Cuando llegue a la reunión, observe que el salón estaba repleto de gente, apenas había puesto el pie en el primer escalón de la entrada, mire hacia la puerta entonces te vi…. subí apresuradamente hacia donde estabas, era el mismo lugar donde nos habíamos visto años atrás, pude observar que estabas elegantemente vestido, era  muy obvio que el tiempo no había pasado por ti,  nuestras miradas se cruzaron y por primera vez en tanto tiempo pudimos decirnos lo que con palabras no sabíamos expresar, en mi mente solo pensaba “se habrá olvidado de mi cara”, sostuviste la puerta para que yo pasara, luego me llamaste, y me dijiste:

-disculpa quiero hablar contigo

 Al mismo tiempo que tomabas mi mano, sentí un leve cosquilleo  por todo mi cuerpo cuando tus manos rozaron las mías…

-Como has estado - tú me preguntaste

-Bien - mentí

- te he extrañado tanto… porque te fuiste sin decirme tan siquiera una palabra, sabes que te busque por toda Venezuela, pero  no te encontré y ahora que te veo tan hermosa como siempre te he recordado todos estos años, no puedo creer que estés aquí…

 Mi corazón latía con mucha fuerza no podía creer que en todo este tiempo tu no me habías olvidado, recuerdo que te explique que debido a motivos ajenos a mi voluntad tuve que ausentarme del país por algunos años, también conversamos agradablemente sobre los viejos tiempos. La música era muy movida, me dijiste bailamos yo te respondí con una sonrisa, y nos fuimos a la pista de baile, de pronto estábamos bailando muy pegados me diste la vuelta y al quedar de espaldas hacia ti sentí como la punta de tu pene rozaba con mis hermosas nalgas, pude notar lo excitado que estabas, también yo muy en el fondo me excitaba. Luego de esto me diste un beso, tu lengua en el interior de mi boca se movía con desesperación, entonces te dije: disculpa mis amigos me están esperando pero prométeme que nos veremos en este mismo lugar después que todos los invitados  ya se hallan  ido “sabes…. que te necesito”  -te susurre esas palabras al oído mientras te abrazaba.

Cuando nos quedamos solos en el salón tu sonrisa ilumino el lugar, Yo llevaba puesto un vestido negro de seda, semitransparente, que marcaba mi silueta perfectamente a tal grado que se podía detallar mis hermosos senos así como mis  pronunciadas caderas………. cuando  tu me viste, te di la espalda y luego muy lentamente me despoje del vestido, debajo del mismo tenia puesta  una lencería negra muy sensual, era una tanga, con un liguero y un brasier que levantaba mis  enormes pechos…

Pude observar en tu mirada que estabas un poco confundido sin embargo no te resististe ante mis encantos… me  tomaste por la cintura,  luego comenzaste a besarme toda mi espalda y cuello la sensación era indescriptible… seguiste dándome mas besos en mi espalda hasta llegar a mis hermosas nalgas perfectamente delineadas, colocaste tu mano en mi vagina y te diste cuenta que estaba completamente mojada, esta situación te excito aun mas. Yo ya no pude aguantar mis ganas y te pedí que me penetraras sin embargo tu querías disfrutar mas el momento por lo que comenzaste a darme placer lamiendo mi la vulva de una forma muy agradable, metías y sacabas tu lengua, me frotabas el clítoris rítmicamente, comencé a gemir despacio, a cada lamida que  me dabas, terminando por gemir lo mas alto que podía mi voz, haciendo que mi vagina se lubricara como nunca. Note como mi cuerpo estaba completamente empapado de sudor y pedía ser penetrado por tu enorme y erecto pene.

 Me pusiste boca abajo arriba de una mesa y comenzaste a lamerme con mas intensidad acariciabas mis mulos y piernas, posteriormente me diste la vuelta sin despegar tus labios de mi vagina, me sentaste  en la mesa y seguiste  succionando mis  hermosos, grandes y jugosos pechos de manera fabulosa, tu ya sabias que esa es una de las partes mas sensibles de mi cuerpo, después me abriste sutilmente las piernas y sin quitar del todo mi tanga, deslizaste muy lentamente tu pene en mi vagina, mis caderas se contoneaban al compas de los bruscos movimientos de tu pene, al mismo tiempo que tus manos se posesionaron de mis nalgas para dominar mis contorsiones, escuche cuando me dijiste eres toda una experta, tu boca envolvió la mía, mientras echabas mis piernas contra tu pecho, seguidamente, tomaste mis piernas, las colocaste sobre tus hombros y comenzaste a frotar mi clítoris, sentí que me penetrabas con suavidad y persistencia. De pronto sacaste tu pene de mi vagina y apoyaste la punta del mismo en el hueco de mi culo empezaste a empujar, sin contemplaciones. Un gemido de placer escapo de mi garganta, despacio, te dije. Me duele. Note como el guevo iba entrando, hasta que mi culito se trago completamente la cabeza, luego sentí que tu pene  invadió por completo mi  estrecho culo. Estuviste entrado y saliendo de mi, acariciando mis nalgas y mis piernas, de vez en cuando te acercabas a mi y me besabas los labios, recorrías con tu lengua, mi cuello y mis orejas .No eran necesarias las palabras, para que, si estábamos mas que unidos, en ese instante los dos éramos una sola persona. Mi orgasmo y el tuyo se precipitaron irremediablemente haciendo que nuestros cuerpos cobulsionaran al mismo tiempo, nuestras respiraciones entrecortadas se escucharon por unos minutos mientras recuperamos el aliento….. Cuando sacaste tu pene de mi culo, note como salía la leche que me habías metido observe como corría por mis piernas, tu me ayudaste a bajar de la mesa, me tomaste por la cintura y me diste un largo y apasionado beso, suspire por lo bien que lo había pasado y me di cuenta de cuanto te extrañaba………….

- mire el reloj y te dije:

- Tenemos que irnos ya.

-Me llevaste hasta mi casa y quedamos en vernos al día siguiente…..

Este relato esta dedicado muy especialmente a querida hermana allá en la Ciudad de México. TQM.