miprimita.com

Claudia II : El sentido de mi existencia.

en No Consentido

Claudia II : El sentido de mi existencia.

Estoy convencida  que en ese mismo instante algo muy grave  había cambiado en mi mente  lo cual marcaría  el resto de mi vida.

Aun estando  medio erguida posada detrás de esa puerta con las rodillas inclinadas y las manos temblorosas  con mis bragas húmedas en la boca y el semen seco estirando la  piel de mis suaves piernas, mi cuerpo entero, empezó a reaccionar  pudiéndose reincorporar en una posición más erguida.

Lentamente con las manos temblorosas,  agarre  el tanga roto, que separaba mis dientes, con los dedos adormecidos lo saque de mi dolorida mandíbula, con la intención de hacerle un pequeño  nudo, de esta forma  podría usarlo nuevamente, y no sentirme tan desnuda.

Quería salir de allí rápidamente, con la máxima discreción.  Al introducir una pierna entre mi prenda interior, note que estaba totalmente entumecida pero aun así conseguí lo que en aquellos momentos resultaba una difícil tarea: Ponerme un tanga rajado y mojado de todo tipo de flujos.

Al dar mis primeros pasos me puse bien la falda y con los dedos de la otra mano me recompuse el maltratado pelo. 

Buscando no ser vista por nadie me dirigí por el pasillo que llevaba al exterior de ese espantoso instituto. Esta vez a diferencia del anterior episodio, cuando llegue a casa no tenía fuerzas ni para ducharme, solo me metí en la cama  y espere que el cansancio hiciera mella en mi. Esperando inocentemente que al siguiente día hubiera olvidado lo ocurrido.

- Claudia!  Despierta, te quedaste dormida faltan 10 minutos para las  8. 00 , rápido! O llegas tarde al colegio.

Era mi padre que buenamente, me despertaba  para que fuera al instituto,  la clase empezaba justo a  las 8 y tenía 10 minutos andando. No quería ir, pero tampoco despertar dudas y que mi padre me interrogara.

Estaba aterrorizada, además  como muchos habéis podido deducir, justamente a primera hora tenia  a  “MI PROFESOR”, Si no me presentaba quien sabe de lo que sería capaz. Con solo 15 años mi mente decidió callar y correr hacia al colegio  por así evitar algún tipo de represalia.

Llegue justo pero a tiempo, me senté rápidamente al pupitre con las piernas juntas y la espalda erguida, Simulando una atención extrema.

En esos momentos es cuando vi la espalda de mi violador escribiendo a la pizarra formulas matemáticas.  Justo coger papel y lápiz para apuntar, recordé las normas que me había puesto antes de violarme por segunda vez:

 “Quiero que me llames  AMO, y siempre que te pregunte tendrás que responder con este nombre. Bien, en clase delante de los demás no te es permitido hablar,   no digas ni hagas nada a no ser que yo te lo ordene, olvídate de hacer los deberes y ejercicio de clase etc. Tu solo te sientas y esperas, sé que tu inteligencia es la de una perra y para lo que sirves no te hacen falta las matemáticas.”

Y así lo hice me quede quieta sin coger ningún apunte y espere.

El seguía la clase explicando a los demás alumnos  la lección, yo solo  escuchaba,  mi mente recordaba cada instante de lo ocurrido, pero también quería estar atenta a cualquier palabra que saliera de su boca, incluso me di cuenta de que como profesor  no era malo, explicaba bien las cosas, era paciente  e incluso era gracioso con los demás alumnos.  A mí en cambio ni me miraba, parecía que no existiera, como si no recordara  nada de lo sucedido.

 En mitad de la clase llamó a Juan para que saliera a resolver un ejercicio,  Este era  uno de los alumnos con más éxito del instituto, era un mal  estudiante pero muy creído, el típico que se burlaba de todo aquel que le apetecía. Además las chicas siempre le reían todas las gracias.

Sé que muchas de ellas me tenían envidia por que el, se había fijado en mí, pero eso no me preocupaba, mis problemas estaban a otro nivel.

Con muchas dificultades y con la  ayuda de las chicas que le susurraban  el resultado término el ejercicio.  Este antes de irse cogió el borrador,  con la intención de limpiar la pizarra como de costumbre o más bien obligación  tenía cada uno de los alumnos.

Pero en este caso no fue así:

- Juan!  Tranquilo, no hace falta que tu borres le dijo amablemente el profesor.

- Para eso tenemos a Claudia, que está aprendiendo a limpiar todo lo que se le ordene!

- Claudia! Levanta ese culito  y borra el ejercicio de Juan.  Este miro medio  extrañado al profesor,  y dejo el borrador.

Con un gesto despectivo el que tenía que llamar como AMO, me ofreció el borrador,

Mis ojos se abrieron instintivamente, mi corazón empezó a latir frenéticamente y mi cuerpo rápidamente obedeció.

Los demás niños empezaron a reír discretamente sobre todo las niñas, mientras me dirija hacia la pizarra las risas fueron siendo cada vez  más insolentes, de momento no lo comprendía, estaba tan atontada que no me había dado cuenta que ha parte de reírse por la humillación, también lo hacían por mi aspecto físico.

Llevaba la misma ropa que el día anterior!  Totalmente sucia  arrugada y con los restos  del que yo savia que era su semen.  Afortunadamente  el resto del alumnado solo veía una niña suiza y despeinada.

Cogí el borrador de esa enorme mano y limpie el ejercicio de Juan como de una sirvienta se tratara. No antes cayéndome en el suelo un par de veces por los nervios acumulados.

-Pobrecita Claudia que ni limpiar se le da bien, tenéis que ser comprensivos con ella y ayudarla porque a la pobre le cuesta un poquito más que a vosotros seguir la clase.

Me estaba tratando de tonta delante de los demás alumnos y no podía hacer nada para evitarlo, solo podía callar y obedecer como su ley exigía

- Bien Claudia hasta que no suene el timbre te quiero limpiando a fondo la pizarra, entendido?

SI AMO, respondí automáticamente.

Otra vez las risas de los alumnos sonaron detrás de mis Oídos.

- Mirad que educada a salido  la niña!

Dijo  en tono gracioso para ganarse al resto del alumnado y hacerles aun más cómplices de mi  humillación.

A los pocos segundos ya  había borrado el ejercicio de Juan, pero seguí limpiando sin girarme sabiendo que los demás alumnos se fijaban aunque sucia y arrugada, en mi corta falda, preocupada para que no se desatara el simple nudo que había hecho a  mi ropa interior.    

Finalmente sonó el timbre, todos los alumnos como de costumbre corrieron para salir fuera de la clase, yo evidentemente me quede borrando la pizarra sin girarme, siguiendo las normas anteriormente exigidas.   Otra vez estaba a solas con él. Sus pasos se alejaron un momento hasta cerrar la puerta de la clase para volver rápidamente hacia mi espalda, lo supe al notar  su respiración detrás de mí.

- Muy bien puta, veo que obedeces y te acuerdas de todo lo que te dije, definitivamente lo llevas en la sangre, eres una autentica perra, has nacido para esto, pare servirme en cuerpo y alma.  Por primera vez estoy gratamente sorprendido de tu obediencia, es por este motivo que te traigo un regalo, tienes permiso para dejar de borrar i mirar a tu Amo.

 

Me gire quedándome a pocos centímetros de distancia. Mis piernas volvieron a temblar,  justo en ese preciso instante como si de una maldición se tratara,  se desato l nudo de mi tanga, resbalando entre mis piernas hasta caer en el suelo.

- JaJajajaja , Mira asta tus bragas se caen cuando me tienes delante, que puta que eres dios! Te gusta dejarte dentro mi semen y por eso ni te aseas ni te cambias de ropa verdad?

Si Amo!  (Entendí que era la respuesta más simple y que más  le gustaría.)

- Pero esta vez no te daré  el honor de ser penetrada por mí.

Por primera vez salieron de sus arrugados labios unas palabras que me calmaron. Aunque solo fue un leve espejismo por que posteriormente pronuncio estos otros párrafos:

- Mira perrita, te compre un dilo!,  Es justo del tamaño y forma de mi polla. No te daré las dimensiones  porque muí bien tú y tu culo ya saben cuáles son.

 

- Ahora vuélvete otra vez, quiero que apoyes las manos apretando tu mejilla y pechos contra la pizarra y separa tus brazos tanto como puedas.

 

Mi cuerpo reaccionaba instintivamente, mucho más rápido que mi mente y así lo hice. Era una sensación inexplicable, parecía que no podía dejar de obedecer-le, el terror que sentía me tenía totalmente dominada, no podía hacer ni mucho menos pensar, nada más podía servir a ese ser, que poco a poco para mi, se alejaba de lo humano para asemejarse a un ser diabólico, divino o en todo caso superior.

Note dos fuertes patadas en mis tobillos  que separaron mis piernas bruscamente, casi me desequilibre pero al estar apretada contra la pizarra conseguí estabilizarme.

Así que me quede de espaldas con manos y piernas totalmente distanciadas. Sin ropa interior a merced del que tristemente se había convertido en mi amo y señor.

- Ahora quiero que aprietes bien los dientes, te meteré el dilo de golpe y te dolerá, en ningún concepto quiero que te muevas ni un milímetro, comprendiste  pequeña perrita?

Si mi  AMO. (Reponía automáticamente sin apenas pensar lo que salía de mis labios)

Note la punta de su regalo entre mis piernas, estaba húmedo, deduciendo que había escupido en el. Sé que mi mente le agradeció que tuviera ese detalle para apaciguar el dolor.

Pero seguidamente apretó su enorme  mano izquierda recorriendo mi cuello, con la derecha cogió su “obsequio” dirección hacia mi entrada y de un seco y rápido golpe metió dentro de mí ese enorme artefacto.

 El dolor se asemejo al del día anterior pero quizá un poco más leve, supongo  que ya sabía lo que me esperaba y por eso  tuve esa sensación. Incluso así,  mi cuerpo se desvaneció para quedar totalmente abandonado, a manos de mi señor, que  gracias a su fuerte  sujeción no cayo directamente al suelo.

Me sentí totalmente llena, con una presión constante dentro de mí, pero a diferencia del falo de mi amo y señor este era frio y el dolor percibido era menos caluroso. No podía creer lo que mi mente estaba pensando, pero si tuviera que elegir uno de los dolores mi cuerpo elegiría el calor humano que me proporcionaba mi acosador. 

Unos segundos después de que mi cuerpo recuperara la fuerza y el dolor se apaciguaba, note que la fuerza de esas manos dejaba de sujetarme, hasta que se apartaron por completo de mí.

- Re-incorpórate pequeña y escucha con atención mis nuevas órdenes: Cuando no estés delante de mí tendrás que llevar dentro mi regalo, solo te permito quitártelo para hacer tus necesidades, para que te higienices y estés siempre apta para ser usada. NUNCA!  Más vengas echa una piltrafa como hoy, a no ser que yo te lo ordene.  No te castigare  porque creo que no te di la orden de que te ducharas. Pero recuerda a partir de ahora siempre limpia hasta nuevo aviso, desacuerdo?

SI mi amo!

- Hazme un resumen de lo que te acabo de decir, quiero ver si me entendiste!

 

Mmm, haa mm, (no me salían las palabras, estaba realmente intimidada, con su regalo apretando dentro de mí.

- Hoy estoy de buen humor, porque veo que progresas rápidamente, cada vez eres más sumisa y tu cerebro se acostumbra automáticamente a  ser dominada.  Parece que estés programada para ello, ahora si estoy convencido que has nacido para esto. Con el tiempo tu cerebro se hará cada vez mas sumiso perdiendo cualquier síntoma de rebeldía, no aprenderás ni entenderás nada más que las ordenes de tu amo y señor. En ese punto es cuando me pedirás de rodillas que no te abandone, preferirás estar muerta antes de no estar conmigo.  Sé que en estos momentos aun no te crees lo que te estoy contando pero eres muy joven y con  el tiempo te darás cuenta de lo que digo.    

 

- Ahora quiero que te tranquilices y me expliques  las ordenes que te he dado.

 

SI mi AMO, Mmm quiere que lleve dentro de mí siempre su regalo, 24 horas al día, solo podre quitármelo para asearme y estar limpia para usted. Pero tendré que volver a introducirlo una vez aseada.

- Muy bien, tendrás que salir a la calle, comer delante de tu familia, y  evidentemente dormir con él. Piensa que si en algún momento decides no obedecer-me, lo sabré en cuando te vea, y el castigo puede ser muy grave, no sé de lo que sería capaz si me desobedecieras…. entendiste  Puta inmunda?

Si mi AMO.

- Bien puedes retirarte, por cierto, no te pongas ese asqueroso  tanga, anda con una mando sujetándote mi regalo para que no se te escape, hasta llegar a tu casa, después te duchas te aseas vuelves a metértelo, y te lo sujetas bien con una buena prenda interior, que seguro que tienes muchas.  No te preocupes por las demás clases, por si aun no lo savias también soy el director de este instituto. O sea que nos vemos mañana, espero que estés  bien sexy para tu amo,  sal de mi vista rápido!

Como pude lo sujete con una mano, y apresurada-mente salí de su campo visual, tenía mucha vergüenza, tuve que arreglármelas para llegar a casa sin que se notara lo que llevaba dentro, con una mano agarrando su regalo, sin ropa interior, con mis tacones de aguja que aun dificultaban más mis pasos.

Al llegar hice exactamente todo lo que me dijo me duche, me lo saque exclusivamente para asearme y volví a introducirlo en mi interior, esta vez suavemente ya que nunca me dijo lo contrario.

Por segunda vez volví a darme cuenta de que estaba excitada, note placer!  No estoy segura de si era por llevar dentro su regalo, o bien porque estaba siendo buena cumpliendo lo exigido. 

En ese entonces no comprendía exactamente si era el miedo lo  que me hacia obedecer sin dilación o bien  tenía la razón y ese era el sentido de mi existencia