Me llamo Irene y estoy felizmente casada con mi marido Toni ambos tenemos 42 años y vivimos a las afueras de una cuidad costera de España.

El resto de mi familia lo forman mis dos hijos Juan y Marta de 17 y 18 años respectivamente, lo que voy a contarles pasó hace 2 años a mediados del mes de Abril, por aquel entonces mis suegros José y Eva vivían en nuestra casa ya que la suya estaría siendo reparada durante un mes y medio aproximadamente.

La relación de toda la familia es muy buena mis suegros pasan mucho tiempo con los niños desde siempre debido a que por motivos de trabajo ni mi marido ni yo comemos en casa.

Llevaba una semana llegando a casa y encontrándome  pelos de mujer  ya  sea mi cuarto de baño o en mi cama, el corazón me dio un vuelco y por dentro algo me decía que era imposible que mi marido me pusiera los cuernos y menos en nuestra propia casa.

Para sacarme de toda duda decidí llamar a una amiga que tiene una empresa de seguridad y muy amablemente me conecto un par de cámaras por la casa escondidas en diversos objetos, una en mi cuarto otra en el cuarto de baño y una tercera en el salón, solo tenía que ponerlas a grabar antes de irme y para ver lo que sucedía solo tenía que usar el ordenador.

Una vez llegue al trabajo decidí conectar las cámaras pero como tenía muchas cosas que hacer no pude prestarle mucha atención, una vez vine del almuerzo recordé lo de las cámaras asique me puse a vigilar un rato.

Cuando  puse las tres cámaras vi que mis suegros estaban en el salón viendo la televisión, muy tranquilos sentados sin hacer nada, al poco rato aparecieron mi hijos que venían de la universidad venían los dos juntos ya que el mayor pasa a buscar al pequeño.

Se fueron imagino a comer debido a la hora que era asique yo seguí trabajando apague la pantalla pero puse audio por si acaso sucedía algo.

Pasarían entorno de media hora cuando un descomunal gemido llamo mi atención, vaya susto que me pego, baje las persianas de mi despacho cerré la puerta con llave y me puse los cascos para escuchar.

Cuando encendí la pantalla me quede helada apoyados en mi cama estaban mi suegro y mi hijo  sentados besándose mientras mi suegra les comía las pollas a los dos, la escena me quedo perpleja cabreada, excitada y a la vez aliviada al ver que mi marido no estaba.

Mi coño se empezó a encender sin querer al ver aquella imagen como mis suegros se follaban a mi hijo, durante varios minutos estuvieron así hasta que mi hijo se levanto y tumbo a su abuela para lamerla el coño, mi suegra estaba desbocada tenía una cara satisfacción que no podía con ella y de vez en cuando soltaba un !!!! NO PARES NIÑO!!!!!!

Mi suegro se puso de pies en la cama para dejar sus huevos y su polla a la altura de su mujer que se los chupaba y mordía entre gemido y gemido.

Mi mano bajo a mi pantalón desabroche los botones y metí la mano en mi coño, necesitaba terminar esto porque estaba demasiado caliente.

Según me tocaba y con la excitación que tenia no me di cuenta que en todo esto faltaba mi hija  donde estaría la pequeña de la familia que no la veía.

Como si alguien me ollera pronto oí como su abuelo la llamaba y como si fuera un rayo allí apareció mi hija con un diminuto tanga y un sujetador que le hacía unos pechos gigantes.

Una vez que la vieron mi suegro se levanto y con mucha ternura la empezó a besar  y no tardando mucho la quito la poca ropa que llevaba, mi hija se agacho y le empezó a comer la polla a su abuelo, estaba claro que no era la primera vez que lo hacían parecía ya actos automatizados que hacían con relativa frecuencia.

Yo estaba ya apuntito de correrme me estaba haciendo un dedo antológico en mi despacho algo que jamás pensé que haría pero así se dio la situación.

Una vez que mi hija le chupo bien la polla a su abuelo esta se apoyo en la pared y él se la empezó a meter despacito pero sin pausa, mientras mi hijo hacia los mismo con su abuela, cuando vi eso ya fue lo que falto para correrme y soltando gemidos sordos llegue al final de mi orgasmo.

Mientras me limpiaba con pañuelos mi mojado coño seguía mirando la follada que se estaban dado no paraban, cambiaron un par de veces de posición pero sin descanso alguno, en una de esas envestidas mi hijo aviso de que se iba a correr, y sin tardar su hermana saco la polla de su abuelo y se puso a los pies de su hermano junto a su abuela.

Mi hijo empezó a soltar leche cayendo en la boca y nariz de su hermana pero con s mano limpio el semen y se lo dio a probar a la abuela que hizo su cata respectiva. Una vez el chaval término se tumbo en la cama mientras mi suegro se la metí a Eva y mi hija dejaba el coño cerca de su abuela para que se lo lamiera.

Entre unas cosas y otras se dio la hora de irme asique tuve que dejarlo así, pero bueno por lo menos descubrí la verdad de lo que sucedía.

Cuando llegue a casa allí estaba mi marido viendo la tele junto a mi suegra y mis hijos, una vez fui a la cocina y comí un poco fui a mi cuarto estaba todo como lo deje incluso me atrevo a decir que echaron ambientador recordando lo ocurrido me excite asique desde el cuarto de baño llame a mi marido.

Yo le espere en el cuarto de baño desnuda y muy caliente y cuando apareció no le di tiempo ni a responder me tire encima suyo y le empecé a besar mientras buscaba su polla entre sus pantalones, la escena también le debió de excitar a él bastante porque pronto localice su polla dura, me agache y empecé a chuparla igual como antes había visto a mi suegra hacerlo con mi hijo.

Los dos estábamos muy excitados asique fui al grano me puso de rodillas y me empezó a meter su polla, nunca había estado tan excitada y era un torrente de adrenalina, mi marido lo capto y el polvo estaba siendo impresionante, estábamos tan cachondos que no duramos mucho asique una vez me corrí saque la polla de mi coño y se la empecé a pajear hasta que este se corrió en mi boca.

Después de la follada nos duchamos juntos con sus respectivos toqueteos, una vez salimos del cuarto ya cambiado y aliviado, mi suegra pregunto que donde estábamos a lo que mi marido titubeo y yo directamente me partí de risa.

Continuara….