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Claudia: Introducción una nueva etapa

en No Consentido

Empiezo una nueva etapa de relatos por órdenes de mi dueño ya que ha vuelto a encontrar interesante que siga compartiendo mi vida de sumisión. Actualmente soy alquilada por horas a todo tipo de machos a los que soy sometida a infinidad de vejaciones que ya contare, pero estos momentos me ha mandado seguir compartiendo con todos vosotros los episodios de mi vida, para que me conozcáis mejor, y así satisfacer el mayor número de personas y quién sabe si haciendo realidad sus fantasías.

Claudia, este es mi nombre desde el día que mi cuerpo empieza a desarrollar inversamente en relación al sexo con el que nací. En los anteriores relatos empecé a contar los inicios del proceso de feminización y sumisión que mi Amo ejerció para acabar convertida en un simple objeto sexual preparado para dar placer a los hombres.

Hoy en día soy una mujer completa, mido 170 y tengo 29 años de complexión delgada con 55 k de peso, pero con unas sinuosas carderas y culo pensado para vuestro uso, de pechos grandes y firmes, con unos pezones rosados ​​ siempre erectos y excitados, también invitando a los machos a pensar estoy siempre predispuesta a ser follada.

A los 14 años fue la edad que tomé conciencia de mi condición de niña, mis atributos físicos eran de una feminidad indiscutible, en este momento entendí que Claudia era el nombre que me definía como mujer, justamente en estos mismos tiempos fui descubierta por lo que hoy en día es mi adorado Amo y Señor. En el primer relato explico cómo al cambiar de la escuela del pueblo al instituto de otra población pude vestir directamente como Claudia, también ayudo una carita femenina y angelical, con un cuerpo en consonancia, (con algún complejo como pueden imaginar), los pechos a pesar de crecer un poquito no estaban desarrollados y debido a la edad y economía tampoco me podría permitir la operación del cambio de sexo. Previamente mi padre ya había hablado con la escuela de mi condición, por lo tanto, el equipo directivo y todo profesorado del instituto estaba enterado de mi pequeño problema, más que nada, para no tener problemas a la hora de realizar actividades deportivas y posteriores duchas,

Después de las primeras violaciones que cuento en los anteriores relatos, entendí que este acuerdo para proteger mi intimidad no era lo que parecía, la dirección del instituto no ocultó mi condición para mi beneficio personal, sino una inteligente estrategia de su director el cual me elijo como objeto al que utilizar indefinidamente. ( Pueden deducir que este sigue siendo hoy en día el dueño al que pertenezco). Desde el primer día de clase mi dueño decidió apoderarse de mi cuerpo y mente, vio en mí la esclava y obediente sumisa que soy hoy en día. Con el tiempo he llegado a entender que este apoderamiento es una condición nativa a mi naturaleza y sé que si no fuera por él me sentiría perdida, inútil, sin objetivos, tal vez incluso muerta, al no encontrar el sentido de mi existencia.

En el ultimo relaro cuento como mi dueño convenció a mi padre, de que yo necesitaba ayuda psicológica y que él podría ser mi mentor para recuperar la estabilidad emocional y  ser una chica modélica. Por lo tanto, en aquellos momentos estaba obligada por mí por mi propio padre a asistir a la supuesta terapia de mi amo. Es evidente que el, desconocía que las sesiones consistían en vejarme, humillarme y violarme repetidamente con tan pocos años. 

También contaba el sentimiento de odio y repulsión que tenía en aquellos momentos por mi Amo, al que consideraba un pederasta violador. Con este sentimiento proseguiré relatando a continuación los inicios de mi transición:

Eran las 7:50 de la mañana, me había quedado domina, en 10 minutos tenía que estar lista y llegar a tiempo a el instituto, tenía dolor en todas las articulaciones de mi cuerpo y el culete fuertemente enrojecido, eran las secuelas de tener un consolador de 24 cm de altura y 4 de espesor durante incontables horas en mi interior.

De golpe, me vinieron las  ordenes de ese monstruo en forma de explosiva en mi cabeza: 

- Te ordeno llevar esta descomunal polla de plástico siempre dentro de ti hasta nuevo aviso, tienes que venir vestida como la puta que eres, esto significa que obligatoriamente tienes que llevar tacones, falda o vestido, por nada del mundo lleves ningún tipo de pantalones leggins o pantys de estos que lleve las niñatas de hoy en día, quiero que estés preparada para ser sodomizada en todo momento. Por eso como mucho llevarás medias que no obstaculicen la penetración y tangas de hilo que pueda separar o romper rápidamente y por lo que hace a la mierda pechos que tienes actualmente, los quiero con un buen sujetador que te los haga parecer más grandes, con el tiempo ya te haremos operar y te pondré la medida y forma que a mí me guste. Tú hazme caso en todo y verás cómo poco a poco perderás cualquier síntoma de rebeldía, tu cerebro se acostumbrará a obedecer. Sé que en estos momentos sólo me tienes miedo ya la vez rabia, pero poco a poco verás cómo cambias, con una buena educación acabarás obedeciendo sin dilación, no aprenderás nada más en el instituto, tú educación académica termino, a partir de hoy solo aprenderás y ejercerás las órdenes de tu Amo y señor.

Esas palabras rezumbaban en mi cabeza adolecente, mire hacia el suelo de mi habitación justo donde deje el dildo la noche anterior, el cual me saque revelándome contra sus órdenes, no me creía sus palabras, pero las recordaba con miedo e incomprensión, odiaba aquel hombre de casi 60 años de 190 de altura y obesa constitución. La noche anterior me prometí revelarme contra la aberración que aquel adulto estaba haciendo a una niña de tan baja edad. Así pues, respiré profundamente con intención de coger fuerzas y armarme de valor, me dirigí hacia el lavabo para lavarme los dientes, en esta acción noté los labios cortados, eran los efectos de abrir la boca para recibir los golpes de pene contra mi garganta.

La rabia aumentó, busqué en los cajones de la ropa interior la más grande que encontré, se trataban de un conjunto básico de estos sin costuras, como ropa opté por un jersey de lana hecho por mi abuela y unos pantalones vaqueros, al mirarme al espejo los encontré demasiado arrapados al marcar mi fémina silueta, pero no tenía nada mejor, por suerte el jersey era grande y me llegaba hasta las rodillas, antes de salir me puse unas deportivas muy planas.

Una vez en el instituto, llegué corriendo a la clase de inglés, por suerte no me tocaba mi violador, ya era tarde y la clase ya vía comenzado, llamé a la puerta.

- Adelante !, escuche que decía la profesora.

Al abrir la puerta dirigí la mirada hacia mi pupitre,

- No Claudia, no puedes sentarte, haces tarde el director me ha dicho que te dirijas directamente hacia su despacho.

Me quedé helada, no me sentí preparada para enfrentarme sola aquel energúmeno, estalle de temor y grite:

- ¡No, no pienso ir!  aquel hombre es malo, no me trata bien!

Tenía vergüenza de decir que directamente me violaba y no me salió ninguna otra explicación, en aquellos momentos corrí sin pensar dirección a casa, aunque a medio camino me encontré a mi papa.

- ¡Sube al coche Claudia, me llamaron desde la escuela, no quiero oírte, sube al coche!  volvemos al instituto.

Le hice caso, no sabía qué hacer, sólo era una niña y él era mi padre, entré en el coche con la cabeza gacha, al llegar bajó rápidamente del coche en dirección a mi puerta para agarrarme de la muñeca, con energía me saco del coche y me llevo directa a la puerta del despacho de mi terrorífico director.

- Ahora abres ti solita la puerta, escuchas y haces caso a todo lo que él te ordene.

Esas palabras, se clavaron como una espada en mi interior, por un lado, sabía que mi papa no era consciente de lo que estaba pasando, pero por otro, (debido a mi inseguridad y las constantes vejaciones a que era sometida), tuve dudas de si realmente todo era culpa mía.

Obedecí, abrí la puerta temerosamente, de reojo veía como mi padre se alejaba dirección al trabajo. No tardé mucho al escuchar su contundente voz, la voz, del mismísimo diablo, ya dentro no vi a nadie, la puerta del despacho se cerró, de golpe y porrazo, su mano agarro mi nuca y con la otra me tapo los ojos, mi espalda se inclinó hacia atrás presionado contra su envergadura.

- Calla cachorrilla! No te atrevas a abrir la boquita de animalito desbocado.

Calle, no podía hacer nada, seguía aterrorizada, toda fuerza moral que conseguí aquella mañana desapareció en esos momentos con esa frase. Note como su pene creció avivadamente, presionando mis nalgas para hacerse paso entre ellas. Así pues, me encontraba de espalda presionada contra él, con los ojos  tapados y su miembro separando mis nalgas.

- Quítate este penoso jersey de lana que te has puesto para desafiarme! Puta.

Con las manos temblorosas procedí a quitarme el jersey, por unos momentos noté como se apartaba ligeramente de mí para que pudiera terminar la acción, una vez buenamente pude llegar el cuello retiró sus dos manos, recuperé la vista y el equilibrio que poco antes perdí al estar presa de sus granes manos, me fije que llevaba guantes de látex y mi cara estaba húmeda. 

- Ahora cogerás este jersey de mierda por una manga y te la meterás dentro de la boca hasta no poder más.

De mis ojos comenzaron a brotar lágrimas que intentaba que no fueran acompañadas de ni siquiera un murmullo, no podía enfadarle aún más, tenía miedo de que me matara allí mismo. El tacto de la lana mojada al introducírmela en la boca era desagradable, con los dedos presionaba dirección a mi garganta, cada vez más y más, tenía de esperar a que fuera él que me dijera que parara, después de varias arcadas per fin llego su nueva orden.

- Puedes parar, tendrás castigos por tu insolencia al no hacer caso a tu dueño, pero si a partir de ahora me obedeces quizás no te obligaré a tragarte todo el puto jersey, me frena la idea de que te ahogues y caigas muerta aquí en el despacho. Que haría del cuerpo de un cachorro de perra como tu ...

Los ojos se me abrieron como platos mientras seguían cayendo las lágrimas, mi cuerpo se tensó completamente, tenía los hombros encogidos y las manos agarrotadas con micro temblores en las piernas.

- Claudia, Claudia, Claudia ... yo confío en ti, sé que al final conseguirás ser la sumisa complaciente por lo que has nacido, es cuestión de tiempo, pero es tu deber de perra hacer que esta transición sea lo más rápido posible, como quieres que un cachorro de puta como tú pueda arreglárselas sin dueño por la vida. 

Mientras me estaba aleccionando, se dirigido hacia un cajón donde recogió cinta adhesiva, al acercarse, cogió con una sola mano el resto del Jersey que colgaba de mi boca estrujándolo contra mi rostro, con la cinta adhesiva lo ató a mi cara de tal forma que no podía escupir la manga del interior de mi faringe, de nuevo perdí la visión, podía respirar por los orificios de la misma lana, pero con mucha dificultad. Posteriormente noté una pequeña presión entre las nalgas de mi culo para posteriormente escuchar como si estuviera desgarrando una tela.

- Quieta puta, te estoy cortando esta mierda de pantalones con un cúter justo entre las nalgas. 

Percibía como los pantalones se abrían paso por la presión de mis sinuosas caderas dejando pasar al aire fresco contra mi piel, siguiendo el corte que me estaba realizando con el cúter, el tacto de látex de los guantes que recubrían sus enormes manos contra mis nalgas fue lo siguiente que note, de repente, un fuerte tirón presionó las bragas contra mi sexo provocando su rotura, mi culo quedo expuesto a la intemperie, preparado para las brutales sonorizaciones de aquel monstruo.

Era consciente que el hecho de percatarse que no llevaba el dildo podría ser mi fin.

- Sé que no me has obedecido perra, pero también sé que si lo vuelves hacer terminare con tu insignificante vida, del mismo modo sé que esta vez no te puedo dar el honor de ser enculada por mi deseada polla, porque, aunque no lo veas tu condición de cachorra en celo así lo desea.

Odiaba sus humillaciones, como podía decirme que deseaba ser violada por ese energúmeno no tuve ni siquiera tiempo a reflexionar cuando noté un objeto humedecido apuntando hacia mi interior. De un fuerte revuelo este artefacto entró instantáneamente en mi, se separaron las nalgas por su enorme espesor, para adentrarse violentamente entre las paredes del mi agujerito hacia la pared más profunda de mi abdomen, en ese momento note un caliente liquido en mi interior que resbalo entre mis piernas, el sufrimiento fue indescriptible, literalmente acababa de partir el interior de una niña que se desmayó cayendo al suelo como un pequeño saco.

Desperté el siguiente dia, me encontré tumbada en la cama de mi habitación totalmente vestida, al mirarme llevaba un vestido negro con transparencias que dejaba entrever gran parte de mi anatomía, por la parte inferior, se ensanchaba formando una pequeña falda que tapaba justo mis vergüenzas, unas medias de rejilla reseguían el contorno de mis femeninas piernas para acabar con un tacón de aguja de al menos 10cm de altura. El daño que sentí anteriormente empezó a rebrotar agudamente, es cuándo me percate que seguía estando llena por el artefacto que me perforo.

Al inclinarme descubrí que llevaba puesto en mis partes íntimas una tanguita muy extraña, consistía en unas arandelas metálicas que cogían una especie de finas cadenas de cuero que a la vez sujetaban a una pequeña chapa metálica que recubría todo mi sexo.

En aquellos momentos mi padre llamó y abrió rápidamente la puerta, tuve el justo tiempo de taparme esa lencería tan extraña.

- ¡Ya dormiste suficientemente la mona!  ya me conto tu director que al final no entraste en su despacho y a cambio no tuviste otra cosa hacer, que vestirte así a escondidas, para salir por las calles con los más gamberros de bachillerato. Tienes suerte que tu director intuyó tu excursión y fue a búscate.  Estabas tan KO que te tuvimos que llevar en brazos hasta la cama. No te regañaré porque me ha dicho que es contraproducente debido a tu condición, pero me cuesta creer que esto te haga ser tan putilla con tan solo 15 añitos recién cumplidos.

Yo me quedé callada, no sabía qué hacer, recordé que era mi cumpleaños, pero ya poco me importaba, aquel energúmeno tenía mi padre controlado y en mi contra. Al cerrar la puerta mire de sacarme esa lencería, momento en que encontré enroscado entre una de las arandelas una nota, la desenrosque descubriendo un texto en el que ponía:

-  ¡Hola puta! feliz cumpleaños cómo regalo pudiste observar te vestí a mi gusto, no sufras por lo que pueda decir tu padre, le he explicado de manera entendible por un padre como el tuyo como debe tratarte. Como ya puedes entender haré con tu vida lo que yo quiera, eres de mi propiedad y no lo dejarás de ser hasta que yo me canse y te acabe tirando. Te moldeare a mi gusto, tanto psicológica como físicamente, eres muy femenina, por eso te elegí, tienes un cuerpo pensado para calentar braguetas, tras ponerte la forma y tamaño de pechos que a mí me guste, una vagina diseñada exclusivamente por mi gran polla y un proceso educativo, serás la sumisa perfecta. Todo tipo de machos querrán usarte, te alquilare a los prostíbulos más lujosos que existan, esos que van los cantantes que tanto te gustan o sea gente con alto poder adquisitivo. No obstante, aun tengo mucho trabajo contigo, si no fuese por tu mal comportamiento pronto ya hubiera empezado a premiarte, mi amigo un respetuoso cirujano me comento que te esculpiría una vagina a mi complacencia, pero tendrá que esperar, de momento lo único que haremos es sacarte tu cosita y dejar una vagina cerrada a la espera de más adelante abrirla y entallarla cuando yo decida.  Este amigo cirujano que como médico tiene acceso tu historial clínico me ha comentado que será muy fácil, ya que por naturaleza ya tienes un cuerpo preparado para satisfacer las necesidades de los machos y que las operaciones no son más que un pequeño trámite para liberar la gran puta que llevas dentro. Para terminar, verás que llevas una tanguita de castidad, tu Amo tiene buen gusto y ha comprado el más fino y sexy que hay en el mercado. No podrás quitártelo hasta que yo lo abra con llave, como muy bien estás notando en la última sesión te introduje un recipiente muy especial el que lógicamente tampoco podrás sacarte, (te lo quería contar al mismo día, pero eres tan penosa que se me desmayase) se trata de un recipiente circular con tapa de punta redonda que recuerda a una polla descomunal, tiene 30 cm de largo por 9 de espesor.Para que empieces a entender hasta qué punto puede llegar mi perversión, deposite este recipiente en el urinario de hombres que queda enfrente de tu clase, de tal manera que tus compañeros masculinos (a los que sé que no podrían dejar pasar la oportunidad de apuntar dentro), mearían uno tras otro hasta llenarlo, por las cámaras vi que otros alumnos conserjes y profesores también lo hicieron. 

Después me puse unes guantes por no mancharme ya que el recipiente quedo empapado de meados, lo retirare de allí y lo tape, poco después y aun empapado de estos los aproveche como lubricante natural para endosártelo de un solo golpe en tu interior.  Por lo tanto, tienes que ser muy consciente que llevas dentro de ti los orines de los machos de tu clase, el cual por una perrita sumisa como tú no deja de ser un gran  honor, vigila con lo que haces no sea que se vacíe entero en tu interior.

PD: ¡A las 7 de esta misma tarde quiero que te presentes, a mi consulta de psicología, Hasta ahora “cosa”!

 

Continuara ...