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Mi Ninfomana Familia3 Secretos Maternos

en Amor filial

Para los que no me conocen mi nombre es Juan, los relatos que he estado contado antes son reales, y este no es la excepción. Mi familia no es del todo grande pero si es la familia que cualquier amante del sexo quisiera tener. El tener sexo con mi tía y mi prima, hacia que formáramos unos lazos de unión más grandes entre nosotros y de igual forma iba a suceder con mi madre, aunque nunca me lo hubiera imaginado; después de lo que sucedió con mi madre, la relación entre nosotros dos paso a otro nivel, el sexo sin tabú-es me cambio la forma de pensar, e hizo únicamente lo que el incesto hace, unir aun mas las familias, verán.

Todo comenzó unos días después del cumpleaños de mi abuela, era día viernes en la tarde estaba sentado en el salón “viendo televicion” y no podía dejar de pensar en la imagen que me había dejado mi tía y mi prima unos días antes tragándose mi esperma en un beso de madre e hija, estaba solo con mi madre en la casa, ya que mi padre trabaja hasta días sábados, estaba excitándome solo con recordar cómo había follado a madre e hija juntas una semana antes, cuando de pronto la dulce voz de mi madre me trajo nuevamente a la realidad.  

-Ya regreso Juan, solo voy a traer el pan. –habló, mientras se dirigía a la puerta.

En ese momento pude ver el tamaño de su culo pasando frente a mí en todo su esplendor, espere a que cerrara la puerta, deje caer mi pantalón, saque mi venosa polla la cual estaba crecida y comencé a masturbarme en honor al culo de mi madre, cosa que hacía por primera vez pues yo siempre había visto a mi madre únicamente como la mujer que me había dado la vida, pero ese día la excitación me gano y tuve que dedicarle una paja aunque sin eyaculación, pues rápidamente se me ocurrió una idea para saciar mi hambre sexual.

Yo sabía que siempre que mi madre iba a traer el pan se tardaba mucho pero hasta ese momento no sabía porque, me imaginaba que tenía algún amante pero nunca me imagine quien podría ser esa persona, cuando llegaba siempre decía que era porque pasaba visitando a su madre, o algo se inventaba, entonces se me vino una idea a la cabeza, podía aprovechar ese momento para ir a visitar de nuevo a mi tía a su casa, pegarle una gran follada y regresar antes de que mi madre volviera.

Por cierto antes de que se me olvide, mi madre se llama Carmela, es hija única, morena,  tiene 48 años, no muy alta como 1.67, cabello negro brillante algo largo, una cintura muy bien hecha pues es amante del ejercicio, unas tetas no muy grandes, pero para su edad si muy parad-itas como desafiando la gravedad, casi como tetas de adolescente, y su mayor atributo es su culo muy grande, pero con forma muy redonda sin ninguna señal de celulitas a pesar de su edad.

Ahora si seguiré con el relato. Mi madre había salido a traer el pan y yo sabía que tenía de dos, a tres horas para ir donde mi tía, follar, y regresar antes de que mi madre volviera, así que de inmediato Salí de mi casa y encamine mis ganas de follar y mi pene hasta la casa de mi tía, la casa de mi tía quedaba como a 5 cuadras de la casa donde vivíamos, así que podía llegar caminando sin ningún problema.

Después de recorrer unas cuantas calles llegue a la casa de mi tía Amparo y de inmediato toque el timbre, luego de unos segundos salió mi tía con un pantalón de mezclilla azul simple y una blusa rosada escotada, que dejaba ver la línea de sus grandes y hermosas tetas , fácilmente se notaba que no llevaba sostén, porque en la blusa se le marcaban los pezones muy bien hechos, eso me calentó mucho, cerré la puerta detrás de mí, le pellizque los pezones encima de la blusa y le enterré un feroz beso en la boca, al que ella naturalmente correspondió, con una mano le pellizcaba sus pezones, y con la otra recorría su cuerpo, comencé a bajarle la mano lentamente para metérsela dentro de su pantalón y tocar esa rica concha que siempre me hacia gozar, con mi mano logre pasar de su ligero y pequeño monte de Venus, y me di cuenta que no llevaba bragas, cuando me percate de eso quise desvestir la en ese mismo instante pero no me dejo, automáticamente mi pene había comenzado a levantarse, Amparo se dio cuenta de eso y me lo sobo encima de mi pantalón, me tomo de la mano y me dijo que subiéramos.

Mientras íbamos subiendo aproveché para tocarle el culo y sus tetas descaradamente y ella ya no me decía nada, pues Amparo más que mi tía ya se había hecho mi mujer. cuando llegamos arriba intente desvestirla otra vez, pero de nuevo se negó, me dijo que tenía visita y que en ese momento no podíamos hacerlo, entonces le dije que regresaría después, ella insistió en que me quedará y sin esperar una respuesta mía me tomó de la mano como si hubiera sido mi novia, me clavo un beso brusco, rápido, y me llevo a su habitación que era donde su visita la esperaba, mi hermosa y madura tía iba delante de mí guiándome el camino a su habitación, entramos a su cuarto, y en ese mismo instante me quede a mitad de su habitación, parado, sorprendido y totalmente enmudecido, pues era mi madre la que estaba sentada cómodamente en la cama de mi tía. Muy seria se me quedo viendo a los ojos desde que entre a la habitación, yo totalmente nervioso tome un suspiro y sin decir nada me senté en un sillón que había enfrente de la cama de Amparo, mi madre me seguía viendo a los ojos y comenzó a hacerme preguntas francas.  

-¿Juan que haces aquí?  -preguntó muy seria, yo al principio me quede cayado, y tras unos segundos de silencio respondí a su pregunta.

-He venido a que Rosario me preste un libro mamá. -respondí tartamudeando.

-¿Y de que es el libro? ¿De anatomía? –pregunto mi madre duramente.

–Juan no me mientas mas, que ya lo sé todo. –Habló, sin esperar a que contestara, Yo me quede helado y me sonroje, mi tía Amparo pego una carcajada.

–Camela no ataques a Juanito, es muy buen chico te lo prometo. –hablo mi tía totalmente natural.

No comprendía lo que pasaba, me sentía confundido, no sabía porque mi madre me hacia esas preguntas, hasta que mi tía confeso todo.

–Juan le conté a mami lo que paso entre nosotros dos el día que fuimos a la finca, ya no tenemos porque seguir ocultando nuestro amor. -en ese momento me quede estático, no podía emitir una sola palabra. Un frio silencio inundo la habitación, mi madre se tapo la cara y tras unos segundos su propio suspiro rompió esa incomodidad que se sentía dentro.

-Bien Juan, como ahora yo ya se tu secreto, o el secreto de los dos, ahora Juan te toca saber el mío. –habló mi madre sin ningún titubeo.

 En ese momento mi tía se acomodo en su cama junto a mi madre. Mi madre llevaba una blusa de tirantes blanca casi como la de Amparo, y vi como en ese momento se le comenzaron a hinchar y a poner duros los pezones.

 -Juan, espero que comprendas esto como yo comprendo la relación entre tú, y tu tía, y no le digas nada de esto a tu padre, pero es momento de que tú lo sepas; tengo un amante y llevamos 15 años en esa relación, y siempre nos vemos cuando voy a traer el pan.

-en ese momento comprendí su tardanza de todos los días al ir a la panadería. Ella agachó la cara y al mismo momento me vio a los ojos y me dijo.

– ¡Juan, mi amante es, tu ti…!

-mi madre no pudo terminar de decirme quien era esa persona pues mi tía enterró su lengua en la boca de mi madre.

No podía creer lo que estaba viendo, no lo entendía, no sabía si mi tía se había vuelto loca, pero luego vi que mi madre había correspondido al beso de mi tía, Mi madre y su cuñada se estaban devorando la boca sin parar delante de mí, y yo ya tenía mi polla apuntando al cielo de nuevo, era un beso lleno de lujuria el que se estaban dando, no se querían separar una de la otra pero luego de unos segundos Amparo se retiro de mi madre y a voz abierta me hizo oficial su relación.

–Juan somos amantes con tu madre y llevamos 15 largos años follando, así que por lo nuestro no te debes de preocupar.

-finalizando de decir eso mi madre la volcó en la cama para seguirla besando, mi madre no quería que mi tía hablara, no quería que mi tía la dejara de besar, era obvio que mi presencia le había causado más morbo a mi madre y la besaba desenfrenadamente, camine hacia ellas, saque mi polla y se las puse en la cara para que comenzaran a mamármela, no tardaron en acercar sus bocas y darme una mamada única, mi madre me lamia el glande mientras que mi tía hacia lo suyo con mis testículos, tenía a mi madre y a mi tía chupándome la verga, le quite la blusa a mi tía y mi madre comenzó a chuparle los pezones, mi tía comenzó a comerse mi polla, pero Carmela era una envidiosa, quería devorármela solo ella, así que de un tirón de pelo la quito y comenzó a introducir mi pene hasta el fondo de su garganta, era una felación del sueño, y todavía no creía que mi madre me la estaba haciendo.

 Luego de unos minutos, las dos mujeres guarras me sentaron en el sillón y ellas dos comenzaron a quitarse la ropa, mi tía le quito la blusa y el pantalón a mi madre, Carmela no llevaba pantis, definitivamente ella sabía a lo que iba, yo comencé a sobar mi pene mientras disfrutaba como se desvestían, era la primera vez en muchos años que le veía la raja a mi madre; cuando era pequeño nos bañábamos juntos, pero mientras fui creciendo eso se fue terminando, así que ya tenía un tiempo de no vérsela pero al parecer no había cambiado mucho. Mi madre y Amparo no paraban de besarse, mi madre le quito el pantalón a mi tía y tampoco llevaba bragas, estaba claro que ellas follaban todos los días a la misma hora, y por eso no llevaban ropa interior, se dirigieron a mi me pararon me bajaron entre las dos el pantalón, mi madre me quito el bóxer, me dio una nueva chupada de cinco segundos, se paro, se dio la vuelta para besar a mi tía y yo le quite su sostén, me quedo de espaldas la tome de la cintura, separe sus nalgas con mis dedos y comencé a metérsela por el culo, a mi madre.

Ella me pedía cada vez más.

-Follame hijo, date gusto tengo años de no sentir una polla adentro de mi culo. -le estaba dando con fuerza en el culo a mi propia madre mientras mi tía trataba de comerle la boca, acerque mi mano a las tetas de mi tía y se las cogí mientras se seguía besando con mi madre, se las apretaba y se las pellizcaba. Mientras mi pene rozaba las paredes del ano de Carmela, mi tía  se agacho para chuparle toda la conchita a mi madre y tragarse todos sus flujos vaginales, estábamos disfrutando del cuerpo de Carmela. Rapidamente mi madre se vino en un gran orgasmo.

-Ahhhh ahhhhhhhhhh ahhh! Mmmhhhhhaaaaaaaaaaa! –Carmela tras su goce le había jalado el pelo a Amparo para separar la boca de su cuñada de su ardiente coño, y se había quedado a disfrutar solo de mi pene en su culo, mientras mi madre besaba a mi tía lujuriosamente saboreando el propio sabor de su sexo el cual Amparo tenía impregnado en toda su boca, lo estábamos disfrutando, cuando de pronto escuchamos una voz que dijo.

–Ya veo que le contaron a Juan que son unas putas asquerosas. -tiro su bolso en el suelo y salió de la habitación muy enojada.

Era mi prima Rosario que acababa de llegar del  Trabajo, no había duda que estaba celosa porque no la habíamos esperado, de inmediato mi madre me dijo que me detuviera, saque mi falo de su culo, mi tía se puso de pie, y mi madre fue totalmente desnuda tras  mi prima, después de unos segundos Carmela llevó a Rosario de la mano de nuevo a la habitación.

Mi madre la coloco contra la pared, le agarro la mano  a mi prima y se la dirigió a su propio coño para que así Rosario sintiera el espesor de su flujo, y la textura de los labios de mi madre, y así mi prima la masturbara con su mano, mi prima le acaricio la concha a mi madre unos segundos metiendo unos deditos en su cavidad vaginal, sin emitir palabras y viéndose las dos a los ojos, comenzaron a disfrutar, mientras mi tía Amparo solo veía lo que su amante y cuñada le hacía a su propia hija, quien tan solo con su mirada enviaba un mensaje de excitación, después mi prima soltó la vulva de Carmela, llevo su mano a su boca, y comenzó a saborear los jugos de mi madre, mi madre le dio un pequeño beso en la boca a Rosario, eso me llevo a la excitación total.

Mi madre tomo nuevamente a mi prima del brazo y la llevo a donde estaba mi tía para hacerle entrega del cuerpo de su hija, e hizo que ambas se besaran, un beso que las lleno de lascivia, listas para saborear el cuerpo de la otra. Luego mi madre se unió a su beso, le agarro la mano a mi prima y se la llevo hasta su concha de nuevo, mi prima le estaba metiendo dos dedos a mi madre, yo me acerque a mi prima, y de una nalgada le agarre el culo, llevaba puesta una blusa de manga larga de botones, se la abrí de un tirón, y le quite el sostén, comencé a mamarle las tetas, mi tía se acerco a ella y se unió junto a mí.

Mi madre le estaba plantando un beso de lengua muy ensalivado y lleno de libido a Rosario, mi tía me beso de igual forma, estábamos enloquecidos, queríamos tragarnos el aliento, disfrutar el cuerpo del otro y satisfacernos sin importar nada, así que le quitamos el pantalón a mi prima lo más rápido posible, Rosario para ese momento ya estaba muy mojada y de un fuerte tirón le rompí su tanga la cual llevaba los flujos de mi prima impregnados en ella, yo la senté en el sillón, ella abrió las piernas, y yo comencé a comerme su conejito, le besaba los labios, se los juntaba con mi lengua, jugaba con su clítoris le metía, mi lengua en su vagina, y le estiraba sus labios con mi boca, y volvía con ese ritual, hasta que comenzó disfrutar de un fuerte orgasmo.

-Aaaaaaahhhhhmmmm aaaaahhhhh aaaaaaaaaahmmmmmmmm aaaaaaaaaaaahhhhhhhhJuaaaaaaahhhhhhhhhnn ¡qué ricoooooo! ¡Soy tu puta primito…! ¡Soy tu putaaaaaaaaaaaaaahhhhhhmmmmmm! ¡Mmmm…!

Vi  como se quedaba sin fuerzas y con el aliento perdido, suspirando y reponiéndose tras su orgasmo, yo me senté en el sillón, y ella de inmediato se sentó sobre mi polla con el aliento resurgido y comencé a metérsela, me estaba tirando a mi prima de nuevo, le estaba destrozando su concha del placer, ella me suplicaba que no me detuviera, mientras yo se la metía ella frotaba su clítoris, mi prima comenzó a gemir, no quería que parara, estaba por correrse y así fue, cada vez fueron aumentando mas sus gemidos, y se veía convulsionar su cuerpo tras el momento de placer que estábamos viviendo, comencé a sentir su vagina, abrirse y serrarse cada vez mas fuerte.

-Ahhhh ahhhhh ahhhhhhhhhm sigueeeeee juaaaan sigueeeeee haaaaaaaaaamm haaaaa haaaaa haaaaaaaaa haaaaaaaaaaa haaaaaaaaaaaaaaaa haaaaaaaaaaaaaaaaaaaammmm… mmmmmhhhh.

 -levanto un poco su cuerpo de mi pene, y dejo que saliera un chorro de flujo como si estuviera orinando, llenó mis muslos, mi abdomen, mi pene y hasta el sillón de flujo, y cuando por fin llego al clímax recostó su cuerpo encima del mío, para recuperarse, estaba casi muerta, fue algo hermoso sentir a mi prima acabar encima de mí. Entre los suspiros y la respiración de Rosario que se estaba recuperando, escuche los gemidos de mi madre, voltee a ver y en la cama, Amparo y mi madre estaban haciendo lo suyo, formado un hermoso 69 las dos putitas sucias.

Mi prima al ver eso se paro y se fue a la cama muy sonriente para poder unirse a ellas, yo levante a mi madre de donde estaba y comencé a besarla libidinosamente, mi tía llego a mí, se acostó en la cama, y abrió sus piernas frente a mí como entregándome su chochito, yo sin pensarlo comencé a chuparle su tortuguita, pero mi tía quería sentir mi polla dentro de ella, así que me acerque a ella, y poco a poco fui introduciendo mi barra de carne erecta, dura, y llena de venas en su vagina, me asegure que estaba totalmente adentro, una sonrisa de placer de parte de Amparo me lo confirmo, tome un suspiro, y comencé a embestirla sin compasión, mi tía tubo un orgasmo rapidísimo, y con sus manos abrazadas a mí, comenzó a arañarme la espalda hasta hacer caer mi cuerpo encima de ella, nuestra excitación era tanta que comenzamos a rodar en el sillón, mientras su vagina me comía mi verga, nuestros cuerpos cayeron en la alfombra, yo quede encima de ella mientras seguía hundiendo mi polla en su vagina, mientras se la metía, le chupaba los pezones, y mientras tanto mi madre y mi prima disfrutaban de una rica tijerita juntas, mi tía tubo un nuevo orgasmo magnifico, me succionaba el pene incesantemente, eso hizo que casi me corriera.

mi madre y mi prima bajaron al suelo con nosotros para acompañarnos, colocaron sus manos en mis hombros y juntas me derribaron, acostándome en el suelo bocarriba, mi madre puso su enorme culo en mi cara, yo le chupaba desde su clítoris hasta su ano, mi prima y mi tía me estaban mamando el pene, mientras yo le comía la concha a mi madre, Carmela se quito de encima de mi cara y bajo hasta mi pene haciendo que se la metiera, se movía espectacularmente, hice que se recostara sobre mí, y de una vuelta quedé encima ella.

-Follame hijo, follame que soy toda tuya. -me decía, en esa posición podía metérsela más  profundo y era lo que quería.

Mi tía se sentó encima de la cara de mi madre, y mi madre comenzó a tomase los jugos de su cuñada, mi prima se sentó sobre las tetas de mi madre restregando su conchita con las tetas de Carmela e introduciendo los pezones de Carmela en su conejito mojado, mientras yo se la seguía metiendo a mi madre. Mi madre comenzó a tener un orgasmo parecido al que había tenido mi tía, su vagina me succionaba mi polla, y sus jugos se le derramaban en la entrepierna y la alfombra, su coño estaba muy dilatado y humectado, mi tía y mi prima se quitaron de encima de mi madre, ya no aguantaba más me iba venir, mi madre comenzó a gemir.

-Mmmmmm…. Mmmmmmmmhhhhh, Mmmmmmmmhhhhhhhaaaaaaaammmm…  Ahhhhhhhhmmmmm, Aaaaaaahhhhmmmmmmmmmmmmmm mmmmmm… mmmmfffuuuuu…

 -eso me hizo estallar, no aguante mas y eyacule adentro del coño mi madre, llenando en su totalidad su cavidad vaginal de leche hasta hacerla colapsarse en un nuevo orgasmo, sentí que me iba a desmayarme pero al mismo momento retome las fuerzas aunque con mi pulso acelerado, para esos momentos  Amparo le había llenado la cara de jugos a mi madre, y sin sacar mi polla de su vagina me incline, a limpiarle con mi lengua los jugos que tenía en su cara, y luego le clave un beso de lengua en agradecimiento por ser la mejor madre del mundo, ella era toda una experta y correspondió rapidamente, yo se la saque y me pare, la puta de mi tía me la quería limpiar, así que se tiro rápido a mi polla y me la chupo hasta que quedo limpia, mi madre estaba tan exhausta que no se movía, solo sonreía, mi prima Rosario se acerco a la concha de mi madre y comenzó a lamérsela succionando toda mi leche, hizo que mi madre se sentara, y en un beso les paso a Carmela y a Amparo todo el esperma que había recolectado de la vagina de Carmela, un poco a mi tía, y otro poco a mi madre, y comenzaron besarse las tres compartiéndose mi semen.

Yo les reclame por no haberme invitado antes las 3 sonrieron y me confesaron que todo había sido planeado con mi madre, aunque solo había sido lo del viaje, el encuentro con mi prima se había dado solo. Mi madre dijo que hace unos meses había visto masturbándome, y esa imagen le había provocado morbo y excitación, y le habían dado ganas de coger con migo, pero nunca se había atrevido a decírmelo. Mi tía dijo que en uno de sus encuentros lésbicos  mi madre les había comentado que quería, pero que no se atrevía a seducirme solo por así. Entonces mi tía lo había planeado todo, la idea era que en el viaje, después de la cena, mi tía me iba seducir, e íbamos a terminar cogiendo. Cuando regresáramos del viaje, mi tía me invitaría a follar de nuevo un día cualquiera, mi madre nos descubría y hacia como que se enojaba, y luego se unía a nosotros, pero al final yo les había facilitado todo, aunque mi prima no estaba en los planes; a la muy puta, le había excitado el plan, no quería quedarse sin polla, y también había querido participar.

-Ahora ya sabes quién es la tercera persona, yo te dije que muy pronto lo sabrías, ahora tienes tres coños para darles felicidad. Desde mi cumpleaños número 26 soy cogida, por las dos putas más ricas del mundo. –Hablo mi prima refiriéndose a su madre y a la mía, dándoles un beso, primero a mi madre y luego a Amparo, luego se acerco a mí y también me beso.  

-Y ahora, tengo  hasta un pene de verdad para divertirme más. -dijo  entre risas.

 Mi madre Carmela me confesó que era bisexual, mi tía Amparo y mi prima rosario dijeron que eran lesbianas, pero que de vez en cuando también necesitaban un pene. Así que desde ahora los 4 somos amantes, mi familia está más unida que nunca, y follamos cada vez que queremos.

Espero sus comentarios.