Una vez recuperados del polvazo que había llenado por completo cada rincón del útero de Sandra, se fueron al salón a charlar, y recapitular sobre lo que había pasado, antes abrieron las ventanas de la habitación, para que se descargara de la contaminación existente en el ambiente con olor a sexo incluido, y la evidente falta de oxígeno, al haberse estado respirando aceleradamente...
En el salón, cada cual estaba con su bikini y bañador, Sandra se sentía totalmente llena, se acariciaba la barriguita pensando que si todo se quedara así...
Sandra: Si dejamos correr el tiempo, en nueve meses seremos uno más en la familia, jajaja -se reía de la barbaridad que había dicho.
Patricia: Ni lo pienses, no seas loca, ahora te daré una pastilla antibaby... y todo estará solucionado, recuerda que a las doce horas te tendrás que tomar la siguiente.
Andrés: Si, mejor así, no quiero ser tito-papá de ninguna cosa que vaya a crecer ahí dentro y sea de mi creación, lo mismo cuando tenga quince años, se le antoje follar con su madre que entonces tendrá treinta.
S: Anda este, y ¿si es chica? Lo mismo quiere follar con su padre, con lo fogosos que somos los dos, o los tres, en caso de que le dejemos crecer y nacer, jajaja -de nuevo le dio la risa floja.
Andaban entre risas y a Sandra se le ocurrió preguntar algo más...
S: Prima, si sigo follando, con mi hermano, o con otra polla que se me ponga al alcance, ¿me quedaré embarazada? Digo si después de follar de nuevo me tomase la pastilla, de follar de nuevo quiero decir, de echar, dos, tres, cuatro... ocho, yo qué sé cuantos polvos más.
P: ¿Tú estás loca? No se debería dejar pasar mucho tiempo después de echar un polvazo como el que has tenido y tomarte la pastilla, cuanto más tiempo transcurra, es mayor la posibilidad de quedarte preñada majarona...
Interrumpiéndola nuevamente a Sandra se le ocurre decir, mientras acerca su mano a los bajos de Andrés...
S: Es que quiero sentir de nuevo el calorcito del semen traspasar de esta polla que tiene Andrés, hasta lo más adentro de mi cuerpo... está muy rico esto de follar... he dejado pasar mucho tiempo, tenía que haberlo hecho antes...
Andrés comenzaba a respirar otra vez rápido, sentía que la polla se le volvía a poner dura de nuevo y ayudando un poco a su hermana se bajó el bañador lo suficiente como para sacarse su miembro medio a empinar, Sandra lo tomó en sus manos y comenzó a pajearlo, rápidamente se le volvía a poner duro y comenzaba a acariciarse su clítoris, otra vez iban a empezar la fiesta...
De repente escuchan el motor de un vehículo detenerse, eran los padres, que regresaban de tomar su café con los invitados, se escucharon las llaves girar y entraron en la casa…
Blas: Hola chicos, ¿qué tal la siesta? ¿Ha sido reconfortante? ¿Preparados para salir de marcha de nuevo esta noche?
Andrés fue el único que respondió...
A: Estamos pensándolo en estos momentos..., seguramente no iremos a ningún lado, tomaremos unos baños en la piscina, estamos un poco... cansados hoy...
Realmente no tenían idea de lo que iban a hacer esa noche, pero después que llegaron los adultos, tras los oportunos saludos, decidieron quitarse de en medio e irse a remojarse a la piscina, no sin antes tomarse Sandra la pastilla que le evitaría sufrir el embarazo no deseado, aunque ella lo deseara en bromas.
Patricia se acercó a la habitación antes de ir al agua con los primos, y se presentó con uno de los globos que había comprado en la tienda de souvenir...
A: ¿Vas a hincharlo de agua y vamos a jugar lanzándonoslo?
S: No, seguramente lo inflará para hacernos una de las figuras que suele hacer y después... me lo regalará para tenerlo de recuerdo.
P: Los dos habéis acertado, tengo unos primos muy listos, si, vamos a jugar pero antes lo hincharé de aire para hacer unas figuras.
Y dicho y hecho, en cuanto lo infló, se puso a manipular el laaargo chorizo que aparentaba ser la goma llena de aire, y de sus manos surgió un avión, que deshizo en seguida, manipuló y sacó un conejo, después lo volvió a desmontar para hacer un caracol... y entre uno y otro los metía en el agua, y jugaban los tres con las figuras, las hundían, las besaban, cosas que se hacen en el agua con juguetes...
Cuando se cansó de hacer figuras, retorció el globo y dejó el chorizo que era tan largo como era, se acercó a su prima y muy levemente, como siempre hacía cuando algo quería conseguir de su prima, la besó en la boca, Andrés lo presenciaba todo, y también sabía lo que vendría después aunque lo ignoraba...
La prima hundió el globo en el agua y le recordó a los primos el consolador que tuvieron ayer tan cerca de dos pollas por los extremos...
P: ¿No os recuerda este globo a ese miembro de plástico con dos pollas en ambas puntas? Primita querida ¿te apetece disfrutar conmigo en estos momentos?
S: Pero Patricia, nuestros padres... están ahí dentro...
A: Se me está poniendo dura de nuevo con solo imaginar lo que te pasa por la mente, Patricia.
La poseedora del globo tomó la mano del primo, que no andaba muy lejos y la acercó a su mojado coño, por el agua... y por sus propios fluidos vaginales..., Andrés notó la diferencia que existía, rápidamente, entre lo mojado del agua clorada y la humedad que salía del coño de su prima, casi enloquece, pero no quitó la mano de ese sitio.
A: Esta humedad es deliciosa, prima, creo que voy a seguir acariciándote, si me lo permites, durante un largo rato.
Ya con la otra mano, Andrés, se manipulaba su miembro, haciéndolo crecer mientras desplazaba el pellejo haciendo aparecer y desaparecer el glande bajo el agua de la piscina.
La poseedora del globo que ahora tenía además una mano que se le introducía con mucho placer entre los labios de su coño, agarró la mano de su prima y también hizo lo mismo con ella... entre suspiros...
P: Ooohhh, que placer me das Andrés... sigue un poco más... antes de que sea Sandra la que termine de hacer que me llegue el orgasmo, con las ideas que me está pasando por la mente de hacer con ella.
Antes de terminar la frase, cambió la mano del gemelo masculino por la de la gemela femenina... que sabía bien como tenía que menear sus dedos..., y flotando en el agua se dejó hacer por esa bendita mano poseedora de tan placenteros dedos.
S: Pues si… que está mojado tu chocho... déjame que te acaricie bien el clítoris... te voy a hacer llegar a donde quieres... en cuestión de minutos.
P: Eso... Sandra... hazlo como tu sabes... como yo te he enseñado... -para ese momento los dedos de Sandra acariciaba el punto exacto que tenía que acariciar.
Andrés no andaba muy lejos, con la polla tiesa, pajeándose porque no le quedaba otro remedio, mientras observaba a las jóvenes complacerse mutuamente, más bien, Sandra a Patricia... pero eso cambiaría pronto...
S: ¿Te gusta prima? Siii, veo que te encanta... córrete con mis dedos... eso eso... siento tus temblores...
Y así era, Patricia empezaba como a tener convulsiones, por las placenteras caricias que le estaba realizando su prima, no puso sostenerse mucho más tiempo flotando... se acercó al cuello de su prima, y dándole un fuerte abrazo...
P: Ooohhh Sandra... qué bien que me lo haces... no puedo aguantarme más... estoy teniendo un nuevo orgasmo con tu mano... pero qué rico que me lo haces...
Y le llegó el orgasmo deseado a Patricia, mientras se abrazaba fuertemente a Sandra, y le besaba en el cuello, muy suavemente, a sabiendas de que eso haría volver más loca a su prima, preparándola para lo que tenía pensado hacer con ella en breves instantes.
Mientras todo eso ocurría, el globo flotaba en las aguas alrededor de los tres jóvenes, y la polla de Andrés seguía siendo masajeada por las manos del chaval, que ansioso, esperaba que también tuviera algún tratamiento especial pronto, antes de la próxima eyaculación.
Sandra estaba casi frenética con los besos que le estaba regalando su prima, y quería que empezara a hacerle las caricias prometidas.
Una vez que sabía que todo estaba en el sitio justo y en el momento justo, Patricia se hizo con el globo que nuevamente lo sumergió, y le dijo a su prima:
P: Descubre para mis manos tu chocho, que te voy a acariciar de una manera que jamás nadie te lo ha hecho, ya que estás por fin lista para todo y todo se te puede hacer.
Sin dudarlo y caliente como estaba, Sandra la hizo caso, a su vez veía que Patricia también se deshacía de su propio bañador, quedaron ambas con la parte superior de su bikini, donde se adivinaba la excitación por los tiesos pezones que delataban a las muchachas, a la vista de Andrés, que cada vez se masturbaba más y más fuerte.
El globo, que todavía estaba sumergido, atrapado por las rodillas de Patricia, con un movimiento experto, y debido a la fuerza de la gravedad, se elevó en el agua, quedando atrapado entre las entrepiernas de las dos chicas, a Sandra le dio la risa...
S: ¿Qué piensas hacer prima? -no tenía ni idea.
P: Tranquila prima, solamente relájate y déjate llevar hasta el infinito, después me dirás.
Patricia lo tomó, con las piernas abrió las de su prima, con la mano palpó hasta tocar el pelado coño de su prima...
S: No pensarás... que eso es más gordo que la polla de Andrés... que ya es decir…
P: Cosas más grandes pedirás que te metan... cuando comiences a probar cosas nuevas y te hagas mayor... no te quejes todavía...
Y comenzó poco a poco a introducir la goma hinchada dentro del joven coño recientemente desvirgado...
S: Ooohhh, nooo... que me vas a destrozar... siii... siii... sigue... no pares... -la goma ya había traspasado el umbral y llegaba más profundo, y la prima lo meneaba como una polla follándosela.
P: ¿Te gusta? ¿En qué quedamos prima? ¿Sigo o te lo saco?
S: Siiigueee... ooohhh, qué pronto... me llega el orgasmo...
Y así era, tan pronto como se lo había introducido ya estaba llegándole los primeros espasmos de placer.
Una vez dentro comenzó a introducírselo ella misma, asegurándose que a su prima no se le salía en ningún momento.
P: Pero qué rico... ufff... se siente, esta goma dentro, qué pedazo de polla... tienes prima mía, ahora la comenzaré... ooohhh... a menear hacia ti y hacia mí... verás el placer que sentiremos las dos al mismo tiempo... te correrás mil veces... si puedes soportarlo…
Mientras Andrés estaba cada vez volviéndose más loco todavía por lo que presenciaba.
Así fue como empezaron a tener un orgasmo tras otro, mientras la polla de goma hinchada, desaparecía entre las piernas de las dos jóvenes, que entre suspiros pedían más y más polla de ese estilo.
Llegó un momento, sin esperárselo Sandra, en que tenían tal cantidad de goma dentro, que el globo había desaparecido.
S: ¿Y el globo? No lo veo prima... ooohhh que gusto, sigue... ¿me lo has metido entero? -no sabía que cada una tenía la mitad del globo en su interior, mientras su prima lo iba moviendo hacia delante y hacia atrás, introduciéndose un poco más en las vaginas de cada una de ellas.
P: Nooo,... ufff... -suspiraba de tanto gusto que no podía ni hablar.
Llegó un momento en que sus clítoris se frotaban, estaban siendo folladas mutuamente, con una polla que era de goma, una polla hecha con un globo.
S: Patri, eso que siento... ¿son los pelos de tu pubis? ¿Estamos rozando nuestras vaginas? Ooohhh... me llega otro orgasmo... –sus vaginas estaban en absoluto contacto.
Mientras sentían la piel de la otra prima, a su vez, se acariciaban sus propios clítoris con sus movimientos, como dos auténticas lesbianas rozándose los labios del coño y sus respectivos clítoris procurándose un placer sin igual.
En bajito iniciaron los gritos del éxtasis final, Andrés chalado del todo, y sin poder soportarlo más, se pajeó fruición, el disfrute fue total, una vez que se corrieron las dos chicas por última vez, les dio tiempo a ver como los chorros seminales flotaban bajo las aguas de la piscina tras los últimos meneos procurados por Andrés a su polla.
Cuando por fin los tres hubieron terminado, Patricia agarró el globo con cuidado para que no reventase, y desde donde lo agarró, se lo sacó a su prima con suavidad...
S: Oooh, que gustazo al sacarlo... siento como que me has dejado vacía, sin órganos vitales ni nada... pero qué gustazo.
Una vez fuera, tiró también de lo que tenía ella misma en su interior, y sin soltarlo, mostró a su prima la cantidad de polla-globo que había tenido dentro, aproximadamente medía como unos treinta centímetros de longitud, Sandra alucinó con lo que vio, no se imaginó que su recién estrenado chochito diera para tanto.
S: No puede ser posible, ¿todo eso me entró? ¿Alguien puede tener ese tamaño?
P: Si prima, los negros, como mínimo, los tienen con seguridad, te lo puedo confirmar, porque lo he vivido en mis carnes.
Una vez sacada de la duda, y alucinando los gemelos tras esta afirmación, y después de haber saciado de nuevo sus ganas de sexo, esa noche la dedicaron a dormir, después de disfrutar de una copiosa cena y observar durante un rato las estrellas.
Mientras miraban al cielo, cada uno tenía un pensamiento... de lo mucho que podrían hacer a partir de esos momentos...
Pero eso… es otra historia...