo que hace himenorrafias estupendamente, te reconstruye el himen como nuevo, si quieres quedamos para que te lo deje intacto.

- De acuerdo, no se notará ¿verdad? –dijo la novia.

Al día siguiente, estaba mostrándole el coño al amigo de su amiga, cirujano plástico que le prácticó la operación dejándola como nueva.

Llegó la hora de la boda, y la noche de luna de miel, hicieron el amor como nunca, parecía que la experiencia recogida en los lugares de stripper les había servido, pero ninguno dijo nada, hicieron el amor como locos, varias veces.

Al cabo de un tiempo ella observó que estaba embarazada, a los pocos tiempos, el novio no pudo más y confesó a su novia que había estado la noche de despedida en una sala de stripper con una que le sacó por dos veces sus jugos. Ella sin embargo, no dijo nada de su experiencia con todos los stripper que se folló, y mucho menos del negro.

Llegó la hora del alumbramiento, ya en el hospital, comenzó el nacimiento, venían dos, el primero, salió negro como el carbón, del color del stripper, ella casi se desmaya, llegó la hora de sacar al segundo, también negro como el carbón, el cabronazo del negrazo la dejó preñada tras su tremenda follada.

Tras esto, el novio le pidió explicaciones y le contó todo lo sucedido la noche de despedida de soltera.