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Violada por mi cliente

en No Consentido

Mi nombre es Elena, tengo el pelo castaño, mido 1,75, estoy delgada, tengo los ojos color miel y me considero una chica normal, aunque todos me dicen que soy muy guapa.

Tenía 29 años cuando me quedé en el paro. Al no encontrar trabajo y me hice un curso de masajista. Para ganar algo de dinero, empecé a dar masajes a domicilio y me iba bien, tenía bastantes clientes casi todos los días.

Vivía con mi novio Ángel, en un piso de alquiler, y nos queríamos mucho, lo malo es que por su trabajo, no nos veíamos demasiado, ya que el es guardia de seguridad, y trabajaba con turnos rotativos.

Un día, fui a casa de un cliente nuevo, a darle un masaje, y no tenía ni idea de lo que iba a cambiar mi vida.

Llegué a su casa, estaba en plena Castellana, por lo que deduje que tendría que ser muy rico o hijo de alguien muy rico, era un piso enorme, tenía como 5 habitaciones, la cocina inmensa, el salón, todo en general, estaba reformado y decorado con muy buen gusto.

Abrió la puerta un hombre llamado Victor, de unos 35 años, moreno, ojos claros, cuerpo musculoso, más alto que yo, me impresiono desde que llegue, y olía muy bien.

Me recibió en bata, me estaba esperando, yo, llevaba una camilla portátil, y una bolsa de deporte en la que llevaba toallas con el nombre de mi pequeño negocio y el teléfono que luego regalaba a mis clientes y todos los productos que yo usaba para los masajes, el me condujo hasta el salón, deje la bolsa en un rincón, saqué el aceite de masajes y le di una toalla para que se cubriera de cintura para abajo, luego abrí la camilla y fui a lavarme las manos mientras él se preparaba.

Yo iba vestida con unos vaqueros azules de pitillo, abrochados con un cinturón marrón y una camisa de color negro.

Cuando estaba en el baño aproveché para cambiarme y me puse una camiseta blanca que llevaba para dar el masaje y no mancharme la ropa.

Volví al salón, el estaba tumbado boca abajo en la camilla, me miró y se fijó atentamente en que se me marcaba un poco el sujetador.

Empecé a darle el masaje por la espalda, el empezó a hablarme de su vida, me decía que era ejecutivo en una empresa familiar, que el piso lo había heredado de su abuelo materno y que le gustaba hacer deporte y jugar al futbol.

La verdad es que el tío tenía un cuerpazo espectacular, y la verdad me ruborizaba un poco según le iba tocando las piernas, ya que eran muy fuertes igual que sus brazos, bastante musculosos, se dio la vuelta y se me quedó mirando fijamente, a mi me cortaba ya que mientras yo le tocaba sus depilados pectorales, el me sonreía, se tenía muy creído lo guapo que era.

- Tienes unas manos increíbles Elena, me estas dejando casi nuevo.

- Me alegro.

- Hacía mucho que no me daban un masaje tan bueno.

- Exageras un poco ¿no? – tras decir esto pude ver como por debajo de la toalla tenía una erección.

Me ruboricé y vi que ya llevaba los 45 minutos y me sentí aliviada, por lo que rápidamente me di la vuelta con la intención de ir al baño a cambiarme.

- ¿A dónde vas? – me preguntó

- Ya ha terminado el tiempo del masaje

- Si pero yo quiero más tiempo, el dinero no es problema

- Si pero tengo otro cliente esperando

- Vamos, venga un poco más.

- No, lo siento, me tengo que ir

En ese momento, se levantó de la camilla, la toalla se le cayó al suelo y el quedó totalmente al desnudo y pude descubrir un inmenso pene de unos 20 cm, el tío estaba completamente empalmado y lo tenía increíblemente duro, incluso se le marcaban las venas.

Yo me asusté, y quise irme, me daba igual que mis cosas se quedaran allí, tenía que salir de esa casa.

- ¿A dónde vas preciosa? Dijo acercándose a mi deprisa

- Por favor, no quiero que pase nada, tengo novio, solo quiero irme

- ¿Te parece bonito irte y dejarme con esta erección?

- Por favor, no te acerques más.

No me hizo caso, y entonces corrí hasta la puerta con la intención de huir, pero el me alcanzó, me apartó de un empujón y cerró la puerta con llave, quise quitársela pero no me dejó, me cogió fuerte del brazo y me llevó a su habitación, donde había una cama muy grande.

- Me vas ha dar el final feliz preciosa

- Ni lo sueñes, yo no soy de esas chicas, tengo novio y nunca le he sido infiel.

- Pero tu novio no está aquí y yo tengo ganas de follarte como a una perra.

- ¡No, por favor! Grité mientras me tiraba con violencia a la cama

- ¡Quítate la ropa!

- ¡No!

- ¿No? Si te la tengo que quitar yo, no te va a reconocer ni tu madre de la paliza que te voy a dar.

- ¡Por favor no me hagas daño!

- ¡Pues obedece!

Me quité toda la ropa hasta quedar completamente desnuda, el me puso de pié y empezó a besarme en la boca, seguidamente empezó a lamerme las tetas, me las apretaba y chupaba con fuerza, yo intentaba resistirme pero el era más fuerte que yo, con una de sus manos me cogió las mías y las puso detrás de mi espalda, no las podía mover, estaba a su merced.

Empezó a tocarme el coño, luego se puso de rodillas, yo intente huir, pero el me lo impidió y me agarró fuerte del cuello, y empezó a apretar.

- Si vuelves a intentar escapar apretaré hasta que te mueras perra.

No me quedó otra que obedecer, tenía mucho miedo, el me tumbó sobre la cama y bajó hasta mi coño y empezó a comérmelo y a meterme los dedos, me da vergüenza reconocer que empecé a excitarme mucho, nunca me habían comido así el coño, se estaba humedeciendo bastante.

- ¡Por favor! ¡no sigas! ¡no quiero hacer esto!

- Pero cariño si estas empapada, tu coñito hace agua, está muy rico y jugoso. Mira mi polla como está.

- ¡Dios mío!

- Si, es por ti zorrita, ven (dijo mientras me arrastraba hasta el borde de la cama, luego el se puso de pié y me puso la polla en frente de mi boca) ahora chúpamela, y ni se te ocurra morderme o te vas a enterar

Se la empecé a chupar, y a pajear, casi me ahogaba de lo grande que era, y me daban arcadas, luego la sacó, y me puso a cuatro patas.

- ¡No por favor no me la metas, me va a doler! ¡hace mucho que no lo hago!

- Mejor para mi cariño, ¡aahhh! – exclamó mientras me la clavaba dentro de mi coño de golpe- uff Dios!!! AHHH!!! Que coño tienes!!! ¿tu novio no te follaba!

- ¡Para por favor!

- ¿Qué pare? Pero si estas muy excitada, lo que pasa es que no quieres relajarte y demostrármelo, pero ahora verás cómo no puedes evitarlo perra.

- AAHH ahhh ahhh!!! – grité sin poder evitarlo al empezar el a metérmela a toda velocidad y con fuertes embestidas, podía sentir sus huevos y el sonido que hacían los jugos de mi coño mientras el me metía esa gran polla - ¡no quiero que me guste! ¡no quiero! AAHH ahhh ahhh!!!

- Venga zorra, si que quieres, déjate llevar, estamos solos, vamos ¡quiero que sientas placer!

No lo pude evitar el tío follaba tan bien que me relajé y empecé a gemir como nunca lo había hecho.

Luego cogió uno de mis aceites de masajes, yo estaba que no podía más, me había incluso corrido bastante, la cama estaba algo empapada de mi corrida, pero el quería más, me untó mi ano con aceite para lubricarlo.

- ¡El ano no por favor! ¡nunca me lo han hecho por ahí!

- ¿En serio? ¿por ahí eres virgen? ¡que rico! ¡que suerte para mi! Venga que te va a gustar, si esta bien lubricado ya verás, te dolerá solo un poco al principio.

- ¡Por favor no!

- ¡Cállate perra o si no rompo el culo!

- Está bien

- Así me gusta perrita

Empezó a meterme su polla por el ano, poco a poco, a mi me dolía mucho, no era agradable

- Deja de quejarte

- Es que me duele

- ¡Que dejes de quejarte zorra! – gritó mientras me la metía de golpe y hasta el fondo

- ¡Hay me duele, me duele! ¡sácala!

- Mmm, que culito, no voy a parar, mira como te la meto.

- ¡Para ya no me gusta!

- Vaya si estás sangrando un poco y todo, bueno es hasta que te acostumbres.

- ¿Qué?

- Uff uff uff si ¡!! Ahh!! Que zorra!!! Mmm!!! Te voy a reventar por quejarte

- ¡No por favor!

- ¿No? ¿quieres que pare?

- Si

- Lo haré sólo si vienes a follar cuando yo quiera

- ¿Qué? Ni hablar

- ¿No? Mira mira- dijo follandome el culo cada vez más deprisa y con más fuerza – puta, zorra, uff, me voy a correr.

- ¡No no te corras ahí!

- Esta bien, mira ya la he sacado

- Quiero irme

- De eso nada, ahora viene el final feliz

Empezó a metérmela por el coño, con una intensidad increíble, me llegaba hasta el fondo, cada vez más rápido

- Uff si!! Si!! Me voy a correr dentro!!!

- ¡no no!!! En el coño no

- ¡si perra, si, te lo voy a inundar! ¡¡ohh!! ¡ya, ya siiiii!! Ahhhh!! Joder ¡!!

- Hijo de puta!!!

- MMM que te he llenado todo el coño con mi leche zorra.

- Cabrón!!

- Ahora te toca a ti gritar de lo lindo

Empezó a meterme mano salvajemente y me empecé a correr como nunca lo había hecho, luego se puso debajo y me hizo correrme encima de el.

Cuando terminé, me quedé sin fuerzas me tumbé en la cama, y el se volvió a empalmar yo no me podía mover de como estaba, empezó a hacerse una paja y se corrió en mi boca, luego empezó a hacerme fotos con el móvil.

Me dijo que si no follábamos cuando el quisiera, las publicaría en internet para enseñárselo a todo el mundo.

Y así empecé a quedar con el siempre que me llamaba, me hizo su puta particular.

El muy cabrón se aprovechó de mi profesión de masajista, y me obligó a prostituirme, cuando iba a su casa no sabía lo que me iba a encontrar, todos los días me follaban a veces un tio, dos,… cuatro.

Un día le dio por comprarme lencería erótica, una peluca de pelo rubio largo y liso y un antifaz negro.

Me empezó a grabar follando así vestida, y publicaba los vídeos en una página web.

Uno de los días me grabó sin disfrazar mientras me follaban tres negros muy musculosos y con unas pollas enormes, y me amenazó con enviarle ese vídeo a mi novio si se me ocurría decir algo a alguien o a denunciarlo.

No me quedó otra que obedecer, me convirtió en puta, me obligaba a quedar con clientes, a darles masajes con final feliz, me follaban en fiestas, discotecas, donde el quería.

Creo que siempre seré su puta.

Ahora ocupa todo mi tiempo, por lo menos ahora me paga una parte para que mi novio no sospeche, aun así, maldigo el día que le conocí.