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Cóctel de sexo.

en Bisexuales

PERSONAJES:

JAVIER: 25 AÑOS, ESTATURA 1.80, MORENO PELO CORTO Y RIZADO, OJOS MARRONES, 75 KILOS, CUERPO MUSCULOSO. (HETEROSEXUAL)

DANIEL: 28 AÑOS, ESTATURA  1.73, PELO CASTAÑO LARGO POR ENCIMA DE LOS HOMBROS Y LISO, OJOS MARRONES, 60 K, NADA MUSCULOSO (GAY)

PABLO: 27 AÑOS, ESTATURA 1.75, RUBIO PELO CORTO ENGOMINADO CON LAS PUNTAS HACIA ARRIBA, OJOS VERDES, 70 K, ALGO MUSCULOSO (BISEXUAL)

LUCÍA: 22 AÑOS, ESTATURA 1.73, RUBIA PELO RIZADO Y LARGO, OJOS AZULES, TALLA 38, 95 DE PECHO (HETEROSEXUAL)

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Era viernes por la noche, mi novio Javier y yo, quedamos con mi amigo Daniel y su novio Pablo para salir a cenar y tomar unas copas.

Nuestro punto de encuentro fue el Foster que está en Alonso Martínez (Madrid).

Daniel y yo fuimos los primeros en llegar, el llevaba unos vaqueros negros lisos, zapatos blancos, camiseta negra y cazadora de cuero blanco, yo, llevaba un vestido de color negro  ajustado que me llegaba por encima de las rodillas, mangas largas, no muy escotado aunque se me marcaban los pechos, también a del mismo color unas botas altas planas, medias transparentes y por encima una gabardina negra un poco más larga que el vestido.

A los 10 minutos aproximadamente, se nos unió Pablo, era un chico muy atractivo, iba muy bien vestido, calzado negro informal tipo zapatilla, jeans negros, a juego con la camiseta de manga larga ajustada, y un abrigo negro y liso que llegaba un poco por debajo de la cadera.

Y por último, llegó Javier, un poco tarde por qué no encontraba sitio para aparcar. Llevaba un abrigo negro y corto, zapatos marrones de vestir, vaqueros gris oscuro, camisa blanca un poco ajustada.

Entramos a cenar al Foster,  Javier y Daniel se pidieron un costillar, Pablo y yo decidimos compartir una ensalada cesar y unas brochetas de pollo a la parrilla. Cuando nos lo sirvieron, empezamos a charlar.

-          ¿Cómo os conocisteis Javier y tú? – me preguntó Pablo

-          Pues veras…

-          ¡Les presenté yo! – interrumpió Dani

-          ¿Y cómo fue?

-          Es que antes de que yo empezara a fijarme en los hombres – dijo Dani – Lucía y yo salimos juntos

-          ¿En serio? – preguntó Pablo sorprendido

-          Ella y yo nos conocimos en el colegio y nos hicimos muy buenos amigos, nos llevamos bastantes años y hasta que ella no cumplió los 18, no nos planteamos hacer nada, un día estábamos en mi casa, mis padres no estaban y con las copitas de más empezamos a tontear y…

-          Y ¡cállate que no hace falta que entres en detalles Dani! – dije enfadada.

-          ¿Qué pasa Lucía te da pudor hablar de ello? – Preguntó Pablo

-          En público si, nadie tiene por que saber cosas de mi vida privada.

-          Bueno perdona – se disculpó Dani – no te quería ofender, es que pensé que estábamos en confianza.

-          No te andes con rodeos y responde lo que te preguntó de cómo nos conocimos Javier y yo. Que es muy simple, Tu y el ibais a la misma academia de informática, le hablaste de mi cuando ya no estábamos saliendo y nos presentaste hace dos meses en una cita a ciegas ¿tan difícil es de decir?

-          ¡Desde luego cuando te enfadas te pones…! – respondió Dani

-          Se pone preciosa – interrumpió Pablo, cuando dijo eso Dani y Javier se le quedaron mirando unos segundos, Pablo se me estaba insinuando con la mirada delante de ellos sin cortarse un pelo y además lo dijo con una voz y un tono que no sé por qué pero me excité un pelín.

-          Oye Pablo – dijo Javier - ¿Tú no eras Gay?

-          Lo cierto es que soy bisexual ¿verdad Dani?

-          Si – respondió Dani – y además es muy liberal, y eso me gusta porque aunque salimos juntos tenemos relaciones con otros.

-          Ya – Dijo Javier tras pinchar bruscamente una patata (para mí que se había puesto celoso y las palabras de Dani le estaban empezando a cabrear, aunque por educación en aquel momento se controló y no hizo nada) – entonces te van tanto las almejas como los boquerones.

-          J aja – se rio Pablo (yo no podía evitar mirarle y encontrarle fascinante) -  yo prefiero decir – dijo mirándome y con voz algo susurrante (yo creo que mi cara me delataba y él se estaba dando cuenta de alguna manera de lo que me pasaba) – claramente y sin tapujos, que me gustan los coñitos calientes y las pollas duras.

-          ¡Serás…! – gritó Javier levantándose al tiempo que daba un golpe en la mesa.

-          Cariño – dije cogiéndole del brazo – siéntate, y cálmate nos está mirando todo el mundo.

-          ¿Nunca os habéis planteado probar cosas nuevas? – preguntó Pablo mirando a Javier.

-          Por supuesto, pero con mi novia.

-          ¿No os atreveríais a hacer un trío?

-          ¿Perdona? – dijo Javier

-          Si, dos tíos y una tía, dos tías y un tío, ya sabes

-          Ya sé lo que son los tríos – respondió mi novio – pero nunca me lo he planteado

-          ¿Y tu Lucía, nunca has tenido fantasías en las que dos hombres te follaban?

-          Eso sólo me incumbe a mí – respondí.

Javier se estaba enfadando un poco, salimos un momento fuera y le pedí que se calmara, que no le diera importancia.

-          No estoy enfadado por eso preciosa

-          ¿Y entonces por qué te has encendido tanto?

-          Porque se te estaba insinuando, y para colmo me entero de que es bisexual, y por cierto, hacía más caso a tus pechos que a Dani. ¿No te fijaste como te miraba?

-          Pues la verdad no – le mentí (no solo me había fijado, sabía muy bien por donde iba Pablo y solo de imaginármelo, se me humedecían las bragas)

Volvimos a dentro, ya nos habían servido los postres, nos habíamos pedido cada uno un helado, Dani de fresa, Javier de chocolate y Pablo y yo de nata (ese jueguecito me estaba encantando, nos pedimos ese sabor a posta por lo de la nata y Dani y Javier, nos miraban mosqueados, menos mal que decidieron no montar más el espectáculo.)

Cuando salimos, Pablo nos llevó a un Pub de Chueca llamado los 5 hermanos, allí había de todo, Gays, lesbianas, heteros…

Buena música, servían todo tipo de bebidas, se podía bailar y también había una zona de sofás de cuero negro con unas mesitas.

Nos sentamos en los sofás, vino el camarero y Pablo nos convenció para pedir la especialidad de la casa que se llamaba igual que el pub, consistía en una hilera de 5 tubos de ensayo con bebidas afrodisiacas (detalle que Pablo ocultó, desde luego estaba muy claro lo que este tío iba buscado)

Javier, se sentó a mi derecha, Pablo a mi izquierda y Daniel a la izquierda de Pablo.

Los sofás estaban alejados de la zona de baile y separados entre sí por medias paredes de azulejos de color negro, se estaba muy a gusto en ellos y podías hablar y beber tranquilo.

Nos sirvieron los tubos, y los bebimos mientras charlábamos y cuando se acababan, Pablo hacía gestos al camarero para que trajera más, no sé cuantos nos tomamos, y aparte de que se nos subieron por el alcohol que llevaban, estaban consiguiendo que a los cuatro nos estuviéramos poniendo bastante “a tono” y entonces Pablo, nos sugirió un juego, en ese estado estábamos todos tan calientes, que aceptábamos cualquier cosa.

-          Bien- dijo Pablo – el juego es muy sencillo, por ejemplo, Javier besa a Lucía 10 segundos, luego ella a mí y yo a Dani y después al revés, cuando llegue a Javier, este tiene que hacer lo del beso seguido de algo más, por ejemplo tocar las piernas o lo que se te ocurra y luego Lucía a mí, yo a Dani y así sucesivamente.

-          No se – dijo Javier

-          Venga cariño, no pasa nada porque juguemos, hay que vivir la vida.

-          Lucía tiene razón, dijo Dani, hay que divertirse, ya no somos críos, a veces es bueno experimentar cosas nuevas.

Al final, entre los tres y sobre todo Pablo con su labia, le convencimos para jugar. Yo estaba encantada e intrigada, además Pablo estaba a mi izquierda lo que me daba oportunidad de probar cosas con él y sólo de pensarlo me estaba poniendo cachonda.

Javier no sabía qué hacer para empezar, así que hizo un poco de caso a lo que había dicho Pablo y me dio un beso con lengua de 15 segundos, luego yo besé igual a Pablo (mi coño se estaba humedeciendo de la sensación) y el a Dani, después al revés hasta llegar a Javier.

Seguidamente, Javier, que ya de besarme se había excitado hasta el punto de que se empezaba a notar su paquete, empezó a besarme al tiempo que me tocaba la teta izquierda, luego yo besé y acaricié el pecho de Pablo y este a Dani.

El juego empezó a subir de tono, beso, teta izquierda y chupar el cuello.

Beso, teta izquierda, cuello, teta derecha.

Beso, teta izquierda, cuello, teta derecha, Javier se empezó a excitar más y se lo tomó más enserio, con lo que metió la mano por debajo de mi vestido, y comenzó a acariciarme el coño por encima de las bragas y de las medias, por lo que yo toqué el paquete de Pablo que ya se notaba muy duro y este a Dani, luego él a Pablo y seguidamente este me acarició el coño, (me estaba poniendo a cien) cuando terminó yo toqué el paquete de Javier.

-          Uff – expresó Javier – vamos a parar un poco que esto se está poniendo calentito

-          No seas aguafiestas – dijo Pablo - ¿Qué os parece si nos vamos a mi casa a seguir jugando?

Javier lo estuvo pensando un rato, pero estaba tan empalmado que nos costó poco convencerle y fuimos a casa de Pablo.

El piso de Pablo estaba cerca de allí, cuando llegamos, observé que estaba decorado con muy buen gusto al estilo Vintage, era muy grande, amplio recibidor, con 4 habitaciones, terraza, cocina independiente, un aseo y dos baños completos y el salón,  mesa de comedor grande, y lo que llamó más mi atención, un sofá cama enorme apoyado en la pared y muy amplio de cuatro plazas una de ellas extendida.

A los lados unas mesitas negras, con sus lámparas, en el centro una alfombra redonda negra enorme de Polipropileno, enfrente una televisión plana gigante que colgaba de la pared, y muchos muebles y vitrinas.

Nos sentamos en el sofá, en el mismo orden que en el pub, Pablo nos sirvió unas copas, y al cabo de un rato, continuamos con el juego donde lo habíamos dejado.

Javier empezó, primero me besó, luego me tocó la teta izquierda por encima del vestido, me chupó el cuello, seguidamente tocó mi teta derecha, metió mi mano por debajo del vestido y me acarició el coño por encima de las bragas y las medias, tras aquello, introdujo mi mano por el escote y me sacó las tetas, empezó a chuparme los pezones, luego yo, hice lo mismo con Pablo y luego le quité la camiseta y le lamí sus pezones, y él a Dani, cuando volvió a mí, después de hacer todo, Pablo chupó mis pezones, y luego yo a Javier.

Cada vez estábamos más cachondos, luego Javier se empezó a entusiasmar y me quitó las botas, las medias, y las bragas de color negro, yo a Pablo le quité los zapatos, los calcetines y los pantalones y el a Dani, luego como ya Javi me había quitado todo lo de abajo, Pablo me quitó el vestido, yo a Javi le quité todo menos  el bóxer, y ya todos nos dejamos de rodeos y terminamos de desnudarnos.

Javier y yo nos empezamos a besar, luego yo empecé a pajearle, Pablo comenzó a chuparme el cuello mientras él a Dani le pajeaba, seguidamente, Pablo cogió mi mano izquierda y me hizo agarrar su polla, la cual era grande, larga y estaba muy erecta, y empecé a mover mi mano de arriba abajo y a tocar el capullo haciendo círculos con mis dedos, podía sentir como de las pollas de Javier y Pablo, salían gotitas transparentes que les resbalaban y lubricaban un poco, Oía como Dani jadeaba y cada vez los cuatro nos excitábamos más.

Javier se levantó, se arrodilló, me abrió las piernas y empezó a lamerme el coño al tiempo que Pablo me besaba apasionadamente, jugábamos con nuestras lenguas dentro y fuera de la boca, Dani, se puso a cuatro patas y empezó a chupar la polla de Pablo.

Javier empezó a masturbarme, Pablo me besaba y acariciaba todo el cuerpo, de vez en cuando besaba él a Dani al tiempo que se pajeaban mutuamente.

Luego, Javier, me metió dos dedos en el coño, cada vez más deprisa, yo estaba que me moría de gusto, los cuatro no parábamos de jadear, sudábamos incluso de lo acalorado que se estaba poniendo el ambiente.

Pablo se intercambió por Javier, el cual se puso de píe en el sofá, con la polla muy erecta en frente de mi boca, la cogí, empecé a hacerle una paja, deslizaba mi mano de abajo arriba cada vez más deprisa, le escupí en ella para lubricarla bien y sin dejar de pajear, la introduje en mi boca, se la chupaba con mucha dedicación y cada vez más rápido para que se disfrutara al máximo.

Pablo, lamía mi clítoris, me estaba volviendo loca de placer con los movimientos de su lengua que no perdía ocasión para meterla dentro de mi coño, la sacaba y metía como si se tratara de su polla, al tiempo con su mano derecha, pajeaba a Dani y se turnaba, unas veces con mi coño y otras con la polla de Dani.

Yo seguía chupando la polla de Javier, Pablo empezó a hacérselo también a Dani, el cual excitado por la situación, cogió mi mano izquierda que estaba libre y la puso en su polla para que yo le masturbara al tiempo que Pablo se la mamaba.

Seguimos así mucho rato, luego Pablo se sentó en el sofá, yo me arrodillé frente a él y empecé a chupar su polla como una posesa, Dani se puso de pie al lado de este para imitar a Javier y Pablo se la empezó a comer, al tiempo, Javier aprovechó mi postura, se puso tras de mí, introdujo su verga dura por mi coño, la metía y la sacaba cada vez más rápido, y según me oía gemir y sintiendo como goteaban por mis piernas los jugos de mi vagina , lo hacía más deprisa para darme el mayor gusto posible,  se puso  a echar saliva en mi ano para lubricarlo, luego metió un dedo y después otro, y jugo con él hasta que por fin, lo invadió con su polla, poco a poco para no hacerme daño, al rato ya bien lubricados ambos, empezó a meterla y sacarla con entusiasmo y cada vez con más brío.

Volvió a cambiarse con Pablo. Yo chupaba la polla de Javier, mientras el otro me follaba por detrás mis dos agujeros y se notaba que tenía experiencia porque mi coño empezaba a chorrear de lo lindo por los orgasmos que me estaba proporcionando, mi ano se abría y cerraba a la espera de que lo conquistara, lo cual hizo después de hacerme gozar como nunca, el siguió al tiempo, comiéndosela a Dani.

Dani a pesar de ser Gay siempre había querido follar conmigo era su fantasía desde que nos conocimos y aprovechó la ocasión.

Yo seguía chupando la polla de Javier y le masturbaba al tiempo con mi mano izquierda, se sentó a su derecha y mientras a uno se la comía al otro le pajeaba, y así me iba turnando y con mucha dedicación para que disfrutaran lo más que pudieran.

Dani, se puso detrás de mí, y al ver mi ano lubricado, empezó a follármelo, se notaba que por ahí tenía más experiencia que los otros dos y sorprendentemente me encantaba como lo hacía, luego la sacó empezó a meterme dedos, primero de una mano, luego cambiaba a la otra, mi coño estaba tan dilatado que casi me cabía su mano, me estaba masturbando mi mejor amigo hasta el límite.

Luego Javier y Pablo se levantaron, el primero se tumbó en el suelo y yo me senté encima de forma que su polla quedó dentro de mi coño que echaba agua y Pablo fue a por mí ano, ambos empezaron a meter y sacar sus pollas de mis dos agujeros y al tiempo yo se la chupaba y pajeaba a Dani el cual me hizo parar un segundo para darme un morreo, luego continuó.

Los tres estaban follando todos mis agujeros, me tocaban apasionadamente, me besaban y acariciaban, Javier y Pablo empezaron a ir a tal velocidad que no pude evitar sacar mi boca de la polla de Dani para gritar como jamás había gritado, continué a trompicones chupándola y ya no aguantamos, Dani empezó a correrse en mi boca, Javier en mi coño y Pablo en mi culo. Me tragué el semen de Dani, luego me di un buen morreo con cada uno, habían disfrutado tanto que aun querían hacerme gozar más, empezaron a meterme los dedos y a masturbarme, cuando uno se cansaba porque ya les dolían las manos, pasaba a otro, empecé a correrme, mi líquido salía en abundancia, empapé casi toda la alfombra de lo mucho que eché, de los gritos casi me dio algo, se me aceleró el corazón llegué al éxtasis como nunca en toda mi vida.

Terminamos, estábamos agotados, Pablo y Dani abrieron el sofá cama y durmieron allí, Javier y yo nos acostamos en una habitación.

Al día siguiente nos levantamos casi a las tres de la tarde.

Parecíamos zombis, ni nos dimos cuenta cuando nos sentamos en la mesa del comedor, que aun seguíamos desnudos.

Tuvimos que pedirnos comida china para no estar cocinando nada porque no podíamos con nuestra alma.

Mientras venían, como había dos baños, aprovechamos y nos duchamos, Pablo se puso el pijama y nos prestó otro a cada uno para que estuviéramos cómodos.

Ya algo mas despejados, comimos, y ya en la sobremesa, empezamos a hablar de lo ocurrido, nos lo habíamos pasado genial, fue un experiencia increíble, y hablamos incluso de repetir de vez en cuando, pero sólo nosotros sin meter a nadie más.

Así, quedábamos de vez en cuando, salíamos, nos divertíamos, y sobre todo los fines de semana la mayoría de las noches acabábamos en casa de Pablo.

Nos lo pasábamos genial los cuatro.

Jamás olvidaré aquel primer día, lo mucho que disfruté, lo bien que lo pasé y sentí que era una maravillosa forma de aprovechar la vida.

Ya han pasado varios años, Javier y yo nos casamos y tuvimos niños, y de vez en cuando, se los dejábamos a mis padres o a los suyos y quedábamos con Pablo y Dani que se fueron a vivir juntos, y como siempre, acabábamos follando y pasándolo en grande.

Fin.

Espero que os haya gustado.

Besos…

Y a vivir la vida que son dos días.